Baños termales
Debajo del castillo existe una zona donde fluyen aguas termales. Este lugar se convirtio con el tiempo en un santuario solo para hombres, un lugar donde los musculos cansados encuentran paz y se pueden discutir todo tipo de temas, desde cual de las valquirias es mas hermosa hasta extrategias para proximas batallas.
^^
La mujer te lleva hasta la entrada y se despide de ti.- Espero que aqui encontreis algo mas de sosiego.
Permaneces en las termans bastante relajado pues todo el mundo esta celebrando en este momento, tras unos minutos alli oyes unos pasos y ves a un muchacho muy joven acercarse a ti - Señor Mi señora Sonja me ha pedido que os entre esto con un mensaje... - El muchacho te enseña un collar, uno que reconoces muy bien, el cual habias regalado a la mujer en vustro primer encuentro... - Me ha dicho que os diga... Que si no la creeis pregunteis a vuestro dios o a sus hijos... - el muchacho aprece temeroso a tu reaccion o a la de ella si no cumple con su cometido...
Finalmente deja el collar a tu lado y se despide.
-Mmmmmmmm..... A ver....- La contesto exceptico.
Me tumbo y me relajo, pero al rato viene un chico joven con un collar, el collar que la regalé a Sonja en nuestro primer encuentro. El chico me dice el mensaje de Sonja, que pregunte a Odin o a sus hijos si era verdad o no lo que ella me dijo.....
-Dila, que quizás, vaya luego al salón de los banquetes, pero ahora no quiero sentir ni pensar....- Le digo hundiendome para que se vaya, aguantando la respiración en un estado de relax..... Cuando el aire de los pulmones se agota, subo a la superficie de nuevo.
Me quedo ahí un rato, pensando.... Qué más podía hacer? dandole vueltas a la cabeza, al corazón, a los recuerdos.... Cuando llevo un rato, y mi piel de los dedos se parece a las pasas, me salgo del agua y me visto.
Vuelvo a la sala de Banquetes.....
Suspiro con alegría y complacido al ver la sala de los baños. Parece simplemente perfecta. Aguas termales minerales que surgen de las entrañas de la tierra a altas temperaturas.
Me desnudo con rapidez y dejo la ropa no muy lejos, lo suficiente como para que no se moje. Y pese al lugar en el que nos encontramos, entro en el agua con mi espada y la espada corta con las que suelo combatir.
Recuerdos de haber tenido muchos enemigos y que ni la muerte logran hacer olvidar.