Partida Rol por web

-Vamos Zack, ¡dispara !- Le anima Laura.

La escena es dantesca. Veo cómo John falla el disparo con su nueva y flamante pistola, y cómo el agente Kimball se adelanta para ayudarlo pero en un desequilibrio acaba cayendo igualmente ante el muerto viviente, mientras el otro grupo se pelea con mayor o menor medida con sus fiambres, y la chica lo hace decentemente bien. Así que antes de que ese muerto pueda hacer nada más, me acerco hasta él y lo finiquito de un golpe con la culata de la escopeta, para que no pueda hacer más daño. Y luego me vuelvo, comprobando que todo parece tener un aspecto decente, aunque desde luego para nada bueno. Luego llamo a Laguna a mi lado y compruebo con ojo crítico la situación que tenemos delante. Y a la vez, acelero un poco la situación y empiezo a revisar las pertenencias que tenían el agente y Simons, además de las cosas que hemos encontrado, pensando qué hacer con todo ello.

Zack tardo un momento en reaccionar, se veía en su rostro que toda esta situación le estaba superando, detestaba la violencia y Laura no se estaba comportando bien…Empezaba a pensar que todos se habían vuelto locos…

Todos parecéis defenderos bastante bien de los zombies pero no es el caso de Simons, que se ve superado por la situación. Kimball intenta ayudarle pero no es suficiente y ambos caen presa de los zombies, siendo devorados por estos.

Intentáis ayudarles pero llegáis demasiado tarde...

Y así se acaba la historia de mi buen acompañante y del agente Kimball. De pie frente a sus restos y a los del zombi que ha acabado con ambos, elevo una plegaria para que lo que sea que ha levantado al resto no haga lo mismo con ellos, aunque después de lo visto con Silvia, no me sorprendería que ni aun así. Y tras varios segundos, me pongo a rebuscar entre las pertenencias de ambos. Llorar a los muertos está bien, es importante, incluso en esta época, pero sobre todo en esta época lo siguiente mejor que se puede hacer es hacer uso de sus objetos para que todo su intento por sobrevivir no haya sido en valde.

-No te preocupes -le digo mirando de reojo a Laura-, yo sí pretendo hacer un reparto equitativo. Algo como lo que podríamos haber tenido si no os hubieseis puesto a pelear antes de... esto. -Hago un gesto, señalando a los fiambres y a los dos caidos. -Pero déjame ver primero si tenían algo más que lo que hemos encontrado.

Laura, una vez estuvieron los zombies eliminados, y viendo que el policia estaba muerto, se tranquilizo mucho. Ya no veia su vida en peligro y habia descargado la rabia contra los caminantes, entonces, se dirigio a Tricia.

-Señora Tempel- dijo educadamente -siento lo de su amigo Simons.- Obiamente, no hizo ningun comentario sobre Kimball.- Siento tambien la escena de antes, no soporto que me insulten o insulten a mis amigos.

Despues, fue hacia los cadaveres, habia que repartir todas las armas de forma justa, y guardar alguna otra para el resto del grupo, ya que ella no olvidaba a Jack, Miguel y Elena.

-Esos tíos han recibido lo que merecían, es el karma.-Dijo mirando los cadaveres antes de guardar su porra.-Nosotros no somos mala gente señora, pero no vamos a dejar que nos chuleen, creo que Laura ya se lo ha demostrado, si quiere puede quedarse con nosotros, ¿O le espera alguien en alguna parte?-Aun no estaba seguro de si esa mujer era o no de fiar, hacia un momento le apunto a su compañera, pero lo sabría esta mismo noche.

-¿Que hacemos, nos quedamos esta noche en la comisaria? ¿Y salimos mañana para allí?-Se miro los pies.[I]-Si es que Elena no hace de las suyas...[/I] Creo que es mejor no salir por el tema de los zombies y tal.

-¿Aun desconfias de Elena?- prgunto a Phill- Yo creo que nos podriamos quedar toda la noche aqui, y mañana podemos movernos o quedarnos un dia mas por aqui para ver si encontramos mas municion, ya que de armas vamos sobrados. ¿Que quereis hacer vosotros?- Y dirigiendose a Tricia, añadio.- Solo tengo comida para nosotros tres, ¿Usted tiene algo con lo que aguantar un dia mas?Como dice Phill, si quiere puede venir con nosotros.

Laura no tenia en cuenta que la hubiese apuntado con el arma, sabia que solo lo hacia para que hubiese paz entre los dos grupos y entonces repartio la comida que tenia entre Zack y Phill.

- Aunque no hayamos comido hoy, guardaros esto para mañana, ok?

Asintió a las palabras de Laura.
-No se si ese hombre era o no lo que Elena decía, pero estoy seguro de lo que ella es al igual que os conozco a vosotros. Pero igual esta luchando en verdad contra su... naturaleza, no lo se.-Contesto una vez mas a su compañera.

-Entonces ya son dos votos para quedarnos.-Miro a los indecisos.

Al oir las palabras del conserje, me vuelvo hacia él airada mientras pongo la mano en el rifle que antes el agente Kimball me había ofrecido.

-¿¡Pero cómo se le ocurre decir algo como eso!? John era una persona buenísima, que vino a rescatarme cuando ya me creía sola y a punto de morir por los fiambres, así que no le permito que piense siquiera en decir algo como eso. Y el agente Kimball tampoco merecía algo como esto. Un par de sopapos sí, pero ¡nadie! merece algo como esto. ¿O es que estás justificando los asesinatos y las muertes entre personas, con un razonamiento tan absurdo como el karma, que pasa de una vida a otra? -Me pongo en pie, aún sujetando el rifle.* -¿No? Ya lo creía. Un asesino es mil veces peor que los fiambres, porque lo hace a propósito. Los fiambres lo llevan en su naturaleza, que no es buena, pero sabemos cómo son, mientras que un asesino traiciona la confianza antes de matarte. -Y viendo que ya hemos solucionado la disputa, y que no va a decir ninguna gilipollez más, le tiendo el arma a Laura. -Tome, seguro que le viene bien para cuando se enfrente a otro ataque como ese. Y quédese también las balas del arma, o será bastante inútil sin ellas. -Luego me agacho y le tiendo también un par de pistolas, pero no la que tenía John, y la porra. -Y quedaos también con esto, y todas las balas de pistola menos una. Así tendré algo que llevar mañana al grupo que nos estaba esperando, además de contarle lo de las dos bajas. No me importaría quedarme con vosotros si no supiese que hay por ahí un niño asustado al que le vendría bien un apoyo extra. -Y después de eso, me guardo para mí la pistola de John, la bala que le queda y los objetos que tenía el agente Kimball. -Ah, y quedaos también con esto, a mí ya no me hace falta. -Digo, tendiéndoles una pieza de ropa acolchada.

-Tranquila, tengo algo de comer en el bolso, todavía me queda un poco de la noche que pasé sola en el taller con Laguna. -Digo haciendo lo propio y sacándola para ponerme a comer. Ahora que ya hemos repartido las cosas, parece que todo marcha un poco mejor. Y mientras como, hablo para mí. -Qué se habrá creido. Se pasa todo el día sin decir palabra, ni tratar de evitar la situación, y luego habla de lo que no tiene ni idea. Como si la muerte de un superviviente fuese algo para celebrar...

-Quedese la escopeta- dice Laura mientras mira la reaccion de Tricia a las palabras de Phill.- Como he dicho antes, lo que nos urge es la municion. -
Y pasando del tema pregunta.

- Usted señora Tempel, ¿que armas necesita para su grupo? Hay 3 pistolas, 6 balas, 1 fusil con 2 balas ( ¿o1? Confirmacion please!!!) y 1 porra- y miando a los chicos, añade- que quereis hacer, ¿Nos quedamos aqui o cogemos lo que haya y nos vamos mañana por la mañana ?

Miro con una ceja alzada a Laura cuando me habla de mi escopeta, que en ningún momento le he ofrecido, y se preocupa por el reparto cuando ya le he ofrecido lo que parece un reparto equitativo entre los dos grupos que formamos, separados. Un rifle, dos pistolas y una porra mientras yo para mi grupo me quedo una pistola con una bala y la espada de que hacía gala el agente justo antes de caer. Así que reviso el resto de cosas, fuera de armamento, y me quedo pensativa.

-Yo ya tengo una linterna, así que si quereis os podeis quedar la que el agente Kimball tenía, pero si no os importa me gustaría quedarme las medicinas, ya que os he ofrecido la ropa acolchada. En el grupo había un par de niños y otro hombre de más o menos mi edad, así que es posible que la necesitemos más que vosotros, que pareceis un grupo en buena edad. -Digo, pasándole la mirada de uno a otro en la última frase.

De pronto, una fuerte explosión, procedente del exterior, retumba en todo el lugar, haciendo que os tambaleéis y alguna que otra parte del mobiliario se desplome contra el suelo.