Partida Rol por web

"¡Mierdaaa! ¡¡Machete!!" - nada se podía hacer, los muertos vivos cubrían literalmente a Machete. Solo su mano asomaba, como pidiendo ayuda, de entre los cuerpos fétidos. La imagen era igual que la que vivió Leo cuando vió a sus hermanas ser devoradas por aquellos seres. Sin duda, una pérdida lamentable. La presencia de Machete inspiraba seguridad. El grupo ahora estaría más perdido que antes - "¡Mierda!" - "Tenemos que abandonar este sitio. Claire, Carlos y yo iremos al colegio. No se lo que harán ustedes, pero preferiría que no nos sigan. Especialmente tu, Roberto" - dedica una mirada exclusiva al hombre. Se inclina a Machete - "Lo siento amigo" - Toma sus pertenencias - "Ya no necesitas esto y quizás nos pueda salvar a los que quedamos" - Leo toma la pistola de Machete - "Le daré un buen uso, digno de ti. Lo prometo" - Leo permance unos momentos arrodillado delante del cuerpo inerte de Machete, no puede evitar derramar unas lágrimas. Acto seguido, lo cubre con el camperón que traía el gigante mexicano. 

Ante la muerte de machete, Calen queda devastado... algo esta pasando, por que no entendía como todas esas cosas solo se concentraron en atacar a Machete, luego que evolucionaran y adquirieran capacidades mas dinámicas y fuerza, no entendía lo que pasaba, pero al parecer ese instrumento tenia algo que ver en ello.

-Compañeros- dijo con voz algo ausente -Creo que es mejor que tomemos el toro por los cuernos... De ir al colegio, debemos estar consientes que allí se puede armar un calvario tal como paso aquí, pero creo que todo esto es debido a esa cosa- dijo señalando el instrumento (Cachatanelitizador) -Machete ayer me dijo que hace unas noches, tomo esa cosa y tan-pronto paso eso, algo como esto había pasado... Pero entiendo que esto es una pieza de un rompecabezas que debemos resolver-

Paso un momento observando a machete -Cada día que pasa, esto se vuelve peor... Lo siento amigo- dijo despidiéndose -¿Bien ahora nos vamos al colegio?

Ah. ¡AH! ¡Zombies! ¡MAMI!

El gimnasio, con lo bien y agustito que me sentía... jooo ¡más que en el bar y el centro comercial juntos!, y qué frío se acaba de volver. Miro ensimismado a Machete matando zombies, pero como me tenía y rezaba para que no pasase al ver que eran todos contra él, acaba....

Trago saliva. Los veo mordiéndole el cuello, los brazos, la cara y pienso en el horrible dolor que debe estar pasando. Imagino que me pasa a mi, con lo poco que soporto el dolor y las ganas que tenía de volver a jugar a la play algún día... No hay que ser adulto ni un genio para ver que no queda más remedio que llevar a cabo el plan anti-zombie C. ¿El palo? Ni me acuerdo de él aunque lo lleve en las manos, yo no puedo hacer como hacen los demás que se quedan mirando e incluso roban... bueno, cogen las cosas de Machete. Yo noto calor en las piernas, estoy listo para irme por patas. 

- ¡Pero vámonos! -Lloriqueo. 

¡¡Me voy!!

Sujeto a Carlos con fuerza tras hacer un gesto de respeto con la cabeza hacia el cadáver de Machete que tanto nos había ayudado y que tan fuerte y bondadoso parecía.

Tras guardar todas las cosas de Machete como puedo me dirijo a los míos tratando de parecer fría, calmada, aunque esté realmente acojonada -Chicos, nos vamos al colegio ya. Calen, puedes venir con nosotros y creo que serás de gran ayuda. Partamos cuanto antes y no nos pasará absolutamente nada, yo te cuidaré Carlos, no te preocupes -concluyo mirando al niño y haciendo una señal a los otros dos, mirando posteriormente a Roberto con odio y asco.

Calen, Carlos, Claire y Leo, abandonan el gimnasio.

Bueno, parece que quedamos pocos por aquí. Gracias por confiar en mi, o al menos, no desconfiar demasiado. En principio creo que me quedaré por aquí un poco más, parecéis buena gente y este es un lugar agradable.

Mirad, va a amanecer, ¿qué soléis hacer por aquí durante el día?
Ayer no me dejaron hacer absolutamente nada...

Realmente nada, antes ni siquiera estábamos aquí fuera. Nos escondíamos en una pequeña sala del gimnasio. Salimos al escuchar a otros supervivientes...

La comida aquí escasea, no se si este será un buen lugar para aguantar hasta que lleguen los militares.

¿Tienes algún plan en mente, Roberto?

De momento, lo mejor sería que rebuscásemos a ver si encontramos algo útil por aquí. Si no encontramos nada de comida, yo creo que puedo conseguir algo para vosotros. Después yo me movería a otro lugar, si queréis podéis venir conmigo.

El centro comercial, por lo que me dijeron, lo están blindando para la gente que llegue de fuera, aunque allí habría comida suficiente. Otra posibilidad es el colegio, allí encontramos bastante estos días, y puede que en el bar también podamos encontrar algo.

Entonces, ¿me ayudaréis a buscar por ahora?

Día 4 - Turno de día

Comenzáis un nuevo día con un sonido extraño que poco a poco vais identificando: un helicóptero. ¡Y suena cerca de aquí!

Pero aún faltan varios días para que vengan los militares ¿De donde sale? ¿Cuales son sus intenciones?

Al menos los zombies parecen mas tranquilos... de momento...

¿Un helicóptero? ¿De donde creéis que viene?

¿Ven... vendrá a ayudarnos?

Y respecto a lo que comentabas ayer - le dijo a Roberto - No se si aquí quedarán cosas de utilidad pero por buscar que no quede. También veo bien lo de movernos, este lugar ya no me inspira confianza. El problema es decidir que otro sitio sería una buena opción...

¡Evento especial!

Tras mucho rebuscar, encontráis comida para ambos pero nada mas realmente de utilidad... No ha sido un día muy fructífero en ese aspecto...

Pues eso, hoy nada de objetos pero considero que todos coméis una vez. Y además os regalo 1 punto de personaje a cada uno. Aprovechad, que hay novedades en el Umbria Market.

¡Miau!

A pesar de la escasez, Chascarrillo logra encontrar algo.

¿Alguno de vosotros va armado o tiene algún tipo de protección?

Si vamos a salir ahí fuera, será mejor que vayamos preparados. Y resulta que tengo esta ropa acolchada que me sobra. Si la queréis, os la doy, ya no la necesitaré más.

Dejó la ropa tendida delante suyo, esperando que aceptasen su regalo.

Muchísimas gracias, Roberto. Es todo un detalle por tu parte.

Y no, me temo que no tenemos ningún tipo de arma. Nada...

Cogiendo la ropa acolchada.

Toma, Esther, para ti. Te vendrá bien.