Partida Rol por web

Zoddert había elegido aquella cafetería no porque le encantaran los productos que allí se vendían, te de hierbas élficas, lembas y otras mariconadas élficas era lo más habitual, pero últimamente habían abierto un poco más su carta a otros productos menos "élficos". No obstante, si había elegido aquella cafetería era por puro pragmatismo, estaba debajo de su casa y quería aprovechar hasta el último momento para dormir.

Desde el momento que uno entró por la puerta le invadió el dulce aroma a chocolate y café y pastelitos élficos recién hechos. Igualmente la decoración de los salones, mesas de mármol blanco, sillones de cuero color verde, lámparas, columnas y plantas no iba mucho con él, pero lo soportaba.

Zoddert se sentó a esperar a su contacto. Tenía ganas de ver el rostro de aquel periodista. Tuvo que acabar pidiendo, pues aquel hombre no llegó puntual y finalmente, tras casi quince minutos de retraso apareció su contacto. Entró como una tromba en el local y le buscó con la mirada. Una vez localizó a Zoddert corrió a su lado y se sentó en la mesa.

Drolo Mediataza era un mediano. Un mediano especialmente orondo y algo patoso, que no alzaba más de un metro y veinte centímetros del suelo. En su camino hasta la mesa de Zoddert había estado a punto de hacer caer a uno de los camareros que portaba una bandeja en la mano llena de vasos y bebidas, golpeó con su trasero a una señora y le piso la cola a un chihuahua. Pero finalmente se plantó frente a Zoddert y se sentó a su lado.

- Drolo Mediataza... - Se presentó ofreciéndole su pequeña mano al agente. Se colocó sus gafas sobre la nariz y respiró aliviado por haber logrado llegar finalmente. - He encontrado mucho atasco y bueno... eso no ha sido lo que más me ha retrasado, sino que se me ha quedado enganchada la camisa en la puerta del ascensor de mis casa. No se abría ni se cerraba y he perdido allí casi veinte minutos... - Le enseñó la camisa y en efecto le faltaba un trozo, como su hubiera sido arrancado de cuajo. - Bueno... ¿Vamos al tajo? ¿Qué me puede contar?

Joder macho, pues manda un Whatsdwarf y me avisas leches! Bueno te lo perdono porque invitas a todo lo que he pedido.

El semiorco fingió resignación, conocía a los hobbits, eran una raza holgazana e impuntual, se lo esperaba y por eso ya había llegado él un poco tarde, total vivía encima.

Antes de nada toca ser precavido, saque todo lo que tenga en los bolsillos, no me fío de usted de momento.

Tras hacerlo, el agente procedió a cachear al periodista buscando cámaras ocultas, micros,... Toda precaucion era poca.

Vale, cuénteme lo que sepa y yo le ampliaré, corroboraré o desmintire la información.

- Pensaba que el que tenía que hablar era usted, pero... - Sonrió y volvió a colocarse las gafas sobre la nariz. - También puedo empezar yo... si claro...

En ese preciso momento llegó la camarera del McElfo. Drolo la miró de arriba abajo y le hizo un gesto para que aguardase unos instantes. Repasó la carta de arriba abajo en un momento y entonces volvió a mirarla con una sonrisa. Mostrándole la carta empezó a señalar lo que iba a pedir mientras lo repetía en voz alta.

- Las tortitas del bosque con sirope de arce y mermelada, un batido de hoja de rum, también quiero un sandwich vegetal con pollo, unas gallestas de lemba... - Hizo una pausa para que pudiera apuntar. - ...las galletas que sean de esas envueltas en esas hojas raras vuestras y luego también unas patatas fritas. ¿Lo has copiado todo, bonita? No me gustaría que te olvidaras de algo.

- Lo tengo, señor... - Dijo repitiendo la comanda. Una vez el mediano confirmó que estaba en orden se centró de nuevo en el asunto que les había llevado a reunirse esa mañana.

- Sé que tardasteis mucho en hacerlos con un sospechoso. Se que Finwë no era vuestra primera opción. Sé que sospecháis o sospechabais del candidato republicano a la alcaldía y sé que McGee no estaba muy conforme con ese hilo de investigación. - Desveló entonces el hobbit. - ¿Política, estoy en lo cierto? Si al final se le hubiera investigado y hubiera salido elegido, McGee podría haber perdido su silla. ¿No es así?

-Veo que están bien informados y han atado bien los cabos. Dijo sinceramente. Lo fundamental, le ofrezco información de buena mano a cambio de no atacar a los integrantes de nuestra unidad, dejar bien claro que el responsable es el comisaurio y obviamente secreto profesional hacia mi persona; a la mínima que me delaten se queda sin informante. Y obviamente, si necesito información vuestra, esta relación será reciproca, me enteraré de lo que se vaya a publicar antes de que salga en el periódico, si está de acuerdo tendremos una buena relación Señor Mediataza.

- Verá señor Everton... - Sonrió mientras alzaba la mirada en busca de la camarera. Tenía hambre y esperaba que le sirvieran rápido aunque no estaba siendo así. - No tengo nada en contra suya, ni de sus compañeros. Sé de buena tinta que lo dieron todo por resolver el caso. A usted incluso le dispararon... - Hizo una pequeña pausa. - Aunque eso puede que fuera por otros temas no relacionados con el caso. - Se colocó la gafas sobre la nariz. - Pero lo que es cierto es que aun estando en el hospital siguió dándole vueltas al caso y se reincorporó bastante rápido... - Meneó la cabeza con gesto de admiración. - Es usted un orgullo para el cuerpo. Podría haberse pasado un año de baja y no lo hizo. 

En ese momento llegó la camarera con una bandeja bastante cargada con todo lo que Drolo había pedido. Aquel hobbit se relamía los labios mientras miraba con lascivia aquellos alimentos y se frotaba las manos. Para un mediano la comida era todo un placer y darse festines como aquel era casi una obligación, aunque lo cierto era que incluso para aquel orondo mediano, todo aquello parecía demasiado.

- Al que quiero ver caer es a McGee. - Confesó. - Alguien afín a la propia alcaldesa me ha pedido que haga este reportaje. Quiere una buena excusa para hacerle dimitir o cesarle de no hacerlo y este escándalo es muy jugoso. Me ha prometido cinco de los grandes si saco esta semana un reportaje en primera plana. Puedo darle a usted un treinta por ciento. - Sonrió. - ¿Qué le parece señor Everton? Sólo necesito que me cuente que pasó. Porqué se cerró la investigación y porqué se culpó a Brock. ¿Fue cosa de McGee? Estoy seguro de que sí, pero necesito confirmarlo de su boca.

Sonó entonces el teléfono móvil de Zoddert. Se trataba de un mensaje de texto por lo que disimuladamente lo miró y el texto era realmente inquietante.

Cita:

-Estoy totalmente de acuerdo con usted! ese enano debe caer! seré breve pues debo continuar con la investigación!  Tome notas para luego pasarlo a limpio.

Zoddert miró que nadie estuviera cerca de ellos y habló en un tono bajo.

Estando en el hospital empecé a darme cuenta que algo no cuadraba en la investigación, me di cuenta que el aspirante elfo a las elecciones municipales había estado en la ciudad justo los días de los asesinatos y se iba de gira por el país tras estos. Esto de por si no es una prueba, solo un indicio, por lo que le pasé a mis compañeros la información, quienes se dieron cuenta que un vehículo que estaba relacionado con alguno de los casos se encontraba en la flota de vehículos de campaña del aspirante,... el comisario se negó en rotundo a seguir esa linea de investigación, nosotros en ningun momento dijimos que el alcaldable fuera el asesino, sino alguien de su circulo de campaña, pero casi nos expulsan del cuerpo por dar esa linea de investigación.

Zoddert comenzó a mirar el reloj, debía ser rápido.

Al final nos obligaron a cerrar esa investigación y tirar del hilo de BRock, que en esos momentos estaba en prisión y tenía a su nombre otro vehículo de las mismas características, el enano era un brabucón, no tenía ni idea de la investigación salvo por lo leído en el periódico, se le estiró un poco y confesó para llevarse el mérito de los asesinatos de elfos, ninguno de nosotros quedó contento, no nos creíamos una mierda, pero el comisario tiró de galones para terminar la investigación imputando al enano y cerrando la unidad tras amenazarnos con expulsarnos si abríamos la boca, además dejó bien claro que la unidad había sido creada simplemente para dar a la prensa lo que querían, no nos iban a aceptar ningún sospechoso, estaban esperando a tener a otros investigadores libres para hacer el trabajo,... una farsa vamos!

El semiorco se levantó de la mesa. Y eso es todo, ayer apareció el último cadáver, demostrando que el comisario es un incompetente y dejando claro que debemos continuar. Si no tiene ninguna duda mas, me debo ir.

- ¡Perfecto! - Exclamó el mediano frotándose las manos. - És lo que necesitaba. Ni más ni menos. Enseguida me pondré a redactar el titular y mañana saldrá en primera plana. Cuando lo lea la alcaldesa... - Sonrió. - No creo que el comisario McGee acabe la semana sentado tras su mesa. - Se puso en pie y sacó un sobre del bolsillo de su gabardina que lanzó sobre la mesa. - Gracias. - Le ofreció la mano y tras estrecharla hizo un gesto de aprobación. - Allí tiene lo estipulado. Tiene para una buena cena y algo más. Saludos y estamos en contacto. - Dicho aquello Drolo Mediataza se despidió y salió con prisas después de pagar en la barra la cuenta. Tenía trabajo por delante, lo mismo que el agente orco.

De: Drolo

Para: Agente Everton