Partida Rol por web

El despacho era como un maldito contenedor de reciclaje de papel. Había cajas por todas partes, papeles por todos lados, y un sinfín de cosas por ordenar. Pero antes de nada, había que darle un sentido a todo lo que hacían.

-Está bien. Partamos de la idea de que Brock no es el verdadero culpable. La otra posibilidad sería que fuese un imitador, pero en ese caso, seguramente tendrían que haber hablado con él para que le diese los suficientes detalles como para que pudiera emularle sin ninguna diferencia. Personalmente, dudo mucho que ese sea el caso, pero alguien debería ir a intentar hablar con él y sonsacarle cualquier cosa, aunque sea un error, para quitarnos de encima esa posibilidad y poder disponer de todos los recursos para nosotros. Si averiguamos que tienen a un inocente, todo el mundo, sobre todo McGee, saltará en cuanto se lo digamos. Frank, tú eres el más tranquilo. Esa debería ser tarea tuya.

Después de soltar todo aquello, inspiré profundamente un momento, antes de continuar.

Por otro lado, deberíamos volver a examinar el caso desde el principio. Siempre me pareció que era extraño que la tercera víctima no muriese en su casa, al contrario que las otras tres. Y deberíamos examinar la relación con la última víctima. Ryan, encárgate tú.

Y por si fuese poco, se me ha ocurrido que todavía tenemos más cosas.

Boyle ya está de vuelta. Alguien debería hablar con él sobre lo que sacó tras examinar las grabaciones. Zodder, eso para ti. Otro de nosotros debería ir al museo de Historia Natural para hablar con el experto ese que tenía un bastón látigo élfico y traerlo aquí para analizarla y compararla con las heridas. Eso te lo dejo a ti, "Nine". Y por supuesto, deberíamos apretarles las tuercas a Eldren Nimwë. No me gustaría que ese cabrón creyese que está fuera de sospecha. De eso me encargaré yo.

Y no os gusta os jodéis, pensé, irritada por tener que dar yo las órdenes.

Tenemos que darnos prisa e ir eliminando pistas inútiles si queremos dar coger a ese asesino antes de encontrarnos otro cuerpo.

El despacho era como un maldito contenedor de reciclaje de papel. Había cajas por todas partes, papeles por todos lados, y un sinfín de cosas por ordenar. Pero antes de nada, había que darle un sentido a todo lo que hacían.

-Está bien. Partamos de la idea de que Brock no es el verdadero culpable. La otra posibilidad sería que fuese un imitador, pero en ese caso, seguramente tendrían que haber hablado con él para que le diese los suficientes detalles como para que pudiera emularle sin ninguna diferencia. Personalmente, dudo mucho que ese sea el caso, pero alguien debería ir a intentar hablar con él y sonsacarle cualquier cosa, aunque sea un error, para quitarnos de encima esa posibilidad y poder disponer de todos los recursos para nosotros. Si averiguamos que tienen a un inocente, todo el mundo, sobre todo McGee, saltará en cuanto se lo digamos. Frank, tú eres el más tranquilo. Esa debería ser tarea tuya.

Después de soltar todo aquello, inspiré profundamente un momento, antes de continuar.

Por otro lado, deberíamos volver a examinar el caso desde el principio. Siempre me pareció que era extraño que la tercera víctima no muriese en su casa, al contrario que las otras tres. Y deberíamos examinar la relación con la última víctima. Ryan, encárgate tú.

Y por si fuese poco, se me ha ocurrido que todavía tenemos más cosas.

Boyle ya está de vuelta. Alguien debería hablar con él sobre lo que sacó tras examinar las grabaciones. Zodder, eso para ti. Otro de nosotros debería ir al museo de Historia Natural para hablar con el experto ese que tenía un bastón látigo élfico y traerlo aquí para analizarla y compararla con las heridas. Eso te lo dejo a ti, "Nine". Y por supuesto, deberíamos apretarles las tuercas a Eldren Nimwë. No me gustaría que ese cabrón creyese que está fuera de sospecha. De eso me encargaré yo.

Y no os gusta os jodéis; a mi tampoco me gusta dar órdenes y aquí estoy, pensé, irritada.

Tenemos que darnos prisa e ir eliminando pistas inútiles si queremos dar coger a ese asesino antes de encontrarnos otro cuerpo, así que si a alguien se le ocurre algo más, que lo diga ahora.

El humor de Jeaninne no era el mejor en esos momentos. Tenía ciertas expectativas puestas en su retorno a la estación. 

El hecho de haber dejado un cargo de mayor jerarquía en Boston para volver a su antiguo puesto fue pensado y decidido con tiempo, y sin embargo ahora que se encontraba de vuelta, debía reconocer que un poco le importaba ese paso atrás en su carrera. 

La buena noticia era que Celarían había quedado al mando, y aunque su ego no le dejaría estar bajo el mando de otra persona, todavía se reservaba sus conclusiones. 

A decir verdad, tal vez lo que le molestaba era el tema del apodo. Es cierto que “Nueve” siempre le resultó un tanto irritante, pero ahora que todos la llamaban “ocho”, no entendía si lo hacían a propósito para molestarla y porque en verdad se habían olvidado de ella y ni recordaban cómo la solían llamar. 

[...]

Con este humor de perros llegó al despacho. Por lo menos tendría la satisfacción de no haber dejado este caso tan importante sin cerrar. 

Desempolvaron los archivos y volvieron al trabajo. Los otros habían avanzado mucho en la investigación desde que ella los había dejado. Fue tal vez por eso que estaba ella al mando, ya tendría que lidiar suficiente poniéndose al día como para estar vigilando a Ryan.

Cuando por fin la agente Vaamar comenzó a poner en práctica su cargo de nueva líder, “Nueve” quedó con una pequeña objeción en la punta de la lengua. No pudo contenerla, por lo que apenas tuvo oportunidad interrumpió a la Elda. 

-Lo siento, no quiero ponerme en contra tuyo. - le dijo a Celarian. - Pero separarnos de esa forma rompe un poco con todo protocolo. Estás segura que dividirnos y romper con el esquema de parejas es una buena idea? Es un tanto irregular si me preguntas. - por no decir irresponsable, pensó. 

Vaya, ya estaba tardando, pensé, en cuanto "Nine" abrió la boca.

Su protesta tenía sentido. Separarnos nunca había sido una buena política porque nos dejaba con el culo al aire, incluido el suyo, pero el tiempo también jugaba en nuestra contra.

-Llevas razón, claro, pero no he distribuido las tareas de forma individual porque me excite ver como os vais cada uno por vuestro lado. Lo he hecho porque el tiempo corre y creo que lo más importante es terminar el día con las cosas claras, pero eh, si preferís que lo hagamos por parejas, adelante -le dije, dejándome caer en la silla.

Después miré a los demás.

-Venga, estamos todos en el mismo barco, así que opinad.

Ryan sonrió socarronamente como de costumbre y dio un largo trago a su propio café.

-Creo que se os escapa un detalle importante, muchachos-afirmó en tono confiado.

Tras saborear esos segundos de atención en los que todos esperaban su conclusión, retomó la palabra.

-¿Que hay de Mcgee?-alzó las cejas-Pensadlo bien... siempre se mostró en contra de esta investigación, el único momento en el que le hemos visto sonreir ha sido cuando dimos con un supuesto culpable. Y ahora que le he mostrado en su cara pruebas de que Brok no es más que un chivo expiatorio, ha saltado hecho una furia.

Empezó a deambular en círculos mientras hablaba, como si de un detective de película se tratase.

-Daos cuenta que el chichipate de Jhonson, ojito derecho de McGee jamás nos dejó avanzar... seguro que estaba en el asunto también...

Jefferson escuchó en silencio, tomando anotaciones de vez en cuando en su cuaderno de notas y asintiendo a algunas de las ideas de Vaamar.

-Estoy a favor de separarnos para abarcar más terreno -coincidió el orco, pensativo-. Es cierto que romperíamos el proceso habitual de ir en pareja, pero tenemos que acabar esto en el menor tiempo posible. Investigar cada cual una parte, reunirnos y luego ponerlo todo en común.

Dicho esto, el agente orco se dirigió a su compañera y actual superiora, en tono severo. Había pasado todo un mes obsesionado con matrículas de vehículos y cámaras de seguridad, por lo que se había implicado en el caso de una forma casi personal.

-No obstante, quiero matizar algo: no es posible que nos estemos enfrentando a un imitador. Brock no es ningún asesino y el verdadero culpable está en la calle. Considero, y esto no deja de ser mi humilde opinión, que es una pérdida de tiempo que alguien, en este caso un servidor, acuda a hablar con Brock a la prisión e intente sonsacarle nada. Entre otras cosas porque ya tenemos la prueba definitiva de su inocencia cuando fuimos a entrevistarle: el arma del crimen es un bastón élfico. Brock nos dijo que había matado a las víctimas con un "jodido machete". El detalle del arma no había sido filtrado a la prensa, por lo que sólo nosotros, el forense y el verdadero asesino lo sabríamos.

El orco escuchó a Raynor valorar la opción de que McGee esté de mierda hasta el cuello y se encogió de hombros. El agente cafetero nunca había tragado al comisario y había sido el primero en valorar la opción de que fuera un corrupto, idea que poco a poco se había ido instaurando en la mente de algunos de sus compañeros, incluido Jefferson.

-Es poco probable que McGee esté metido en esto, más allá del sexo oral que le practica a Nimwë cada vez que evita que le investiguemos -dijo Frank, no muy convencido-. McGee es un chapuzas. Y quien está detrás de los crímenes es alguien realmente inteligente. Según nos dijo el guardia de seguridad de la Asociación del Pueblo Élfico a Raynor y a mí, las cámaras de vigilancia fueron destrozadas hace unos siete u ocho meses y desde entonces nadie las ordenó arreglar. Puede que nuestro hombre sea Nimwë, pero, ¿habéis pensado en William Harrison, su secretario? Se puso muy nervioso cuando Raynor le pidió registar otros coches que no fueran el Lambda y, en cambio, no dudó en ofrecernos un libro de notas con los registros de cuándo y quién se ocupaba de sacar cada vehículos del edificio. El único que podía hacerlo sin firmar era el propio Nimwë y la fecha del tercer asesinato coincide peligrosamente con la hora en que Nimwë y Harrison regresaban a la sede y dejaban el Lambda. Estamos echándole la culpa a Nimwë, pero, ¿y si alguien bien caracterizado como Nimwë acudiese a llevarse el vehículo? No tendría que firmar nada porque creerían que era Nimwë, y solo el guardia de seguridad lo vería. A destacar también que el guardia afirmó que a veces, cuando veía a Nimwë solo, este parecía "otra persona", según sus palabras. No es más que una teoría mía, pero me parece muy factible.

Yo no creo tampoco que Brock sea culpable y tampoco que se trate de un imitador. Pero deberíamos ir con esa idea en la cabeza por delante, de cara a la prensa, al menos. Es mejor eso que reconocer que McGee se equivocó, al menos por el momento. Así tendremos además su apoyo en la investigación, en lugar de tenerlo en contra.

Frank, como siempre, analizaba las cosas con lógica.

-Esa idea del secretario me parece muy buena, y supongo que tienes razón al dejar de lado a Brock. ¿Para qué perder tiempo con ese gilipollas si es solo un frustrado que quiere llamar la atención?

Finalmente, pensé en una opción alternativa. Seguía considerando que lo mejor era separarnos, pero una vez eliminado Brock de la ecuación, Frank podría dedicarse a comprobar su teoría.

-Frank. Por qué no hacemos lo siguiente. Mientras yo hablo con Nimwë, me quitas a Harrison de encima y le presionas. Necesitamos separar a esos dos y comprobar lo que saben.

En ese preciso instante sonó el teléfono móvil del agente Zoddert. Se trataba de un número bastante largo, por lo que lo cogió. Nunca sabías de que adminsitración podían estarte llamando y lo cierto era que llevaba tiempo esperando que le llamaran de la mutua para pedir sus datos para hacer el ingreso de la indemnización de la baja que sufrió tras el disparo. Aquellos burócratas llevaban demasiado tiempo jugando con su dinero.

El agente orco salió del despacho para hablar. No quería importunar a sus compañeros ahora que estaban debatiendo temas tan serios. Una vez en el exterior descolgó el teléfono. Y un par de minutos después regresó al interior del despacho. Se le veía pensativo y con la mirada perdida.

- Buenos noches... - Dijo alguien desde el otro lado del teléfono. - ¿El agente Zoddert Everton? - Preguntó y sin tiempo a que le diera una respuesta siguió halando. - Soy Drolo Mediataza, del Today Review. Le llamaba para proponerle algo. - Dijo entonce picando la curiosidad del orco. - Verá, sabemos... se sabe que ha habido tensiones con el comisario. Ahora que se ha reabierto la investigación, queda evidenciado que que algo se hizo mal. Yo lo sé y usted también lo sabe. Pero yo creo que no fue culpa del grupo de crímenes raciales, sino de McGee. Mi jefe me pide que saque mañana una noticia en portada poniéndole verdes a ustedes... - Hizo una pausa. - ...más verdes que en su día a día si me permite la broma... - Se escuchó una risa moderada del otro lado. - ¿Qué le parece si me cuenta qué sucedió y limpio su nombre ensuciando el de su superior?

-Me parece bien ir a mi bola, asi abarcaremos mas terreno, eso si! exijo reuniones diarias para ponernos al día, nunca os perdonaré como me mantuvisteis a un lado al final de la investigación, os di canela pura para continuar con las pesquisas y al reincorporarme de mi baja nadie me puso al corriente de nada y me llevasteis a interrogar a un sospechoso sin saber que carajo decirle.

La verdad es que Everton hacía bastante que había cambiado su forma de ser con el grupo, nunca les perdonó la falta de profesionalidad que tuvieron al no ponerle al corriente de los avances en la investigación, lo que desembocó en cargarle el muerto a un enano que no era mas que un matón de barrio.

-Me voy a ver a Boyle si no tenéis nada mas que añadir.

Mañana a las 9:20 nos vemos en el restaurante McElfo del Bronx y me invita soy de gustos simples así que no le saldré caro.

La respuesta era clara y concisa, en ningún momento iba a delatarse por teléfono.

Y una vez dicho aquello Zoddert recordó que ya era muy tarde por la noche. Boyle haría algunas horas que estaría durmiendo con toda probabilidad. Durmiendo o haciendo otras cosas que se suelen hacer de noche, pero lo que era seguro es que no iba a estar en el departamento de informática.

Después de decidir aquello los agentes s despidieron y se fueron cada uno a su casa. Había sido una jornada muy larga y necesitaban descansar. Mañana iba a ser un día aún más largo y teniendo cada uno una misión asignada podían ir directamente a ella cuando comenzaran su turno al día siguiente.