- señorita Palmer, no me mire como si fuera el asesino, mujer! porque pueda comer después de ver unos muertos? he visto ya muchos, eso es todo. Imagino que será algo parecido a sus almuerzos a base de barritas de salvado después de ver publicado en una de mis cadenas de televisión alguno de sus reportajes. ¿Puede comer? estoy seguro de que si. Yo en su lugar no podría, creáme, cada uno a lo suyo. Por cierto, ese culazo no se va a ir matándose a hambre, tendrá que hacer algo con él, ah bueno, seguramente aunque quiera no pueda...
Desdichada panda de monicacos. Veo que se escandalizan por mi atuendo, iré a ver si puedo encontrar algo mejor para andar por aquí, y ya de paso me limpio los pies que la sangre está empezando a dejarme los dedos de los pies pegados. Marcho hacia el ascensor y le guiño un ojo a la americana tetona, hay que ir trabajando, que aquí no tengo el yate.
Se parta del italiano y contesta al detective.
-Pues allá ustedes sino tienen miedo y yo sí... soy un posible objetivo, supongo que los demás también, pero a mí no me gusta nada ésto... Por cierto, debo volver a mi cuarto... ya saben, para recoger muda limpia.
Bill sale corriendo, andando raro, como si tuviera un peso en los pantalones...
Dubitativa y temblorosa carlota eleva la voz en un arranque de energía que la fuerza a ponerse en pie para que todos la oigan hablar.
Un momento... ¿Porque no nos hemos ido de aquí ya? Supongo que habrá vehículos o algún medio de transporte para abandonar este lugar hacía otro más seguro... ¿Verdad?
Ver a la señorita Ciccionella temblando como un cervatillo había terminado por abrir el apetito de Frank, y seguir soportando los desvaríos políticos de la clase apoltronada, le hacía enfurecer, puesto que ignoraban por completo todo respeto hacia la ciencia.
-Señores, me retiro a mi suit a cenar algo, seguro que en la despensa puedo encontrar algo que no se me repita tanto como la comida italiana o la hamburguesa de sushi. Dejen de entafarrar el suelo con sangre, que después eso no quita con nada... Y por el bosón de Higgs, que alguien saque del trance a la señorita Lechuga Verde. Buenas noches.
Descolocada, demasiado impresionada y asqueada con el italiano. Sin saber que responderle me quedo mirando como se va como un señor a su habitación y me deja allí, habiendo dicho él la ultima palabra.
Sí, defintivamente, cada vez me cae peor... Reacciono al oír la voz de la actriz.
Cita:
-Pues no tengo ni idea, bonita, pero yo no me pienso mover de aqui hasta que esto se solucione. Deformación profesional y esas cosas... Pero desde luego tu aquí no pintas mucho, salvo que quieas aprovechar y rodar una peli de terror... ¿Quién sabe? Quizá hasta te harías realmente famosa.
Ha sonado borde y ácido, pese a que no lo pretendía, y se sorprende al darse cuenta de hasta que punto todo aquello la está afectando. "Cálmate, Laura. Sólo cálmate".
- Esa es una buena observacion señorita Ciccionella, debo decir que cuando di mi paseo matutino, no observe ningun coche frente al hotel, lo que me lleva a la siguiente pregunta, ¿alguno de ustedes vino aqui por sus propios medios? dada su posicion social me atreveria a decir que a todos los trajeron en un coche conducido por un chofer, los cuales probablemente se hayan marchado, puesto que no iban a dormir en el hotel, y estaran esperando una llamada suya para acudir a por ustedes, epro claro, aqui no hay cobertura para el telefono movil, de modo que habria que usar el telefono convencional; repito que esto son meras conjeturas partiendo de que no vi ningun coche frente al hotel, yo vine en taxi, de modo que no me fije en ningun otro posible aparcamiento, me dejo en la puerta de entrada y se marcho. - Conteste a la joven actriz desde mi silla junto a la ventana, mirandola a los ojos y no a sus pechos como probablemente haria ams de uno de los demas huespedes, empezando pro supuesto por el señor antonioni.
Bill vuelve con la multitud, andando normal, se había cambiado la muda. Llega a tiempo de oír a la actriz y la periodista.
-Eh, si Chicholina, digo, si Ciccionela se va, yo también... A mí me tenían que recoger ya... pero visto que se han cargado a mis 2 guardaespaldas, podrían haberse cargado a alguno más.
Me los quedo mirando, impasible.
"Casí sería una bendición que se largaran..." - pienso para mi - "así podriamos trabajar tranquilos, pero claro... ¿y si son ellos los asesinos y ahora solo intentan escabullirse sin llamar la atención?" Descarto el pensamiento de inmediato: si hubieran querido irse, ya lo habrian hecho... y teniendo en cuenta que la noche pasada eran más, bastantes mas en la fiesta... quien hubiera matado a estas personas ya se habría largado... o estaría haciendose pasar por una posible vícitima más.
- Pues iros, venga. ¿A que esperais para ir a comprobar si hay forma de irse de aqui de algún modo que no sea a pie?
Me levanto de mi asiento y decido regresar a la escena del crimen, hice bien en observar todos los detalles, por pocos que fueran, antes de la llegada del señor Antonioni, puesto que lo habia dejado hecho unos zorros, todas las posibles pistas se habian perdido, muestras de sangre arruinadas, huellas dactilares borradas, escenario modificado, cuerpos cambiados de sitio, salpicaduras limpiadas o alteradas... un autentico desastre. decidi tratar de preservar la zona del crimen de modo que cerre la puerta, luego regrese a la cafeteria y dije.
- Lamento decirles a todos que, a mnos que deseemos que el olor a putrefaccion se estienda por todo el hotel, deberemos usar la camara frigorifica como morgue improvisada, o pensar en otra solucion mejor, puesto que pronto el olor atraera insectos y alimañas, y comenzaran a descomponerse en caso de que no hagamos nada. -
Mira a la periodista con cara asustada.
-¿De verdad nos podemos ir? Pues por mí estupendo.
Fue corriendo hacia la puerta aunque cada paso iba más lento que el otro, llegando a detenerse.
-Espere, si me voy, no dirá nada de que soy un cagado ni nada de eso, ¿verdad? Que uno quiere vivir, pero si puede ser sin manchar su imagen, mejor que mejor.
A punto de salir por la puerta de la cafetería, Bill se detuvo y se dio la vuelta. Estaba preparada para ese momento, y en cuanto se dio la vuelta y hubo hablado, disparé. El flash lo cegó momentaneamente, pero no era lo importante. La foto hablaba por si misma.
-Estoy segura de que los lectores comprenderán perfectamente sus motivaciones sin necesiadad de que yo tenga que aportar ninguna declaración, Sr. Williams. Ya sabe, una imagen vale más que mil palabras.
Me levanté, dirigiendome al señor Braveheart.
-Tiene usted mucha razón sobre los cuerpos, y deberiamos hacer algo. ¿Puedo ayudarle de algún modo?
-¡Eh! No puede dejarme así... por favor, se lo suplico soy un ser humano, devuélvame mi dignidad... No creo que utilizar mi foto huyendo me de votos... ¿podemos llegar a un acuerdo?
El ciudadano americano se quedó pensando sus opciones.
"Guarra".
- Supongo que si me quedo aquí con nervios de acero, la gente me verá como un héroe... podría limpiar mi imagen como persona "implicada" en unos crímenes... Sí, me gusta lo de ser héroe.
"Claro que los héroes mueren... maldita sea, debo huir cuando no haya periodistas"
Le dediqué una sonrisa encantadora acompañada de una mirada de lo más cínica al chino. ¡Era tan predecible!
- ¡Acuerdo! Por favor, no me insulte. El Gran Público tiene derecho a saber sobre su posible futuro líder... Y yo solo soy una mensajera. Si usted es un gran hombre, eso será lo que ellos vean, ¿no?
Me giré para mirar a la actriz, que seguía temblando como una margarita en una tormenta.
-Y lo mismo va por ti, niña bonita. ¿Qué van a pensar tus fans? ¿Todos esos hombres que se mueren por tus huesos? ¿Todas esas mujeres que quieren seguir tu ejemplo? ¿Qué van a pensar todos ellos si la gran heroína que ayudó a salvar el mundo en Formatrans sale huyendo del que bien podría ser el mejor guión de su carrera?
-Oh, por supuesto, tiene razón, sería un error irme... Claro que todo esto le viene a usted muy bien, muertes, famosos sufriendo... demasiado conveniente, ¿verdad? Si no pensara que el presidiario está metido en el asunto le señalaría a usted, es la que más de ganar tiene. Aunque claro, los periodistas siempre son así de agonías y rastreros... así que puede no estar implicada y ser solo un grano en el culo... ahora que lo pienso, eso es bastante probable.
Tras terminar su alegato insultante, pero al menos quedándose a gusto, achina aún más los ojos y hace movimientos de negar con la cabeza.
-Disculpe... no quería ofenderlo, mi partido apoya a todos los ciudadanos y todas las razas, incluidos los periodistas... perdóneme, no quería decirle eso a alguien que puede joder imágenes de la gente.
"Mierda... seguro que la golfa me insulta en su periódico... si pudiera comprar los medios el mundo sería más fácil".
Bill le dedica a Laura Palmer la sonrisa falsa que pone en sus mítines.
La falsa sonrisa del pretendiente a Presidente consigue arrancarme una carcajada.
-¿Sabe una cosa, Williams? Siempre es hermoso saber que se tiene el cariño incondicional de alguien. - Äcidas, muy ácidas palabras incluso para mi. - Ahora, si su excelencia me disculpa, creo que voy a ayudar al señor Bravehert con los difuntos.
Billy se levanto bastante tarde, habia bebido mas de la cuenta la noche anterior y hoy no tenia prisa por levantarse. Miro por la ventana y vio que la noche ya habia caido
-Buena hora para levantarse, dijo mirandose el reloj.
Salio de su habitación y se dirigio hacia la cafeteria ya que escuchaba voces, entro
-Buenas, dijo cuando entro con una amplia sonrisa
- Me alegro de que lo entienda señorita Palmer, bien lo que propongo es transladar los cadaveres al frigorifico,¿cree que tendra estomago suficiente para ayudarme? si cree que no no la culpo en absoluto, tengalo claro -
Sin mas dilacion fui hacia la sala de empleados y comence a transladar los cadaveres, esperaba que la señorita Palmer me ayudara, y si alguein mas se animaba, mejor, pues pesaban mucho y era un arduo trabajo trasladarlos yo solo hasta la camara frigorifica.
Tenia la intencion de regresar a mi habitacion tras terminar esta tarea, pues el dia de hoy habia sido bastante largo, y era hora de descansar, reflexionar, y repasar las pruebas, pues dudaba mucho poder hacer algo mas por hoy.
Fin del Turno 1
Han fallado: Silverk, Leo Black y Erytheia. Lapicun también ha fallado puesto que al igual que en el hilo de votaciones, también se debe rolear en el turno para que no cuente como falta.
Le sonreí amablemente al señor Braveheart. Quizá le habia juzgado mal.
-Creame, señor... he tenido la desgracia de tener que cubrir noticias como reportera de guerra y he visto cosas tan aterradoras como esta. Podré ayudarle, no se preocupe.
Así que sin mas dilación guardé la cámara a buen recaudo en su funda y nos pusimos manos a la obra. Pese a mis buenas intenciones, para cuando hubimos retirado los cuerpos estaba asqueada y me sentía la billis en el cuello. ¿Cómo podíamos saber si sólo habia sido un hecho aislado y mañana podríamos irnos de aqui, o si por el contrario realmente había un asesino entre nosotros y quien sabe cuantos de nosotros aparecerian muertos mañana?
Al terminar me di cuenta de que tenía un problema. ¿Dónde iba a dormir? La noche anterior había sido... espontánea. ¿Pero hoy?
Al regresar a la cafetería me fijé en Tiffany. Seguía en estado de shock, no había articulado una palabra en todo el día, y parecía estar perdida, ausente. Chasqué la lengua.
-Voy a llevarme a la señorita Lechuga Verde a su habitación, a ver si mañana se encuentra mejor. Buenas noches, caballeros.
Y sin mas dilación nos dirigimos a la habitación de Tiffany, donde por lo menos tendría un sofa donde echarme a dormir.
Estupefacta y terriblemente sorprendida ante la llegada del recién incorporado carlota señala hacía él mientras dice en voz alta:
¿Y este quien es? - pregunta carlota cuando el nuevo aparece por la puerta. Bueno, pues yo no voy a dormir aquí sabiendo lo que ha pasado así que prefiero largarme. ¿Alguien se viene?