En las Tierras Muertas los ejércitos de los nigromantes cobran fuerzas, de entre ellos destaca la Necrópolis de Nokto Silento. Un poderoso conjurador al que los otros Señores respetan o temen. Nokto planea expandir sus dominios y hacerse con el control de Feralis, para esto ordenará a sus siervos llevar adelante toda clase de aborrecibles tareas que le permitan preparar el terreno para el avance de sus tropas.
Las Tierras Muertas son yermas, la vida no se manifiesta allí, no hay otra vegetación que los estériles troncos huecos, muertos y a medio pudrir de lo que otrora fue uno de los bosques de coníferas más frondosos de todo Feralis, tampoco hay animales sino sólo quebradizos huesos y el agua que fluye por los pútridos ríos es tan corrosiva que provoca instantáneamente la muerte a cualquier que ose beberla. Además las Tierras Muertas tienen otro peligro, un peligro invisible causante de que la vida allí haya desaparecido. Algunos dicen que es una maldición, otros que es el efecto de los Nigromantes y la peste que los sigue, pero fuera lo que fuese las Tierras Muertas tienen la facultad de drenar la energía vital de quienes las transitan, es algo sutil en un comienzo, pero su efecto crece a medida que te adentras en ellas, poco a poco comienzas a sentirte agotado, el sueño no es para nada reparador y a menudo se ve infectado por nauseabundas pesadillas, la debilidad se apodera de ti y entonces tu cuerpo cede muriendo allí donde quiera que estés e incluso, si abandonas el lugar a tiempo para conservar la vida, aún así las marcas de las Tierras se apoderan de ti. Poco a poco tu cuerpo se deforma, horrendas y olorosas pústulas brotan en tu piel, tu pelo se cae y la deformidad brota tanto en el exterior como en el interior de tu cuerpo provocando una muerte más horrenda aún.
Protegidos en lo más profundo de aquel inhóspito lugar los Señores Nigromantes realizan sus artes, se comunican con poderosos demonios y planean su parte en la conquista de Feralis. La segunda noche, aquella en donde ninguna luz brilla en el cielo les otorga fuerza y poder permitiéndoles realizar todo tipo de sortilegios impíos. Nokto Silento, dueño y señor de la Necrópolis Aberración es, por mucho, el más poderoso de Los Señores de la Muerte. Lidera el concilio de los Grandes Señores y gobierna con una huesuda mano de hierro las heladas Tierras Muertas. Exige tributo a los otros señores, en recursos y en sirvientes, se dice que se comunica directamente con los más poderos Señores Infernales y que su poder deriva de un pacto con estos. Si esto es verdad o no nadie lo sabe, el respeto y el temor acallan las bocas y esparcen leyendas, pero nadie cuestiona el poder del Nigromante y quien hubo reunido el valor para hacerlo ha sufrido el peor de los destinos pues Nokto no se conforma con brindar la muerte, sino que dueño de dotes obscuras, cuando el cuerpo de su rival fallese comienza el castigo eterno de su alma. No es extraño ver espíritus errantes por sus tierras y escuchar desoladores gritos de temor y arrepentimiento sin importar que la luz del día ilumine o no las tierras del Nigromante, pues se dice que Nokto tiene el don de impedir el paso al Páramo y condenar a las almas a vagar eternamente en el tormento.
La hora ha llegado, los reinos de Feralis están lo suficientemente débiles como para comenzar a avanzar. Nokto ha decidido buscar campeones, peones que mover en el tablero de Feralis, sirvientes dispensables que ayuden a preparar el terreno para la conquista. Hay mucho por hacer, alianzas que debilitar, ciudades que enemistar, objetos que robar y reyes que asesinar. Tareas que destinará a sus siervos mientras él continua preparando las tropas para la guerra.
Partida para mayores de 18
Se pide:
Compromiso
Proactividad
Buena escritura
Dedicación
Para participar enviar un mp con concepto del personaje y escritos propios. Esto puede ser o no el trasfondo del pj