El alcalde se queda en silencio un momento, con su falsa sonrisa. Parece evaluar a Tiny, decidiendo si el soplón realmente se ha creído su excusa.
Bebe un sorbo de champán, se excusa amablemente, y se dirige a buscar conversación en otro lugar.
Los matones de la entrada aparecen en la puerta del salón, y la cierran con parsimonia. Parece ser que ya no hay sitio para nadie más. Los investigadores deciden separarse e indagar cada uno por su lado, sin perderse de vista, pero no obtienen nada más que conversaciones insulsas sobre inversiones, métodos de evadir al fisco y lo despreciables que son las clases medias.
La orquesta cambia el registro de sus piezas, y comienza a tocar una melodía oriental. Los asistentes forman un círculo, y una joven semidesnuda baila de forma exótica en el interior del mismo. Cuando la miráis, veis que sus ojos están perdidos, como si se encontrase en alguna especie de trance. Al mismo tiempo, un suave aroma invade el lugar.
La concurrencia observa el espectáculo ensimismada, sin moverse ni parlotear. Es extraño lo ceremonioso del momento, teniendo en cuenta la actividad de hace tan sólo unos minutos.
Tiny no pierde detalle, y su cabeza bulle de actividad, analizando todo. Ya intuye que el suave aroma que satura el ambiente no es incienso. Está notando una agradable sensación de bienestar, muy parecida a la que produce el opio. Se lleva disimuladamente un pañuelo a la cara, no quiere que le afecte demasiado... y se da cuenta de que los demás se están dejando llevar. Están quietos, pero se mecen suavemente. El alcalde en cambio permanece inmovil e igual de sonriente. Algo falla.
Está mirando a Roberts. Roberts no parece haberse percatado de la droga que fluye en el ambiente, y se mece adormilado junto al resto, como hipnotizado por el baile.
Tiny vuelve a mirar disimuladamente al alcalde. La máscara. Su máscara cubre también la nariz por completo. Tiene que tener algún filtro. Vuelve la mirada a Roberts.
Uno de los matones ha cogido suavemente del hombro a su compañero, y lo aparta del grupo. Roberts se deja llevar, dócil. Ambos desaparecen por una puerta que lleva a las escaleras principales del edificio.
La voz del alcalde suena clara y alegre.
- Señoras y caballeros, hoy tenemos un gran espectáculo. La Hermandad tiene mucho que celebrar, pues nuestra posición se ha reforzado ampliamente. Gracias al Hermano Huey, cuya entrada celebramos hoy, esta noche seremos completamente independientes de personas que no nos conocen. La oveja negra será eliminada, porque sólo con confianza mutua tendremos lo que merecemos. Confiad en mi, Hermanas y Hermanos. Confiad en mi.
Uno de los invitados balbucea algo. "Torelli fin" o algo parecido. Todos siguen mirando la danza, y aplauden distraidamente el discurso del alcalde.
La puerta por la que desapareción Roberts se abre, y el matón sale por ella, solo. Busca con la mirada entre la concurrencia. Tiny entiende que Roberts ha debido de cantar de lo lindo.
1PT - Evitar ser capturado por los encargados de seguridad de la mansion o por el propio alcalde.