Tiny intenta alejarse con disimulo, cuando choca contra un obstáculo sólido en forma de camarero. De un camarero enorme que seguramente jamás a estado detrás de una barra y que sólo ha servido sus propias copas. Sin mucha ceremonia, le tapa la boca y le retuerce el brazo, llevándoselo hacia la misma puerta por la que desapareció su compañero.
Cuando la cruzan, aparecen en el hall de entrada principal, con unas grandes escaleras al fondo. Sin embargo, Tiny sabe que no subirá a ningún lado. Hay una puerta abierta debajo de las escaleras, la luz de la habitación está encendida. Con horror ve a otros dos matones en la puerta, sonrientes y ufanos, uno de ellos con una barra metálica manchada de sangre. Intenta resistirse, pero su captor le retuerce el brazo con más fuerza, haciéndolo desistir y dejándose llevar como una oveja al matadero.
Conforme entran en la habitación, uno de ellos cierra la puerta. Tiny se encoge al ver a Roberts atado a una silla, con la cabeza colgando laciamente hacia delante, con el mentón pegado a su pecho. Su cara está destrozada a golpes, y la sangre mancha casi toda su ropa.
Ahora le toca a él. Sin ceremonias, le hacen sentarse en otra silla y le atan con fuerza. Entonces el de la barra golpea con fuerza al inerme Roberts, que se balancea sin quejarse.
- Tu amigo se nos ha roto, a ver si tenemos más suerte contigo.
Esta vez el golpe va derecho al estómago de Tiny, al que se le nubla la vista del dolor. Toda su preocupación por Roberts acaba de ser sustituida por un enorme deseo de que ese cabrón no le haya destrozado el hígado.
- Vi a tu amiguito echándole una mano a Torelli cuando se desmayó en el Hell's y luego yéndose con vosotros. Me pregunté que clase de lombriz le hace la pelota a Torelli y luego se larga sin decir esta boca es mía, así que os seguí... y mira por dónde, aparecéis aquí con invitación y todo.
El matón se agacha, poniendo las manos sobre las rodillas, para mirar cara a cara a Tiny. Aun le cuesta enfocar la mirada, pero el tipo le recuerda ligeramente a Stone, tal vez por la edad que aparenta o por los malos humos.
No, no le suena parecido por eso. Ya sabe porqué.
- Estaría bastante bien que me dijeras que coño han ido a hacer Stone y su socio en el puerto. Y de dónde habéis sacado la invitación y que hacéis aquí.
Es el puto comisario. Tiny lo ha evitado siempre que ha podido. Está bien soplarle algo a la pasma, pero siempre a bajo nivel. Una de las primeras informaciones jugosas que escuchó Tiny es que el comisario tenía un muy particular sentido de lo que es el deber, y de quien no puede cometer delitos, y quien si.
- Mira a tu amiguito. Si no quieres morir como una cucaracha, ve cantando.
1 PT - Salir de ahí.
Un par de lagrimones se me escapaban debido al dolor que tenía en el estomago. Ya casi había olvidado lo que es que un montón de matones te pegaran una paliza, desde que no era más que un crio y vivía en aquel pueblucho de mala muerte.
Y ahora, después de tantos años volvía a recibir una paliza a la antigua usanza. Todo por pasarme el día equivocado en el momento equivocado por la agencia de detectives equivocada. Mira que hay lugares donde un tipo con mis habilidades puede encontrar trabajo, pero tenía que ir a parar justo a Kilkenny & Stone aquel día. Malditos sean ese par de sabuesos. Por su culpa no solo tenía el hígado a punto de salirme disparado por la boca, sino que además el comisario se había quedado con mi cara. Si por un casual salía de esta con vida le iba a deber un favor a uno de los tipos más indeseables de toda La Ciudad por lo que me restaba de vida.
Me puse a llorar como una plañidera en un funeral ¡no me hagáis daño por favor! ¡Yo no sé nada de nada, solo soy un mandado! ¡Lo juro! ¡Esos bastardos de Kilkenny y Stone me cogieron por banda cuando iba por la calle y me dijeron que les acompañara a un bar, que me invitaban a un trago! ¡Y me encontré con todo aquel lio sin querer! ¡Es la verdad! ¡Y luego me dieron la invitación para la fiesta como compensación! ¡Me dijeron que era una fiesta alto standing y que tenía que hacerme pasar por milloneti! ¡Eso es todo lo que se! ¡Piedad por el amor de dios!
El comisario me agarro la cabeza por el mentón y puso su cara contra la mía, observándome con cara de pocos amigos (si es que con esa cara se puede tener alguno) durante un rato. Cuando finalmente se canso me soltó la cabeza con violencia y se giro hacia otro de los matones siempre he sabido que este tipo no era más que un jodido insecto que se arrastraba por la ciudad evitando que lo pisaran. ¡Sacad a este despreciable miserable de mi vista ahora mismo!
Con mucha rapidez y menos cuidado dos de los matones me desataron y me llevaron a la parte de atrás de la casona por unos pasillos apartados de la zona de fiesta. Abrieron la puerta de atrás de una patada y me lanzaron al exterior de la casa, haciendo que me comiera parte del asfalto, y cerraron la puerta sin decir nada. Me levante lentamente del suelo, con el cuerpo completamente dolorido y me aleje de ella lo más rápido que podía en dirección a La Ciudad. Tenía que ir a ver a Kilkenny y a Stone. Tenía que decirles lo que estaba pasando. Y tenía que mandarlos al cuerno antes de que me costara el pellejo.
Tirada: 1d6
Motivo: Tirada para ver si no me he roto nada
Resultado: 1
Gasto un PT de misterio para salir mas o menos entero. En cuanto al camino, tiro para la agencia a ver si veo a alguien por ahi, porque tampoco recuerdo cuales eran los otros posibles caminos.