Uno de los contactos que normalmente te ayudaba a encontrar trabajo a cambio de una pequeña comisión, te informó que alguien dispuesto a pagar bien por una espada de alquiler te estaria esperando a medianoche en el callejon de la calle de mendoza, de la ciudad de El Morro en Aldana.
Era una pequeña ciudad junto al rio que hacia frontera con la Castilla ocupada por los Montaigneses.
Uno de los contactos que normalmente te ayudaba a encontrar trabajo a cambio de una pequeña comisión, te informó que alguien dispuesto a pagar bien por una espada de alquiler te estaria esperando a medianoche en el callejon de la calle de mendoza, de la ciudad de El Morro en Aldana.
Era una pequeña ciudad junto al rio que hacia frontera con la Castilla ocupada por los Montaigneses.
Uno de los contactos que normalmente te ayudaba a encontrar trabajo a cambio de una pequeña comisión, te informó que alguien dispuesto a pagar bien por una espada de alquiler te estaria esperando a medianoche en el callejon de la calle de mendoza, de la ciudad de El Morro en Aldana.
Era una pequeña ciudad junto al rio que hacia frontera con la Castilla ocupada por los Montaigneses.
No sabia si el negocio seria rentable, pero el no molestarme ni en comprobarlo no entraba en mis planes. Antes de acudir a una cita me gustaba ir preparado. Conocer las salidas ahorrava tiempo y heridas. Me acerque despacio y atento media hora antes. Queria saber si vendria solo. Hay siempre picando de iluso, cuando "vuesas mercedes" vendrian solas. Solo me quedaba esperar, paciente en la entrada del callejón; sentado en una esquina bien cubierto con una capa y sombrero de ala ancha. Con un cacillo empezar a mendigar disimuladamente. Habia que ser inteligente y paciente.
la noche estaba fría, las calles vacías pero se veían personas pasar de vez en cuando, nadie de fiar... el callejón estaba húmedo y ahí debía esperar a mi contacto... los recuerdos de mi pasado me atormentan, mi trabajo no me hace feliz, pero me mantiene vivo, espero un día poder comprar una bella casa frente al mar y vivir feliz...
Mientras un mendigo (RdT) pide limosna a la entrada del callejón, otro hombre se adentra (E.T).
-Una limosna por caridad, buen señor...
el mercenario coge una de sus ultimas monedas y se la dá al mendigo...
escribí poco pues se me rompio la lamparilla y toy a total oscuras... que suerte que me se el teclado de memoria...
En ese caso no queda más remedio que asistir a la reunión y ver que es cuanto necesitan. Si acaso preguntamos a nuestro informador por si sabe algo de nuestro contacto pero mucho me temo que será una cuestión baladí.
Otro hombre más entra al callejón, cuando el ultimo le daba limosna al mendigo.
Situación actual: Estais los tres agregados al mensaje, Roman es en esta ocasión nuestro buen mendigo.
//No marqueis el "solo al director" a partir de ahora
La situación se tornava interesante, parece que no sera una mision de un solo hombre. Pocas veces habia trabajado en equipo; pero el que pagaba hera el que decidia.
-Gracias; Buen caballero, que ninguna bruja vodace embruje su corazón.
ve al tercer hombre en la escena que vá hacía el callejón, decide seguirlo, podría ser el que dá el trabajo...
"Dudo que quede ya corazón que embrujar" Rodrigo sonríe la ocurrencia del mendigo y observa el callejón detenidamente, luego guarda silencio. Rápidamente se vuelve y ve a un tercer hombre siguiendo sus pasos. Temiendo una emboscada su diestra rápidamente se aferra al pomo de su espada y su voz suena serena y clara "¿Quien sois y que guía vuestros pasos tras los míos?"
Mi nombre no te interesa y si no sabes quien soy tu no eres la pesona que estoy buscando dice tranquilamente dandose vuelta al sujeto...
Levantando un poco el sombrero, observa al nuevo peon del juego. Vien, veo que esto sera un reunion larga y tediosa; con todo lo que ello implicaba.
-No deveria ser tan impertinente. Y viendo que esta reunion es tan concurrida. Deveriamos prestar mas atención a quienes no estan.
Mira alrededor y en los tejados buscando guarda espaldas; mientras se levanta con la mano en el pomo de su espada.
-Creo, que todos andamos buscando unas monedas. Y ensartarnos sin conocer a nuestro contratante; no es buena imagen. Ha se me olvidava Román es mi nombre.
pues soy Eikon, parece que esperamos a la misma persona dijo acercandoselé amistosamente...
Rodrigo mantiene su diestra aferrando el pomo de la espada mientras escucha a uno y otro hombre. "Tanto gusto tengan vuesas mercedes. Rodrigo Lope de Villena, para ensartar a uno u otro segun sea el encargo" Dice sonriendo y antes que nadie vuelva a hablar añade " Sea quien sea nuestro contratante creo que llega tarde" Apoyandose en la pared observa hacia la entrada del callejón.
Los pasos de alguien más se acercaban al callejón por la calle empedrada.
me doy la vuelta rápidamente con la mano en el mango de mi espada y veo la persona que acaba de llegar...