Partida Rol por web

- Posiblemente Barcino, pero es posible que descarguemos antes si los territorios son reconquistados, cosas de la guerra... - puntualiza - en cualquier caso si el recorrido fuera mayor os abonaria la diferencia y si fuera menor, el precio acordado estaria bien para mi. El peso no será especialmente elevado, no más de 20 cajas.

Te mira, esperando. El cargamento desde luego no parece especialmente grande.

El cargamento no es gran cosa, aún así parece importante para el desconfiado este... Bueno, un paseito a Castilla Ocupada... espero que alguno de los chicos sepa Castellano, por si acaso lo necesitamos, pero bueno, adelante.

Mientras ambos acaban ya de comer, Natasha pretende dejar ya zanjado el asunto, y zarpar tres días después, suficiente para comprar provisiones y por qué no... darse una vuelta por la ciudad.

- Bien, por mi parte, en tres dias podemos zarpar. ¿Le parece bien? Bueno, disculpe - dice mientras se pone una mano delante de la boca, dandose cuenta de que aún no han hablado de lo más importante... el dinero. - aún no he mencionado la parte económica - aunque parece que este hombre no tiene precisamente problemas económicos - al ser poca la carga, pero bastante la distancia, y contar con la posibilidad de encontrarnos con problemas, tanto por la guerra, como porque nunca se puede asegurar cómo estará de contenta nuestra Madre Océano, ¿le parece aceptable 170 gremiales? De ser así, necesitaría una parte por adelantado, tanto a modo de señal, como para comprar provisiones.

Mientras espera su contestación, mira al tabernero, pensando qué sería mejor, si pagar toda la cuenta (sólo la suya) cuando deje la habitación, o pagar ahora la comida...

El hombre asintió, no se extrañó de que pidieras un adelanto

- ¿Serán suficientes 50 gremiales? - refiriendose a la primera paga

No habia protestado por el precio, estaba demasiado ocupado observandote... de manera educada, eso si.

- Si, 50 está bien. - Con eso tengo para comprar provisiones para una semana o poco más, pero bueno, si es que tardamos más, siempre podemos pescar. - Supongo que no las llevará encima, pues con estos tiempos que corren sería algo imprudente... ¿Cuándo me lo puede dar? Cuanto antes mejor, para comprar y llevar al barco las provisiones. 

Deja una bolsita de cuero pesada sobre la mesa

- Ahi van los 50, del resto ya hablaremos a bordo.

Echa un vistazo a vuestro alrededor

- ¿Volvemos a vernos en 3 dias entonces?

- Vaya, tenia razón, le sobra el dinero, creo que debería haber pedido más, pero bueno, a lo hecho, pecho.

- Eh... si, claro - Se nota claramente que está algo aturdida por la forma de ser del señor Pierre Bessette, pero no para mal, en realidad. - En el puerto, al amanecer, para cargar y salir cuanto antes, ¿de acuerdo? - contesta mientras coge la bolsa, y se la guarda en la cartera del cinturón, para a continuación levantarse, tendiéndole la mano a Pierre a modo de despedida temporal.

Va hacia el tabernero, para avisarle de los ligeros cambios de planes...
- Muchas gracias por haberme puesto en contacto con el señor Bessette. No quiero robarle mucho tiempo, sólo venía a decirle que al final no me quedaré esa semana que dije antes, sino tres noches, y preguntarle si le parece bien que pague toda la cuenta al final.

Cuando acaba de hablar con él, se dirige a la salida de la taberna, hacia el Whyselim, para ver quienes quedan por ahí para ayudar en la compra y carga de las provisiones.

Pierre siguió a la mesa con su comida.

El tabernero te mira algo desconfiado  por la petición

- No suelo fiar, la verdad es que preferiria que saldarais vuestras cuentas cada dia.

- De acuerdo - dice mientras pone los ojos en blanco... ni que hubiera mucha diferencia. - Cóbreme la ensalada, por favor. - continúa mientras abre su cartera.

- Será un gremial... - te indica

Espera el pago al otro lado de la barra, si que te habia salido cara la ensalada.

Con los ojos como platos, busca en su cartera...:

-  ¿Caro? ¡Vaya, y tanto! En fin, eso me enseñara a ir con más cuidado... aunque de vez en cuando un pequeño vicio nunca viene mal... Mierda, no he sacado tanto de la habitación... Bueno, da igual, pago de lo que me ha dado Bessette y después lo arreglo...

Cierra su cartera, y coge la bolsita que le dio Bassette, paga su gremial, y se dirige hacia la salida, con un
- Gracias - que más que decirlo, susurra...

Sales de la taberna despues del "robo a mano armada" del tabernero, te encaminas al barco...sigue exactamente donde lo dejaste y ves a uno de tus marineros en cubierta descansando.

Alonso entró sin dudarlo en la taberna. Era lo que necesitaba, un lugar donde ahogar las dudas (más que las penas) e intentar aclarar su cabeza. Quizá podría charlar con algunos marinos acerca de como transcurre la vida en alta mar y encontrar una forma de vida temporal, o si la suerte sonreía, encontrar a una dama sin complejos con la que distraerse un par de noches.

Las expectativas, en cualquier caso, eran tan buenas como podían serlo un día como este, así que con paso firme y decidido empujó la puerta de la taberna y con su mejor sonrisa entró en la taberna

Cuando Natasha se dispone a salir Alonso empuja la puerta de la taberna de manera brusca para entrar. La puerta pasa a escasos centimetros de ella de manera "peligrosa".

Cuando estaba apunto de salir, casi se me cae encima un hombre que estaba abriendo la puerta.
Lo primero que pienso al verle es que está bueno, pero tampoco es algo que le vaya a decir a él...

- ¡Cuidado! No sea tan brusco hombre... ah, y no pida fruta... - acaba con una sonrisa.

Agarra la puerta que el hombre no llegó a cerrar, y sale por ella.