Trato de olvidar lo sucedido en la posada. Todo fue demasiado rápido y no me dio tiempo a reaccionar. No pensé que pasara aquello. Pensé que vendrían a por mi y no a por ella.
Con tres caballos puedo mantener un ritmo constante y prolongado, cambiando frecuentemente de montura cuando la noto algo cansada y pasando a otro mas fresco.
Paro un rato a mediodía y registro las tres monturas y sus sillas, en busca de algo util y que me haga pensar en otra cosa.
Si hay mas caballos me los llevo de la brida como el resto, y en las afueras del pueblo los espanto campo a través. Lo siento por ellos, pero...
Solo uno de los caballos parece bien surtido, los otros dos tan solo llevan una manta en las alforjas. En el tercero encuentras una bolsa de lo que parece polvora y plomo (10) así como un molde de balas, unas tenazas y 5 clavos para herrar caballos, todo ello en vuelto cuidadosamente en un trozo de tela.
Lo guardo todo donde estaba, y lamentando no haber tenido tiempo para desayunar como Dios manda sigo la cabalgada hasta llegar a algún cruce, donde giro a la derecha y continuo a buen ritmo hasta el primer pueblo de buen tamaño que encuentre.
Sabias sobradamente que tus pasos te llevaban a Ciudad Vaticana, pero seria una jornada realmente larga hasta alli.
Dado que no encuentro ningún lugar donde detenerme y comer algo, sigo cabalgando dando a las monturas un descanso de 10 minutos por cada dos horas que cabalgamos.
También me doy yo un descanso, claro.
Por fortuna estoy en buena forma y y mas que dispuesto a continuar hasta el final del camino.
Todos los caminos llevan a la Ciudad Vaticana al fin y al cabo...
Otia...la ciudad Vaticana. xD eso esta lleno de Vodaccios no? xD
Más de dia y medio de camino te obliga a detenerte para descansar de verdad, deberias quizá buscar algo de leña para calentarte y un buen lugar para amarrar los caballos mientras duermes.
¿Quien sabe? :P
Exhausto después de tanto cabalgar, busco un lugar tranquilo y recogido a cierta distancia del camino para descansar unas horas. A los cuatro nos vendrá muy bien después de tanto tiempo en el camino.
Me encargo de los caballos y los dejo atados junto a algún lugar con buena hierba y busco algo de leña para hacer una hoguera. Cavo antes un agujero y meto dentro la leña, asegurándome antes de que este bien seca para minimizar el humo.
Luego me alejo hasta el camino y trato de avistarla, antes de regresar junto a ella y preparar las mantas para dormir un rato.
Me tiendo con la espada desenvainada sujeta por mi mano.
Despiertas por el frío, sin saber cuanto tiempo ha pasado, siendo de noche. Te sientes bastante descansado. La espada sigue en tu manos y los caballos todavia estan amarrados, aunque el fuego parece que se apagó hace un buen rato.
Me levanto y me estiro, haciendo de paso algunos ejercicios para calentarme y desentumecer los músculos. Luego me alejo unos metros para hacer mis necesidades y al regresar entierro los restos de la hoguera y preparo a los caballos, partiendo en cuanto puedo.
Me ha venido muy bien tener mas de una manta.
Hoy ya me siento algo mas animado después del incidente de la posada. El descanso me ha echo bien.
Te incorporas al camino, teniendo en breve a tu disposición otra bifurcación aunque esta vez señalizada. A tu derecha el camino a Ciudad Vaticana como preveias y a tu izqiuerda el camino a San Cristobal, la capital de Castilla y hogar del buen Rey Sandoval.
Las mujeres Vodaccias son conocidas por su belleza y sensualidad, y nunca antes he estado allí. Pero también se las llama brujas, y eso es por algo. Ademas, no hablo el idioma así que tendría dificultades para hacerme entender. Supongo que la excursión tendrá que esperar a otra ocasión.
Tras esta breve vacilación, pongo rumbo hacia San Cristobal.
Sabia que olvidaba algo...pillar un par de idiomas...cachisenlamar.
A los pocos metros me detengo y suspiro. Que diversión tiene volver ahora mismo a Castilla?...seguro que en La Ciudad Vaticana hay algo para mi.
Doy la vuelta y de nuevo continuo hacia la ciudad santa.
Solo espero que no sean todos un montón de beatos.
Continuo hacia la ciudad Vaticana.
Tras medio dia más de avance oteas a lo lejos un carruaje bastante lujoso de cuatro caballos escoltado por dos hombres montados, que se han situado uno a cada lado.
Ambas ciudades estan en castilla.
Continuo mi avance sin hacer mucho caso al carruaje de enfrente. Me limito a seguir a mi ritmo y esperar el momento adecuado para adelantarle.
Asi que no hay Vocaccias allí, eh?...que desilusión. xd
Uno de los hombres montados no te pierde demasiado de vista, quizá extrañado de que lleves tres caballos contigo o quizá inquieto porque te aproximes al carruaje que guarda.
Supongo que para eso le pagan...para vigilar. Pero bueno, poco me importa si le molesta que le adelante o no. Si voy mas rápido que ellos al final terminare por adelantarles. Seria mas sospechoso que me detuviera a una distancia ahora que me han visto.
Cuando pasas junto a los hombres oyes los susurros de una mujer extrangera en el interior del carro, no sabria determinar su nacion con precisión. Retira ligeramente las cortinillas del carruaje para verte pasar, aunque el sol tampoco te deja verle el rostro en ese instante.
Si es una mujer es una mujer...primero ser galante y ya habrá tiempo mas tarde de ver si es hermosa o no.
Me llevo la mano a el sombrero y me descubro por un instante al pasar junto a la ventana, antes de ponérmelo de nuevo y seguir cabalgando.
Nunca se sabe...tal vez coincidamos en la próxima fonda...
El hombre a tu lado del carro ha estado muy a punto de desenvainar la espada por tu movimiento repentino, le notas nervioso, no parece de su gusto que se acerque nadie.
La cortinilla vuelve a cerrarse antes de que tengas angulo suficiente para poder ver algo, quiza una dama satisfecha, quiza su sobrio marido... quien sabe.
Finalmente adelantas al carruaje.
Acelero el paso, ansioso de encontrar una fonda donde tomar un bocado y asearme un poco después de dos días de cabalgata. Estoy comenzando a creer que el olor del caballo es el mio.
Aparte de eso...que nervioso era el tipo que escoltaba el carruaje...