Partida Rol por web

- Me placeria que le dejarais vivir - una voz dulce, desde el otro lado de la ventana rota

Oigo la voz y me giro para ver el rostro de quien a hablado. Al verla, doy un paso atrás y me quito el sombrero en una floritura elegante.

Mi señora?...ignoraba vuestra presencia tan cercana...de haberlo sabido no me habría expresado en términos tan crudos acerca de el valor y la catadura moral de uno de vuestros guardias. Seguro que no le preferiríais muerto, milady?, apenas le haría sufrir un instante.

Sonrío cortes, y acerco los dedos dejando un espacio diminuto entre ambos.

- Si buscais batiros a duelo, hacedlo en la plaza y despues de que hayamos podido comer o me quitareis el apetito y destrozareis la taberna - mira los cristales rotos - más aún.

El tipo del guantelete señala a la dama, tratando de hacerte ver que tiene razon

- No perdeis nada ¿um?

Guardo mi arma y sonrío a la dama.

Si por mi no hay mayor problema en ello Milady...el problema es su escolta con su actitud cobarde y asesina... De todas formas, sabiendo que las habitaciones son para vos, no tengo problema en cederos la mía. Con ella y la que esta libre ya tienen las que les hacen falta...al fin y al cabo, su escolta de las escaleras dormirá en un hoyo en el suelo esta noche.

Te sonrie satisfecha

- Sois todo un galán, castellano... - se atrevió a determinar tu nacionalidad sin dudar

Su acento era dulzón, pero su castellano era bastante aceptable, casi no podrias distinguirlo del de una mujer del pais.

- Volker, abridme... ¿no esperareis que pase por la ventana como vos?

Me doy una teatral palmada en la frente y acudo raudo a abrir la puerta a la dama, ofreciendole el brazo para ayudarla a entrar.

Perdóneme Milady...he sido un patán al mantenerla fuera tanto tiempo. Si me permite una recomendación, no deje que el torpe de su escolta mate al tabernero...es un cocinero excelente.

- Ya basta Giovanni, por favor... quiero tener alguien que me sirva un buen manjar.

Entra a la taberna

Desde las escaleras, el hombre suelta al tabernero con desprecio y este se lleva inmediatamente las manos a la herida del cuello, alejandose de él.

T: - Gracias, mi señora... - pese a que han destrozado su taberna, todavia agradece por su vida

Se hace con un trapo al otro lado de la barra para llevarselo al cuello.

La sangría es también especialmente buena si no le importa que le recomiende una bebida. Y muy refrescante tras un día en los caminos polvorientos.

La acompaño hasta una mesa que este limpia y luego me aparto con una leve reverencia.

Y ahora Milady...dejaría salir a el tal Giovanni a jugar conmigo a la plaza?...por favor.

- No antes de comer...

Toma asiento y mira al tabernero, a la espera de que le atienda

Se mantiene cerca de la mujer en todo momento, a la defensiva, como si esperara que fueras a sacar tus armas en cualquier momento. Casi pensarias que te acecha si no fuera porque no ha llevado su mano a la espada en ningun momento.

Me siento en mi mesa, donde tan cómodo estaba a terminar mi jarra de sangría, esperando que terminen de comer para poder jugar un rato con el tal Giovanni.

Volker susurra incesantemente a la mujer, pero esta parece estar en desacuerdo en todo y este termina malhumorado comiendo y callando.

Giovanni te mira confiado y come con demasiada parsimonia, no tiene prisa por terminar.

La mujer levanta hacia ti la mirada en ocasiones, aunque te la retira cuando se la cruzas.

Finalmente terminan de comer y la mujer llama al tabernero, que parece haberse recuperado un poco del susto.

- Preparad mi habitación, quiero agua caliente para lavarme y sabanas limpias

El tabernero asiente y se retira

- Giovanni, concededle el duelo al castellano, ha sido un caballero

Giovanni se pone en pie y desenfunda su espada y su cuchillo, por lo que puedes ver, es zurdo. Sale a la plaza.

La mujer se levanta y sale tras Giovanni acompañada por Volker, parece que serán vuestros espectadores. Estos se detienen una vez abandonada la taberna, sin entrar en la plaza.

Me pongo en pie y le hago una reverencia.

Gracias por dejarme jugar con su mascota Milady...es usted muy amable. Camino hasta la puerta y le cedo el paso amable a mi rival.

Giovanni te espera en la plaza, la espada casi tocando el suelo y su cuchillo cogido del reves, cubre su muñeca.

Camino hasta ponerme cerca de el, sonriendo al ver la forma en la que toma sus armas.

Vaya, vaya...veo que gusta de un estilo de esgrima canallesco y barriobajero...porque sera que no me sorprende el que sea así?.

Sin mas, saludo con la espada y me adelanto a matar.