Partida Rol por web

Con gran decision os atacais ambos a la vez, con maestria le das un corte en el pecho pero el te devuelve una estocada rapida que te hace apartarte y finalmente solo consigue rasgarte un poco la ropa y la piel.

Contemplo con falso desconsuelo el roto en mi camisa mientras hago un gesto de pesar, atacando de nuevo contra el, sabiendo ya que es bueno, pero para nada invencible.

Apenas le rozas y consigue esquivarte.

Sigo danzando a su alrededor sin importarme que el anterior ataque apenas tuviese resultado...también hay que jugar con el ratón antes de ensartarlo.

Esta vez consigues darle un corte profundo en la pierna izquierda, te mira con odio, odio palpable... deja caer su cuchillo al suelo y no entiendes porque. Aprieta la mandibula, dejando que su brazo entre tras su chaqueta y sorprendiendote con una pistola casi a quemarropa. Dispara sin dudar.

Impacta de lleno en tu cinturon, la hebilla se quiebra y el cinturón cae, tu vientre esta tocado pero gracias a la hebilla no ha sido nada serio cuando podria haber sido mortal.

Aprovecha tu despiste por el disparo para dar un ataque rapido con su espada, ensartándote con un golpe rapido en el hombro.

Pelea sucio...eso no se lo voy a negar. El muy cabrón me a disparado a quemarropa y después, aprovechando el humo del mismo atraviesa mis defensas y me hiere de nuevo. Esta claro que los últimos segundos están siendo la mar de intensos.

Para no perder comba, ataco a fondo, esperando que no tenga muchos mas trucos.

Le tomas con la guardia baja y le aciertas en el costado, da un par de pasos atrás intentando salir de tu alcance.

De nuevo ver la sangre de mi rival me anima a seguir acosándolo con un nuevo golpe, centrado esta vez en su cara. Quiero que me recuerde por siempre con una hermosa cicatriz...aunque sea un por siempre de 5 minutos lo mas...

Le aciertas de nuevo, esta vez se pone a mejor recaudo y prepara su guardia, las heridas empiezan a pasarle factura.

Veo abrirse una larga linea hasta el hueso en su mejilla derecha, y con la mejor intención trato de igualar la otra mejilla, para que no sea un cadáver desordenado en su ataúd.

Nueva estocada por alto, después de amagar por lo bajo.

Trata de pararte, pero su fuerza no se lo permite. Pese a que vuestras espadas chocan consigues deslizar tu hoja y herirle de todos modos. Trata de mantenerse en pie, pero su pierna herida le falla, cae de rodillas. Deja caer su espada a un lado y te mira una vez más.

- Dadme fin, la victoria es vuestra...

Baja la mirada al suelo de nuevo, permanece arrodillado frente a ti.