Partida Rol por web

Tras haber puesto a buen recaudo a los piratas capturados y esconder la vaina, el grupo de cazarrecompensas comenzó el ascenso por Rushán. Como bien les había informado Arktus D. Marfin sólo había un ruta, aquella que posiblemente tiempo atrás hubieran habilitado los miembros del Culto del Camino Enraizado cuando todavía habitaban la isla.  Aunque se notaba un desgaste natural, parecía que en algunas zonas se había hecho algún tipo de trabajo rudimentario para ensanchar un poco la ruta y que no fuera un peligro mortal.

El variopinto grupo que conformaba el Escuadrón Phi, ascendía por l isla mientras rodeaba la inmensa columna que la conformaba. La pendiente era pronunciada e iban ganando altura rápidamente, pero el desgaste físico también se notaba y Alumi o Karestya necesitaban pedir paradas de vez en cuando para descansar. Los demás también lo necesitaban, pero preferían hacerse los duros. Bueno, excepto el Doctor Wickelkind, ir en tu propio robot lo facilitaba todo mucho.

Por suerte, de momento no había señales de piratas por ningún lado.

En esa ocasión fue la híbrido la que pidió una parada, se sentó en el suelo y comenzó a masajearse los pies.

—Maldita sea, ya podrían haber inventado las vainas voladoras—se quejó—. Sigo pensando que la opción de arrojarnos desde el helibarco no era mala. ¡A éste ritmo vamos a llegar a la cima reventados!

Una cuesta de esa enbergadura en condiciones normales no habra supuesto un gran reto, pero las heridas del combate anterior eran ul lastre, a ese ritmo era imposible que se cerrasen antes de llegar arriba.

-Podriamos turnarnos para usar el robot, seguro llegariamos frescos y Wickelkind no pesara mucho. Alumi o Yo-Yo pueden llevarlo en brazos.

Me agache para descansar en posicion de slav* 

-Alguien tiene agua？

Estaba mucho más cansada de lo que quería admitir, aquel ascenso era un infierno, así que cuando Karestya pidió otra paradita no pude sentirme más que agradecida.

- Tenían que haberlo previsto y habernos equipado con algo que no hiciese de esto un suplicio, a este ritmo para cuando hayamos llegado vamos a estar tan agotados que no vamos a poder luchar contra esos piratas, ¿no os parece?

Estaba tumbada en el suelo recuperando el aire para cuando continuasemos el ascenso.

- Ni de coña puedo cargar con nadie más... bastante me cuesta caminar así, como para llevar un peso encima, así te aseguro que no voy a mover ni un dedo para tu mascotita, Eddie.

El bebé miró a Eddie y enarcó una ceja, o hizo el gesto, porque ni si quiera tenía cejas. Aquí no cabe gente tan grande. Dijo categóricamente. El asiento de mi mecha está hecho a media al igual que los de la Formula Vaina, se trata de que el piloto vaya cómodo, pues va a estar sentado ahí gran cantidad de horas. El tierno bebé se encogió de hombros. Seguro que Karestya conoce esa competición de carreras de vainas y os puede dar más información. 

El doctor se recostó en su asiento y se relajó. No es que estuviera cansado, pero era un bebé y como tal dormía más que los adultos. Uno de los brazos robóticos se movió y de una compuerta que abrió en el lateral del cuerpo metálico sacó un biberón, que un instante después se introdujo en su boca. En cuanto se lo terminó, advirtió a sus compañeros con su chirriante voz. Despertadme cuando queráis avanzar, quizás podáis agarraos a las piernas del rob... Wickelkind se quedó dormido a sin terminar la frase.

Estaba muerta, reventada, hecha polvo, exhausta,... pero jamás de los jamases admitiría que lo estaba así que caminaba esbozando una sonrisa como si nada aunque se me escapara de vez en cuando alguna que otra gota de sudor por la frente y me costara coger aire cuanto más andaba.

Quizás por eso, cuando dijeron de parar, solté una carcajada y puse los brazos en jarra.

—¡Tranqui, coleguis! —dije, tratando de ocultar el jadeo—. Paramos unos minutos para que recuperéis el aliento y seguimos, que no quiero que se me muráis antes de tiempo, ¡pjé!

Así quedaba como una reina: por un lado no demostraba que estaba cansada, y por otro parecía que incluso permitía parar sólo para que ellos cogieran algo de energía. ¡Menuda genio soy!

—¡Y ya has escuchado al bebé, Eddie! No podemos turnarnos al robot. Pero... que vamos, que si alguna vez hace falta cargar al bebé, tú también te puedes encargar de eso, ¿eh? No hace falta que sólo lo hagamos Alumi o yo.

¡Qué se había creído! ¡Qué por tener tetas teníamos que cuidar nosotras al bebé! ¡Sí, claro! ¬¬

—Claro, Karestya tiene que saber sobre la Fórmula V—dijo con indignación—. Cómo es la mejor piloto del Mar del Anillo y es capaz de manejar cualquier cosa con un motor tiene que saber de la Fórmula V. ¡Es más! ¡Seguro que ha participado en una carrera! ¡Claro que sí! No es como si hubiera provocado un accidente colosal. Porque a ella no se le ocurriría estrellarse intencionadamente contra ese gilipollas de Laus Hamilter y ser vetada de por vida. ¡Pues no! No sé nada sobre la reproducción y cría del lagarto pog.

Miré anonadada hacia Karestya, parecía estar enfadada con el mundo, así que me acerqué a ella con una sonrisa.

- ¡Vamos vamos! No tengo ni idea de lo que estás hablando, pero si de algo estoy segura es de que ¡tenemos a la mejor piloto de la Galaxia con nosotros! ¿VERDAD CHICOS? - más les valía darme la razón.

Los ánimos se habían encrudecido, al menos en la piloto del grupo. ¡Vaya guasa se gastaba! Pero, en fin... era muy pronto como para crear mal rollo, así que traté de seguirle el juego a Alumi y calmar los ánimos.

—¡Claro que sí! —exclamé tras sus palabras—. Tenemos a la mejor piloto, pero también al mejor musculitos, al mejor cuatro-ojos, al bebé-robot más mono de todos los continentes, y a la más creativa inventadora de artilugios raros que se puede encontrar. Ejem, y por supuesto, tenéis a la mejor luchadora del mundo, ¡pjé!

Eso último lo dije señalándome a mí con el pulgar, por supuesto, juju.

—¡Es decir: que somos el grupo de cazarrecompensas más guay! Además, ser expulsado por chocarse con Laus Hamilter es una buena forma de ser expulsado. ¡Ese tío se lo merece siempre por ser tan repelente!

Karestya estaba calentando los animos y tanto Alumi como Yo-Yo estaban intentando apaciguarla. Me gustó el analisis del grupo de la luchadora e incluso me sacó una carcajada.

-No se, yo he visto bebes con robots más monos- dije aprovechando que el doctor estaba dormido para reirme a su costa - No te puedes quejar que si todo sale bien en la misión incluso te llevarás un pellizco de mi recompensa.

Me bajé las gafas para guiñarle un ojo. 

La subida estaba siendo cuesta arriba, como diría alguien. No tanto por el esfuerzo físico- que era bastante importante, pero al que al fin y al cabo estaba acostumbrado- como por el simple... aburrimiento. Mientras estaba en una cacería probablemente había empleado la misma energía o más, pero al menos mi cabeza estaba ocupada. Buscando rastros, escuchando los sonidos o la ausencia de ellos para saber si habia depredadores cerca, calculando cuántas veces la presa había escapado ya y como de cansada estaría... los pensamientos distraían del cansancio.

Pero aquí poco había que hacer.Era tal y como había dicho Arktus. Un camino único, flanqueado por una pared vertical dando vueltas y más vueltas. Por un lado te permitía caminar en vez de trepar, lo cual hubiera sido más problemático. Por otro, te daba la impresión de que no hacías más que caminar.

Veo que Karestya se para, y cuando los demás la siguen, me siento con un gruñido. No estoy tan cansado realmente, pero cuando estás en terreno hostil y no sabes cuándo se podrá descansar de nuevo, es de necios no hacerlo. Puede quedar bonito para presumir, pero es poco práctico. Si acabas en la tripa de un zafehun por haber entrado cansado en batalla, nadie va a escuchar el relato de tu resistencia.

De lo que se dice a continuación entiendo más bien poco, por no decir nada. Sólo se vagamente que eso de la Fórmula es un tema de vainas y correr muy rápido, así que me pega perfectamente que Karestya ande metida en el tema. Pero a la pata-pulpo parece que el tema le toca un punto sensible.

En realidad parece que la chica tiene muchos puntos sensibles, así que visto que el tacto no es mi punto fuerte (Yo-yo me lleva mirando raro desde que dije lo del tamaño de los huevos de dinosaurio, y yo que pensaba que así sería mucho más fácil de entender) decido no abrir la boca. Alumi y Yo-Yo parecen tener el tema bajo control. Pero parece que el grupo está haciendo el esfuerzo de animar a Karestya dando buenas razones, así que decido intentarlo. De todos menos, al menos para mí, sigo sin entender por qué eso es un problema.

Bueno, no se quien es Lars Hamilter, pero si no es lo bastante hábil para evitar que alguien se estrelle con él, que se no se queje si se mete en carreras y alguien lo hace. Si fuese más rápido o más hábil no le habría pasado, ¿no?. Como decimos en mi tierra, "Si no sabes cubrir a tu hembra, no empieces a construir casa para doce"

—¡Pues claro que soy la mejor piloto de la historia!—dijo ufana Karestya— ¡Pero que conste en acta! Ni me he chocado con nadie, ni me han expulsado de por vida, ni tengo que pagar una ENORME indemnización y sobretodo... ¡Laus Hamilter  es un gilipollas integral!

La híbrido se levantó, se asomó por el acantilado y gritó:

—¡LAUS HAMILTER  GILIPOLLAS!—entonces se giró con gesto de ups— Igual no debería de haber gritado... Pero os reconozco que sienta muy bien.

El bebé se despertó sobresaltado con el grito de la pata. ¿Qué? ¿Cómo? ¿Ya nos vamos? Preguntó con su crepitante voz mirando de lado a lado intentando entender que estaba pasando. 

El doctor se incorporó y se acercó al borde de la cabina de su mecha, se apoyó a admirar el espectáculo que sus compañeros estaban protagonizando, como si de la barandilla de una terraza se tratara. Era una de las personas más inteligentes del planeta, sin embargo, no entendía nada de lo que pasaba en este variopinto grupo. A decir verdad le hacia bastante gracia, habían dicho de descansar y hacían de todo menos eso. Son dignos de estudio, jajajaja. Pensó alegre mientras los miraba desde el palco que era su robot.

—¡Eso, eso! ¡Qué conste en acta! —dije, dando salto en el proceso—. ¡Y que conste en acta también que yo no he sido expulsada de la Liga Oficial de Jet Techno Do por beber elixires prohibidos!

Y es que la historia de la patito me había tocado la fibra sensible hasta el punto de alzar el puño al cielo y clamar a los cuatro vientos aquella sentencia más que... falsa...

—¡LAUS HAMILTER ES GILIPOLLAS Y LOS JUECES DE LA LIGA OFICIAL DE JET TECHNO DO TAMBIÉN!

Sí, esto empezaba a parecer una reunión de fracasados de la vida en rehabilitación social...

—Ufff, pues sí que sienta bien... sí...

La verdad es que no entiendo la mitad de lo que están hablando, y tampoco por qué sale en este momento y a gritos, pero... bueno, parece que Karestya y Jojo se han quedado más a gusto. Supongo que esto es un ritual de fraten... frote... fraternización, eso. Dicen que esas cosas son importantes para los equipos.

Bueno, los hyperbóreos también tenemos eso. Son algo más... toscos, y suelen estar basados menos en hablar, y más en pasar tiempo en la jungla en grupos. Aprender a movernos como un solo cuerpo. Donde esté el "brazo", más ágil y ligero, tendrá que estar el "pecho" cerca para prestar fuerza o salvaguardar, y cerca de el tednrá que estar la "cabeza" para asegurarse de que no le cojan por sorpresa. Lo hacemos desde pequeños, y uno no puede llamarse un cazador completo hasta que ha sido todas las cosas. Es ridículo ni pensarlo. Si no conoces tu cuerpo, ¿como vas a usarlo bien?

Bueno, aquí no tengo este lujo, no hemos tenido mucho tiempo de entrenar juntos, así que la tecnica de kuepr no me va a servir de gran cosa. Supongo que esta es una forma tan buena como cualquier otra de empezar a crear vínculo, aunque sea rara. Así que me acerco al acantilado y suleto, en mi mejor voz:

¡Pues para que conste en acta, yo sabía que el volcán iba a arrasar mi isla cuando lo planeó! ¡No me escucharon aunque se lo expliqué! ¡El volcán les engaño a ellos, pero a mi no pudo, y pienso seguir viviendo para no darle la satisfacción de decir que mi pueblo ha desparecido! ¡Te enteras, Ber-vun-Far-Got! ¡Bronan sigue vivo!

Y... eh... ¡LAUS HAMILTER ES GILIPOLLAS, Y LOS JUECES DE JEET TECHNO DO SON GILIPOLLAS! ¡Y EL VOLCÁN TAMBIÈN ES GILIPOLLAS!

Me incorporo y miro alrededor. Pienso unos segundos y me encojo de hombros.

Supongo que dicho así suena bastante tonto llamar gilipollas a un volcán que ni siquiera tiene cerebro, pero... la verdad es que mentiría si dijera que no me ha sentado bien hacerlo.

Parecía que habíamos pasado de ser un grupo de mercenarios en busca de un pirata despiadado a convertirnos en un grupo de adolescentes jugando a verdad o reto y susurrando que chico nos gustaba debajo de las sabanas para que nuestra madre no se enterase que ya había pasado nuestra hora de acostarnos pero seguiamos despiertos.

Yo tenía muchas historias frustrantes pero ninguna divertida. De niño pasé hambre, mis padres mendigaban por migajas; cuando el Imperio me separó de ellos, me vistieron y alimentaron pero dia tras dias se sucedieron entrenamientos y experimentos. Muchos de mis compañeros morian dia tras dia, y los pocos que sobrevivimos acabamos siendo perseguidos y cazados como ganado. Perdí el contacto con mi amigo Johnny durante la huida; seguramente no sobrevivio y mi arrepentimiento era no haber podido salvarle. Pero si contaba eso iba a aguar los animos y no era esa clase de persona.

-Pues para que conste en acta! Puede que no ganará mis gafas de sol de forma "legal"- hice las comillas con los dedos -Pero Johnny solo apostaba a pruebas en las que él iba a ganar seguro; así que se trataba solo de nivelar la balanza! No tenía por que cabrearse tanto cuando lo descubrió!! Eso es peor que 10 Laus Hamilter haciendo Jeet techno do en un volcan juntos!!

Parecía que todos estaban deshaogándose, ¡pues yo no iba a ser menos!

- ¡ESO ESO! ¡Y QUE CONSTE QUE YO NO SOY UN ESTORBO QUE TAMBIÉN SE LUCHAR Y PUEDO ACABAR CON LOS ENEMIGOS! Y que aunque no haya dado mi primer beso, ¡puedo hacerlo! ¡Estúpido Mike! ¡Ve a llamar estrecha a otra! ¡VOY A SER UNA UNA CAZARECOMPENSAS RECONOCIDA Y DESEADA! ¡HUM!

Pues sí que sentaba bien sí.

Mierda, ¿qué es lo que he dicho?

En cuanto me di cuenta de lo que había hecho, miré al suelo para que no viesen mi cara sonrojada, me quedaría así hasta que se me pasase, ¿cómo podía ser tan tonta?

El doctor no pudo parar de reírse mientras veía a su compañeros gritar sus miserias. En cambio, al final de la exposición de Alumi se apoyó con las codos en el borde del robot y se puso las manos en la barbilla en una pose de lo más tierna. 

Bueno, pues ya solo quedo yo. Dijo el bebé desde las alturas. ¡Pero claro! Aunque me transformara a mi mismo en bebé por un experimento fallido con el Regenesix, no me voy a llamar gilipollas. ¡Porque soy la mente más brillante de Calderea! El bebé fue elevando el tono cada vez más  y según lo elevaba, la estridencia del tono era cada vez más molesta. ¡Pero si! ¡Todos los que habéis dicho son Gilipollas! ¡SOBRETODO EL PAPANATAS DE LAUS HAMILTER! Acabó voceando a grito pelao.

Ese momento de comunión parecía haber renovado los ánimos y las fuerzas del grupo. Apenas se conocían entre ellos y menos era lo que tenían en común. Pero ahora con un gesto tan sencillo habían pasado a empezar a entenderse como compañeros. Ya no sólo tenían un objetivo, sino que empezaban a entender un poco, cómo habían acabado todos ahí. Y en ese entendimiento, en esos vínculos, era donde se comenzaba a forjar el éxito.

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