Todos los presentes se quedaron de piedra al ver un barco caer del cielo. ¿De dónde demonios había salido? La verdad es que era el barco más raro que habían visto nunca. Se trataba de una corbeta pero no era una normal. Lo más llamativo era el mascarón de proa, un león pero tenía una pinta tan rara que realmente parecía un sol. En el castillo de proa había un, ¿invernadero? ¿Eran eso mandarinos? ¡Había un columpio! Y eso que tenía detrás, ¡ERA UN PROPULSOR! ¿Pero qué clase de barco era ese?
Diez tipos de lo más variopintos se acercaron por la borda. Había un muchacho con un sombrero de paja, otro con el pelo verde y tres espadas y una chica pelirroja que lucía su enorme pe...rsonalidad. También otros dos jóvenes la mar de extraños, uno con una nariz tan grande como la de pinocho y otro con las cejas enrolladas. Y entonces todo se ponía más extraño: un mapache con cuernos, otra mujer más mayor en pareo y mostrando también personalidad, una especie de robot humanoide desproporcionando... y la cosa se ponía muy loca.: eso era un esqueleto?, ¿y ese píscido con pinta de demonio? La verdad es que con sólo verlos daban miedo.
—¡Son piratas!—exclamó uno de los bucaneros señalando la bandera.
Era una calavera sonriente con un sombrero de paja. Nadie había visto nunca una bandera como esa. ¿Qué piratas eran esos?
—¡EEEEEEEEH!—gritó el chico del sombrero de paja— ¿TENÉIS CARNE?
¿Pero qué...?
¿De dónde había salido ese barco?
¿Quiénes eran esas personas?
¿Carné?
Al ver al chico de pelo verde caigo bajo sus encantos y me acerco a él.
- Yo tengo lo que tu quieras que tenga... carné o lo que sea. Pero primero, ¿quiénes sois vosotros?
XDDD
Porque carné umbriano aún no D:
El bucanero rival había logrado herirme pero eso solo me hizo sonreir; el combate era algo que disfrutaba y que lograran golpearme lo consideraba una hazaña. Y cuando alguien me hacía sangrar se merecía mi respeto y que lo tomara en serio. Agarré con fuerza la lanza para poner la segunda marcha y finiquitar el asunto cuando un impacto hizo tambalear el barco y una gran ola me empapó entero apagando mi lanza.
"Pero que demonios?"
Un nuevo barco pirata apareció del cielo, pero aquello no era ni la mitad de sorprenderte que las pintas de su tripulantes. Deje de lado a mi rival y ande hasta la barandilla y me propulse de un salto para caer justo en frente de la pelirroja. Me bajé ligeramente las gafas de sol para examinarla con cara sería y amenazante antes de decirle:
-Señorita, ¿seria tan amable de enseñarme las bragas?
El ataque de combinación con Yo-yo tenía potencial, pero teníamos que encontrar otra forma de propulsarla de vuelta que no fuese mi espada. El impulso le daba a su victima tiempo para esquivar, como acababa de hacer ahora. Quizás podiamos empezar desde más cerca, o podía avanzar a la vez que paraba... tardaría menos en salir despedido, pero también ella tardaría menos en llegar al rival.
Mientras pienso en eso, noto un escalofrío repentino subirme por la espalda hasta la nuca. El aviso instintivo de que algo se me acerca desde un punto muerto. Rápidamente me giro en esa dirección, esperando ver más piratas cayendo de los mástiles, o quizás de algún aparato volador parecido a los nuestros. O proyectiles improvisados, o incluso una ráfaga de otro barco.
Lo que vi... desde luego no era nada de lo esperado.
Después de que el chorreón de espuma de mar se posase y me limpiase los ojos con la mano, pude ver el barco. Tenía aún menos sentido que el hecho de que hubiese caído del cielo. Si eso puede ser. No tenía... bueno, era un barco. Claramente. Por la forma. Todo lo demás que veía no se supone que debería estar en un barco.
La tripulación empieza a asomar. Eso ya era más familiar. Humanos. Píscidos. Un... ¿mapache parlante? Una... maquina. Espera, eso de ahí es un... no. Imposible. Tiene que ser algún truco. Los esqueletos no caminan. Y mucho menos hablan.
Bueno. Alumi se está... ocupando del espedachín, y Eddie de una de las chicas. ¿Cómo dejaron a dos personas tan poco profesionales pasar las pruebas? Wickelkind puede ocuparse del robot. Yo mi dirijo al muchacho del sombrero de paja. No se por qué, algo me dice que pese a su aspecto, es el más peligroso del grupo. Clavo la espada a mi lado en cubierta y me apoyo levemente en ella, con el puño cerrado en torno al mango.
Nosotros acabamos de llegar, no tenemos carne. Aunque probablemente en la isla de por ahí- indico moviendo la cabeza en esa dirección- podáis cazar de sobra. Sois piratas, ¿no?. Que yo sepa, nadie da una recompensa por vosotros, así que no tenemos motivo para luchar. Por supuesto, no siempre hace falta motivo, así que... ¿qué estáis buscando aquí, exactamente?