Partida Rol por web

—¿Tú has visto la que ha liado? Me parece hasta poco.

Me levanto dedicando un colorido surtido mixto de maldiciones a todos los dioses que recuerdo y guardándome algunos paluegos para si se me ocurriese alguno después que se me haya olvidado. El puto toro bravo me ha dejado para el arrastre. No recuerdo la última vez que me curtieron el lomo así. A decir verdad, creo que nunca me curtieron el lomo así. Casi no puedo tenerme de pie.

Pese a todo, tengo que reconocer, mientras miro la silueta de Ox, que la cosa no ha sido como esperaba. Pensé que me encontraría a una banda de criminales sin ley, y la verdad es que la pelea con Ten'Binger, que nos esperaba bien atadito para regalo, me había confirmado en esa idea. El tipo de gente que hace lo que sea y se lleva por delante a quien sea con tal de ganar ellos.

Pero el capitán no era así. Había peleado limpio y se había comportado con honor, a su manera. Casi nos había llevado por delante, pero bueno... al fin y al cabo, es a lo que siempre te arriesgas cuando cazas. Tu presa va a intentar vivir, igual que tu vas a intentar que no lo haga. Es como es, y no puedes esperar otra cosa. Todo el daño que me he llevado, me lo llevé por no haber podido pararle. Y fue un combate igualado. 6 contra 6. O uno. O... bueno, yo que se.

Karestya tiene razón. No podemos arriesgarnos a se que nos libere. Yo no voy a estar en condiciones de darme otro meneo con el hasta que pase bastante tiempo, creo que ninguno lo estamos. Nos ha dado bien, pero tengo la extraña impresión de que ha jugado limpio, a su manera. Si no fuera porque es fácil ser fuerte cuando te has tomado una poción de brujazo de esas que...- advierto que Yo-yo aún anda cerca y opto por no ahondar en el tema. La calreadeana ha cumplido, como todos los demás. No estaríamos aquí si no. Bah. Ya me entiendes. Por eso no me gustan esos mejunjes. Traen más problemas de los que areglan. Escupo de lado al decir eso y hago mentalmente el gesto de protegerte contra malos espíritus.

Bueno. Ha luchado bien. Puedo respetar eso. Desde luego, puedo respetarlo más que al que dijo que valía veinte millones. A ese le voy a contar un buen par de cosas cuando le vea. Mik'Ango, puede que esto sea abusar un poco de vuestra hospitalidad pero, ¿tus amigos pueden venir a buscarnos con pterodáctilos? Como tengamos que bajar hasta la base a pie cargando con éste, pa cuando lleguemos a la lancha la recompensa va a haber proscrito. Creo que se decía así. Bah, da igual.

Me aproximo al tortúguido y le cojo el antebrazo con el mío, en un apretón firme.

Gracias por tu ayuda, camarada. Tus... nombres de técnica necesitan algo de trabajo, pero tienes las agallas para venir y pelear con todo lo que des de ti para proteger a los tuyos, y eso es todo lo que un guerrero necesita. Estoy seguro de que unos años más con Zardón y pronto las jovencitas de tu tribu estarán haciendo canciones sobre las gestas de Mik'Ango, el Vencedor de Piratas en batalla. Y quien sabe, a lo mejor sobre otro tipo de gestas que no sean de batalla pero en las que se sude mucho igual, jua jua jua jua jua.

Y tras esto, me encamino hacia el otro miembro del equipo necesitado de ayuda. El Doctor.

El resto, id amarrando y preparando a la presa para llevarlo. Yo estoy para que me lleven en camilla, pero al menos de esto puedo ocuparme. ¿Dónde guardas los pañales de repuesto en ese cacharro tuyo...?

El espectáculo de las toscas manazas del Hyperbórico manejando a un bebé y a un pañal podría dar para una descripción bastante colorida. Pero no una de la que el enorme bárbaro fuera a permitir que se hablase, de modo que curramos un tupido velo sobre la escena.

Mis fuerzas estaban al límite, mi visión empezaba a ser borrosa y mis músculos gritaban de dolor. Sabía que estaba forzando el traje y mi cuerpo demasiado y si seguía así me rompería por completo. Pero no podía parar, la menos tenía que asestar un golpe mas, si el ataque del Doctor no era suficiente tenia que acabar con el enemigo aunque eso me costase la vida... Pero cuando la nube de polvo se disipó y el cuerpo de Ox se desplomó me quedé congelado.

"Hemos ganado? Se ha acabado?"

-WUUUUUHUUUUU!!! Somos unos máquinas! 

La lanza de mi mano se apagó y la clavé en el suelo de roca, mi musculatura empezó a descender cuando el traje dejó de producir la mezcla química de adrenalina. Caminé casi a rastras hacia donde se encontraba Alumi inconsciente.

-Chicos... Creo que voy a perder el conocimiento en unos segundos... Me quedo aquí tumbado, no abuseis de mi cuerpo mientras estoy fuera de combate jeje.

Casi me desplome en el suelo por la fatuga, la flata de fuerzas y el cocktel químico que mi cuerpo había recibido.

Wickelkind se paró a pensar un momento tras el comentario de la piloto. Entonces se puso de pie sobre sus pequeñas y rechonchas patitas y caminó lentamente hasta ponerse detrás del derrumbado robot. Era cierto que tenía otro cristal, tan sólo esperaba que no estuviera dañado con tanto golpe. La compuerta donde lo guardaba estaba abollada, lo que había ocasionado que estuviera atascada, forcejeó todo lo que pudo, sin embargo, con su inútil fuerza de bebé no logró abrirla.

El doctor resignado y oyendo a Bronan se movió para salir de detrás del robot y aclarar la situación, corrió todo lo que pudo, ¡el cazador se acercaba y se encontraba en peligro! Giró y lo vio de sopetón ante él, con sus grandes y ásperas manos de salvaje estiradas para cogerle. Su cara fue un poema, con una destreza asombrosa giró sobre si mismo y huyó. ¡Nooooo! Ni se te ocurra tocarme. Dijo mientras movía los pies a toda velocidad para rodear el mecha y que no pudiera agarrarlo. Ni se te ocurra poner esas bastas manos sobre mi delicado cuerpo de bebé. ¡Tengo otro cristal! Puedo cambiarme yo mismo. ¡Haz uso de tu fuerza bruta y abre esa trampilla atascada! Le ordenó mientras Bronan lo perseguía y él huía dando vueltas al robot.

Que mala suerte tengo, habiendo mujeres en el grupo con suaves, delicadas y maravillosas manos y se tiene que ofrecer Bronan. El bebé se resignó en sus pensamientos una vez la persecución paró.

Había podido visualizar el desenlace de la batalla a duras penas, de lo reventada que había acabado por el ataque de Ox, pero al ver que por fin había acabado todo no podía más que sonreír. Había costado, había sido duro, todos y cada uno de nosotros habíamos hecho lo que habíamos podido, y aunque no había logrado estar hasta el final combatiendo codo con codo con los demás, lo habíamos logrado, el minotauro había caído y había resultado ser tan solo uno como nosotros. Tenía el cuerpo lleno de heridas, me dolían hasta la punta de mi pelo y sabía que tendría que pasar una larga temporada de baja; pero al fin había logrado demostrar que podía ser una mas del equipo, que me merecía formar parte del escuadrón y que podía ser una gran cazarrecompensas... y con el tiempo ¡terminar una misión en pie!

Estaba hecho. Había sido un duro combate, Ox los había llevado contra las cuerdas, pero al final el Escuadrón Phi se había alzado con la victoria. Habían truncado la prometedora carrera del pirata y se iban a llevar un buen pellizco. Ahora podían descansar, entre terribles sufrimientos, sí, pero descansar. Estaba claro que lo necesitaban. Quizás por eso nadie se preguntaba si Karestya tenía algún tipo de afición BDSM, porque vaya tela con los grilletes. Pero bueno, esa historia la dejaremos para otro momento.

El Escuadrón Phi continúa aquí.