Partida Rol por web

El doctor comprendió la actitud de sus compañeros, a fin de cuentas ellos sufrían heridas de verdad, de las que dolían físicamente, no como las que recibía él, que tan solo dolían mental y económicamente.

¡Salid de aquí! Dijo con su voz de pito interponiéndose entre Alumi y Barako y los gusanos. Eddie estaba ahí por él, no se podría permitir que acabara mal y a Alumi la necesitaba sana para arreglar y mejorar su robot, debía proteger su huida.

El robot tomó una pose de combate con las rodillas flexionadas y los brazos doblados a los lados del cuerpo con los puños cerrados. No pasaréis. Dijo el bebé a los gusanos desafiante. El primero de ellos que osó intentar alcanzar a sus amigos entendió a lo que se refería. Con un rápido movimiento de mandos, el bebé movió uno de los puños y propinó un duro golpe en su cálido pico. Su robot sufriría un poco más, pero prefería eso a que sufrieran sus amigos.

Wickelkind esperaba que su advertencia sirviera de algo y Alumi y Eddie pudieran retirarse, no tardaría en seguirlos de ser así.

Después del último y descomunal golpe del Doctor, ese gusano y aquel que había sido golpeado por Eddie y Yo-Yo se acabaron retirando, de la misma manera que lo hicieron el grupo de cazarrecompensas. El grupo iba corriendo mientras iban dejando cada vez más atrás a los tres gusanos de fuego que quedaban. Sin embargo, mientras huían la temperatura empezó a subir y no sólo era debido al esfuerzo físico. Por las paredes de la cueva, por el techo e incluso desde el suelo, la piedra se calentaba hasta ponerse roja y luego dar paso a más gusanos de fuego. ¿De dónde estaban saliendo? ¿Acaso podían sentirlos de alguna manera?

El Escuadrón Phi decidió ignorarlos a todos y seguir con su carrera, seguro que cuando llegaran al final de la cueva estarían a salvo. A fin de cuentas, parecía que los gusanos vivían en el interior de la isla. Ya veían la salida, cuando de pronto la pared izquierda se vino encima de ellos y el suelo se hundió bajo sus pies. ¡Un corrimiento de tierra!

Después de esos últimos ocho puntos de daño (a cambio de recibir 2) y con todos con la intención de huir del combate. Damos por concluido el combate.

¡Y sorpresa! ¡Un deslizamiento de tierra! Haced todos una tirada con dificultad 18 con los siguientes parámetros (es igual que cuando el encuentro con los piratas y el salto al barco). Como siempre si creéis que podéis utilizar otros bonos, adelante:

- Alumi: DIN + DREC
- Bronan: DIN + DREC
- Dr. Wickelkind: DIN + DFIS
- Eddie: DIN + DFIS
- Yo-yo: DIN + DFIS

Tras el golpé del Doctor el gusano de la retaguardia comenzó a retirarse; aquella era una victoría moral más que física puesto que estabamos para el arrastre, pero ahora podriamos enfrentarnos a los gusanos restantes y...

Antes de acabar mi razonamiento una mano pequeña me agarró la mia, me giré y mis ojos se cruzaron con los de Alumi, auqnue ella solo vería su propio reflejo en mis gafas de sol. "Es este un momento predestinado en medio de la battalla?"

Pero sus gritos y el tirón que me dio me obligaron a salir huyendo junto a mis compañeros... incluso Bronan huía.

-Eh! Eh! Los hombres no huyen de un desafio, me oyes! Eh!

Pero más paredes comenzaron a fundirse y docenas de gusanos salieron a nuestro encuentro.

-Pensandolo mejor... nuestro objetivo son los piratas no los gusanos... no es como si pudiera criar a uno de estos verdad? Verdad? verdaaaaaaaaaaaah!

El suelo se abrió bajo nuestros pies y e intenté saltar de roca en en roca para amortiguar la caida "Mierda! lo que nos faltaba!"

En cuanto su último puñetazo ahuyentó al gusano, Wickelkind movió con presteza los mandos para salir por patas juntos a sus compañeros. La velocidad de su mecha no era uno de sus puntos fuertes, pero se compensaba un poco con la distancia de zancada, lo que le permitió seguir el ritmo.

La complicada situación con muchos más gusanos apareciendo de torció del todo con el derrumbe. ¡No! ¡Otra vez no! Exclamó el bebé recordando el salto al barco nada más llegar a la isla. Estaba claro que una situación así no era lo mejor para las capacidades de su robot, así que se concentró e intentó mover los mandos de forma fluida. Alumi necesito mejoras ya, es evidente. Dijo a pesar de saber que ella no podría hacer nada con inmediatez.

El doctor controló el robot de la mejor forma posible en un terreno complicado y cuando parecía que iba a aguantar una piedra se topó en su camino y se tropezó. Todo el esfuerzo había sido en vano. Si tuviera propulsión como Bronan... Se recreaba en su mente mientras caía.

Bien. Por lo menos la retirada es ordenada. Echo un ultimo vistazo mientras suelto dos tajos rápidos en la dirección de dos gusanos que advierten que están ganando terreno y tienen ganas de fiesta. Pues que no me busquen mucho, que yo todavía tengo cuerpo para dársela.

No obstante, no hace falta. Alumi y Eddie se pierden en la distancia. Oigo los pásos rápidos y ligeros de Yo-yo detrás mío, y veo que el doctor, algo más lento por lo pesado de su armazón, empieza a darse la vuelta y poner distancia. Sin más ceremonia, hago lo mismo. Ya me guardaré el aliento para correr.

Tras un rato de carrera, noto que algo anda mal. El suelo, como decirlo... está raro. A través de las suelas de las botas noto una especie de vibración, como un temblor. Y al poco se hace evidente por qué. Más cuerpos se separan de las paredes y caen con un pesado "plof" al suelo, que protesta contra el peso de los gordos y fláccidos cuerpos. Que me unten mantequilla en el culo y me llamen sandwich. Este sitio es un jodido nido de esas cosas. Ahora empiezo a entender la súbita subida de temperatura.

Bueno,  al menos no es lava. Es una mejora, aunque por menos de lo que me habría gustado. El temblor en el suelo cada vez se hace más violento a medida que se va desplazando.

Espera, espera. ¿Desplazando?

El suelo no se desplaza. Si este lo está haciendo, eso solo puede querer decir...

¡CORRIMIENTO!- grito, a la par que salto y enciendo las botas a todo lo que dan de sí. Cubro una buena distancia, probablemente un par de cientos de metros, en apenas unos segundos, mientras la mayorá de las rocas rudan por atrás y una o dos me pasan cerca, pero sin tocarme. Unos segundos más y calculo que estaré fuera de la zona de riesgo...

Entonces noto un impacto fuerte en una de las botas, y un tirón que casi me desencaja las caderas. Golpeada por una roca, una de las botas se ha ido para Valorya y la otra para Zambizar. Y por el medio yo salgo disparado hacia un lado dando vueltas como una peonza cada vez más más hacia abajo, mientras el derrumbe me alcanza y las rocas empiezan a caerme encima. Tenía que haber corrido con mis pies. No tienen cohetes, pero se esquiva mejor con ellos. Y lo te hacen un doble Immermann por su cuenta.

¡ME CAGO EN LA TECNOLOGIAAAAAAAAAAAA!- me da tiempo a soltar antes que el crujido del suelo hundiéndose y el bramido de las rocas ahoguen el resto de sonidos...

Esos malditos bichos del infierno no dejaban de aparecer, menos mal que nuestros compañeros nos cubrían la retirada, aunque visto lo visto... quizás también acabasen huyendo de allí...

- ¿Y AHORA QUÉ? - Grité justo cuando el suelo se abría a nuestros pies, por suerte seguía cogida de la mano de Eddie y aquello me salvó, me agarré a él y conseguí seguirle saltando de piedra en piedra - por los pelos...

- ¿Qué? - me parecía haber oído mi nombre, pero no estaba en situación de buscar su procedencia, así que continué mi camino sin mirar atrás, solo esperaba que mis compañeros estuviesen bien.

Que no te creas que a mí me hacía mucha gracia huir de los mindunguis aquellos... pero es que lo hacía por mis compis...

Pese a todo, con mi velocidad... no era muy difícil escapar de ellos... así que no tenía nada de lo que preocuparme, al menos hasta que escuché un ruido raro y luego a algunos de mis compis siendo tragados por la tierra. Pero eso a mí aquello me quedaba ya algo lejos, que yo hacía tiempo que estaba esperándolos a varios cientos de metros con la espalda apoyada en el tronco de un árbol...

—¡Tsh! —negué con la cabeza y suspiré molesta—.No me digas que ahora voy a tener que ir a sacarlos de allí...

No podía dejarlos solos... Eso les pasaba por ser tan lentorros...

En fin, que me desapoyé y tiré a toda velocidad a ver si podía agarrarle de la mano a alguno de ellos para que no se la pegaran... y traerlo de vuelta a la zona segura.

La tierra empezó a desplazarse como si fuera agua. Yo-Yo, Alumi y Eddie fueron lo suficientemente rápidos como para que el suelo no terminara por desmoronarse a sus pies y se los tragara. Bronan, el Doctor Wickelkind y Karestya no tuvieron la misma suerte de fuego. Yo-Yo, en un intento desesperado por salvar a  por salvar a sus compañeros corrió a toda pastilla con la ayuda de sus poderes y agarró la mano de la híbrido, pero cuando sintió el tirón que la llevaba hacia atrás, esta se escurrió entre sus dedos y se hundió junto a sus otros compañeros...

Alumi, Eddie y Yo-Yo continúan aquí.

Bronan y el doctor Wickelkind continúan aquí.