Partida Rol por web

¡A la caza del Capitán Minotauro!

6.2. El interior más al interior de Rushán.

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09/04/2021, 14:10
Karestya

La oscuridad se hizo cuando la masa de tierra tragó a los cazarrecompensas rezagados. Hasta que Wickelkind fue el primero en despertar. ¿Dónde estaba? Un momento... ¿estaba tumbado sobre una cama? ¿Le habían vendado la cabeza? ¿Estaba dentro de una cabaña? ¿Era luz lo que estaba viendo que entraba del exterior? No podía ser... en Rushán no vivía nadie... ¿no?

El bebé miró a su derecha y vio, durmiendo y roncando, a Bronan cuyas heridas (más graves que las suyas) habían sido tratadas. ¿Eran ellos los únicos que se habían quedado atrás? Pero... ¿dónde habían acabado? ¿Sería verdad la teoría de los agujeros de gusano?

—Ya era hora de que te despertarasescuchó entonces una voz desde la puerta.

Allí etaba Karestya, también tenía algunas vendas, aunque en mejor estado que ellos. Llevaba una llave inglesa y un destornillador mecánico que el bebé no tardó en reconocer de la caja de herramientas que llevaba en el compartimiento trasero de su robot. ¿Estaba arreglándolo?

—Venga, tienes que echarme una mano con las reparacionesentonces miró a Bronan y gritó—. ¡UN VOLCÁN! ¡UN VOLCÁAAAAAN!

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11/04/2021, 12:23
Doctor Wickelkind

La cabeza le daba vueltas, no entendía nada y encima la agonías de Karestya le metía prisa. Soy un bebé, por ende duermo mucho. Además, no será tanto si el bárbaro sigue durmiendo también. Expuso un tanto indignado porque le recriminara algo así.

Wickelkind estiró los bracitos hacía Karestya, en un claro gesto de que lo cogiera en brazos para ir a reparar el robot. Una lástima que no estuviera Alumi por allí pues seguiría quedándose sin mejoras, aunque como piloto, la pata sabría algo de mecánica y probablemente podría ponerle el mecha a punto.

¿De dónde han salido las vendas? Preguntó mientras esperaba que la pata lo tomara en brazos.

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12/04/2021, 11:23
Bronan

Con un sonido como de un trueno lejano (supongo que el de las rocas al desprenderse), voy poco a poco despejando mi cabeza de la negrura. Recuerdo lo suficiente de los momentos antes de esa oscuridad como para hacerme una idea de qué ha pasado.

Bueno, las buenas noticias es que la caída no me ha matado. El hecho de que me duela todo es prueba concluyente de ello. Y que no estamos en una zona con gusanos de fuego u otro depredador, o sospecho que me faltarían más partes del cuerpo de las que puedo sentir- que parecen ser todas. Hasta ahí todo correcto.

Quizás lo unico que no me cuadra es que el suelo parece demasiado mullido...

Antes de que pueda pensar mucho en elllo, los graznidos de Karestya me despiertan. Ok. Eso quiere decir que la pata-pulpo está bien. Ella, el doctor y yo somos los que caímos en el corrimiento, si mal no recuerdo. Ah. Oigo la voz de bebé del Doctor. Bueno, ya estamos todos.

Abro los ojos y me incorporo con un gruñido.

Si estuviesemos cerca de un volcán, lo notaría por el olor a azufre en el aire- me limito a comentar. Un rápido vistazo que confirma que mis compañeros están bien. También me confirma que estamos en un lugar habitado. Una rapida palpada por mi cuerpo me confirma antes de que baje los ojos para verlo que está habitado por algo sentinte, o al menos algo que sabe usar vendas... y por tanto, conoce la medicina, o algún tipo de ella al menos.

Esto no me cuadra. Nos dijeron expresamente que aquí no vivía nadie salvo los piratas.

Hnm. Me alegro de ver que estáis bien. Parece que también os han atendido a vosotros. Lo que me pregunto es cómo. En teoría aquí no vive nadie salvo los piratas, y visto que no estamos muertos ni en grilletes, supongo que no son ellos los que han hecho todo esto.

 

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12/04/2021, 12:32
Karestya

Ahora más despejados, vieron que la estancia en la que estaban era una pequeña cabaña. Parecía estar hecha con una mezcla de barro, piedras y ¿algas? Y las vendas también parecían estar echas con algún tipo de alga. La luz del exterior que entraba por la puerta era verdosa y azulada. ¿Dónde estaban exactamente?

—Que nadie sepa que aquí vive alguien no significa que nadie viva aquí—respondió Karestya con autosuficiencia y misterio.

Estaba claro que ella sabía algo más que sus dos compañeros.

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12/04/2021, 12:39
Almander

Entonces al lado de Karestya apareció una segunda figura. Tenía la piel roja y escamosa, dos ojos grandes y negros y una boca ancha. El doctor Wickelkind supo rápidamente lo que era, ¡un batrácido! Uno con aspecto de salamandra exactamente. Al ver despiertos al bebé y al bárbaro sonrió. Aunque lo cierto era que siempre parecía que estaba sonriendo.

—Veo que ya os habéis despertado—dijo con una voz dulce e inesperada. Me alegro mucho, estábais en muy mal estado. En especial tú—dijo mirando a Bronan.

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12/04/2021, 12:44
Karestya

—No te has presentado.

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12/04/2021, 12:44
Almander

—Oh sí...—dijo con tono de disculpa—. Mi nombre es Almander. Soy el curandero de la aldea.

Vuestro estado actual:
- Dr. Wickelkind 20 puntos de daño. HERIDO
- Bronan 19 puntos de daño. HERIDO.
- Karestya 4 puntos de daño.

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13/04/2021, 15:21
Bronan

Gracias por la ayuda y por la curación, Almander- replico. Lo cierto es que debe de haber llegado en mal estado, sí. No me noto especialmente incapacitado, pero conozco mi cuerpo lo bastante como para saber que eso se debe más al entrenamiento que a otra cosa. Cuando cazas bichos de tamaño hyperbórico, nunca vas a volver con la piel entera por bueno que seas.

Por eso nos condicionan a través del dolor, las privaciones y la pérdida de sangre, hasta que somos capaces de responder y seguir en pie con heridas que harían tambalear a otros. Y en determinados casos, puedes alimentarte de esa sensación para darte un breve e intenso estallido del zorn, una rabia salvaje que arde como ascuas en las tripas y hace que te puedas mover y luchar  como si no estuvieses herido aunque tengas las tripas colgando fuera. Es una apuesta peligrosa y desesperada, que tasa todas sus aspiraciones en dejar fuera de combate a lo que te está haciendo pedazos antes de caer ante él. Pero tiene un precio.

Es de sabios recordar que el que no sientas nada no quiere decir que no pase nada. Que pueda apoyarme en huesos rotos no hace que dejen de estarlo. Que pueda recobrar fuerzas aunque sangre a chorros no quiere decir que no vaya a morir cuando pierda la suficiente. Y aunque las vendas y el reposo me hacen sentir casi indemne, lo cierto es que los pinchazos que noto al moverme o los escaolofríos al adoptar ciertas posturas me dicen que no todo lo que llevo dentro del cuerpo está en buena forma.

Perdona si soy muy directo, pero... no esperábamos encontraros. Cuando nos hablaron de esta isla, nos dijeron que lo único que había aquí eran dinosaurio, piratas y restos del culto de... como era... el sendero de árboles? No, no era eso. El camino de... ramas? No, tampoco. El camino de la hoja? No, creo que esos eran una panda de pirados que viven en una aldea ninja y van en equipos de tres. Ah. ¡El sendero enraizado! Eso...

Sois vosotros, ¿acaso?. Has mencionado una aldea, o sea que hay más aparte de ti.

 

Notas de juego

Bronan no se puso puntos en la habilidad "Conversación intrascendente" XD

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13/04/2021, 21:46
Doctor Wickelkind

Al doctor le sorprendió que hubiera habitantes en una isla como aquella, sobre todo por el hecho de que las informaciones de la Fuerza Alpha-Mu-Omega fueran erróneas. Sin embargo les había venido bien, así que no le dio mayor importancia. Muchas gracias por sus cuidados. Dijo amable. Mi nombre es Wickelkind. Se presentó con refinada educación a pesar de su molesto tono de voz.

El bebé no paraba de mirar a la tiradora de cuatro brazos, parecía ansioso por ir a reparar su robot, sin él se sentía desprotegido y era su única forma de no ser una carga para el grupo. ¿Y en esta aldea tienen a alguien con la capacidad de reparar mi medio de transporte? Preguntó a Almander curioso. Bronan ya se había encargado de indagar sobre la isla y su aldea, no vio necesario indagar más sobre ello.

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15/04/2021, 16:01
Almander

—Creo que te refieres al Culto del Camino Enraizado, pero no somos ellos. Ellos se marcharon hace mucho tiempo. No, no, no—negó con la cabeza—. Nosotros somos los habitantes nativos de la isla

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15/04/2021, 16:03
Karestya

—Será mejor que salgáis a fuera para entenderlo.

Bronan y el Doctor Wickelkind salieron fuera de la cabaña para salir a... una gran cueva. Seguían en el interior de Rushán, sólo que más abajo. Antes ellos había una gran galería, y con grande nos referíamos a que posiblemente casi toda la base del enorme cilindro rocoso que era la isla. La luz que ya habían visto desde el interior de la cabaña, estaba provocada por algún tipo de planta bioluminiscente, aunque también vieron luz natural. Había una estrecha abertura en uno de los extremos de la isla por donde también entraba el mar, inundando el centro de la cueva.

Pero no era eso lo más llamativo, sino que todo el lugar estaba salpicado con cabañas como aquella de la que habían salido y la al igual que Almander, todos los habitantes eran humanoides de aspecto reptiloide o anfíbido. Al lado de la cabaña, estaba el robot del doctor Wickelkind, que Karestya se había afanado en arreglar.

—A Eddie le habría gustado eso—dijo la pato-pulpo señalando.

Bronan y el doctor vieron entonces lo que parecía un establo de ¡pterodáctilos! En esos momentos dos batrácidos se montaban en esas criaturas y echaban a volar saliendo al exterior.

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15/04/2021, 16:13
Almander

—Bienvenidos a la aldea de Lushán.

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15/04/2021, 16:13
Karestya

—¿No debería de llamarse Rushán como la isla?

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15/04/2021, 16:14
Almander

—¡Oh! Es que para nosotros la isla de llama Lushán

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18/04/2021, 11:56
Doctor Wickelkind

Aquel lugar era increíble sin duda, pero los ojos del Doctor no pudieron separarse de su robot en cuanto lo vio. Sin perder ni un segundo, se acercó, se montó en su sistema automático de subida y en un santiamén estaba la cabina. Aquello lo dejó más tranquilo y por fin pudo disfrutar de las fantasías de la cueva en la que se encontraban.

Desde la tranquilidad que le aportaba la altura a la que se mantenía montado en su mecha, el bebé observó cada detalle de aquel lugar. La verdad que es increíble lo que tenéis aquí montado. Comentó tras analizar cada detalle que le llamó la atención, desde lo que la propia naturaleza había creado en aquel recóndito lugar, hasta las maravillosas plantas que les proporcionaban luz.

Mejor que Barako se haya quedado arriba entonces. Jijijiji. Dijo sorprendido tras el comentario de la tiradora, pues contra todo pronóstico habían conseguido domar pterodáctilos como él quería.

Wickelkind se encogió de hombros con el cambio de nombre, no entendía la importancia de aquello, de todas formas preguntó por simple curiosidad. ¿Puedes explicárnoslo? Esperaba que Almander les ilustrara con un poco de historia.

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19/04/2021, 09:40
Bronan

Lo que dice Karestya tiene sentido. Además, no me gusta estar en un lugar del que desconozco su disposición, de modo que salgo afuera siguiendo a los demás.

Desde luego, me esperaba algo... distinto.

Estalactitas, sistemas de cavernas, antorchas, covachas y semioscuridad. En lugar de eso, me encuentro con un torrente de luz iluminando las figuras de cabañas y otros habitantes hasta donde alcanza la vista. No parece luz natural, el color es distinto y la intensaidad cambia casi imperceptiblemente, como si estuviese viva.

Claro. Porbablemente lo esté. Las libelulas y el musgo hacen su propia luz. Probablemente eso que cubre el techo también lo haga. Pero demonios, nunca había visto una colonia tan grande. Esto es casi como estar a cielo abierto.

De hecho, me corrijo al fijarme, parte de esa luz viene de cielo abierto. Algunas aperturas dejan entrar luz desde el exterior.

No hemos pasado desapercibidos, parece. De las chozas rústicas que salpican empizan a salir  o asomar la cabeza más nativos, que se unen a los que ya estaban fuera. Todos tienen el mismo aspecto que Almander, probablemente hombres-batracio, o algun otro tipo de animálido anfibio.

Un graznido inconfundible me llama la atención, y sin pensarlo llevo la mano a la espada. Agunos nativos dan un brinco, algunos otros desaparecen tras los poyos de las ventanas, y siguiendo el sonido, los veo. Pterodáctilos. Criaturas sin cerebro, pestes que solo llevan pérdidas de ganado y arneses.

¿Eh? ¿Cómo que arneses?

Sí. Indudablemente, llevan arneses. De hecho, mientras miro, algunos de los nativos se montan en ellos y salen volando. ¿Cómo es posible? ¿Han domesticado a esos bichos?

Veo que varios de los locales me están mirando, de modo que aparto la mano de la espada- o al menos del lugar donde la llevo, no me he parado a mirar y gruño una disculpa.

Perdón. De donde yo vengo, los pterodáctilos y nosotros tenemos... cierta historia. Los vuestros desde luego parecen mucho mejor habituados a la vida doméstica.

Como veo que la gente nos sigue mirando, gruño otra vez y trato de salir del paso con otra pregunta.

Perdonad, la verdad es que me pone tenso estar en un sitio que no conozco, y vuestra aldea es... peculiar en muchos sentidos. No esperábamos encontrar algo así. Así que empecemos de nuevo como la gente normal. Mi nombre es Bronan. Y, como mis compañeros, nos gustaría saber quienes sois y qué es este lugar. La verdad es que no sabemos gran cosa de la historia de este sitio.

La verdad es que hay muchas cosas que me escaman. Como el hecho de que nadie les haya visto cuando claramente las cavernas son accesibles desde el exterior. O que nadie de entre los piratas haya descubierto una caverna de este tamaño. O que todos sean batrácidos, que generalmente sólo viven cerca de masas de agua dulce en la superficie, donde haya vegetación o insectos. Pero de momento, prefiero no juzgar sin conocer al menos algunas cosas antes.

 

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20/04/2021, 09:29
Almander

—No, no hay ninguna historia. Imagino que cuando los primeros visitantes hicieron contacto con nuestra tribu, entendería que el nombre es Rushán en vez de Lushán. O algo así. ¡Sasasasasasasa!

Almander tenía una risa siseante y suave, como su voz.

—Mi pueblo ha vivido aquí siempre. Bueno, imagino que algún día alguien llegaría a la isla, pero eso sería hace muchísimo tiempo. Tenemos una vida sencilla pero plácida. Podemos obtener de la isla y del mar lo que necesitamos y vivimos en paz gracias a que todos los viajeros sólo prestan atención a lo que hay en la cima.

El hombre-salamandra se giró entonces.

—¡Oh jefe Toggo! ¡Mik'Ango! Los visitantes ya se han despertado.

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20/04/2021, 20:26
Jefe Toggo

Un hombre-sapo y un hombre-tortuga hicieron acto de presencia. El batrácido sapo debía de ser el jefe Toggo. Se veía más mayor y sobretodo más sabio. El hombre-tortuga, que sería Mik'Ango, era más joven, tenía la piel lisa, una expresión de calma y era alto y fuerte. Uno podía pensar que su calma era parecida a la de Almander, pero todo lo contrario. El curandero parecía que no era consciente de cieras cosas (algo así como Karestya) mientras que Mik'Ango destilaba serenidad.

—¡Te dije que me avisaras inmediatamente cuando despertaran Almander!—lo reprimió el jefe Toggo, entonces miró a los cazarrecompensas con los brazos cruzados—. Soy el jefe Toggo. Me alegra que estéis bien, pero vuestra presencia aquí es un problema. La gente de fuera siempre es un problema.

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20/04/2021, 20:30
Mik'Ango

—Vamos jefe. No hay que ponerse así—intento calmar al hombre-sapo para después dirigirse a los miembros del escuadrón—. Menos mal que estáis ya recuperados. Teníais muy mal aspecto cuando os encontré.

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20/04/2021, 20:36
Jefe Toggo

—No me digas lo que tengo que hacer jovencito—le recriminó el jefe—. Soy bastante más mayor que tú y sé lo que pasa cuando viene gente de fuera. Que vienen más y más. Y quieren lo que es tuyo.