Partida Rol por web

en vista de la indecisión del pj, decido ayudarle enviando una señal (un búho) que le indique que ya es tiempo de partir de esa ciudad, y vuela en la dirección que debe seguir.
 

mientras intentas decidir que nuevas tierras descubrir, algo te llama la atención en el cielo, es un extraño búho que vuela en círculos sobre ti. Al observarlo mas detenidamente este baja lentamente su vuelo y se posa sobre la rama de un árbol que está justo delante de ti, los ojos del animal se clavan directamente en los tuyos provocando un escalofrío difícil de explicar, cuando el animal sabe que tiene tu atención emprende su vuelo hacia el norte.

Al ver el búho con un comportamiento tan errático, siento una extra curiosidad por ello. Por mucho tiempo he seguido al sol y conocido muchas tierras. Con paso decidido, camino a las afueras del pueblo, en dirección norte, mientras consulto el libro del fuego. 

Avanzas hacia el norte, el búho al principio te lleva por el camino que lleva al siguiente pueblo. Pero más tarde se desvía un poco. Tu cautivado por él, le sigues. El búho entra dentro de una cueva y dejas de verlo.

-¿Has visto eso?- Pregunto a Rojo -Esa ave es realmente un ente extraño. Ocultos designios y voluntades parecen guiarla. Y temo, que sea un Jin o una emboscada. Tu que habitas por estas tierras, ¿qué opinas?

No creo en señales ni entes del más allá. Creo que cada uno crea su propio destino. Te mira confiado y te dice. Pero he confiado mi destino a ti, allá donde vayas, iré. Al menos hasta que me demuestres que no eres la persona que creo. Así que decide nuestro destino, hombre del fuego.

-Entonces, podría tratarse de una trampa o un ave entrenada. La pregunta es ¿por quien?. Las señales, según me comentó el maestro Jerom, son aquellas respuestas que buscamos tanto en el horizonte como en nosotros mismos. Puede que no haya nada sobrenatural en ello, pero lo que interpretamos de ello...

En tus manos he confiado mi destino. Dice mirandote a los ojos. Entres o no, y pase lo que pase. Estaré a tu lado siempre que me demuestres ser puro.

Asiento y sigo, preparado para el combate.

Entras en la cueva. Parece vacía al principio, pero a medida que vas avanzando te encuentras una pila de huesos. Parecían sin duda cadáveres humanos. Tras de ti oyes unos agigantados pasos. Al girarte te sorprende un cíclope.

Vaya vaya, parece que esta vez la comida a venido a mí. - dice mientras se frota las manos.

Parece que no voy a tener que salir a cazar, seguro que mi hermano se pone muy contento. 

Al aparecer a la criatura, realizo un saludo ritual con mis manos, mientras  coloco mi escudo apoyado de canto junto a mis pies, teniendolo perfectamente a la mano, a la hora de inclinarme. En todo momento, mis ojos sostienen la mirada de aquel ser.

-Desde lo alto a lo bajo, he venido a saludarte, ¡oh gran señor!. Soy un contador de historias, y cómo tal he venido a entretenerte, en lo que esperamos a tu hermano. Yo, he venido con un mensaje, y con una visión. Si me escucha, puedo hablarle de comida, de riquezas, gloria y alabanzas. Cosas, que podrían estar a su alcance, si pudiera escucharme...

Te observa babeante - No me interesan tus histiorias. ¡Solo comer! - dice mientras te lanza una roca bastante grande. Rojo logra saltar y apartarla, pero le hace un poco de daño.

Rojo pierde 3 PV

Al ver como aquel estúpido atacaba a Rojo, no pude menos de enfurecerme, y lanzarme al frente contra su rodilla, con la intensión de derribarlo. Acto seguido, desenfundo mi espada, y golpeo con ella mi escudo, para provocarle.

-¡Eh!, ¡eh!, Ven a mi.