Partida Rol por web

La mujer se ruboriza un poco, antes de responder. - Tu no te vas con rodeos, guapo. - comenta. - Yo estoy disponible, tu dime el lugar, y la hora. - y te deja una bolsita de monedas al frente. - ¿Algo más en lo que pueda ayudarte? - Una sonrisa picara adornando su rostro.

—Ya que tu no estas interesada en mi armadura ¿Sabes de alguien a quien pueda vendersela? —Pregunto mientras recoge el resto del botin que no le habia interesado. Ya le habia contado donde venderlo todo salvo la armadura— ¿Te parece bien si te recojo aqui cuando haya terminado de vender nuestro botin?

Dejemos que el tiempo determine si hay algo mas en lo que puedas ayudarme querdia —Dice al tiempo que recoge la bolsa de monedas y corresponde a la sonrisa picara de Grunda.

La mujer te indica que podría comprarte la armadura, y cuendo vas te la reciben por 5 piezas de oro, aparentemente no es un articulo muy solicitado. Ya te has librado de todas las armas, y de la armadura, y estas allí, en mitad de la callejuela, sopesando tus posibilidades.

Caminas por las calles principales en busca de un lugar donde vender lo que conseguiste esencialmente la balanza, pues la poción podría serte de utilidad y el casco lo has estado usando desde que lo obtuviste. La niebla te acompaña arremolinandose bajo tus rodillas, sepenteando.

Preguntando aquí y allá averiguas donde se encuentra el sector comercial de abrazo del Dragón, sobre el Camino Largo, al otro lado del Cementerio, hay una callejuela colorida que se encuentra llena de locales abiertos al publico, hay herboristas, alquimistas, sastres, joyeros, una tienda de armas y muchas cosas más.

La balanza no parece funcionar bien, aún así es de materiales de buen valor, así que te dan 65 Dragones de oro por ella en una tienda de antiguedades. Una cosa te sorprende, escuchas a la gente transitar la ciudad mientras viajas por ella, y te das cuenta de que los entiendes, aún cuando hablen un idioma que no conoces, aparentemente el casco te permite entenderlos, si lo deseas.

Deambulando durante un buen rato por la ciudad, consigo llegar a un sector donde hay varias tiendas de antiguedades. Allí consigo vender la balanza conseguida en la mision anterior. Pregunto al tendero si tiene frascos de agua bendita, y así no tener que fabricarla yo mismo. Intento persuadir al tendero de cambiar la balanza por tres frascos de agua bendita.

Preguntas por un lugar en el cual conseguir agua bendita, el tendero se encoge de hombros pero te comenta que hay un templo al sur del Distrito, y te guia para que vayas, recoges los 65 dragones de oro que adquiriste y sigues las indicaciones del hombre, bajas en diagonal por una calle que desemboca al Camino de Carak-Nufa, una via con gente transitandola, gente con ropas masl humildes que lo que has visto hasta ahora.

Ves la estatua que estas buscando. Un gato con alas y cola de Dragon, Détras de ella se alza un templo con una arquitecture inusual, pues su tejado se cierra hacia adentro, haciendo una especie de V.

El interior del templo es austero, sin muchas cosas, mas allá de dos estatuas que se miran una a la otra, un dragón y un gato, ambas de un tamaño colosal.

Una sacerdote Kobold te recibe, y hace una reverencia al verte, - Un señor dracónido, - comenta complacida, - Un elegido, - su mirada muestra reverencia, comó si estuviera viendo un santo - En que puedo asistirle mi señor, - pregunta.

Las indicaciones que me dió el señor de la balanza no dejaban lugar a desorientarse, así llegué hasta el local donde un sacerdote kobolt aguardaba en la puerta.

Buen día señor. Ando buscando algún frasco de agua bendita si tuviera a bien poder venderme