Partida Rol por web

Por la calle en la que llegaste teletransportandote con tu equipo se encuentra una Posada grande, así que es el primer lugar en el que piensas para ir a comer algo. Llegas allí y abres la puerta de madera, sobre la que hay un cartel de madera tambien con un ojo pintado de color dorado verdoso, no sabes muy bien si de un felino o un reptil.

Bajo ese cartel dice El Ojo de Xaram en gruesas letras. Al cruzar la puerta te recibe un ambiente más familiar de los esperado, gente que come y se rie, a menudo con su familia e incluso sus hijos, no el lugar más apropiado para beber de más o causar problemas.

Tan pronto buscas donde sentarse se acerca una mujer robusta y de edad avanzada. Tiene un aire severo pero su voz es suave como la seda. - Eres nuevo por aquí - dice con una sonrisa. Se le nota cansada, y preocupada. No parece el tipo de persona que pueda ocultar sus pensamientos, es como un libro abierto. Aún así se esfuerza por sonreir.

- Mi nombre es Amaranta, - réplica. Hay un hombre mas joven atendiendo una mesa cercana, - y esta es mi posada. ¿Qué puedo servirte hoy? Tenemos una cerveza muy buena y un vino aceptable. Cortes de venado pasados por el asador, manzanas asadas y unas patatas al horno con manteca que no te desepcionaran. -
 

-Ese mismo servirá -De dijo a si mismo tras observar el ojo dorado verdoso.  Una vez dentro jamás pensó que se sentiría fuera de lugar en una taberna, muchas familias felices, demasiados niños y le preocupó mucho que si sentaba allí en cualquier momento un niño se pondría a berrear con ese tono agudo tan desagradable. 

El estómago vibró como un panal de abejas cabreadas cuando le llegó el olor a cerveza y carne en contraposición a no quedarse. -Está bien, joder, ya me siento. 

Le atiende una mesera y como no, la dueña, se le queda mirando unos segundos, lo que tarda ella en explicar el menú. Ya había visto mujeres como esas: buenas por dentro pero curtidas, con capacidad para ponerse muy serias y soltar una buena reprimenda si el guión lo exige. Le llamó la atención su mano izquierda, con seis dedos y que no tuviese uña en el anular.

-Aardú - Responde parco. -Todo eso y cerveza.

La mujer se va, y vuelve tiempo despues con un plato humeante de carne de ciervo, patatas al horno y otro platito más pequeño con manzanas rojas asadas.

Una jarra de cerveza espumeante es puesta sobre la mesa, haciendo un ruido sordo.

- Si necesitas algo más, me llamas - dice mientras camina hacia el mostrador, saludando un par de clientes con familiaridad por el camino.

El dragónborn comenzó a engullir como si llevase una semana malviviendo de rancias raciones de viaje o no eso. Se bebió más de la mitad de la jarra de un solo trago y tras dejarla la mesa se le escapó un pequeño eructo.

Poco a poco se fue calmando y terminó de comer de manera algo más civilizada. En cualquier caso no pasaron más de quince minutos desde que le sirvieron hasta que hubo terminado.

- Listo, ¿Cuánto debo? Por cierto, como has dicho antes soy nuevo y quiero saber moverme por la ciudad. ¿Sabes de alguien que sepa mostrarme Abrazo del Dragón por unas monedas ?

La mujer, que estaba dando unas ordenes a la cocina a través de una ventanilla tras el mostrador se acerca a ti. En el mostrador hay una estatua que te llama la atención. Una especie de Dragón con cabeza de gato, los ojos muy similares a los del cartel de la entrada.

- Serian 5 gatos de plata por la comida - réplica la mujer, sacandote de tu ensimismamiento, - Y una más por la cerveza. - Se frota la barbilla. - Con respecto a tu otra petición, deberas ser mas especifico. Hay siete distritos en el nivel inferior, y para subir al otro nivel necesitas un permiso especial. Así que cuentame que estas buscando y yo te guiare en la dirección correcta -

-Quiero saberlo todo sobre la ciudad:  Quien gobierna la ciudad. Donde están los gremios. A donde llevo a alguien herido de gravedad. Con quien hablar si necesito deshacerme de algo de dudosa procedencia o legalidad. Que esa niebla negra a ras de suelo...

Hace una pausa mientras sigue mirando el gato. 

¿Ese gato es un Carak?

La mujer te escucha con atención, sin embargo se echa a reir con tu último comentario. - JAJAJAJA, no muchacho, - réplica, golpeando la mesa con la palma, - No es un Carak, es EL Carak, El Dios de la Fortuna y el Azar. - 

- En su faceta de Dios del Azar es conocido como Carak-nufa, y es representado con un dragón con rasgos de gato. - La mujer mira la estatua mientras habla, - Yo tampoco soy de acá, - réplica pensativa, - De hecho esta estatua vino con el local, al igual que el nombre. Pero al abandonar Faerun abandone también sus dioses, así que decidi darme el tiempo de conocer nuevas deidades, de sentir fé, de nuevo. -

Amaranta suspira y sacude la cabeza levemente, - Pero bueno, - recupera su compostura y su voz sube un par de décibeles, - Para lo que has preguntado no necesitas un guía. - Réplica guiñandole un ojo, - me tienes a mí. -

- Esta ciudad es gobernada por un enclave de sabios conocidos como El Corazón. Son ocho ancianos, cuatro enanos y cuatro kobolds, que toman las decisiones. Hay dos asientos adicionales, uno para Las Escamas y otro para Las Garras. La de las Garras es la más reciente. Hace menos de seis meses se nombro a ZarpadeDragón parte de El Corazón. -

- No se a que te refieres con los Gremios, si te refieres a los comerciantes sería aquí mismo, en el Distrito del Dragón de Oro, détras de esta posada hay una callejuela conocida como La Calle de la Moneda en la que puedes comprar y vender la mayoria de cosas... - Se acerca a Aardú y baja la voz, - ...y para las démas, las que no quieras, o no puedas, vender de manera... abierta, para esas tendrías que al Distrito de Carak. Contrario a lo que puedas pensar no queda cerca, es uno de los barrios mas antiguos de la Ciudad, y también el mas pobre. - 

- Carak es la deidad protectora de esta ciudad al final de cuentas, es apenas lógico encontrar su nombre permeando en varios lugares. - La mujer se queda pensativa un momento, pero continuá, - Si te refieres a gremios de artesanos. Tendrías que ir a La Forja, donde puedes conseguir los almacenes de metales y madera. O el Distrito Verde, donde encontraras ganaderia de diversos tipos. -

- Sobre la niebla, - La mujer mira el suelo, en el que serpentea la niebla, entre los pies de un cliente que acaba de entrar por la puerta. - Nadie lo sabe, aúnque los antiguos moradores dicen que no siemprE ha estado, precede la Herida, pero algunos creen que estan conectadas de algún modo. -

- Espero que la información haya sido valiosa, - réplica la mujer, - Lo suficiente para ameritar una propina, - Y suelta una sonora carcajada antes de ir a saludar al recién llegado y señalarle una mesa.

Asintió a las palabras de la mujer y trató de memorizar todo cuanto dijo, al menos lo esencial. Aardú era de pocas palabras y no había mucho más que añadir a la información recibida. 

-Una propina no, aunque tengo algo mejor. La próxima vez que venga vendré con compañía y hablaré bien de este local y la mujer que lo regenta. 

Dicho eso se despidió de la mujer y salió del local. Ya en el exterior deambularía sin rumbo fijo por las calles fij´sndose un poco más en las casas, comercios y sus gentes. Tuvo tiempo de no pensar en nada o pensar en cosas importantes como si haría de esta ciudad su nueva casa. ¿Habría más ciudades? Podía seguir vagando errante por estas tierras de forma eterna ¿Que necesitaba realmente para llamar a un sitio hogar?

-Desarraigado y apátrida. 

Tras esos y otros pensamientos existenciales puso rumbo a la sede de las garras, a mirar aquel tablón y reclutar gente para el próximo encargo, con esos precios sus ganancias no durarían más de un mes.

Le enana se despide de Aardú y lo ve marcharse, las nieblas girando sobre el lugar donde hasta hace poco estaba el dracónido.

Calendula esta abandonando la sede de las Garras de Dragón cuando una mano se posa en su hombro, detrás de ella esta la imponente figura de Sétitan.

- Buen trabajo allá afuera, - exclamó dandole una palmadita en la espalda, - Querias hablar conmigo en privado, ¿No es así? - Empezo a adelantarse, - sigueme, conozco un lugar donde podremos hablar en privado. -

La mujer guió a Calendula por la calle en la que se encontraba la sede de las Garras, pasando por el Camino Largo y llegando junto al lugar al que habian sido transportados al volver. Una posada sobresale entre los edificios circundantes.

Hay un cartel que dice El Ojo de Xaram en gruesas letras con un ojo pintado de color dorado verdoso, como de felino, o de reptil. Al cruzar la puerta te recibe un ambiente más familiar de los esperado, gente que come y se rie, a menudo con su familia e incluso sus hijos, no el lugar más apropiado para beber de más o causar problemas.
 

Sétitan saluda a la mujer de la barra, una mujer mayor, robusta, que simplemente le asiente a la lider de las Garras mientras esta sube unas escaleritas que llevan a un segundo piso. El ruido de abajo se ve amortiguado, y aunque hay tres mesas con cuatro sillas cada uno en ese segundo piso, son las unicas dos en el lugar.

Desde arriba se puede ver hacia abajo, hacia la multitud de gente que se encuentra en el primer piso, Sétitan le pega un rapido vistazo al lugar y se sienta en una mesa desocupada, con vista a la escalera, señala otra a Calendula, - Bueno, - continua, - cuentame, soy todo oidos. -

Me sorprendo por la mano y esto a punto de tirar una bola de fuego, suponiendo que algunos de los dragones olieron esa medula y se puso como loco, afortunadamente solo se trata de Setitán. La acompaño hasta la posada hasta tener un lugar más privado para hablar.

Bueno, primero que nada, vimos muchos huesos de criaturas enormes, que presumo son dragón, también vi que muchos de estos parecen estar huevos o secos o petrificados, pero lo que vi con los kobolds eran huesos que supuraban esta cosa y estaban enterrados en la roca, sera solo una intuición, pero creo que los mismos huesos en abrazo del dragón, podrían tener esa sustancia y que podría ser posible que si alguien se pone a excavar y encuentra eso, podría empezar a sacarlo, ver como se transformaban esos pequeñines por probar esa cosa, en verdad me preocupa mucho, su cambio de personalidad más que nada, cuando se ponían violentos esa cosa parecía inundar sus ojos y supurar, era más fácil verlo y al morir solían gotear eso de los ojos también. La visión que muestran esa sustancia es demasiado poderosa y parece que todos tienen la misma, así que no es una simple alucinación, digamos que por experiencias, tengo una idea de lo que es legar una voluntad. No sé si ya se tiene algo de esta información, también me preocupa que los kobols estén paranoicos porque les quiten esa cosa, es posible que alguien más lo esté buscando o solo están hasta las cejas de droga.

Le mujer te observaba seriamente mientras hablabas. Una vez terminas se acomoda en su silla, e inicia comentando. - Si, eran dragones. Esta región esta llena de sus fosiles, de allí viene el nombre, Cementerio de Reyes. - Le mujer se interrumpe cuando Amaranta sube, un par de pintas de cerveza en mano, deja una en frente de la lider y una en frente tuyo.

Una vez la posadera baja, Sétitan toma un sorbo, y vuelve a hablar tras limpiarse la espuma de las comisuras de la boca con el antebrazo. - Parece que los Dragones, antiguos señores de estas tierras, libraron una guerra aquí, y despues de ello, los que quedaban, iban emigrando aquí a la hora de morir. -

- Pero bueno, eso no tiene relevancia, - comenta moviendo la mano, como espantando el pensamiento, el ceño fruncido minetras mira a la cerveza, como reflexionando - Hare observar los huesos de la ciudad, asegurandome de que esten secos por dentro... - toma un sorbo, distraida, - Y deberiamos enviar un nuevo equipo allí, pero no se si tenemos un grupo lo suficientemente diplomatico, o lo suficientemente poderoso si es que los kobolds deciden atacarlos. -

La mujer niega con la cabeza, saliendo de su ensimismamiento, y te observa, - ¿Tu que harías, Calendula? - comenta mirandote, - ¿Que me aconsejas? -

Agito un poco la cerveza, dándole un sorbo y luego usando un poco de prestidigitación para ajustar más a mi gusto, cambiando la temperatura y el sabor.

-Si que tiene relevancia, la experiencia que me dejo me indica que ellos temían a algo, escapaban, no es que llegaran a aquí a dejarse morir como una gallina vieja... no estoy segura de que hacer, pero es algo que me dejo muy inquieta, supongo que lo primero podría ser saber si esa cosa nos hace algún efecto raro a quienes la tomamos... de momento saber si hay esa cosa y evitar que la gente la tome, no quisiera que gente asi de loca como esos kobolds se este armando para privatizar la medula. Supongo que priorizar cosas antiguas y entablar relaciones con los locales.

- ¿Huian de algo? - comento Sétitan, interesada, - Tenia entendido que este era el único asentamiento de Kobolds de el Cementerio de Reyes, aunque eso se explicaria con la información que deba esa carta, que venian de un lugar llamado las Llanuras Doradas -

- Y si, lo más responsable sería evitar que esto sea de dominio publico si es tan peligroso como parece ser, - la mujer parece preocupada, - Y peor aún, que nadie trate de sacarle provecho... o esclavisar a los Kobolds usando esa sustancia - Sétitan suspira finalmente, - Por ahora me quedare con el plan de enviar gente, necesitamos una muestra mas grande, y saber si podemos negociar... de pronto podriamos subir la recompensa para que un grupo de aventureros viaje allí pronto. -

La mujer apura la cerveza y volviendo a limpiarte la boca con el brazo pregunta, mientras hace el amago de levantarse, - Bueno, esta charla fue esclarecedora, pero creo que la Sede me necesita, - Deja un par de monedas de plata, como pago, - Esta ronda la invito yo, - comenta, - Antes de irme, ¿Hay algo más que quisieras hablar conmigo? -

¿qué tal un permiso para usar magias simples en espectáculos?, cuando pruebe la medula, pude sentir como si lo viviera, las sensaciones eran muy vividas, son muy receptiva para algunas de esas, puede que por eso no me afecto como a torkhell, le avisare cuando deje de poder entender el dragonico... si es que eso no es permanente.

- Voy a preguntar, - responde Sétitan, - pero creo que no deberia haber problema, la gente de acá es muy recelosa de la magia, no les des motivos para asustarse. -  Antes de irse se gira y te guiña un ojo, - Muchas gracias por toda tu ayuda, me alegra tener gente como tu en Las Garras, - Y dicho eso baja las escaleras, perdiendose entre el gentío.