Con la cabeza agachada, recojo la moneda y la oculto ágilmente en uno de los bolsillos de la capa. - " Señora " - digo educadamente y me acerco al tablón, - " Hummm, veo varias misiones interesantes " -. Así que sin más, me voy en busca de mi primer grupo, mi primera misión y mi primera recompensa.
Al momento de llegar al lugar y escuchar con atención lo que la misteriosa anciana señalaba, Arael simplemente optó por acercar su puño derecho a su abundante pecho como señal solemne de aceptar los términos y condiciones del lugar. Sin demora alguna, y una vez tomado el emblema, se acercó al tablón de misiones para que sus brillantes ojos pudiesen conocer las gestas que ofrece este gremio.
Pocos segundos después, la paladin, con una expresión de asco y repudio dijo con su imponente vozarrón -. ¡In nomine Patris Iustitia! Comenzaré la purificación de esta tierra exterminando a los nauseabundos muertos vivientes y a los responsables de utilizar aquella herética hechicería-. Sentenció al mismo tiempo que dirigía su mirada, llena de un fanatismo religioso imperante, al grupo de jóvenes que se había acercado en un comienzo, para ella, que es parte del cuerpo armado de Tyr, cualquier otra cosa que diste de la purificación de mal solo son banalidades que pueden ser suprimidas sin miramientos.
Urtwii, observo como agarraban las medallas, pensó las palabras de la anciana titán un largo tiempo, ya pertenezco al gremio de la antigua forja, es un gremio de artesanos, no debería tener problema de unirme a un gremio de aventureros... por cierto, señora Setitan, ¿Sabe si hay alguna sucursal de la forja antigua por aquí?
Miro a la mujer analizando las diferencias que podía notar a simple vista entre ella y un humano normal, queriendo entender como diferenciar a un titán de un humano, le sorprendió que no fuera enorme, siguió mirándola preguntándose si su cuerpo aún fuerte y grande para la edad que reflejaba su rostro era por ser una titán, o era la aparente vejez de su rostro lo que indicaba su verdadera naturaleza. Mientras lo hacía, acoplo la moneda en el cinto de su cintura, cargado hacia la izquierda, y empezó a divagar porque la antigua forja no tenía un bello emblema que los identificase como esta moneda, podría portarlo en el cruce de cintos frente a su pecho si así fuera.
Como sacerdotisa de la luz, Azkua jamás lo reconocería, pero tanta niebla la estaba poniendo nerviosa gracias a que por su tamaño aquel blanquecino manto cubría casi toda la mitad inferior de su cuerpo. Sentir la frialdad tocando sus pies solo protegidos por sandalias tampoco era agradable. Afortunadamente al ir en grupo la goblin se pudo distraer un poco y así pudo llegar a su próximo destino.
—Ooooohh… ¡la de vendimia que haría si robase todo esto! —dijo para sí misma aunque en voz tan descaradamente alta y clara que no sería difícil escucharla, en especial para quienes estuvieran más cerca.
Atenta la pequeña criatura verdosa miró todo mientras intentaba hacerse una idea del valor de cada peculiar objeto, sus sandalias haciendo un fugaz pero característico sonido al pisar. Las hojas fijadas al tablón la hicieron ladear la cabeza con curiosidad, sin embargo cuando estaba a punto de arrancar una para quedársela como recuerdo fue que una de las armaduras comenzó a moverse y en consecuencia Azkua casi terminó cayendo de culo. Por suerte al chocar accidentalmente con alguien eso no pasó.
—Así que usteh’ es la titán… —admirada dijo después, pero contrario a lo que se esperaba lo hizo a la vez que miraba al kobold con hambre, curiosidad y cuidado sin particular orden. Al ser una criatura ‘similar’ la clérigo de Kossuth no sabía si debía intentar matarlo, defender su territorio, quemarlo o solo saludarlo. Tras unos segundos hizo lo último valiéndose de un breve movimiento de cabeza.
De cara a Setitán, Azkua asintió y esperó su turno para tomar el emblema, mismo que presumió casi tanto como su escudo a pesar de que ya varios tenían uno.
—Hablas con sabiondismo, Atreyu, ¡solo espero que no te guardes la comida toda para ti como hiciste con chips! —le dijo al explorador luego de escucharlo, ella sin preocuparse por dinero ya que para los de su raza pagar era opcional.
Azkua felizmente habría seguido la ‘misión’ hasta la cocina de no ser porque escuchó la voz de Arael. —¡Yo me uno a la deflagración!— entonces gritó con su voz chillona tratando de imitar un llamado de guerra. —¡Morición para los nauseabundos!, ¡gloria a Kossuth! —al final sus cortos pasos la llevaron hacia el camino de su devoción en vez de dejar que la guiara su estómago… aunque eso no significaba que Azkua fuese a olvidar completamente la cocina.
—En esa tabla grande hay una lista de cosas para purificar… —se acercó a la paladina señalando al área de misiones.
La sala es acogedora, nada parecido a una garra de dragón, Nady comienza a acostumbrarse a que allí nada es parecido a lo que había vivido, hombres con cabeza de pájaro, minotauros dadores de amor, goblin comprometidos con la luz y capaces de completar una oración, y ahora una anciana dentro de una pesada armadura haciendo de guardia y un kobold civilizado al mando de un gremio. Sigue tomando notas de todas esas cosas extrañas aprovechando la mano azulada que le alcanza los papeles cuando se le terminan, sigue así es hasta que se entera que la magia está prohibida en la ciudad, entonces su etereo ayudante se desvanece en el aire. Cómo es que pueden vivir sin magia?
Le da lo mismo estar en un gremio o no, aunque poder dormir cómodamente es algo que vale la pena aprovechar. Además le ofrecen tareas pagas y la libertad de elegir cuál hacer, lo cual es mucho más de lo que ocurría en la Torre de Hechicería. Se acerca al tablón mientras el resto habla, repasa con rapidez las ofertas y se detiene en un par de ellas, tomando notas sobre cada una. Depues se centra en el mapa hasta que finalmente apoya su dedo índice sobre la base de las montañas. Esto si es interesante.
Asiente ante la sugerencia de Atreyu acerca de alimentarse cuanto antes, suspira ante la poco original propuesta de la Arael y sonríe ante la voluntad de deflagración de Azkua - Es necesario que malgastemos los dones divinos en aquellos que ya no viven? - dice mirando a la paladina - El tablero dice claramente que esos no muertos están atrapados, qué sentido tiene comenzar la purificación ahí - mira a la goblin como esperando aprobación. Se acerca al tablero y señala el mapa en el punto que había marcado antes, justo sobre las minas de Marrok - Podemos comenzar la deflagración aquí, esto si es una amenaza real. Además en el interior de esos túneles hay conocimiento antiguo que no ha sido revelado aún... Y si los dioses guardaron hace siglos un mensaje sobre esos murales para que sus elegidos los leamos siglos después ? Yo no voy a dejar pasar por alto la posibilidad de cumplir los designios de Mystra sólo por ir tras unos muertos que no quieren descansar. Cómo sirven ustedes a sus dioses es un tema de su consciencia, no de la mia -
Con determinación se acerca al mostrador - Señor ZarpadeLeón, acepto sumarme a su gremio - dice convencida - Tengo algunas preguntas que hacerle - se queda callada unos segundos esperando algún gesto que la invite a continuar - Primero, cómo consigo un permiso para usar magia no dañina en la ciudad? Segundo, puedo venderle a usted algunas pertenencias y comprarle material más apropiado para completar las tareas del tablón? Tercero, hay dos solicitudes en el mismo sitio, puedo tomar ambas a la vez? Cuarto, tiene algún amigo o familiar dentro de la mina Marrok al que quiera saludar? -
Las misiones en la mina de Marrok por las que pregunta son: Explorar las minas de Marrok (8po) y Descifrar los textos en dracónico (8po).
Nadynell quiere vender a mitad de precio parte del equipo inicial que no usará para comprar un equipo que puede serle útil.
Vendería: mace (5gp) y ligh crossbow (25 gp) = 30 gp por 15 gp
Compraría: Herramientas de Cartógrafo (15 gp) para poder hacer mapas claros de sus hallazgos (sólo para efectos de rol)
Trueque: virotes (1gp) por algo de comida sabrosa para compartir con el grupo (es la transmutacion prometida en la otra escena)
Acepto. ¿Hay que firmar algún documento?
Tan pronto Durzo comento eso, Fueko se acerco, con un documento en una mano y el emblema de Las Garras de Dragón en la otra, - tan solo firma aquí, - comento.
- Si, pueden usar las existencias de la cocina, - comentó Sétitan con expresión divertida, mientras Fueko iba pasando, pasandoles los emblemas y recibiendo los documentos firmados.
- No se de un Gremio de la Forja, - comenta pensativa, - Hay un gremio de Herreros, que viene a ser practicamente lo mismo, - y esta el Distrito con ese nombre, ¨La Forja¨ - Fueko ya casi terminaba con los aventureros.
- No eres la primera que pide usar magia dentro de la ciudad, - comenta Sétitan con una sonrisa a la seguidora de Mystra, - hay una hechicera entre las Garras que tiene ese mismo interes, pero por el momento no puedes. - La mujer mira hacia afuera, hacia la ciudad, - Los aventureros empezamos a atravezar La Herida hace un par de años, y aunque esta ciudad nos ha recibido con las puertas abiertas, no es nuestra ciudad, y debemos respetar sus designios... La magia no esta permitida en el interior, y así deberia seguir. -
Sétitan asintio ante la segunda pregunta, - Podemos aceptar cosas que puedan servir para armar a nuestros guerreros, pero no vendemos nada, para eso tendrás que ir a una tienda, y solo compramos cosas de los miembros de Las Garras, así que sera despues de la primera misión. -
- Solo una misión a la vez, - comentó Sétitan, - Es mejor para que puedan enfocarse mas en su tarea, y no... no conozco a nadie en esas minas, de hecho fueron un grupo de aventureros quienes descubrieron el lugar hace poco. - La firma de documentos habia terminado.
- Bueno... - continuó la lider, - Bienvenidos a Las Garras de Dragón, espero que descubran cosas maravillosas en este mundo. -
Ya no tienen que seguir roleando por aquí, si quieren coloquen un post sobre como abandonan la sala o suben a descansar, yo estare cuadrando las nuevas partidas.
Mientras escuchaba a Setitán hablar y se quedaba con las ideas principales, Azkua miraba complacida su medalla. Desde su perspectiva distorsionada dicho accesorio le parecía más grande que el similar que llevaban los otros, así que secretamente la goblin que perseguía la fama estaba complacida.
Cuando la líder terminó de hablar, la clérigo de luz asintió y levantó los brazos —Que las llamas de Kossuth hagan la guiación y te permitan purificar a tus enemigos, oh, gran titán —luego le dedicó una reverencia a la imponente mujer y regresó al grupo para acercarse a los otros clérigos y a la paladina.
—¿Entonces iremos a comer kobolds? —les preguntó a los otros tres ‘divinos’ mientras se relamía con su lengua puntiaguda. Al mismo tiempo la alimaña de piel verde también aprovechó para mirar hacia Fueko de manera siniestra, aunque como esa criatura en particular le había agradado, Azkua pronto se concentró en el futuro… o sea en los objetivos a convertir.
El solo hecho de saber que su primer trabajo allí podría ser una mina la hizo sentir como en casa pues si bien la goblin solo sabía que las minas eran ‘cuevas grandes’ no necesitaba más. Ella había crecido en la oscuridad antes de que la luz de Kossuth le diera nuevo sentido a su vida.
Atreyu se alegró de oír que podían conseguir algo de comida en la cocina. Estaba por salir disparado para conseguir algo de pan y un buen trozo de queso, cuando algo que dijo aquella anciana le llamó mucho la atención.
-Un par de años? pero si había escuchado que la herida lleva abierta desde hace décadas!- dijo sorprendido -qué magia tan extraña... ahora entiendo por qué había tanta gente cuando llegué al otro lado, yo estaba seguro de que había entrado solo con chipchip. El tiempo funciona raro dentro de la herida, jajaja.- Con esta reflexión tan simple e infantil, Atreyu se dió por satisfecho, como si hubiese hecho el descubrimiento del siglo. -ah, porras... debería conseguir un cuaderno y una pluma para hacer mapas y anotar mis descubrimientos... Como la señorita Nady!-
Con sus objetivos a corto plazo bien claros, Atreyu se paró, olfateó el aire un par de veces y se dirigió al resto de los presentes
-Bien! la cocina está por aquí! vayamos a tomar un buen almuerzo y salgamos a explorar cuanto antes!-
Al momento de escuchar la interrupción de la clériga de azulada caballera, la reacción fisiológica de Arael era emitir una luz dorada más fuerte de lo normal mientras lentamente su mano derecha se acercaba a la empuñadura de su espada con una delicadeza digna de una noble, quizás, su instinto, desarrollado gracias a una crianza ciega y dogmática en la fe, sintió, en la observación de la mujer, como una forma de banalización de su justa causa. No obstante, y decimas de segundos después, el aura de mirada se atenúo llegando a su brillo normal para luego sonreír con un cariño bastante anticlimático, si se lo compara a su primera reacción -. Tienes razón… Nuestra existencia es para cumplir la voluntad divina-. Declaró con una voz humilde mientras hacía aún saludo marcial con su puño como muestra de agradecimiento a Nadynell para luego repetir el gesto, pero como modo de disculpa, a Setitán.
-. Purificar paganos con conocimientos ocultos debe ser nuestra prioridad-. Declaró, en respuesta a las palabras de la goblin -. Pero deberé pasar a tu exótico ofrecimiento culinario, pequeña sierva de Kossuth-. Con una tierna sonrisa, que haría caer a cualquier hombre desalmado y calmar a cualquier alma herida, descartó cualquier posibilidad de ampliar su cartelera gastronómica.
Urtwii estaba confundido, pero no dio importancia, ni a la aseveración de Atreyu, pero no por eso la iba a descartar, iré a ver el distrito, pero entonces escucho unas personas hablando de ir a investigar un castillo, iré a ver el distrito... más tarde... se acercó en espera de obtener información valiosa, pero fue más grato para él el ser incorporado a la expedición.