Partida Rol por web

  El guerrero no se lo creía. Aquella había sido una labor titánica, sobretodo por parte de la maga. Tulkas se sentía en parte orgulloso de ella, aquella chica que había conocido hace poco, escondida y miedosa, había superado sus miedo y logrado dominar un complejo hechizo para cerrar aquel portal, era digno de admiración. Pero tal hazaña había dejado a la chica exhusta.

  Tulkas corrió hacia ella y la cargó a su espalda.

  -Lo has hecho bien... realmente bien.-

  Acto seguido se dirijió de vuelta a la ventana por la que habían entrado, esperando que en el exterior aún lloviera o al menos pudieran respirar un aire menos viciado. Una vez allí ya no corrían peligro, por lo que el guerrero tomó el emblema de las Garras del Dragón que había prestado a Pherbe y se dispuso a activar la teletransportación para regresar a casa.

  -La misión por fin ha sido completada.-

Un exhausto Tulkas, con Pherbe entre sus brazos, aparecieron en la estatua del árbol con tentaculos de Abrazo del Dragón. El olor a carbón y ceniza aún inundaba la nariz del guerrero, embotandola. Tanto que no reparo inmediatamente en que allí, en la ciudad, la lluvia no caia.

Tulkas entonces, tras todo lo pasado, tras la perdida de su compeñera, Sera, tras haber salvado a Abrazo de Dragón de la amenaza de ese portal del infierno, sonrio, con lagrimas en los ojos, pues el dolor era reciente, pero al mismo tiempo, allí estaba, con Pherbe en sus brazos, despues de todo... la habían salvado.