Habéis vuelto a la Sala Blanca.
Salir por la puerta de metal
Las arcadas y los mareos fueron el indicativo de que su misión había finalizado y en aquella ocasión con éxito, gracias al temple de Alexander, Isabel al parpadear varias veces, una vez repuesta del "viaje" miró a su compañero con una amplia sonrisa.
- ¡LO HAS CONSEGUIDO!- lo abrazó con efusividad para después separarse rápidamente con un ligero sonrojo, no estaba bien esas cosas entre compañeros de trabajo. Entonces para desviar la atención puso los brazos en jarras y miró a su alrededor.
- Parece que ya no hay más objetos... una lástima haber fallado con los piratas y en el lejano oeste...- se encogió de hombros- en fin, sólo nos queda cruzar la puerta ¿vamos?- tendió la mano para coger la de su compañero y pasar el umbral juntos.
El fin llego nuevamente mientras Alexander tenía a Isabel en sus brazos. Al despertar, la habitación blanca nuevamente inundo la visión de los agentes.
La mesa esta vez vacía solo dejaba una opción posible, la puerta les esperaba y con aquello ¿llegaría realmente el fin? era una pregunta más en espera de respuesta.
Lo hemos dado todo, y eso es lo que importa. Vayamos
Dijo Alexander mientras tomaba su mano y abrían la blanca puerta.