Una vez en pie, pero haciéndoos aun a la verticalidad, con las piernas poco recias, y apoyados en la espalda, escucháis a Merlín. Esta vez os suena más dulce que antes, dulce, todo lo dulce que puede ser Merlín, osease entre poco y nada.
Bene est, la tarea esta conclusa.
Obviando vuestros jadeos, fatiga y ensangramientos variados, rojo propio, y verde ajeno, Merlín os muestra tras sus ropajes, una espada. Os parece más grande que la vuestra. Asemeja un brillo como el que deja el rocio de la mañana. En verdad dan ganas de tocarla y empuñarla.
“ Aquesta espada llamase Excalibur, y es hecha por Diosas para ser empuñada por hombres capaces.”
Dicho lo cual, la levanta satisfecho y orgulloso, mostrándola al aire y al sol, y consiguiendo un brillo que casi deslumbra. Magnifica y gloriosa escena.
Por un instante pareció caer Merlín en un embelesamiento con y por la espada. No le culpáis pues la estampa es grandiosa.
No quiso el Archidruida que os envelaseis vosotros también con la contemplación de ese artefacto, pues raudo la tapó con un trapo viejo, y la escondió entre sus ropas.
Antes de proseguir la marcha, y casi de manera casual y olvidadiza, accede el druida a echar un vistazo a las heridas padecidas.
“Pero antes tumbarsus et echemos un poco de atención a esas heridas, pues aun sin ser graves siguen sangrantes”
Procedió el druida a hurgar en vuestras heridas y a proferir idénticos cantos y oraciones que en situaciones previas, también en esta ocasión cosechando un magnífico resultado, puesto que parecían sanadas, y si supuraban algo, no era sangre lo que brotaba de ellas, más bien un algo de agua, pero poca cosa.
¿ quereis rolear algo?
Impresionado aún por la visión de la hoja Excalibur y dejando a Merlín actuar sobre mis cuantiosas heridas, le comento a Gwilherm sin atreverme a hablarle al druida directamente. Forjada por diosas y con litros de sangre... Estamos padeciendo aquí más que batallando con los sajones, primo. Sonrío fruto del nerviosismo. Decidle vos al druida del Rey que ya que tiene su espada va siendo hora de que nos devuelva a nuestro mundo. Quisiera morir en Britannia y no en este lugar a manos de criaturas salidas del averno... Pasamos de gigantes a enanos y todos nos muelen, poca gloria y muchas miserias es lo que este mundo faérico nos está deparando. No sé muy bien si Merlín se burla de nosotros o es que yo me temo su próxima desaparición como anticipo de más dolor.
Mucho tenía que digerir Gwilherm tras todo lo ocurrido. Y mientras su cabeza iba recomponiendo las imágenes de todo lo acontecido, se recostó sobre su espalda. Aún jadeante, el mago les mostraba una espada, aún con la parsimonia con la que se les dirigía al Señor de Mladeroi le costaba seguirle el ritmo. Estar ante las puertas de la muerte o incluso haberlas sobrepasado y regresado, no era algo habitual en su día a día.
_ Esperad, esperad un poco... ¿Cómo que la tarea esta conclusa? ¿qué se supone que debíamos hacer, dejarnos apalear, morder y recubrir de excrecencias por viles criaturas, mientras recorremos milllas por quién sabe dónde? ¿Para qué? Para vernos sangrar, para escuchar como se nos quebraban lo huesos, para observar como nuestras almas eran recibidas por Santa María, Madre de Dios y regocijaros cuando nos alejáis de su cálido manto. ¿qué sentido ha tenido todo esto? Y dices, "la tarea está conclusa"... JA!! Más bien, vuestros degenerados gustos han sido satisfechos._ Aún desorientado, Gwilherm reprimió con severidad al druida. Pues grandes penurias habían sufrido y pocas explicaciones habían obtenido.
_ Así que, desembuchad. No creáis que por mostrarnos una espada, por magnífica que sea su manufactura, vayamos a volver a acatar vuestras órdenes sin una debida aclaración de todo lo sucedido. Es más, ¿siempre la habéis llevado encima o es que a caso nos habéis usado de carnada para desaparecer en cada combate en busca de esa Clastibur?
Sin duda, Gwilherm estaba muy cansado y confuso, todo su mundo tal y como lo había conocido, su fé, su vida había sido alterada. Nunca un sueño había sido tan real, tan doloroso. Nunca podría haber imaginado tales criaturas, por lo que ese mundo feérico debía ser real... Y si lo fuese, todo lo que le habían enseñado sobre las enseñanzas de Cristo, sobre las escrituras de los apóstoles y los santos, dónde quedaban? Mentiras? A caso, era posible la coexistencia de ambos mundos? Por qué el Todopoderoso habría creado un mundo paralelo y no darlo a conocer? A caso, estaban en el Infierno o en las tierras del Purgatorio? Es posible, que por tan sólo estar aquí, ya sea pecado capital?...
Non veo la vuestra muerte aun Sir Walter de Lickey Hill, salvo que con vuestras impertinencias et caprichos la acelereis en demasia. Saldremos del mundo feerico cuando yo diga que tengamos que salir.
Et agora sus digo, que salgamos pues.
El mago miró a Sir Gwilherm de Malderoi, parece como que lo fuese a ignorar. No obstante acertó a decirle estas palabras.
Habeis perdido una magnifica ocasión de estar callando
Por si no habia quedado claro, vuestras heridas las de antes y las de ahora no os duelen y tampoco os hacen sangrar. Sentis el dolor en los huesos de los golpes, y de los excesos de la batalla, pero no hace mucho, habeis estado peor, y podeis marchar sin dificultad.
Digo lo de marchar, porque el mago no os ha pedido consentimiento para hacerlo. Nunca lo hace y ahora tampoco. Ha preferido arrancar el solo , dando por echo que le seguiriais, y dadas las circunstancias, no se me ocurre otra cosa más juiciosa que podais hacer.
Desanidasteis el camino, siguiendo los pasos de Merlín, pasos que parecían menos apresurados que antes. No obstante, no lograbais poneros a su par, ni él tenía interés en que lograrais caminar junto a él.
No hubo en esta ocasión laderas que desandar, ni prados verdes con monolitos en ellos, puesto que aunque girasteis sobre vuestros pasos, no pisasteis ninguno de los parajes que antes habíais recorrido.
Esta vez solo recorreríais bosques de árboles, arboles tupidos, bien cargados de ramaje y hojas, y en gran número. Árboles, árboles y más árboles. Afortunadamente las heridas ni dolían ni sangraban.
Al final tanta arboleda, desemboco en un claro, y este a su vez en un sendero, en el que unos días antes habíais descubierto al viejo misterioso que resultó ser Merlín el Archidruida.
Parecía claro pensar, que vuestro paseo por el mundo feérico había concluido.
Hacedme una trada de CON.
Motivo: Con
Tirada: 1d20
Dificultad: 12-
Resultado: 3 (Exito) [3]
Aunque la heridas no parecían ser lo dolorosas que debiesen la experiencia no estaba siendo, ni honorobla ni grata. Así que mi malhumor para con el hombre que nos guiaba cada hora era más oscuro. Hasta el punto de murmurar en alguna ocasión en voz alta: Druidas... yo sirvo a mi Rey. Sabed mi buen primo Gwilherm, que insolente o no, soy leal a mi Rey hasta la tumba, y si me encuentro aquí siguiendo a este druida es porque goza del reconocimiento de Uther. Si no fuese así... bueno, y que no me ha pasado por la cabeza dejaros a vuestra suerte con semejante personalidad. Si esto es una especie de prueba, me parece que no voy muy bien encaminado a pasarla...
Y en eso llegamos a ese claro, y el druida se detiene.
Motivo: con
Tirada: 1d20
Dificultad: 15-
Resultado: 20 (Fracaso) [20]
joe con los 20s estoy on fire...
Ambos caballeros, salieron del mundo feerico, o eso pensaron ellos. Asi lo pensaron porque de buenas a primeras empezaron a sentir cierto malestar. No sintieron incomodidad parecida al entrar a ese mundo mágico, pero parece que al salir si que se notaba el choque.
Sir Gwilherm de Malderoi, apenas necesito unos segundos para acondicionar su cuerpo, mente y alma. Lo hizo doblandose sobre sus rodillas y resoplando un par de veces. Notó pues el caballero, una jaqueca intensa, y otro dolor no más ligero en las tripas. Afortunadamente, tras sentirse mareado unos segundos, pudo recuperar la verticalidad y seguir la marcha. Marcha, que estaba parada, puesto qeu Merlin, que algo barruntaba, quedose mirandoos pacientemente.
No corrió mejor suerte el otro caballero. Mas bien al contrario, puesto que Sir Walter de Lickey Hill, noto y no poco el cambio de esfera, mundo o como demonios expresasen los feericos, el salto de un mundo al otro.
El caballero sintio una punzada en su cabezota de caballero. Con gusto se hubiera quitado el yelmo que lo ahogaba, pero no pudo debido a los dolores de estomago que sufrió tras la jaqueca.
De no ser por la paternal intervencion de Merlin que acertó a quitarle el casco, nuestro caballero, se hubiera ahogado en su propio vomito.
Al parecer este caballero, necesitaba un poco más de aire que el otro para volver a la normalidad.
Sir Walter de Lickey Hill: el malestar padecido te hace perder 1d4 puntos de vida( puedes tirar), que no se recuperaran de tu total de puntos de vida, hasta que te diga lo contrario.
Resumen de gloria de esta escena: la lucha contra los bichejos verdes feericos.
Sir Gwilherm de Malderoi:
aciertos 9x10= 90
QUIRURGIA/MUERTE 25
BICHEJOS VERDES AJUSTICIADOS 9D10
TOTAL 157
Sir Walter de Lickey Hill
aciertos 5x10= 50
QUIRURGIA/MUERTE 25
BICHEJOS VERDES AJUSTICIADOS 5D10
TOTAL 101
Una vez más, el sabio Merlín me salva morir ahogado pero no puede evitar que me muera del bochorno que me produce la vergüenza de casi asfixiarme en mis propios vómitos... menuda aventura, vive Dios.
Motivo: Pv
Tirada: 1d4
Resultado: 1 [1]
Motivo: gloria
Tirada: 5d10
Resultado: 10, 1, 6, 6, 3 (Suma: 26)
me resto 1 pv del maximo, pero aclárame cuántos tenemos a regresar a este mundo.
gloria: 50+25+26= 101
Motivo: Gloría
Tirada: 9d10
Resultado: 42 [6, 1, 3, 3, 4, 5, 10, 2, 8]
90+25+42=157