Partida Rol por web

......El camino antes llano,  pica ahora cuesta arriba. No obstante esto no merma el ritmo ligero de Merlín. El paisaje sigue siendo verde, con arbustos bajos y poca arboleda, y más pedregoso de lo que os gustaría caminar.

El camino siguió hacia arriba, áspero e incómodo de caminar, hasta que el buen paso del Archidruida ha dado con el final de la subida. Mirando atrás  desde lo alto, no veis rastro de vuestra compañía, y tampoco contempláis esas piedras y baches que vuestros doloridos pies bien que han sentido. Cosas del mundo feérico, pensáis. Con buen criterio, tenéis la seguridad de que lo que os esperará a partir de ahora os debe preocupar más que unas cuantas ásperas piedras.

Os halláis ahora en una explanada de yerba. La yerba parece cuidada, pues se ve corta y uniforme. Lo que también veis es que el tapiz alfombrado de yerba verde sobre el que os halláis los tres, muestra más allá trozos ennegrecidos, como quemados o podridos.

Despistados, fijándoos en la hierba, casi no reparáis en un pedrusco, más bien roca y no pequeña, que se halla poco más adelante.

• Tirad por conocimiento popular. 
• Y  una segunda vez, por religión, conocimiento feérico o conoc. Popular.

Sir Gwilherm de Malderoi, lo tiene claro:

 La hierba parece cortada recién, pero ha debido de ser alguien con una enorme destreza y maestría, por parecer muy corta y uniforme. No sabes mucho de yerba, sin duda menos que tu caballo, pero los cachos negros te hacen pensar que han sido quemados, abrasados. No es que esté podrida, esta quemada.

Ademas la piedra es enorme y tiene pinta de pensar muchisimo, suena a un buen monton de aldeanos para moverla.

No parece el Archidruida muy partidario de que os embeleséis en esos asuntos, ni tampoco hay atisbo de que quiera disiparos dudas. Más bien asoma tensión, preocupación y alerta en su mirar. Seguís parados, pues Merlín está parado.

Mientras intentáis haceros al paraje, y dejar a un lado las preguntas que asolan vuestra mente, de normal juiciosa, Merlín se sobresalta, y con él vosotros.

Os señala un punto a vuestro oeste, en el que no veis nada, y con un categórico “Allí”, se esconde tras vosotros, y os apremia a que uséis las armas. El problema es que no veis nada allí, algo que enfada a Merlín, que no cesa en apremiaros.

Ante la alarma de Merlín encaro espada en mano la dirección que indica. Durante unos instantes espero que alguien surja de la nada. Incluso me pregunto si se tratará de algún ser mágico, por lo que reuno toda mi resolución por lo que pueda aparecer. Con los dientes apretados no consigo ver nada más allá. La insistencia de Merlín logra sacarme de mis casillas. Con la mirada perpleja, pero sin apratarla del lugar que indica el mago, por encima de mi hombro le susurro a Gwilherm:

-Primo, ¿logras ver algo ahí? no sé qué demonios nos señala pero temo contradecirle. Estos druidas ven más allá que nuestros ojos... dicen.

Reanudo mis esfuerzos en detectar la presencia acerca de la que nos está alertando.

La preocupación invade a Sir Gwilherm, tal vez por no ser capaz de ver la amenaza que se presenta ante ellos o por ver como el gran hechicero se escuda tras ellos.

Siempre le gustó conocer a su adversario antes de entablar un combate, y la incertidumbre y la insólita manera que les había llevado hasta esta situación, no hay más que invadir el cuerpo del caballero en incertidumbre y dudas. Pero pronto las respuestas se presentarían ante ellos.

_ Mantén alto el escudo y prepárate para cualquier cosa, pues estas marcas en la hierba son quemaduras y no sabemos a qué o quién las provocó. _ Le comunicó a su primo, tras darse cuenta de las marcas.

_ Parece que esta vez, tendremos una buena historia que contar... _ Zanjó con una leve sonrisa que dirigió a Walter.

Señor, no hace mucho que te recé pero nos abandones ahora, deja que tu siervo viva un día más para serte útil. Vos me habéis traído hasta aquí, entre paganos que profesan artes oscuras y blasfemas. Dame templanza y valor. Amén.

Y poniéndose a la diestras de Walter, adelantó la pierna del escudo en una pose semiflexionada para resistir cualquier embiste, esperando el ataque del siniestro enemigo.

RESUMEN DE UN PARON EN EL CAMINO

Sir Gwilherm de Malderoi +16 GLORIA MARCA EN CONOC. POPULAR.