Partida Rol por web

Astérope

Segundo día

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14/12/2020, 22:38
Bediviere Lafayette

Bediviere escuchó atentamente, perdiéndose su mirada tan solo cuando Nikita y Adam contaban aquella parte del relato que ella ya conocía, para llenar de nuevo su copa de vino blanco fresco y mojarse los labios, suspirando, al escuchar la petición de Adam y recordar con ello, la discusión que había presenciado entre este y sus padres. Frunció ligeramente el ceño, indignada, y a falta de un cigarro, tomó entre los dedos el porro que había liado Bryony, dando una profunda calada y exhalando despacio- Yo también he pensado lo mismo... Que esa recomposición podría estar relacionada con todo ese tema. Que podía haberse activado esta mañana, tras el anuncio de la venida de las hadas. -confesó, llevándose una mano al pelo mientras pasaba el cigarro a quien tuviese intención de agarrarlo, y dedicando una breve sonrisa socarrona a Nikita, al escuchar su comentario sobre el profesor Vicassy, entornando ligeramente los ojos, mientras le daba suavemente con el codo- Deberías llevarte la palanca, para negociar con el eso de leer sus libros.-sugirió, no exenta de cierta malicia, encogiéndose de hombros, antes de volver a prestar atención a Ingvild y a Bryony.

Yo entré en la F.E.E porque encontré un folleto. -comentó, pensativa- Y ya no sé hasta qué punto pensar que eso ha sido decisión mia, o que más bien alguien lo dejó a propósito a mi alcance.-elucubró, con un suspiro entrecortado, posando las pupilas sobre las imágenes de la cámara.

Oid, en ese cuño...-dijo, señalando hacia la pantalla - ¿No os parece que eso es un ojo? Como el del anillo de Branwen, o el de los cadáveres.

Notas de juego

Señala el cuño de la foto. 

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15/12/2020, 10:30
Nikita Pontecorvo

Cada jadeo de Bediviere, cada beso, mirada, caricia y cada roce estrecho y profundo con su sexo, enajenaban más y más a Nikita. Apretaba su carne firme con deleite, se emborrachaba con su olor y sus besos. Ella lo hizo detenerse solo para incorporarse y montar su regazo. La vio moverse encima de él codiciosa, buscando mayor contacto y presión y dejó guiar su mano para ayudar sujetándola como ella pedía y abrazarla firme contra él. La oyó suplicar que no la soltara —o a súplica le sonó su tomo arrebatador— y la sostuvo con firmeza mientras la veía arquearse y suspirar. Supo que aquella imagen le quedaría grabada para siempre mientras ella volvía a perderse en su boca. Nikita la sujetó obediente, sosteniéndola con fuerza hacia sí con una mano, mientras la otra volvía a buscar su pecho para acariciar su pezón erecto que sentía eléctrico mientras dibujaba círculos sobre él con el roce suave de las yemas de sus dedos.

Se sintió feliz de saber que podía abandonarse y en ese momento hasta sus pensamientos se hicieron erráticos desvaneciéndose difuminados por las sensaciones y la presencia todoabarcante de Bediviere. En ese instante no parecía existir nada más.

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15/12/2020, 12:41
Adam Dyer

Las horas iban pasando pesadas. La conversación deambulaba al terreno que, por otro lado, mejor le sentaba. Y es que la especulación libre era el mejor de los caminos para tratar de tragarse todo aquello. No había ni un átomo de duda sobre lo que unos y otros contaban acerca de sus experiencias paranormales de aquella noche pero la intención deliberada de que todo tuviese un hilo conductor oculto pero visible que amarrase acontecimientos pasados, presentes y futuros así como personas de las cuatro esquinas del mundo, resultaba un tanto naif.

Adam luchaba contra sí mismo. Contra su cansancio y su propia oscuridad. Sus precedentes y sus últimos descubrimientos. Contra su yo oculto. El cuello le empezaba a doler y aquella postura de espalda recta y mirada predispuesta a asumir la información que le traían las chicas, se había convertido en un reducto parecido al Voldemort que Colagusano echa al caldero antes de recuperar su malvada magnificencia.

Las palabras de Bryony acerca de su no-ombligo le sacaron de su ensalmo tanto que casi pareció que daba un respingo. Fue entonces cuando notó el dulzón aroma de la marihuana y, aunque se le antojó, decidió no reclamar para sí el petardo que ya rulaba por la sala. Eso le daría aún más y más sueño y dormir no estaba en sus planes mientras pudiera evitarlo. Bastante era con que Nikita hubiera sufrido el envite del Capitán Tentáculo como para repetir el episodio en presencia de las demás. 

Casi sin fuerzas, Adam se doblegó a la petición de Bryony. Se echo de forma transversal en el sofá, dejando caer los pies por el lateral del mismo y esperó pacientemente a que la curiosa inglesa hiciese su examen. Se levantó la camiseta que le había prestado Nikita y esperó pacientemente.

La conversación llegaba a él como a retazos. Sus propios pensamientos eran potentes pero sus sentidos estaban adormecidos. Sin embargo, allí mientras miraba el techo con la tripa al aire, una de las ideas que se pusieron sobre la mesa detonó una respuesta en la parcela de la mente de Adam dedicada al arte de la elucubración.

¿Y si somos nosotros? —preguntó al aire mientras levantaba levemente la cabeza del sofá. —Ya lo dijo Joana. La Yumeko tiene varias décadas de vida... el juguetito nuevo no es la máquina en cuestión. Si no nosotros. Lo que quiero decir es... ¿y si esta cantidad de episodios se están dando porque la F.E.E. ha acumulado en un mismo lugar a prácticamente un centenar de personas de todo el mundo con contactos con "el otro lado"? A ver... mis visiones... mis sensaciones y movidas me han acompañado toda la vida. Pero desde que llegué aquí a Astérope es como que todo sucede más y más a menudo. Y cuando Nikita se quedó a dormir en mi cuarto del Colegio Mayor, lo que fuera que hubiese dentro de mí, fue capaz de romper la barrera entre el sueño y la realidad. Cobró mayor fuerza al estar los dos juntos. Bry e Ingvild han sido capaces de viajar seis años en el futuro. Las percepciones de Bediviere son más fuertes aquí... ¿no? ¿Y si están intentando crear una especie de "tormenta perfecta" de movidas paranormales juntando a todas las personas-antena que hay en el mundo aquí?

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15/12/2020, 14:22
Bediviere Lafayette

Y así, aferrada por la mano determinada de Nikita, que la sostenía como quien aferra a un junco que pretende hacer cara al viento, Bediviere se meció. Se meció contra él, y con él, como lo harían las olas del mar. Ese mismo mar que susurraba, rompiéndose una y otra vez contra la costa, a lo lejos.

Se abandonó, sumergiéndose en la vertiginosa corriente de aquella intimidad estrecha y compartida, gimiendo, en su boca, y contra su cuello, al besar sus labios, y buscar de nuevo aquella marca de tinta en forma de cruz que yacía bajo su oreja, notando cómo su vientre ardía y se encogía, con cada roce de sus manos y de su boca, con cada vaivén.

El viento silbaba contra su piel, erizándola, meciendo su pelo al mismo tiempo que sus pupilas lo buscaban, tensándose su cuerpo, hundiéndose sus dedos sobre la piel- Nikita…-musitó, con la voz estremecida, tras lo que podría haber sido un instante perdida en sus ojos, o quizá una eternidad, cruzando las piernas tras él mientras el oleaje arreciaba, convirtiéndose la corriente y aquel suave oleaje en un mar de fondo que la arrastraba, sintiéndose al borde de un precipicio  ante el cual no deseaba echarse atrás.

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15/12/2020, 20:14
Nikita Pontecorvo

Hubo algo en la visión de Bediviere, en su piel radiante y sonrosada, el pelo agitado por el viento y el brillo febril de sus pupilas, que impresionó profundamente a Nikita. Se sentía frente a una muchacha hermosa y apasionada que arrebataba aquel momento a su tristeza, que tan cerca de él estaba en tantos aspectos que más intuían aún que conocían y a la que sentía el instinto de proteger, y al mismo tiempo frente a algo enigmático e indescifrable. Había sido así en el campo de amapolas, aunque en aquel momento fue más una idea que una impresión, cuando imaginó que la fuerza que allí habitaba había tomado la forma de una mujer para poder hablarle, llamarle por su nombre e invitarle a pasar. Y después, una vez frente a ella, pudo escuchar su voz. Su verdadera voz.

Ahora ella le miraba y dijo su nombre. Y Nikita sintió como si pudiera escucharla, no a través de sus implantes, ni del aire, ni en su cerebro, sino como si la vibración entrara ardiente directa a sus entrañas. Notó los músculos de la chica tensarse al igual que los suyos, sus dedos apretarle con más fuerza y aquella mirada en la que podía perderse empezaba a parecer también perdida. Sintió que se aferraba a él completamente y él se abandonó en su agarre como si se soltara del resto del mundo. Ondas de placer se arremolinaban desde sus miembros para concentrarse en su vientre y lanzarlo directamente a un orgasmo intenso, prolongado, que le hizo temblar preso de pequeños espasmos. Y así se quedó, jadeando como si necesitara respirar todo el aire en el mundo, aferrado a las caderas de Bediviere.

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15/12/2020, 21:08
Ingvild Hoem

—¡Oye, sí! —afirmó Ingvild ante la intervención de Bediviere. Sin siquiera pensarlo, dió vuelta físicamente la laptop en una manera pre-digital de girar una imágen— Sí, tía, tienes razón. Definitivamente es un ojo. Aunque no se parece mucho al ojo de Branwen. Mirad —expuso el ordenador de Nikita de manera vertical al resto del grupo.

Continuó analizando la imagen conforme Adam exponía su teoría. El chico parecía más bien resignado a una nueva ronda de exploraciones por parte de Bryony.

—Hmm —valoró con la mirada clavada en las imágenes, en respuesta tanto a su análisis visual como a la teorías del canadiense— ¿Oye y no habéis pensado en lanzarles una piedra o algo así? A los cadáveres —por supuesto, ella jamás haría tal cosa, pero una siempre resulta más valiente en la teoría— Yo también creo que seamos nosotros. O al menos algunos de nosotros. No sé, yo no creo... zoom, zoom, zoom— Yo me inscribí a Astérope por voluntad propia, sin influencia de nadie —o eso quería pensar— Como Bediviere. Tal vez he viajado en el tiempo sólo porque estaba en compañía de Bryony, y ella ya había... —dejó la frase en el aire, mirando de soslayo a la inglesa— Quiero decir, yo ya estaba en la biblioteca antes de que Bry llegara, y hasta entonces no noté nada raro.

Sonrió un tanto aliviada ante aquella idea, aunque pronto recompuso un semblante más serio al darse cuenta que estaba siendo un tanto egoísta. Tras unos breves minutos más de inspección, dejó el ordenador sobre la mesa y comenzó a pasar las fotografías, o la evidencia visual, como gustaba de llamarla en su rubro.

—Las pinturas son mediocres —afirmó chasqueando la lengua— Y no es sólo el estilo, sino el tema lo que me lleva a afirmar lo de barroco. La insoportable levedad del ser. Vanitas. La futilidad del placer, la certeza de la muerte. Como si fuera una danza macabra, vamos. Más próximo al "más aca" que al "más allá".

Pasó a la siguiente fotografía.

—Los objetos parecen auténticos, atlantes. Pero las pinturas no tienen más de un siglo, a mi juicio. Además, no coinciden con lo que sabemos de los atlantes. Jamás se han encontrado enterramientos espectaculares en sus asentamientos. Sólo asentamientos en el desierto, con cádaveres preservados por la sal. Nada de cámaras mortuorias, momias ni tesoros.  Nada de Egipto ni de Indiana Jones —la imágen de Nikita con el sombrero volvió a asaltarle en la imaginación. Reprimió una sonrisa. 

Click. Siguiente fotografía.

—Quiero decir, no hay evidencias serias  —matizó poniéndole comillas a la última palabra con los dedos de ambas manos— Tal vez alguno de vosotros habéis oído hablar de la "Ciudad de los Muertos". Pero me voy por las ramas. Lo que quiero decir es que no se han encontrado tumbas ni monumentos funerarios que no fueran unos pequeños altares para el "culto de los antepasados". Estos altares están siempre presentes en todas las casas Atlantes. La postura tradicional entre los historiadores del arte antiguo es que las marismas de Astérope han degradado las tumbas, a diferencia de lo que ocurre, digamos, en Egipto. Diferentes condiciones climáticas. Sin embargo es extraño que nadie jamás haya dado al menos con algún vestigio de su existencia. Pero no se puede descartar. Como los códices maya, única prueba de una escritura independiente a la de Eurasia. La mayoría fueron quemados por los conquistadores, pero tres  o cuatro se preservan en museos, en un estado deplorable. Ningún otro explorador ha encontrado otro entre las cientos de pirámides abandonadas de Guatemala o México. Seguramente se han descompuesto por el material del papel y por el clima.

Se encogió de hombros.

—Y luego está lo de la "Ciudad de los Muertos". No lo encontraréis en los libros de texto. Es una teoría tan ridiculizada en la academia que hasta siento reparos en llamarla teoría. Pero en vista de lo que ha ocurrido... —se aclaró la garganta para luego coger el porro que le ofrecía Bediviere y darle una honda calda— Algunos textos en lenguas extranjeras la mencionan. Postulan la existencia de una monumental ciudad, que debía permanecer hundida en la marisma, y en la que todo atlante pudiente era llevado para morir. La "Ciudad de los Muertos" —repitió, alejando la vista de la pantalla para observar a sus compañeros— La verdad, jamás entenderé como nadie ha filmado una película o escrito ficción al respecto. Es ciertamente un tema fascinante.

Ingvild sabía que a veces las teorías más disparatadas, las más ridiculizadas por la ciencia o la academia acababan por ser ciertas. La cámara que conservaba en su habitación era prueba de ello.

Notas de juego

Edit sugerido por Cusa:

Ingvild se refiere a que lo único del siglo pasado son las pinturas de las paredes. El resto de objetos que salen en las fotos parecen auténticos, atlantes.

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15/12/2020, 21:46
Bryony J. White

Bry asintió con la cabeza a la petición de Ingvild y se puso a liar un porro mientras la escuchaba. Asintió otra vez cuando habló de la inquisición chunga.

—Venían a por nosotras, sí —confirmó, sin titubeo alguno—. Sabían nuestros nombres y que estábamos ahí.  Que no éramos de ese tiempo. Todo.

Y luego dio un par de caladas y se lo pasó a Bediviere. Ladeó la cabeza para mirar el dibujo y entornó un ojo.

—Si lo tumbas es un ojo. De pie parece una vagina de la que nace el mundo. Y eso es un gato y eso otro ¿una campana?

En cuanto Adam aceptó y se levantó la camiseta, se centró en él. De todos los relatos de esa noche, el suyo era el que más la había impactado, quizá por lo visual que le parecía la imagen de esa criatura que era él mismo. Así que se arrodilló en el suelo junto al sofá y se acercó para observar su piel de cerca, minuciosamente. Pasó los dedos por la tripa lisa, palpando con cuidado en busca de alguna protuberancia o concavidad. Y al final inclinó la cabeza hasta poner la oreja en su tripa. No tenía muy claro lo que estaba haciendo ni lo que esperaba conseguir, pero según se le ocurrió hacerlo, lo hizo sin darle más vueltas. 

Aunque para entonces Ingvild había seguido hablando y con aquella mirada de soslayo, Bryony enderezó el cuello y contuvo la respiración por un instante. Fue solo un segundo, en el que mantuvo los ojos alerta sobre la noruega, y enseguida relajó el cuello de nuevo para seguir escuchando con una oreja las tripas de Adam y con la otra todas las cosas interesantes que estaba contando Ingvild. 

 

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15/12/2020, 21:55
Bediviere Lafayette

Bediviere saltaba, hacia el abismo que se adivinaba tras aquel precipicio, aferrada a él mientras el paroxismo de su propio orgasmo la llevaba a encogerse y temblar contra su pecho, apretándolo contra ella, como si en medio de aquella marea necesitase su ancla, para no terminar de perderse, definitivamente. Lo abrazaba con sus gráciles brazos. Lo abrazaba con sus piernas, que lo apremiaban para que se mantuviese enterrado en las profundidades de su cuerpo. Y lo abrazaba con su sexo, que como ferviente amante agradecido se estrechaba en torno a él, percibiendo su rigidez, y el palpitar que ocasionaba el derramamiento extásico de su esperma, ardiente en sus entrañas.

Cerró los ojos, barrida, fugada de si misma, colmada, inspirando su aroma, una vez más. Para cuando sus pupilas volvieron a encontrarlo, su propia mirada era un mar oscuro en calma, aún impregnado por el aire húmedo del temporal. Su expresión, era la de un náufrago incapaz de hablar, mientras apoyaba la mejilla contra su hombro, permaneciendo en un silencio tan sólo roto por su profunda respiración entrecortada. 

 

 

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15/12/2020, 22:13
Branwen Glyndwr

Recibió con un asentimiento, las enfáticas palabras de Bedeviere y, sobre todo, de Nikita. Mientras por sus manos pasaba el retrato perfecto de lo que Ingvild y Bryony se encontraron, escuchó atentamente las descripciones de los acontecimientos que envolvieran, las horas antes, a la Americana, Adam y Nikita. 

Su gesto se afiló ante estampa en la que por fin apareció un mellizo de su propio anillo, que explicaba las anteriores miradas, descrito con milimétrica precisión quirúrgica que ciertamente apreció. No pudo evitar, echar un nuevo vistazo a la joya en su dedo con ceño crítico. Esto puede ser tantas cosas...

La parte de Adam la puso en el recuerdo de la primera aventura de Tiffany Dolorido y, sobre todo, como despertarlo lo había traído de vuelta. Ahora estaba en el sofá tumbado con aire ¿sexy? dejándose inspeccionar por la intrépida inglesa y mostrando su inmaculado vientre liso (bueno fibroso, ya sabéis, se tenía que ser puntillosa en el detalle) preguntando si el catalizador eran ellos allí reunidos. 

Extrañaba verlo tan plácido y se dijo que no era verdad. Que por dentro debía tenerlos como escarpias y que dormir le daba tanto miedo como a ella ponerse a cien. Lo que veía, debía ser agotamiento. No solo por el insomnio.

Había estudiado con interés las fotografías. Claro como el sol, que se detuvo mucho más en las formas furtivas que regaban de ¿escritura? los muros de aquella cripta, que se le aparecieron tan atrayentes como los códigos de color, que Ingvild no había podido transcribir, de la presencia en la biblioteca. Como si no te gustaran los códigos con locura no hacen más que ponerte unos detrás de otros en las napias. Parece como si lo supieran.

Como había estado mirando el anillo se vio comparando los glifos de uno con los de las fotografías.

Pero eso había sido antes. Entre ceñada y ceñada concentrada, aún se atrevió a comentar lo que pensó de la figura hiperemperifollada - Pues yo también me estaría dando la vuelta en la otra dirección encontrándome a esa - dijo devolviendo la lamina - aunque con tanto visillo no temer arder en un descuido es una locura. ¿Como la esposa de aquel poeta? ¿Cómo era? Vas. No me acuerdo. Los Victorianos se me caen de la memoria.

- Pero sabían dar canguelo y serlo.

Ahora era que el comentario parecía lejano y pequeño cogido debajo de toda la información que estaba erupcionando. Se dijo que lo mejor era respirar y si no funcionaba encender una colilla. 

¿Podían ser aquellos tres momios, hadas? ¿Y las hadas podían ser Atlantes? ¿Cada uno de los seis, no haber acabado allí por casualidad (la casualidad no existe solo la maldita causalidad) si no por un perfecto entramado de jugadas de un colectivo manipulador? ¿U observador y vigilante?

Ingvild tuvo razón, pensó, el ojo de la cripta tenía alguna diferencia que otra con el suyo. La verdad revelada parecía decir el de la pieza fotografiada. Como el letrero del maestro Li el suyo parecía velado levemente. Viendo parcialmente pero concentrado. No lo veo todo, te veo a ti. Con todo lo que le había pasado aquella noche, lo que había dicho, prometido y hecho, lo de un leve defecto de carácter, que antes se le había parecido neblinoso, en ese instante tomaba dimensión, aplicado a sí misma.

La Noruega pareció haberse descorchado en simpatía con lo que debería aguardarle a la botella que había traído con tanto esmero. Iba a reafirmar el acervo de reflexiones de ella y Adam, cuando se quedó tan fascinada con el torrente de palabras que trató de que no patinaran en su memoria. También la fascinó la pose de Bry con la oreja pegada a la piel del Adam. Ahora si. Sexy había perdido sus interrogantes.

Levantó la mirada al techo (¡bien! estuco y pintura baqueteada - ¡lo que necesito! - eso y no carraspear)

- Bien parece que nunca existieron esas tumbas antiguas - se oyó decir - Las de los antepasados. Porque tal vez no las necesitaron. Se fueron.

- No sé que hadas conocéis, pero las que se dicen en mi tierra viven en sitios oblicuos como ese de las marismas, roban niños y gente y todo eso y no tienen alma. 

- Se me antoja que si, que de alguna manera lo que pasa está relacionado con nosotros, como catalizador u otra monserga, no lo sé bien, no pille bien más que estábamos en el centro - hizo una mueca divertida por lo singular de que estuviera contando todo esto mirando hacia la luna del artesonado y por la palabra que iba a pronunciar. ¿Casualidad? ¡Ja! - El Ojo del Huracán. Ese fue el concepto de mi vaticinio.

- Lo que me recuerda. Por cierto - dijo dirigiéndose a Nikita - ¿Tienes un Bol resistente? Tengo que acabar una cosa que viene a cuento. Ya sabes deshacerse de la prueba del delito y todo eso.

- No te voy a mentir, pero del otro lado me parece un búho y lo otro un sello. Pero no es lo mío esto de los símbolos si no me dais más contexto.

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16/12/2020, 10:03
Nikita Pontecorvo

Nikita devolvió la sonrisa a Bediviere cuando la chica bromeó sobre la palanca. Mientras la miraba se preguntó qué pensaría si supiera que aquel objeto tenía ya unas cuantas anécdotas asociadas… E inevitablemente pensó en sus primos Renzo y Giancarlo, coprotagonistas de las mismas. Su rostro volvió a quedar serio y sintió una opresión en el pecho. De pronto los sentía lejanos, pero no en el modo más o menos superficial y en cierta forma deseado con el que quería distanciarse al ir a estudiar al sur y empezar una nueva vida, sino verdaderamente lejos, como si estuvieran a miles de kilómetros o directamente en otro planeta.

Bry habló de su madre, Bediviere de aquel folleto e Ingvild de su propia iniciativa. Nikita pensó que debía aportar igualmente su caso.

Tal vez no hayamos llegado todos a la facultad por causa de otros. Nada de mi entorno me ha traído aquí tampoco. Pero lo que podría no ser casualidad es que nos hayan juntado en un mismo grupo de afinidad que Branwen y Adam—. Después miró a los ojos a Bediviere en un diálogo mudo. Tampoco creía casualidad que los dos hubieran sido asignados al mismo grupo—. Pero entonces no debería ser casual tampoco que Joana sea nuestra tutora. No lo digo por desconfiar de plano de ella, además de que necesitamos alguien que controle de todo esto con quien poder hablar... Pero sí podemos preguntarle abiertamente e intentar que se sincere con nosotros, que nos diga con qué criterio nos han puesto juntos o por qué es nuestra tutora. No es buena la paranoia ni sospechar de todo el mundo —reflexionó tras un momento. Quiso dirigirse a Bry por lo que había dicho de su compañera pero no pudo cruzar su mirada mientras la chica auscultaba las tripas de Adam—, pero sí tener mucho cuidado con quien hablamos, no solo por nuestra seguridad, sino por la de ellos. Esto pinta muy chungo, no debemos implicar a cualquiera.

Los comentarios sobre los símbolos del sello devolvieron su atención a la pantalla del portátil. Asintió mientras contemplaba de nuevo la foto.

Sí que parece un ojo. Y los otros me parecen una mariposa nocturna y el filo de un hacha. Mucha unanimidad no tenemos —comentó con una sonrisa socarrona.

Pero entonces Adam verbalizó lo que rondaba sus pensamientos. Sus palabras le resultaron dolorosas. También él había temido que su presencia hubiera contribuido a lo que pasó. Nunca antes le había ocurrido a Adam algo así, él sin embargo había visto abrirse puertas a otros lugares antes… Miró al muchacho con la pesadumbre reflejada en sus ojos, asintiendo levemente a sus palabras. El canadiense ya había compartido con él la idea de una tormenta perfecta cuando le había comentado aquello de juntar todas sus maldiciones y abrir una puerta al infierno.

Tal vez esa “tormenta” forme parte del “proyecto Manhattan” del que habla Branwen. En todo caso no creo lo que busquen sea un caos juntando simplemente personas a ver qué pasa. Seguro que buscan algo concreto. Yo creo que Trevorrow, por ejemplo, ha de estar en esto porque no puede ser casualidad que se te envíe al lugar en el que está la brea que cubría tu cuerpo de pesadilla. Esa brea, esa casa, de algún modo también tienen que ver contigo y averiguaremos por qué —la mirada de Nikita se hizo algo más dolorosa mientras hablaba a su amigo. Quería decirle cuál era su sospecha pero no podía. ¿Cómo decir algo tan brutal sin tener una base sólida para hacerlo? Con sus elucubraciones tampoco podía siquiera encajar todas las piezas. No era como lanzar hipótesis sobre todo lo demás, especular sobre una persona no es lo mismo que hacerlo sobre un acontecimiento. Respiró hondo y guardó silencio mientras escuchaba las explicaciones de Ingvild.

Le pareció lógico que las pinturas tuvieran cien años, como debían tener las paredes de la casa. Pero allí había un verdadero tesoro de valor incalculable tanto por las piezas atlantes como por los metales preciosos. Estaba claro que los que allí habitaron, si no de tumbas, debían ser asaltadores de palacios.

Tirarles una piedra no, pero me habría gustado prenderle fuego a la casa —dijo con un tono que hacía imposible saber si hablaba en broma o en serio—. Pero quién sabe si sería peor después y sus almas cabreadas nos atormentarían para siempre.

Cuando la chica habló de aquella hipotética Ciudad de los Muertos, Nikita se quedó fascinado. Alucinaba de no haber escuchado algo así jamás. De pronto recordó algo y se volvió hacia Bediviere.

La armadura de Sento… —comentó con el ceño fruncido y mirada concentrada—. Él pensó que podía ser un modo de sacrificio humano, pero ¿y si fuera una forma de enterramiento? ¿Y si en lugar de sarcófagos y cosas así utilizaban armaduras?

Se giró hacia Ingvild para explicarse.

Bediviere tiene un compañero de piso que es arqueólogo. El miércoles almorzamos con él y por curiosidad le pregunté en qué estaba trabajando. Nos contó que parte de su trabajo es como buzo y que hacía poco habían encontrado en la marisma una armadura atlante, de unos cinco mil años de antigüedad. Lo curioso es que no estaba hecha como para poder ser usada en combate, sino que dijo que parecía una jaula para un cuerpo porque no permitía ningún movimiento. La teoría que proponía era que podía ser una forma de sacrificio humano, para ahogar condenados, que era de una fecha cercana al colapso de la civilización y eso podía estar relacionado con ritos de épocas de decadencia y cosas así. Pero tal vez fuera la forma en que enterraban a los muertos en esa ciudad que dices. En su interior no encontraron restos de ningún cadáver, por cierto, a lo mejor al fin y al cabo solo es algo parecido a una estatua hueca, pero dijo que aunque lo hubiera habido sería normal no encontrar nada teniendo en cuenta el tiempo pasado. Sí que sería interesante exponerla a la Yumeko —dijo de pronto recordando el comentario sobre lo mismo que le había hecho en clase a Bediviere—. Y haciendo pirulas así, tal vez, es como la gente desencadena las cosas... —añadió con tono resignado. Porque interesante y sabio desde luego que no tenían por qué ser lo mismo.

Dicho esto miró a Branwen. 

Ahora miraré a ver lo del bol, pero si no, puedes quemarlo en la pila. Pero perdona que te pregunte: dices que lo de que estamos en el ojo del huracán es una especie de intuición tuya, ¿verdad? ¿Y lo de que el proyecto de tu padre tiene que ver con nosotros, con la facultad, la Yumeko y la TEPA… No lo he entendido bien, ¿eso te lo ha dicho él o lo has intuido tú? 

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16/12/2020, 10:35
Adam Dyer

No tengas una erección, tío... haz lo que tengas que hacer, piensa en lo que tengas que pensar: ecuaciones integrales, verbos deponentes en latín, dialectos indígenas canadienses... lo-que-sea. Pero no tengas una erección a escasos treinta centímetros de la cara de Bryony.

Pero no. Claro. La proximidad de Bryony a la cadera del chico, el contacto de la suave piel del rostro de esta con la de su vientre, la ausencia de ropa interior de Adam... todo ello mezclado, empezó a provocar que algo se moviera bajo el pantalón de chándal prestado. Levemente...

Brlgggghh...

Un sonido de tripas moviéndose hizo que el chico se incorporara de un salto. No había cenado nada con lo que aquel ruido tan poco elegante se hizo presente como un trueno sobre el mar en calma. Salvado por la campana de su propio organismo.

Bueno... vale ya. Tampoco es que mi tripa tenga nada del otro mundo. Al menos a simple vista... u oído. De haberlo tenido ya me habría dado cuenta yo... supongo. 

Adam parloteaba rápidamente con una sonrisa nerviosa en los labios y caminando en una postura extraña... medio encorvado... hacia la mesa dónde habían colocado las bebidas. Un gran vaso de agua fue de la jarra al vaso y de este a refrescar mente y cuerpo del canadiense.

Cree, Inuktitut, Ojibwey, Abnaki, Munsee...

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16/12/2020, 17:53
Joana Arraúte

Como si los móviles hubieran despertado de repente les llegaron a la vez varios mensajes.

Uno a Bryony, de Frida, anunciándole que a la fiesta iba a ir un dj conocido en Astérope y unos cuarenta o cincuenta compañeros de su carrera y otras afines. Por indicación de Ángeles -la mujer que limpiaba la casa y hacía la compra- había contratado a un servicio de catering, por lo que:

… No hay que preocuparse demasiado de la intendencia de bebidas, comidas, limpieza y eso… Pero ¿Y lo otro? :-) Has conseguido DROGAS?

Luego le llegó, también a Bryony, otro mensaje WhatsApp. De Ashley.

Sí, claro estoy bien Bryony ¿Pasa algo? Yo no he presentido nara raro ni nada.

A Nikita le llegó un mensaje de su amigo Sharif

Tonco ¿T'ha cap'nhi-ha festa? ¡Jo man'nhtó!*

(*) Tío ¿Este fin de semana hay fiesta? Yo voy de todos modos.

Otro de su hermano Elio:

Vera idica manare capi amb Sharif a tu pavimento demá. Com-he va?*

(*) Vera se apunta a venirse con Sharif a tu piso mañana… ¿Cómo te parece que está la cosa?

 

Y otro de su compañera de piso, Irene.

Stiamo organizzant na festa capavo d'amico hi-he segut invitata na festa organizzata da alumni de primo FEE, per demá. Ti sona una certa Bryony?*

(*) Estamos de fiesta en el piso de una amiga y me acaban de invitar a una fiestuqui que montan unos de primero de la FEE mañana ¿Te suena una tal Bryony?

Luego les llegó a todos un mensaje, en el WhatsApp del grupo de afinidad. Era de Joana.

Seguid los pasos que ponen en este link. La clave es… "¿Qué es lo que le falta a Adam?"

El link conducía a una página que explicaba un método para hacer una videoconferencia en la Dark Web. Nada complejo para Branwen. Tuvo que instalar un navegador compatible con Tor y descubrió entre sus programas una VPN decente. Tras dar varios tumbos llegaron a una página que les pedía "la clave de Joana". Cuando teclearon "ombligo" comenzó una videoconferencia.

Primero un perro de un color indeterminado por el efecto de la falta de luz en la noche se acercó al objetivo de la cámara. Su cara se vio acercándose y luego la imagen se movió pixelada cuando alguien levantó la cámara del suelo y se volvió a estabilizar cuando se enfocó a sí misma y puso en marcha algún tipo de foco. Era Joana. Parecía en un lugar en medio de la nada.

—¡Hola chicos! Ahora me podéis contar qué ha pasado por allí pero contestadme primero a una cosa.

Caminó hacia lo que parecía una casucha o una chatarrería en medio del monte. Apenas había alguna luz. Se acercó a un hombre espigado con ropa un poco roída, una escopeta de caza a la espalda y un pasamontañas y una linterna. El la había adelantado y estaba junto a él. El animal parecía contento. Caminaron juntos y el hombre abrió una verja de metal.

Se empezaron a escuchar gritos guturales de fondo. Sonaba como de alguien que lleva tanto tiempo chillando que se le ha roto la voz.

Llegaron a un árbol que tenía cosas colgadas de las ramas, como monigotes hechos de alambre, palos y tiras de tela o plástico que reflejaba la luz del foco de la cámara. De su tronco habían encadenado por el cuello a una striga.

El ser tenía la cara totalmente desencajada de tan abierta que tenía la boca. Se le habían caído todos los dientes menos los colmillos que por efecto de la retracción de las encías parecían haber crecido. Tenía los ojos saliéndose de las cuencas y hacía el gesto de gritar con absoluta rabia. El efecto del foco en la oscuridad hacía que su gesto rabioso tuviera algo de monólogo ininteligible. Se agarraba a la cadena para tratar de liberarse. El grito se gastó, como si hubiera pasado a un espectro que no podía captar la cámara.

Se escuchó la voz de Joana.

—Ahora decidme… ¿Es ella? Adam… ¿Es ella?

Todos lo intuyeron pero Adam, que había estado más cerca, lo supo con certeza: no, aquella no era la striga que les había atacado en la carretera.

Notas de juego

Ala 

Backup hecho.

Aconsejo leerlo en la Natilla, que aquí junto los post y cosas así :-)

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17/12/2020, 10:21
Adam Dyer

Adam sintió alivio cuando los móviles comenzaron a vibrar. No sin mucha elegancia, pero entre el vaso de agua y el cambio de tercio que sentía que había podido salvar los muebles de su escasa dignidad delante de los demás.

Allí de pie comenzó a olisquear algo poderoso... algo interesante... queso fundido. La pizza enorme que habían traído aún estaba templada y desprendía un aroma difícil de ignorar. Así, mientras unos y otros leían sus interesantes mensajes de sus interesantes amigos que se apuntaban a aquella interesante fiesta que la interesante Bry había organizado... Adam, que de vida social interesante no tenía ni la conocía, tomó un buen pedazo de pizza y empezó a dar cuenta de él con avidez.

Con permiso... —adujo a las propietarias legítimas de aquel manjar.

En ese ínterin llegó el mensaje de Joana... críptico y confuso como de costumbre, pero que Branwen descifró en apenas milisegundos. Los suficientes para instalar una aplicación en el portátil de Nikita y conectarnos por video conferencia con Joana y un tipo que parecía Cocodrilo Dundee.

La profesora empezó a hablar y el plano se abrió. La imagen de la striga cambió de nuevo la cara, el ánimo y el apetito de Adam que se quedó con la boca llena y media porción de pizza en la mano y con una terrible desazón en el alma.

Aquella no era la striga que les había asaltado. Y eso abría la puerta a un sinfín de preguntas a cada cual más perturbadora.

No... —respondió tímidamente. —No es ella, profesora Arraúte. Lo siento.

Evidente era que había más de una, pero, ¿cuántas? ¿Acaso las montañas que rodean Sassaneva están infestadas de ellas? ¿Joana y ese tipo se dedican a... cazarlas? ¿Qué hacen luego con ellas? Sin duda ella estaba sufriendo... aquellos gritos helaban el alma. ¿Por qué había tantas? ¿Realmente tanta gente moría en Astérope que no era enterrada "como es debido" como para que se convierta en esa monstruosidad? Más aún... viéndola allí desvalida, atada y vejada, ¿realmente se podía considerar que eran monstruos?

Sin embargo aquellas cuestiones no sobrepasaron la pizza que Adam intentaba tragarse a pesar de que un nudo se había cerrado en su garganta. Probablemente necesitaría otro vaso de agua.

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17/12/2020, 11:02
Nikita Pontecorvo

Nikita sintió la vibración del móvil en su bolsillo. Era Sharif y su mensaje le hizo esbozar una sonrisa. Pero otro mensaje entró de inmediato y ahí su cara ya cambió. Elio no solo se apuntaba sin más sino que hablaba también de Vera. 

Non me'n scopare1… —bufó mientras leía en la pantalla. Estaba claro que para algunas cosas no bastaba con estar en otro planeta. Luego entró el mensaje de Irene y sonrió de nuevo.

Bry, creo que empiezas a ser una celebridad. Por aquí me pregunta mi compañera de piso si conozco a una certa Bryony. Alguien la ha invitado a tu fiesta mañana… Y desde casa se me apuntan también… ¿Sigue en pie? —preguntó algo confuso un poco a todos.

De la calle, aún con las ventanas cerradas, llegaba el rumor de la vida, de los estudiantes yendo y viniendo en el ajetreado ambiente de un viernes por la noche en Sassaneva. Ellos también debían comer, debían dormir, el lunes habría clase… Y sin embargo era todo tan extraño que le costaba entender que pudiera ser así, que la vida tuviera que continuar normal, al menos en parte. 

La conexión con Joana no disminuyó en absoluto aquella sensación de irrealidad, no sabía ya si hacia la vida normal o hacia todo lo que ocurría. Lo que veían parecía una peli de zombies rodada a lo bruja de Blair pero no lo era, era totalmente auténtico y le flipó ver a su profesora con aquel otro tipo (que casi daba más miedo que la striga y seguramente a él no se le pararía con sal), embarcados en algo que no parecía que les fuera demasiado ajeno. Empezaba a encantarle aquella mujer.

Cuando Adam respondió, Nikita ya temía su respuesta.

La que le ha caído a Joana con nosotros… —susurró. En ese momento, más que resquemor por la paranoia, lo que sentía por ella era pena.

Notas de juego

1. No me jodas, en asteropés.

Edit: solo una frase que sonaba enrevesada.

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17/12/2020, 12:11
Bediviere Lafayette

- ¿Una vagina?- repitió, enarcando un tanto la ceja, observando a continuación en silencio y escuchando a unos y a otros. Contemplando a Bryony y a Adam, percatándose de que durante un instante se había olvidado de respirar, como si esperase, de alguna manera, que fuese a pasar algo. Algo no tan mundano como lo que realmente ocurría, claro.

- Puede que esa gente, la de la casa, jugase con cosas que no debía jugar. Que utilizasen esos objetos, y preparasen una especie de "sala ritual" para conseguir algo. ¿La inmortalidad? Digo, por eso de la insoportable levedad del ser que ha mencionado Ingvild. -dijo, suspirando. Nikita la miraba al hablar, y ella creía entender aquello que parecía querer decirle. Ella ya había mencionado antes cómo los tres ( Adam, Nikita y ella misma ) tenían unas características similares en cuanto a poseer relaciones con el más allá, de una manera u otra- En cuanto a las conspiraciones, y las posibles implicaciones de grupos con intereses que pudieran trascender nuestro conocimiento, iría con cautela. Después de todo, no sabemos a quién podemos acabar tocándole las narices. Y en este mundo, a quien dice algo que no gusta y molesta especialmente, y a quien supone un peligro para los grandes planes de la trastienda global, se lo quitan de en medio. Basta ver lo que le ha pasado a Nick Cave y su mujer, para entender que no es algo de lo que debamos hablar a la ligera.-comentó, posando la mirada especialmente sobre Bryony- Creo que a partir de ahora, lo prudente sería dejar todos estos temas entre nosotros. Y siacaso comentarlo con Joana.-sugirió, cuando Nikita mencionaba a Sento, y a la armadura de la que les había hablado en el almuerto del miércoles- Cierto, Sento. -apuntó, sintiendo escalofríos al oírlo hablar de la Yumeko de nuevo.

- Quizá Sento nos pueda enseñar la armadura. No tenemos que decirle los motivos concretos. Yo ya tenía pensado preguntarle sobre temas atlantes, sin hablar de nada de lo que nos ha estado pasando.-indicó, pensando que llevaba dos días sin verle la cara a sus compañeros de piso, y que quizá se empezaban a plantearse que pudiera haber desaparecido de la faz de la Tierra. Suspiró, y entonces pensó en Isabel. Recordó de pronto su charla con ella, antes de que Sento se sentase a la mesa a cenar, el miércoles, y recordó un detalle que la hizo palidecer un tanto, sin que le diese tiempo a abrir la boca antes de que comenzasen a vibrar los teléfonos y Arraúte diese señales de vida.

Dedicó una mirada intrigada a Nikita, que maldecía por lo bajo, antes de prestar atención a Branwen, y al portatil. La aparición de la profesora, y de la striga, posteriormente, le produjo un profundo escalofrío en la piel. Sintió una suerte de lástima, entremezclada con temor manifiesto, generados por los gritos, por el hecho de que aquella pobre mujer hubiese sufrido ese destino horrible y se encontrase encadenada a un árbol, y sobre todo... Por darse cuenta de que la striga no era la misma que habían visto en la carretera- Me cago en la puta.-dijo, llevándose una mano al pelo, mesando su mechón blanco.

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17/12/2020, 20:28
Bryony J. White

Bryony dio un respingo cuando las tripas de Adam respondieron directamente en su oído y, mientras él se incorporaba, a ella le entró un acceso de risa. 

Seguía fascinada por la tripa lisa del chico, tal vez no sería esa la última vez que querría examinarla, pero en aquel momento la dio por perdida y se sentó en el sofá. Sacó el teléfono y exhaló un suspiro largo de alivio al ver el mensaje de Ashley. Levantó la mirada de la pantalla solo para mirar a Ingvild. 

—Ash está bien. Al menos en este tiempo. 

Y con eso, se puso a teclear como una loca. Aún no tenía mucha prisa, así que ocupó el tiempo en que Branwen tardó en instalar sus movidas raras en enviar mensajes y liar otro porro. 

Se rió por lo bajo con lo que dijo Nikita y se encogió de hombros. No se consideraba ninguna celebridad, pero le había hecho gracia cómo lo había dicho el chico. 

—Sí, claro que sigue en pie. Necesito esa fiesta como el vivir, ahora más que nunca.  Y una vez convocada una fiesta, ya no se puede parar, es como un alud imparable. —Le brillaban los ojos con aquella perspectiva, incluso a pesar de la movida que tenían encima—. Tráete a quien quieras, ¿eh? Y vosotros también —extendió la oferta al resto—. Va a venir mucha gente y un DJ. ¡Ah! Si sois tímidos traed bañador. 

Por lo demás, sólo la mención de la armadura atlante atrajo su atención por un par de segundos, antes de que volviese a entretenerse con el teléfono hasta que lograron contactar a Joana. 

Contempló la imagen en pantalla con la boca entreabierta, impresionada ya desde el bosque. La potencia visual de las ramas, con la luz tan focalizada, penetró en sus pupilas y se deslizó bajo su piel, estremeciéndola. Y al ver a la striga se echó hacia delante inconscientemente, observando cada detalle minúsculo. 

Pero no. No era. 

—Joder, ¿pero cuántas bichas de esas hay? ¿Es normal que haya más de una? —Se lo preguntaba a la profe, pero no esperaba que respondiese en realidad, así que siguió hablando—. Oye, profe. Han pasado cosas muy chungas aquí. Pero mucho.

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17/12/2020, 20:29
Bryony J. White

Para Ashley:

Tía, me ha pasado algo distinto y estaba preocupada. Xo sabiendo q estás bien me quedo tranquila. Tenemos 6 años xa arreglarlo. Buah, ahora tngo algo de lío, solo quería saber q estabas bn. ¿Te puedo llamar mañana por la mañana? 

Para Frida:

Las tengo *_* .La profe me ha recomendado un camello legal y tngo de todo. 
---Foto de la bolsa con las drogas---
Será suficiente, verdd? 
Gracias por ocuparte de lo otro!! Eres la mejor!! 

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17/12/2020, 22:06
Branwen Glyndwr

La verdad fue que le parecía que había una montaña rusa de sensaciones, actitudes y atención. Cazó la idea que proponía Bediviere sobre la ritualistica de aquella habitación en la casa, (después de que le atrajera su efusiva reacción) y se interesó por ofrecer una reflexión al respecto.

- Tal vez esa es la idea, Bediviere. A veces se puede alimentar de una esencia a algo a lo que no pertenece asociando elementos que la poseen de una forma que logren imbuirlo - dijo recordando la escena - ¿Inmortalidad? Pues como es lo que casi siempre buscan los buenos malos ¿Por qué no? Quizás es lo que están sacando de esos artefactos, pero para mi que no lo sacan con permiso - miró de soslayo al portátil recordando la descripción y las fotografías.

- Sé un poco de esas cosas; de lo de las asociaciones, no de buenos malos..., al menos no de aquellos que no viven en los libros, pero bueno... - se centró - decía que sé por qué alguna que otra vez lo he hecho. En pequeñito. Que el universo se cabrea si tocas sus cosas.

- Eso está relacionado con lo que me preguntaste, Nikita - comentó dirigiéndole una fresca sonrisa al asteropes - La respuesta es que lo dije yo. La afirmación la hice por medio de un vaticinio. Mío. Mi padre lo describió como definir donde desemboca un río introduciendo un dedo en el agua. Realmente es más complejo e igual de poético y yo lo veo con mucho, pero con mucho, más alcance. Pero... ya digo que no lo practico mucho. Por las consecuencias...

Si había tenido intención de comentar cuáles eran las consecuencias a las que se refería aquello se quedó en el aire. Pareció distraerse animada con las correrías alrededor. Adam y la pizza. Bry comentando sobre su amiga Ash (cuya afirmación de que estaba bien la alivio)

- Vaya si es una noche animada - exclamó cuando se empezaron a manifestar los móviles

Cuando le indicaron de la petición de Joana, no tuvo ningún recelo en ponerse a la obra. No es que lo suyo fuera el hackeo (tenía una opinión poco glamurosa del colectivo) pero sabía donde arremangarse y conectar que con qué. Tardó lo que le dejó la línea de internet y el ordenador y algo la fortuna. En el ínterin le confirmó a Ingvild que la ayudaría en lo que pudiera - No te prometo que pueda pero ahí estaré.

Observó la extraña presentación de imagen y sonido para seguirla con leves caídas intrigadas de la inclinación de su cabeza. Se había apartado un tanto del aparato para que todos vieran y se recordó mirando, entre amigos, una más barata imitación de seudo-docurealidad paranormal, del tipo que consumían allá en casa para pasar ratos. Evocación que se rompió cuando la profesora enfoco al meollo del objetivo de su pregunta.

- Por... Ceridwen - se le escapó con voz queda mirando alrededor incrédula, buscando ver si los demás también lo estaban viendo. Sus brazos se envararon ante los vívidos detalles de la persona abrazandose protectiva.

¿Pero hay aún ahí una persona? Si la respuesta es sí... Que haya una forma correcta de hacerlo.

Al responder Adam la pregunta de su tutora, Branwen experimento un sudor más que frío en la base de su espalda. Otra. Otra. ¿Por qué? Por... Me pregunto quien será.

Ahora intenta no pensar en... eso. Mañana va a ser una fiesta muy rara. No sé quién va a poder dormir después de verla.

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17/12/2020, 22:22
Ingvild Hoem

Ingvild se mostró de acuerdo con la idea de visitar al compañero de piso de Bediviere. Como arqueólogo y residente en Astérope, sin dudas estaba más capacitado que ella para esclarecer el misterio, aunque también era posible que desestimara el asunto de la ciudad de los muertos.

—Hablar con ese Sento parece buena idea. Me apunto —comentó mientras se desentendía del ordenador de Nikita y volvía a replegar los pies bajo su trasero.

Suspiró aliviada cuando Bry confirmó que Ashley estaba bien, aunque no estaba segura si aquello podía extenderse a la Ashley del futuro. Sin embargo, para no preocupar a la británica, se limitó a asentir brevemente.

La conversación tomó otros derroteos bajo la influencia externa de los móviles. Ingvild estaba algo cansada. Ahogó un bostezo con la mano. Por lo que contaban, la fiesta de Bry prometía adquirir dimensiones épicas. Sin embargo, cuando la anfitriona mencionó lo del bañador, el pánico se apoderó de la noruega. Oh no... winter is coming no more. En el norte puede afirmarse que siempre es invierno, y los vellos semitransparentes de la chica ayudaban un tanto, pero no había posibilidad alguna de presentarse en ese estado en público, en una piscina. Ni siquiera con bañador. Era natural, sí, pero no le gustaba desde un punto de vista estético. Recordó las palabras de su amiga Saskia al respecto: No seas idiota. Te la pasas mirando pinturas de desnudos, eso es lo que te pasa. Sea como fuera, el margen de tiempo era escaso. Pero entonces llamó la profesora e interrumpió el hilo poco feliz de sus pensamientos.

Branwen demostraba conocimiento configurando la conexión a la Dark Web.

—Oye, Bran —comenzó con algo de duda ante el diminutivo— ¿Me ayudas luego con eso? Hay un sitio, como un mercado negro, donde se trafican obras de arte extraviadas, inéditas... robadas. También falsas, creo. Salió en las noticias. Con algo que se llama blockchain o algo así para efectuar los pagos en los remates. Vamos, como un Christie's de los hacker.

En realidad ya había intentado acceder, sin éxito. Un amigo le había dicho algo de que su ISP le bloqueaba la conexión, pero la verdad es que Ingvild comprendía más los grotescos gritos de aquella nueva y horripilante stigia frente a la cámara que las explicaciones técnicas. 

Finalmente Adam confirmaba que no era la misma ¿persona?, con lo cual el misterio no hacía sino aumentar.

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18/12/2020, 18:58
Joana Arraúte

Joana se volvió a alejar de la Striga caminando junto al hombre espigado del pasamontañas, que volvió a cerrar la verja.

De nuevo mostrando su cara en la imagen su profesora se explicó.

—Hemos visto indicios que apuntan a que se reúnen, quizá una manada tres, o cuatro. Esto no es habitual pero hay registros históricos…

La voz del hombre sonó de fondo hablando en un "asteropés raro" que Nikita reconoció como uno de los "dialectos de las montañas", más emparentado con el griego que el asteropés normalizado a partir del que se hablaba en la capital histórica y administrativa, Erithray*.

—¡L'homíchli shi'iaskorpízonta, non ci proteggerà più, dìloro aténdere ai morts!

Siguió hablando Joana.

—Dice que tengáis los ojos abiertos, que estos días la frontera entre los vivos y los muertos es más débil. La striga que habéis visto era la chica asesinada por el perro del desierto. Este amanecer nos la llevaremos al campo de amapolas y trataremos de romper su maldición.

Y vosotros… ¿Qué os ha pasado?