Ya estás en la Cola del Dragón, te meto en esa escena. ¿Puedes poner este último mensaje allí? ;)
La verdad, por un momento creí que los ballesteros te iban a hacer un colador...
Sonrió amargamente cuando Niyaru pronunció su nombre original. Hacía tiempo que no lo escuchaba de labios de nadie, y aunque le resultó grato oírlo de boca de un viejo amigo, no estuvo seguro de que era aquello lo que quería:
-No te ofendas, pero ya no uso ese nombre –miró a ambos lados -De hecho, no uso ninguno en particular, pero en este sitio seré Sigmund Everglot –Se acercó más a él -Hace mucho tiempo aprendí que saber el nombre de algo te da cierto poder para controlar o manipular lo que sea que nombres, al menos en una pequeña parte. Y al igual que el poder reside nada más y nada menos que donde los hombres creen que reside –alzó la vista de forma automática hacia la estatua –los nombres y la relatividad de ellos al ser usados otorgan propiedades nuevas a quien los cambia –no estaba seguro de que su interlocutor lo hubiera entendido del todo, así que ilustró su monserga: -por ejemplo, Rabastan Grunding es un –bajó mucho la voz, casi inaudible –mago fugitivo. Sigmund Everglot es carpintero de oficio, así de simple –sonrió sin mostrar los dientes.
Aceptó la invitación de su viejo amigo con una genuina sonrisa.
Caminaron hasta que la pregunta más punzante que podría ser hecha viajó por el aire hasta los oídos de Grunding. Tragó saliva y se quedó un instante callado y al rato habló:
-Está muerta –pero se apresuró a añadir: -tanto como yo, no sé si sabes a qué me refiero –miró a ambos lados de la calle, y aunque todo estaba muy cambiado tenía la vaga impresión de que iban por el camino correcto -Para sobrevivir algunos tenemos que hacer algunos sacrificios. Esconderte del mundo como una vil rata, no poder hacer lo que te apetezca o te haga feliz por pequeño que sea porque vives con el miedo a que te maten, o incluso hacer que una hija te odie para protegerla. Pero cuando todo a tu alrededor muere, cuando casi todo te da igual y cuando un determinado sentimiento imperante te guía, todo es más fácil –su rostro se estaba ensombreciendo –Y aunque mi cabeza tenga precio, querido Niyaru, me siento realmente libre. Porque únicamente cuando has tocado fondo, cuando no tienes nada que perder, es cuando eres realmente libre para actuar.
:)
Me encanta, cuánto echaba de menos jugar con vosotros cabrones.
PD: esto quedó en el camino, se supone que estáis ya en la posada ;)
¿Doy por hecho de que has llegado a La Cola de Dragón?
Si, dalo por hecho, al menos que haya pasado algo durante el camino hacia alli XDD