Todo parecía marchar bien. Walter y Markus colaboraron activamente en el trasbase de los contenedores hacia la otra nave. Cuando la bodega quedó vacía y Anselmo y Marck regresaron a la nave Walter suspiró aliviado.
-Bienvenidos muchachos. Por una vez parece que todo va bien. Le guiñó un ojo a Ilia pues sus esperanzas se estaban cumpliendo, aunque las precauciones debían mantenerse y la mujer volvió a su puesto en la torreta. Nos vemos Ilia.
Junto con Markus se ocupó de que la sala de ingeniería estuviera lista para acercarse al respostaje, dada la situación nadie iba a descansar hasta que no hubieran saltado y perdido de vista definitivamente a aquellas dos naves.
-Por aquí todo está listo para el repostaje Capitán.
No es hasta sobrepasar la distancia máxima de los sensores, que os sentís un poco liberados...
El gigante de gas se encuentra a varios días de viaje y tras separaros de las rutas comerciales, la pantalla de sensores queda vaciá de señales, un respiro para todos...
Con los depósitos al completo, las coordenadas del próximo salto y la esperanza de un futuro mejor, los tripulantes de la Fenix mantienen el aliento hasta que el carguero independiente Fenix Estelar, entre en transito y los lleve a su destino...
La planta de potencia comienza a acumular energía, las luces se atenúan, los monitores indican la creación de la singularidad y Walter acciona el sistema de inyección de hidrógeno, que hará crecer una burbuja hirviente, rodeando la nave e introduciendo la en una dimensión diminuta...
Con las bodegas vaciás de carga... y de problemas, delante vuestro se presentan infinidad de posibilidades, aventuras que pondrán a prueba vuestra capacidad, oportunidades de que sois dignos rivales para la fría crueldad del espacio exterior, de que sois Travellers...
Fin