Partida Rol por web

Camino del brazo de un taurino tatuado para refugiarnos de una tormenta de asteroides. ¡Cuando se le cuente a mis amigos no se lo van a creer!

Sonrío al exótico hombre de tez morena aliviada de no haberme metido en problemas por haberle golpeado al hincha de los bucaneros. Es irónico. Le he arreado de buenas a primeras a un señor con aspecto la mar de inofensivo y ahora ando despreocupada con un tipo de aspecto peligroso en medio de una tormenta de asteroides.

Ese pensamiento me hace gracia, con lo que aumenta mi sonrisa. Vuelvo a pensar que debo parecerles tonta. Una pueblerina tonta. Quizá lo sea. Bah, da igual. Sólo disfruto del momento.

Lanzo una mirada cómplice tratando de resultar divertida a Jisoo y a Jonas. ¡Menudo viaje!

 El sonido de la alarma y e estruendo me pone sobre alerta, mienta trato de discernir si algo de lo que está ocurriendo es normal o por el contrario está ocurriendo algo gordo y la azafata trata de ocultarlo para que no cunda el pánico...

No pienso perder de vista a este acosador-dijo por Roddy.

Oyuyua entró en el ascensor, junto a los guardias, que se limitaron a poner mala cara. La muchacha tendió una mano a su compañera...

Laffie, ven. ¡Deprisa!

Miró la bolsa del cadáver en el suelo del ascensor y negó con la cabeza. Ojalá pudiese ser tan valiente como Oyuyua, pero los muertos eran demasiado truculentos como para no darle miedo.

Lo... lo siento, Oyuyua. Me iré con la azafata. Nos veremos luego.

¡Julia! ¡Kara!-exclamó el escritor, golpeando la puerta sellada del módulo N-1.

La puerta no se abrió.

¡Voy a la zona de bienvenida! ¡Volveré en cuanto pase todo!

Martin y Laffie corrieron por el pasillo, como los más rezagados del grupo que se dirigía a las escaleras mecánicas.

¡BROOOOOOOOOM!

El segundo estruendo casi les hace caer. Un segundo después, las luces se apagaban...

- FIN DEL CAPÍTULO I -