Partida Rol por web

 Con el arma en alto, me dispuse a inspeccionar el caza caído:

 - Es una oportunidad de conseguir información valiosa que no podemos desperdiciar. Quedaros aquí, ocultos, mientras yo voy a examinarlo...

Desde la callejuela, Simpson y Danaón pudieron ver a Gaheris caminar hasta un caza cylon estrellado.

Tu amigo tiene unas pelotas de acero.

En un principio, Gaheris no encontró ninguna compuerta por la que el piloto cylon pudiese entrar y salir de su nave. El vehículo tenía un ala apoyada sobre unos escombros, lo que permitía colarse por debajo. Con su navaja suiza, el Sargento hizo palanca para desencajar una placa, dejando un hueco para colarse por el que durante unos segundos chorreó un poco de sangre.

Gaheris se encontró con que allí no había piloto, ni un asiento. Había tubos, como si fuesen venas, que unían vulvos carnosos que despedían calor como si fuesen los órganos de un ser vivo.

- Así es - fue la parca respuesta de Danaón al comentario de Simpson.

Habían pasado por imnumerables situaciones de violencia y peligro, y era gracias a un sólido sentido de la necesidad, el respeto mutuo y cierta dosis de buena suerte que todavía estaban vivos.

''Aunque no sé por cuanto, si nos seguimos demorando.'' Era un lúgubre pensamiento, tal vez producido por el entorno desbastado que alcanzaba a divisar.

 Observé el mecanismo del caza, por llamarlo de alguna manera, tratando de entender como funcionaba. Parece ser que no tenía piloto y era por si mismo una especia de Cylon alado...

De pronto, Danaón y Simpson vieron al cylon raider despegar de nuevo, girar, y dirigirse hacia la callejuela en la que estaban.

¡Viene a por nosotros! ¡Vamos a morir!

Pero la nave quedó en suspensión, flotando a cinco pies de altura, girando despacio hasta mostrar una de sus alas. ¡Gaheris lo había conseguido! Todavía no sabía disparar ni activar la bomba electromagnética, pero podía pilotar sin ningún problema. Danaón y Simpson se subieron al ala, y el cylon raider empezó a ascender suavemente. Ya podían olvidarse de los detectores de las farolas, aunque puede que los vehículos cylon directamente fuesen ignorados por el sensor debido a algún inhibidor.

Gaheris no podía ir demasiado rápido, o sus compañeros de viaje se caerían. Además, no tenía modo de comunicarse con los que estaban fuera, ni ángulo de visión para saber si estaban bien. En el exterior, hubo un momento en el que el señor Markson empezó a toser por la radiación, y Danaón tuvo que sujetarlo para que el anciano no se soltase.

En poco tiempo llegaron al helipuerto del Hospital Rapsody. La sorpresa llegó cuando vieron que otra nave ya había aterrizado: se trataba del raptor que vieron sobrevolar la ciudad antes de cruzarse con el Capitán Markson. Había una cara conocida, uno de los guardias de seguridad de la Olympic Carrier. Danaón también reconoció al ricachón de la cadena de hoteles que viajaba en la zona VIP y que tanto le crispó. Había una tercera persona con ellos que no habían visto nunca.

Aunque al principio se sobresaltaron al ver la nave cylon, les calmó ver a Danaón haciéndoles señas. Gaheris aterrizó en el mismo helipuerto, ya que había sitio para dos naves tan pequeñas.

Me alegro de verlez. Mi nombre ez Zteve Zharp-se presentó a Simpson-, Jefe de Zeguridad del crucero Olympic Carrier.

Yo soy Rick Walters, de la cadena hotelera Walters. Como di algunas clases de vuelo privado, me pidieron que pilotase este raptor para una misión de reconocimiento.

Mi nombre es Ragger Nayal. Cuando los cylon atacaron, estaba en una base lunar en Minos. Jisoo, Dido y Jake nos encontraron a mi amiga Karen y a mí, y nos llevaron a la Olympic Carrier.

Ahora han ido a una comisaría, a buscar armas. No recuerdo todos los nombres, porque aún soy nuevo, pero además de Jisoo, Dido y de mi amiga Karen, también había una chica con pinta de alternativa que creo que yo le molo un poco; Stan, el otro guardia de seguridad; dos hermanos rubios, o castaños o de pelo rubio sucio; y el tío ese de gafas.

Bluuuurrrrp...-vomitó Simpson-Yo... cof, cof... Yo soy el Capitán Simpson Markson, de la Argo Navis. Y me estoy muriendo. Necesito una inyección antirradiacioooo...

Simpson se desmayó. Por fortuna, el raptor disponía de un botiquín con inyecciones antirradiación, así que en cuanto se la pusieron se pondría bien. En cuanto localizar a la expedición que fue a alguna de las múltiples comisarías de Hypatia, se antojaba difícil. Incluso con los móviles, la radiación ambiental frenaba la señal... a ras de tierra. Pero con el móvil de Steve, que tenía el número de teléfono de Stan, aprovechando que ellos estaban en lo alto de uno de los edificios más altos de la ciudad, Danaón podía intentar potenciar la señal telefónica con ayuda del sistema de comunicaciones del raptor.

Tras un instante de angustia, Danaón se calmó al ver que la nave cylon no disparaba y se acercaba a nivel del suelo. Ayudó a Markson a subir a una de sus alas y luego trepó a la otra; un par de golpes en el casco le indicó a Gaheris que estaban listos. La forma era extraña, con alas en forma de paréntesis hacia adelante y un fuselaje corto, a tal punto que pudo sostener a Simpson cuando un ataque de tos amenazó con derribarlo. 

Al llegar al hospital, pudo divisar un raptor en su azotea. Por un momento, creyó que se trataba de algún vehículo ambulancia y que tendrían una nueva nave, humana, más sencilla de pilotear. Sin embargo, pronto pudo notar varias personas alrededor de la misma y empezó a hacerles señas, ''No sea que nos confundan con un cylon y abran fuego sobre nosotros''

En condiciones normales, reencontrarse con algunos de los pasajeros de la Olympic Carrier hubiera crispado los nervios de Danaón. Sin embargo, las condiciones distaban de ser normales; ''Gracias a los dioses ... todavía hay esperanzas''. Incluso no le molestó estrechar la mano de Walters, aunque éste vaciló un segundo antes de estrechar la suya.

Afortunadamente, el raptor poseía un botiquín militar con inyecciones antirradiaccion, que aplicaron inmediatamente en un exhausto Markson.

Una referencia al pasar le dio una idea. 

- Steve ... tal vez pueda amplificar la señal del celular usando el sistema del raptor. Con un poco de suerte, desde esta azotea podremos comunicarnos con el otro grupo- Era una esperanza, dado que también dependía de la parte receptora ''Pero si está Dido, puede que tengamos una chance''.

El intento no resultó del todo como habían esperado. Una señal habían mandado, cierto, pero no lo suficientemente intensa como para dar linea. Podría ser que con un modelo de terminal distinto, con más potencia, en el grupo de Jisoo sí pudiesen recibir la llamada. El tema es... ¿Alguno de ellos tenía otro número de móvil para volver a intentar contactar con el otro grupo?

Veamos... Dido, Jisoo, Oyuyua, Robin, Pixie, Hordu... ¿Alguien tiene el móvil de alguno de ellos? Tú eres amigo de Karen, Ragger. ¿Cual es su número?

Bueno... es complicado. No somos tan amigos, solo trabajamos en la misma estación lunar. Además, Karen no tiene móvil: no tiene sentido llevarlo a Minos, porque para hablar con tus seres queridos necesitarás usar el comunicador de la base para llamadas interestelares.

¡Llamadas interestelares! ¡Qué gran idea!-Rick fue hasta el asiento del piloto, y encendió el comunicador-Olympic Carrier, aquí Rick, desde el raptor. Necesitamos vuestra ayuda. ¿Alguien sabe los números de teléfono de los móviles de Dido, Jisoo, Oyuyua, Robin, Pixie o Hordu? Corto.

Aquí la azafata Mindy, desde el Olympic Carrier. Voy a consultarlo. Denme diez minutos.

...

...

...

Raptor, ¿siguen ahí? Veamos... la novia de Oyuyua nos ha dado el teléfono 8441-6963. Además, cuando Hordu organizaba el motín y Gaheris y los demás eran sus prisioneros, estuvieron dando golpecitos en las puertas para que desde dentro anotasen su número y pudiesen comunicarse con el pasillo desde las zonas de pasaje bloqueadas. El número de Hordu es el 3552-4744. Buena suerte, Raptor. Corto y cierro.

Ahora Danaón tendría otros dos intentos para ampliar la señal y contactar con el otro grupo.

La idea de Walters había sido acertada. Desde el Olympic, Mindy había conseguido varios números telefónicos móviles de los miembros del grupo. Era hora de tratar de conectarse con ellos. ''Dejaré a Hordu para el final'', pensó Danaón: Todavía recordaba el incidente de los rehenes y no confiaba en absoluto en él.

 Mientras los demás iban a lo suyo, vigilé atento a mi alrededor, por si nos observaba algún enemigo, y pregunté a los que ya estaban aquí:

 - ¿Cuantos humanos hay en esta base improvisada?. ¿Y que sistema de defensa cuentan?.

Loz que vez zon loz que eztán-respondió a Gaheris-. No tenemoz defenzaz. Precizamente el rezto ze marchó a buzcar una comizaría en la que encontrar algunaz armaz.

Rick, Ragger y el propio Steve. No había más. Tan solo habían aterrizado en el helipuerto del hospital y esperaban al regreso de los demás para volver a la Olympic Carrier. Ni siquiera habían inspeccionado las distintas plantas del edificio.

¿Hola? Cof, cof, cof, cof... ¿Quién coño eres?-respondió Oyuyua por el móvil de Steve que había usado Danaón.