Partida Rol por web

Sintió cierto alivio cuando todos siguieron su consejo y corrienron para alejarse, cuando Kat derribó a los perseguidores y por fin respiró tranquila cuando las puertas del ascensor se cerraron.

-Ufff, menos mal... -Suspiró Jisoo mientras se apoyaba en una de las paredes del ascensor.- Pensé que no lo contábamos.

Su alivio no duró mucho pues el ascensor se quedó a oscuras y paró de repente, alguien lo había desactivado y los había dejado encerrados. Cuando Danna encendió el foco de su cámara se tapó los ojos cegada por la potencia y poco a poco los fue destapando a medida que iba acostumbrándose a la claridad. Las palabras de la reportera la hicieron pensar.

-Quizás prefiera tenernos de prisioneros y usarnos como rehenes. Cuando no regresemos alguien se dará cuenta que está pasando algo y sabe que no puede mantener el secreto por mucho tiempo, así que tener algo con qué negociar le puede venir bien. De todas formas no vamos a quedarnos de brazos cruzados. Gaheris, ayúdame a subir ahí.

Jisoo se asomó por la trampilla del ascensor y encontró el motor de emergencia, sabía que si lograba activarlo podrían llegar hasta la parte superior, aunque necesitaría herramientas y lo más parecido era el instrumental médico de Karen.

Nota mental, llevar un juego de herramientas en el bolso la próxima vez.

Era algo que no se hubiera planteado ni loca hacía poco tiempo, mancillar de aquella manera su cuqui bolso de Pous, pero las cosas habían cambiado mucho.

-Karen necesito tus herramien... tus utensilios de médico para intentar activar el motor secundario.

Esperó a que la enferemera le alcanzara los utensilios si ese era su deseo para ponerse a trabajar y mientras tanto observó las alternativas. Se podía trepar por el cable pero eso trajo a la memoria de Jisoo las clases de gimnasia en el instituto donde había que subir por una cuerda y que ella casi siempre suspendía. También había un conducto de ventilación que no sabían donde iba y no le resultaba tampoco nada atractivo. Si no arreglaba el motor ella por lo menos lo iba a pasar muy mal.

Miro con los brazos cruzados cómo trabaja Jisoo. Decido bromear:

-Jisoo, a los ascensores no se les opera, se les arregla. Si le confundes luego mira lo que nos puede pasar. Tienes razón en lo de los rehenes. Es una guerra que tienen perdida... Estamos en medio de la nada y todos dependen de todos.

Normalmente estos trastos también tienen una manivela para subirlos a mano -lo he visto en alguna peli- yo me encaramo y os subo, flaquitos.

Salto como un gato a los cables ¿Quién ha dicho que tengo el culo gordo? Espero que no se me rajen los pantalones o algo así.

 Al darme cuenta de la situación, busqué a mi alrededor, en busca de algo que me sirviera como arma que utilizar. Si había que pelear, necesitaba algo que usar de arma.

Un chispazo saltó del motor que coronaba la cabina, y Jisoo notó lo que se siente al ser el conductor de un circuito integrado. La piel de la mano se había quemado un poco, pero nada impedía que la mecánica volviese a intentarlo (así como nada impedía que volviese a electrocutarse).

Gaheris retiró la rejilla de ventilación para usarla como arma. Era una plancha metálica de tres por cuatro pies, que tenía que coger con ambas manos. Era como golpear a alguien con un libro, pero como arma improvisada de momento les servía.

Dido llegó hasta arriba trepando por los cables, y estiró la pierna para poner la punta del pie sobre un saliente para pasarse a aquella repisa. Allí había una palanca de emergencia, no una manivela. Al activarla, en lugar de subir el ascensor, se abrió la puerta de su planta, la que daba al pasillo hasta el hangar. Sin embargo, el pasillo estaba oscuro y Dido no veía ni un pimiento.

¡¿Ves algo desde ahí arriba?!-preguntó Danna, iluminando con el foco de la cámara el techo del hueco del ascensor.

Algo mareada, Danna se apoyó en la pared.

Dido pasó a su lado haciéndole un comentario que le hizo desviar la mirada hacia su amiga, sonrió y se dispuso a contestar. 

-Ya lo se, es que estoy nervios.... -Mientras miraba a Dido tocó una parte del motor sin querer haciendo un contacto involuntario. La corriente pasó a través de ella haciéndola gritar de dolor y provocándole calambres.- ¡AAAAHHH! ¡AH! ¡AH!

Cuanto todo terminó se miró las manos asustada, tenía la piel ennegrecida pero parecía que no había sido nada grave, por fortuna parecía que el motor no había descargado demasiada electricidad.

Esta vez tuve suerte.

Se quedó un rato quieta mirando como Dido subía por el cable y finalmente llegaba hasta arriba, quizás ella consiguiera subir el ascensor, aunque tras un rato esperando este no se movió.

-No os preocupéis, estoy bien, ha sido solo un susto. Volveré a intentarlo.

La idea de tener que subir como Dido le parecía más temible que la posibilidad de llevarse otro cortocircuito, así que se intentó concentrar para ver si conseguía hacer funcionar aquel motor secundario. En ese segundo intento pareció tocar en los lugares adecuados y el motor se conectó.

-¡Si! ¡Creo que lo he conseguido! ¡Volver a darle al botón para subir! ¡Cuidado Dido, que vamos! -Esperó a que el ascensor se moviese para comprobar que todo funcionaba y en cuanto se puso en marcha se dejó caer dentro.- ¡Dejadme hueco que voy!

La enfermera miro los cables y dedujo que era una tarea imposible para ella. ¿Pero no había estado en situaciones peores en la última semana? Se arremango las magas, se ajustó la mochila con el botiquín e hizo un primer intento de trepar.

Se impulsó con los pies, pero nada más agarrar el cable resbalo y cayó de culo en la plataforma. Chicas, creo que no voy a poder.

Me muevo a tientas, muy despacio, sobre todo por si hay un agujero darme cuenta antes de caerme. Voy a gritar que no veo nada cuando oigo a Jisso avisando de que vienen.

Me pongo a un lado del pasillo para que el ascensor no me atropelle y me preparo para darles la bienvenida.

 Me situó a un lado de la entrada de ascensor, dispuesto a recibirles a hostiazo limpio, esperando tener el factor sorpresa de mi parte...

El ascensor empezó a acelerar hacia arriba. Danna levantó el foco de la cámara hacia arriba, mostrando un techo que cada vez se les acercaba más.

¡Para! ¡PARA! ¡PARAAAAAAAA!

El control de Jisoo sobre la maquinaria fue tal, que el ascensor se detuvo justo antes de que todos se muriesen aplastados. Gatearon sobre el techo de la cabina hasta salir al pasillo con Dido. La luz de la cámara mostraba las cuatro puertas cerradas a mano derecha, y la compuerta que llevaba al hangar al final del corredor. Lo que les interesaba era volver a las naves, así que recorrieron el pasillo.

No había energía. Jisoo pudo manipular el motor del ascensor porque tenía un sistema de emergencia, pero los cierres de las puertas de las habitaciones funcionaban con la red general.

Gaheris, ¿puedes prestarme un momento la rejilla de ventilación?

Kat se plantó delante de la compuerta, poniendo el filo de la rejilla entre las dos lenguas de la puerta. Intentó hacer palanca, pero la rejilla se salió del sitio.

Tenemos que encontrar otro modo de llegar al hangar, o al menos tenemos que encontrar el modo de restaurar la electricidad para poder abrir esta compuerta. Las puertas del pasillo son más pequeñas, deberían ser más sencillas de abrir cuando hagamos palanca con la rejilla entre varios.

En principio había cuatro puertas, indistinguibles entre sí. La puerta que estaba junto al ascensor, la segunda empezando desde el ascensor, la segunda empezando por el hangar y la que estaba junto a la compuerta del hangar. Si alguien supiese de ingeniería de naves podría tener alguna idea de las distribuciones de las habitaciones, pero no era el caso. Lamentaron no haber traído con ellos a Aaron Doral, el guía de la Battlestar Galáctica, que les podría haber dado esa información.

La pequeña victoria que supuso poder llegar a la planta superior se quedó en nada cuando encontraron la puerta cerrada y ninguna posibilidad de abrirla, al menos de manera directa. Sería mejor intentar abrir otra de las puertas más pequeñas a ver si conseguían o bien acceder a los controles que dejaran paso al hangar u otro camino hacia el mismo. 

-Toma Karen, tus utensilios, gracias por dejármelos.

Cedió el paso a todos y se quedó mirando los mecanismos del ascensor, ahora que habían llegado arriba no quería que los de abajo pudieran usarlo para subir si reestablecían la energía así que buscó una manera de inutilizarlo. Cuando salió al pasillo el grupo intentaba abrir una de las puertas así que simplemente se ofreció para ayudar, aunque no sabía cual sería la más adecuada para abrir así que no dijo nada y solo se ofreció para empujar.

Me lio a hacer el bestia con una de las puertas pero eso no cede. Jisoo me ayuda pero esto ni se inmuta. Refunfuño y luego, de pronto, paro, suspiro, pongo cara de resignada y sonrío.

Una lluvia de manos agarró la rejilla para intentar ayudar a Dido.

¡Vamos! ¡Empujaaaaad! ¡Nggggggh!

La puerta no hizo ademán de abrirse. Por mucho que hiciesen palanca, la tarea era imposible.

¡No! ¡Seguid intentándolo! A la de tres... una... dos... tres... ¡EMPUJAAAAAD!

De verdad que no podían. Sin embargo faltaban manos. Kat reparó en la inútil Danna. La periodista ni siquiera les estaba iluminando con el foco de la cámara: se había apoyado en la pared opuesta del pasillo.

¿Se puede saber qué estás haciendo? Necesitamos tu ayuda. No puedes hacerlo peor que Karen...

Yo... os lo dije. No me encuentro bien. Ha sido el salto. Estoy mareada. Nnngh...

En la penumbra de un foco que enfocaba el suelo, la luz que rebotaba en el suelo metálico ascendía hasta hacer brillar las gotas de sudor en la cara de la periodista. Ya parecía más grave que Aaron minutos antes, o que Gaheris (antes de que Karen le pusiese la inyección).

Kat dió un par de bofetadas cortas, como cuando tratas de mantener despierto a un amigo con sobredosis de Kamala.

Si no vas a mover el culo, por lo menos ilumínanos mientras trabajamos.

La piloto volvió a su posición en la rejilla. Trató de cruzar su mirada con las de sus compañeros para buscar complicidad en la tarea, pero de espaldas al foco solo veía rostros sombríos.

Una vez más... A la de tres. Una, dos y... ¡tres! ¡EMPUJAAAAAD!

La rejilla se salió de la vertiente de las dos hojas de la puerta. Fue un movimiento brusco. El borde afilado del rectángulo rajó la mano de Karen, desde el músculo flexor del pulgar hasta el músculo oponente del meñique. El corte ya de por sí era feo, pero el óxido de la rejilla ya evocaba al tétanos. Kat no se detuvo en miramientos con Karen. La enfermera era tan débil e inútil como la periodista.

Tomemos un respiro. Luego lo intentaremos con otra puerta. Si no conseguimos abrirnos paso, tendremos que volver por el ascensor y vérnoslas con esos presidiarios.

Lo intentaron, pero a pesar de la pausa, cada vez estaban más cansados e imprimían menos fuerza. Aún por encima, el corte de Karen no le permitía seguir ayudando con la rejilla.

¡Mierda!-exclamó, pateando la puerta de su último intento.

Miraron al ascensor. Podrían ir a la entreplanta y colarse por el conducto de ventilación, o volver a intentarlo. El tema era que, con la corriente cortada, los amotinados no podrían llegar hasta ellos en varias horas. Puede que incluso les dejasen allí, en aquel pasillo oscuro para morir de inanición.

Se pusieron a tirar con todas sus fuerzas intentando abrir las puertas pero parecía inútil, incluso Karen se hizo una fea herida por la que Jisoo se preocupó de inmediato sabiendo que su aportación en lo físico no iba a marcar la diferencia.

-¡Uffffff! ¡Qué herida más fea! -Puso cara de asco y después intentó disimular un poco su desagrado.- Te ayudaré a vendarlo y si tienes algo que desinfecte la herida mejor todavía, ese hierro tiene un aspecto horrible.

Siguiendo las instrucciones de la enfermera Jisoo la ayudó a curar la herida y vendarla lo mejor que sus clases básicas de primeros auxilios le permitieron y después se volvió hacia sus compañeros que seguían intentando abrir las puertas sin éxito.

-Chicos, creo que deberíamos dejarlo, no creo que podamos abrirlas...

Lo dijo apesadumbrada pues la opción de coger el ascensor y bajar de nuevo donde los presos la veía como un suicidio. Quizás Dido, Kat y Gaheris pudieran apañarse bien, pero solo eran tres y allí abajo había mucha gente encerrada. Si hubieran dispuesto de sus armas todo sería distinto, pero ahora estaban atrapados allí y ni siquiera podían escapar.

-Quizás lo mejor sea esperar aquí a que alguien nos eche de menos y vengan a recatarnos. Quizás Billy está esperando por nosotros para cenar y mande a buscarnos. -A decir verdad no tenía mucha esperanza y prefería tener otras opciones que no fueran esperar allí a oscuras.- Quizás podamos echarle un vistazo a la rejilla del ascensor, mientras hacemos tiempo.

 Miré a los presentes antes de responder:

 - Me temo que la rejilla es la única opción viable, al menos que a alguien se le ocurra una manera de abrir la puerta sin reventar en el intento.

Volvieron a subirse sobre el ascensor, con la sensación de haber perdido unos valiosos minutos. De nuevo Jisoo manipuló el motor, esta vez para bajarles hasta la planta intermedia. Se pusieron a gatear por el conducto de ventilación, con Kate empujando su maletín, Danna empujando su cámara y Gaheris empujando su rejilla. Cuando se acercaron a un recodo, la periodista apagó el foco dejándoles a oscuras.

¡Sssssh!-mandó callar.

Las voces llegaron distorsionadas por la forma del conducto.

Jefe... ¡me aburro! Quiero hacer algo. Deje que vaya aplastar a los polizones antes de que Hal restaure la luz.

Aaaah, mi leal Beckersfield, adoro tu capacidad de iniciativa. Pero esos perros no irán a ningún lado tal y como está el hangar, y es probable que aún estén en el ascensor. Están tan atrapados en el Reina Astral como la tripulación contra la que nos alzamos. Pero nosotros estamos en el corazón de la nave: en cuanto Hal cumpla con lo suyo, quién controle esta sala controlará toda la nave.

Iban a tener que pasar muy silenciosamente en el siguiente tramo para que Beckersfield y Zarek no se dieran cuenta de que tenían "ratas" arrastrándose por las cañerías.