Te acercas a él, notas que en su plato apenas había ya un trozo mísero de carne, él se mantuvo ahí sentado, dándote la espalda, al estar lo suficientemente cerca de él, notas que no tenía facciones mortales, es decir, ni siquiera intentaba esconder su naturaleza sobrenatural, no era algo que estabas acostumbrada a ver, al menos no dentro de las filas de la Camarilla.
Él seguía con su copa en manos, intentando prestar más atención al fondo de lo que normalmente se debería atender.
- Es decir, eres una especie de justiciera que lucha por el bien de la humanidad… - dice con cierto tono de burla - …decepcionante, esperaba toparme con algo más intrigante, deseas matar a cuanto ser humano o ser sobrenatural no apto a tus estándares morales se te cruce, no lo veo mal, pero tampoco lo veo interesante, por mi parte no te preocupes, vivo alejado de las patrañas políticas de la Camarilla y de la absurda bestialidad que envuelve al Sabbat, si he sido contratado es porque las cosas están realmente mal y si he aceptado, es porque esta ciudad se me hizo realmente aburrida, es lo malo de la inmortalidad, uno vive enfrascado en una monotonía terrible, esconderse, cazar, matar, sobrevivir, seguir no muerto, esconderse, cazar, matar, sobrevivir…una y otra vez, como un soliloquio frente a un espejo eterno, a algunos puede parecerle atractivo, glamoroso, interesante, casi un sueño, pero tú y yo sabemos que es una lucha constante para no volverse locos, para mantener nuestras mentes atentas a pensar en aquello por lo que originalmente vinimos al mundo, pero que los hilos distorsionados del destino decidieron arrebatarnos y darnos esta tétrica forma de seguir en pie, así que me he visto en una tarea personal, una misión propia que poco tienen que ver con recuperar las tierras de una príncipe inútil o abrazar mortales para que luchen a mi lado, tarea que obviamente no compartiré con usted, una completa extraña que aún se le hace difícil hacerse con la idea de que un ser tan particular, será su compañero en una extraña aventura que se había presentado hace tan pocas horas –
Se levanta de su silla y notas que era realmente alto, casi más alto que tu amigo Maximillian aunque no tan fornido.
- Lo que sí puedo compartir contigo es que tengo aliados en la zona, algún vampiro enclenque que ha sido capaz de darme un poco de información de lo que ha pasado en el lugar y eso quizá te sea más útil que conocer a un caníbal… - toma el plato con el trozo de carne y tira los restos en un bote de basura que tenía cerca - …al parecer era una zona muy conflictiva desde hace décadas, incluso para ser una ciudad joven, siempre se vio envuelta en trifulcas tanto mortales como sobrenaturales…el actual gobernador y fundador de Erebo, fue en busca de una zona rica en explotaciones comerciales, desde caviar hasta oro y petróleo, topándose así con una verdadera fuente de riquezas, en dos años recupero toda su inversión, en diez, la triplico, en cincuenta, ya te imaginaras, es uno de los magnates más importantes a nivel mundial pero cuya identidad ha preferido permanecer oculta…lo certero es que a pesar de los recursos naturales, se tuvo que enfrentar a varias manadas de hombres lobos, que ya sabes, viven para proteger a la tierra en contra de las explotaciones, como también sabrás, es una lucha que hace años vienen perdiendo y no veo la forma que vayan a remontar… -
Camina pocos pasos para abrir uno de sus frigoríficos y puedes observar varios cuerpos colgados y congelados, parecían cerdos, sin embargo, una observación más detenida te hace entender que eran humanos, todos hombres de piel clara.
- …mientras tanto, las fuerzas de la Camarilla se vieron interesadas en el lugar debido a aquel fenómeno natural conocido como el Sol de Medianoche, un fenómeno que solamente sucede en aquella ciudad, el cual consiste en que la noche dura entre dos y tres meses, ahora mismo están en el último mes de dicho fenómeno, ya que suele empezar a finales de diciembre y termina a mediados de abril en los casos más extensos, así que me imagino que fueron los del Circulo Interior los que enviaron a Alana Vondik para que se encargue de la zona, sin saber de la existencia de los lunares, por lo que rápidamente la Camarilla se vio diezmada por las manadas de la zona, sufriendo varias bajas, pero Alana en vez de solicitar refuerzos, hizo lo que pocos vampiros se animan a hacer, organizo una reunión entre garous, vampiros y el gobernador, pactando así una tregua entre todos los frentes, pacto que se vino respetando por más de veinte años, sin embargo, ahora que el Sabbat llego a esa zona, de pronto todo se vino abajo, aunque no completamente por culpa de esa secta, sino a otros factores que vieron insostenible la permanencia de la príncipe en el lugar, por lo que tuvo que escapar hacia este país y hacer lo que no quiso hacer hace veinte años, pedir refuerzos…así que henos aquí, hablando de los errores y hazañas de otros vástagos para ver en cuales errores nos metemos o cuales hazañas logramos -.
Pronto supo que Shamil era la clase de Condenado que le gustaba oirse a si mismo, quizás para convecerse de su propia superioridad intelectual, de sentirse quizás algo más que una Bestia atrapada en un cuerpo moribundo con forma humana. Y no podía culparlo, no del todo, ya que a ella le pasaba lo mismo.
No era una cuestión de ego, no del todo, era más bien un intento subconsciente de preservar una identidad, o el recuerdo de una identidad que se va diluyendo a través de los siglos.
Le pareció decepcionante que ella mantuviera unos principios. Ella lo achacó al rencor de que su no-vida ya sólo fuera mera supervivencia y ciclos interminables. Aunque tambien sentía que el Condenado tenia parte de razón. Las luchas de poder de las facciones le traían al pairo. Y a ella más de lo mismo. Le importaban una mierda.
Lo único que de verdad le importaba, era que al acabar la noche, hubiera un equilibrio favorable al rebaño que se juró proteger. Trascender a la inmortalidad debía tener un precio, una responsabilidad, y ella estaba gustosa con ese papel, aunque implicara ensuciarse las manos y de vez en cuando desangrar a un cordero.
Y por lo visto, Shamil, no se limitaba a desangrarlos, sino que también los apilaba en su nevera. Eso no la hizo reaccionar, ya que había visto miles de muertes, y una vez muertos poco se podía hacer por ellos. Se preguntó en todo caso, si Shamil sería un elemento nocivo de su jardín o tenía un patrón juicioso a la hora de elegir sus hamburguesas de carne.
Sólo el tiempo lo diría, y entonces cuando tuviera un veredicto, ejecutaría la sentencia.
Escuchó con suma atención la historia de Erebo, no tanto por el interés que le propiciaba, ni por la misión en sí. Simplemente era una precaución natural conocer el entorno dónde iba una a andar las próximas noches.
Así que a la amiguita de Anne no le importa pactar con Garous, ni otras anomalías sobrenaturales. Como Anne. ¿Qué clase de Garou pactaría con vampiros por otra parte? Rara vez lo hacen, por decir ninguna, si bien les conozco, y algo sé por mis estudios. Probablemente fueran renegados. Parias de su especie.
Cuando Shamil hubo terminado, tras dejarla convencida de que efectivamente estaba tan desecho como para no importarle si lo que tenía enfrente era una Toreador, una Assamita o un goblin, sanó la herida de los dedos y dejó de manar sangre, tan sutilmente como había empezado. De momento no le mataría. Quizás con el tiempo, pudieran comprenderse mejor.
Cuando él dejó de hablar y esperó una reacción de ella, ella se quedó quieta durante varios minutos, asimilando todo y buscando convergencias y planes B, C y D. Parecía literalmente una muerta rigida, hasta que finalmente decidió corresponderle por su tiempo.
-Lamento ser yo quien te lo comunique, pero no vine a agradarte, ni soy capaz de quedar afectada por la decepción de aquellos que me rodean, salvo escasas personas. Aún no te conozco lo suficiente, para incluirte en ese grupo, y estoy segura de que lo entiendes del mismo modo, que también te da igual. Todo cuanto me has dicho, era algo que suponía o que acabaría enterándome más pronto que tarde, aunque lo agradezco de todas las maneras, pues lo de la alianza me hace confirmar una vez más la hipocresía de la estructura de las Sectas. Si tu tampoco formas parte de la Camarilla, igual que yo, aunque tengas contacto con algunos Condenados que sí, puedo entender que tienes ciertos intereses para no rehuir el contacto. Dime Shamil, ¿tienes algún interés? ¿Que te motiva a seguir levantando cada noche en vez de sumirte al letargo? Sabes mi motivación, quiero conocer la tuya. Quizás no seamos tan incompatibles, quizás podamos sacar verdadero provecho de ésta reunión.
Te mira con ojos pocos interesados, toma una sierra que tenía en la mesa central de las que parecen sacadas de una morgue, abre de nuevo el frigorífico y toma un torso completo, lo posa con poca delicadeza y comienza con su macabra operación.
Era el cuerpo de un hombre de mediana edad, sin brazos, cabeza ni piernas, asi como el órgano sexual lo tenía extirpado, había algo de grasa corporal acumulada en el abdomen y Shamil comienza a cortarlo por la parte central para quitar todas las vísceras que ahora ofrecían un aspecto bastante peculiar debido al congelamiento.
- Pues…que quieres que te diga mujer, tu marido te trajo a mi buscando quien sabe qué cosa exactamente, quizá quiere que te proteja, aunque eso entraría en contradicción al pensamiento primordial que ambos nos hicimos al verlo salir tan tranquilamente, así que eso nos deja una última opción: el tipo busca que ambos seamos camaradas en una batalla que ni tú, ni yo hemos pedido, simplemente iremos porque quizá esta ciudad no progresa como nuestros grandes y verdaderos dueños querían que progresara, así que lo siento, no estoy interesado en hacerme amigo de nadie, y mucho menos de alguien que… - notas en ese punto que no usaba ningún tipo de guante - …a toda costa desea actuar como alguien que no se sorprende por nada, pero… - se lame un dedo - …dile a Samuel que no se preocupe, que te echare un ojo cada vez que pueda, ahora si me disculpas, tengo bastante por preparar -
Mantuvo el rostro inexpresivo ante el repentino cambio de parecer de Shamil, quizás no había sabido agarrarlo como él hubiere deseado, aunque le llamó la atención que mencionara su carencia a la hora de dejarse sorprender. Ahí se equivocaba, aún se la podía sorprender, Samuel lo hacía. Pero se equivocaba si creía que abrir la caja de horrores era la forma de sorprenderla. Todo lo contrario, ella saludaba a las cajas de horrores por su nombre de pila.
-Samuel tuvo una buena intención, estoy segura de que ve algo en tí que se me escapa. En cuanto a mis reacciones, no trato de actuar Shamil, soy lo que soy. Cuando finjo sorpresa es cuando actúo. Puedo entenderlo, quizás te incomoda que no arrugue el rostro, ni de un paso atrás temblorosa, en definitiva, que muestre algo de humanidad. Desgraciadamente, es algo que se me diluye de entre los dedos con el paso del tiempo, eso me horroriza si te interesa saberlo. Pero aunque conscientemente me gustaría poder arrugar la nariz al verte hacer lo que haces, mi corazón queda inerte ante la indiferencia animal. Sé que no está bien -y pensó que dependiendo que valores mostrara en Erebo, quizás tuviera que purgarlo al fin de cuentas- pero lo sé porqué uso la lógica, no las emociones.
Y quizás, por eso, Samuel le gustaba. Un vampiro muerto emocionalmente, mostrando sentimientos. Usando la lógica para saber que la amaba, y esforzándose por ella. Tenía que reconocerlo, que en su caso, eso era darlo todo.
-No insistiré Shamil, si es lo que deseas, tienes libre albedrio. Lamento que te hayamos molestado -hizo una leve inclinación resptuosa, y se encaminó hacia la salida, aunque antes de salir del todo, se detuvo, y medio ladeada hacia atrás añadió-Si vuelves a faltarle el respeto a Samuel, será como si me lo faltaras a mí.