Cuando el anciano se dispuso a caminar junto a ti, sin voltear habla a los que no hace mucho te habían atacado.
- Vendrán más a por ella, por nada del mundo sean idiotas y ataquen a los que vayan a llegar, expliquen con la mayor cordialidad posible que ella no será dañada siempre y cuando los que vengan no nos ataquen tampoco – estas palabras tenían altas connotaciones cripticas donde por una parte te brindaban seguridad, mientras que por la otra te amenazaba – sígame por aquí por favor – dijo muy afablemente con un brazo extendido hacia el camino al que deseaba que vayas –
Las penumbras no te habían dejado observar con claridad la figura de aquel ser, muy a pesar de contar con tu visión nocturna, la bruma de las aguas servidas y los jirones de moho con humedad que colgaban de la parte superior de la estructura en general circular, tampoco ayudaban.
Era un hombre fuerte, se notaba en cada ápice de su ser, con el rostro cubierto por lo que parecía ser el cráneo de un ciervo, contaba con retazos de tela que le cubrían algunas pocas partes del cuerpo y una cabellera completamente blancuzca que le llegaba hasta la espalda, quizá antaño fue un guerrero gaiano que aún mantenía las buenas costumbres de hablar con respeto y no balbucear entre mocos y babas palabras sin sentido como una mayoría de danzantes acostumbraban a hacer.
Intentas memorizar cada vuelta en el lugar, al principio era bastante sencillo, bifurcación izquierda, giro a la derecha tras pocos pasos, un giro más a la izquierda luego de un trayecto de cien metros, bajar por una escalera al final, seguir recto hasta lo que parecía ser un cuarto sin salida, tu corazón palpito con fuerza en ese punto ya que era un lugar perfecto para una emboscada, sin embargo, el anciano se acercó al centro del lugar y se sumergió en lo que parecía ser un hueco de agua verdosa, la cual conectaba a una zona aún más baja del lugar, el mero contacto con cualquier cavidad mucosa de aquella agua haría enfermar terriblemente a una persona con cualquier tipo de infección, por lo que aquel lugar era solamente accesible por seres resistentes a los padecimientos.
Una vez tocado fondo, se debía ingresar por una cavidad lo suficientemente grande como para que dos o tres hombres de tamaño fornido pasen por ella, y luego las aguas se abrían cada vez más en una suerte de playa subterránea, el anciano que hasta ese momento se había guiado por la memoria, tomo una antorcha de un suelo arenoso, la encendió y se podía observar tres entradas distintas, siendo la del centro la tomada por tu guía.
Una vez cruzado ese linde, se volvió sencillamente imposible seguir cualquier tipo de giro lógico, por lo que decidiste dejarte de intentar memorizar nada, solo seguir los pasos con eco del hombre lobo.
Tu desnudez quizá era un factor importante al sentirte constantemente vigilada por ojos que no se dejaban ver y el camino se iba tornando cada vez más y más confuso hasta que la fina figura de una dama con vestido blanco se hizo presente en lo que parecía ser una sala circular, de contornos rocosos y fríos, varias antorchas se encendieron y pudiste ver con más claridad la situación en la que te habías envuelto.
Eran tal vez una veintena, o quizás aún más de danzantes que estaban en una zona superior de la sala, la cual asemejaba bastante a un antiguo coliseo romano, con sus gradas en la zona superior solo que esta vez no había asientos como tal ni persona alguna, todo era rocas, risas y seres infernales cuyos fluidos se expelían desde cualquier tipo de orificio imaginable.
La mujer, que te esperaba en el centro del lugar, te sonríe y ahí pudiste observar un rostro de lo más particular, con ojos rojos, heridas abiertas que se expandían por la zona lateral de una nariz perforada tanto por la zona central como en la cavidad nasal, de labios anchos, orejas puntiagudas, hematomas que le cubrían algunas partes del cuello y del cuerpo, manos que terminaban en garras afiladas, cabeza completamente rapada y un enorme pentagrama que le había sido tallado en la frente que casi le cubría toda la cara.
- Bienvenida seas kirii, el Dragón Verde me había dicho que vendrías en cualquier momento, por favor, disculpa a mis guardias, solo cumplían con la tarea asignada, a pesar de no ser lo suficientemente inteligentes como para tratarte como la guerrera y dama que eres – había una especie de mesita tras ella, la cual albergaba una daga envuelta por un paño lo suficientemente extenso como para que ella pueda ofrecértelo a modo de ropaje provisorio, la tela negra apenas te cubría algo, pero servía lo suficientemente bien – por favor, no temas a los presentes, ¡saben perfectamente las consecuencias de aquellos que se atrevan a lastimarte! – estas últimas palabras fueron entonadas con más fuerza y sus ojos se giraron por toda la sala haciendo mayor énfasis a su orden de no hostilidad contra ti – he estado contactándome últimamente y con cierta recurrencia al incarna conocido como Dragón Verde, quizá hayas escuchado de él y quizá fue el quien movió los hilos del universo para que puedas animarte a venir y verme, así que dime kirii Simba de tierras ajenas a ésta… ¿En qué puedo ayudarte? -
Tras abandonar la zona más cercana a aquellas pútridas aguas la bruma comienza a disiparse y finalmente logro ver al anciano. Su aspecto corresponde a su voz y el súbito cambio de actitud de los dos que me atacaban. Me ayuda en cierta forma ya que tiene un aura de dignidad que nunca habría pensado en los servidores del Wyrm.
El ir desnuda me hace especialmente sensible a las miradas lascivas hasta que una mujer que desprende aun mas autoridad me invita a acercarme y constato que estoy ampliamente superada en número.
Algunas de sus deformidades no hay duda de que se las ha creado ella misma, no como producto del Wrym.
Sus palabras me desconciertan y lamento no ir acompañada de alguien con conocimientos de los espíritus.
La referencia al “Dragón Verde” me hacen dudar de sino se estará refiriendo al ser del huevo de dinosaurio, o si será efectivamente una clase de incarna, evidentemente no se lo puedo preguntar.
Algo le tienes que contestar Asha, juguemos la carta de que es lo que ella dice. – Es evidente que sabes muchas cosas sobre mí, por mi parte solamente creo que debes ser la líder de aquí Valeria. Estoy aquí en gran parte por mi gran orgullo, mis superiores estaban hablando de donde podíais estar. Elaborando sesudas deducciones sentados en la mesa mientras comían y decidí demostrarles que simplemente buscando por las calles sería mas efectivo. Y realmente tenía razón.
Inclinando muy levemente la cabeza. – Aunque puedes tener razón y no haber sido mas que un títere bajo el control de ese incarna.
Antes de que termines tu última frase, te hace callar con un siseo que le parecía divertido ya que sonríe ante tus palabras.
- Querida, querida – repite condescendiente – por favor, no hace falta ser violenta, ten en cuenta que te rodeamos y más de uno vendría a…bueno, ya sabes, los chicos y sus ganas hacer cosas de chicos – varios de los presentes ríen maléficamente – si has llegado hasta aquí es porque has venido a buscar respuestas, y si sigues viva es porque estoy dispuesta a brindártelas… - su sonrisa afilada desaparece para dejar ver un rostro mucho más serio, preocupado incluso - …recientemente he sido visitado por el Dragón Verde, si no lo sabes, es un Incarna, demasiado poderoso como para ser tratado a la ligera, quizá no lo conozcas, no me sorprendería, los Simba tienen la costumbre de luchar solamente donde las tierras solo conocen el color de la noche selvática, pero, el acto que acabas de cometer, el de tener los ovarios suficientemente bien puestos como para acceder a ingresar en mi pozo e incluso estar frente a mi es símbolo de que la vieja costumbre de matarnos antes de hablar se está disipando, lo que me parece bien – suspira brevemente y continua – veras, sabemos de qué el Consejo de Cuervos está resguardando a una cría nonata de un Ancestro Lagarto, créeme cuando te lo digo que somos los más interesados en protegerlo debido a las fuerzas catastróficas que se han filtrado en nuestro mundo –
Valeria levanta la mirada, chasquea y espera a que se realice el acto siguiente para continuar hablando, desde atrás de ella, se percibía el sonido de algo arrastrándose, temiste un segundo de que se trate de la culminación de una trampa que se había hecho esperar, pero la imagen no hizo otra cosa más que desconcertarte e incluso marearte.
Eran dos danzantes, de tamaño casi igual, aunque ellos no eran el centro de tu atención, era lo que traían a rastras lo que te dejo perpleja.
Se trataba de un humanoide deforme con escamas en vez de piel, de ojos saltones y con una suerte de baba que le cubría todo el cuerpo, dicha baba venia mezclada con sangre que surgieron de heridas que al parecer le causaron los danzantes; olía realmente mal, incluso para los parámetros de los que eran tus anfitriones.
- Esta criatura no es más que un peón de entre las filas de seres inenarrables que han logran colarse desde una brecha cósmica de una dimensión que nos es completamente desconocida, incluso lo que tu llamas Cahlash o como nosotros lo conocemos como Wyrm le teme, dichas criaturas han aparecido a lo largo del mundo y han aparecido de todos los tamaños y sabores he de decir…este en particular es el peón de los peones, existen otros que simplemente son casi tan grandes como montañas y me temo que…son apenas el inicio – traga saliva y continua – si de algo estamos seguros es que por vez primera, algo mucho, pero mucho peor que el Wyrm ha fijado su mirada hacia este mundo, que por cierto, deseamos corromper mas no destruir…por lo que, a pedido del Dragón Verde, estamos dispuestos a realizar una tregua con los Hombres Lobos y con cualquier servidor de Gaia siempre y cuando nos ayuden a combatir a este demonio, por lo que considera tu presencia y tu bienestar como símbolos de que estamos dispuestos a reunirnos con ustedes en el túmulo del Crystal Palace, por supuesto, solamente iré yo y un guardián, para evitar cualquier tipo de complicaciones absurdas al menos – te mira analíticamente – así que… ¿nos ayudas a concretar la reunión? -
Me quedo extrañada cuando me dice que no debo ser violenta. ¡Si le he dicho que estoy aquí por mi propia estupidez! Claro que lo mejor es no decirle que se equivoca. La letanía habla de combatir no de suicidarse que sería lo que haría aquí sin lograr matar a ninguno de ellos para compensar la balanza de Gaia.
Asiento ante sus palabras intentando que lo interprete como una disculpa y acatamiento de sus palabras. No lo expreso con palabras ya que no se que frase ha tomado por un desafío.
Cuando traen esa criatura no puedo dejar de hacer un visible gesto de desagrado, la vahada es sumamente repugnante.
– No soy una experta en espíritus, como acertadamente habéis dicho soy una kirii, y me he centrado en ser una buena luchadora. Conozco solamente unos pocos y no porque sea quién tiene tratos con ellos. No puedo debatir sobre ellos ni con vos ni seguramente, – señalando a los que me rodean, – con la inmensa mayoría de los que nos acompañan.
Tras un nuevo saludo de reconocimiento a su autoridad. – Transmitiré vuestras palabras, si así me lo permitís. No puedo daros ninguna garantía de que sean bien acogidas. No intentare insultados insinuando de que serán bien acogidas, cos que ya sabéis.
Valeria te mira, te analiza, suspira y luego habla.
- Lo entiendo, ahora debes marcharte, han llegado a buscarte y no quiero que haya ningún tipo de trifulca en mis dominios, al menos no una que yo haya pedido – el anciano que fue tu guía hacia no mucho, se te acerca y está dispuesto a escoltarte nuevamente hacia la salida, das algunos pasos sin embargo Valeria habla una vez más – avisa al consejo que tienen hasta mañana para confirmar la reunión, caso contrario, los buscare y les arrancare hasta la última pluma con mis propias garras…espero que no se tarden – dicho esto último, todos los presentes aúllan, ríen y rugen –
4 de Marzo
05:12 am
Luna Llena
El camino de vuelta fue igual de mareante que el de ida, pero al menos al ver la salida, te sentiste mucho más segura, especialmente porque pudiste ver a Brandon, a Yuki y a Balthasar aguardando por ti.
El anciano sale junto al grupo y les habla en voz baja.
- Acepten la oferta de Valeria, es lo más sensato – terminado de decir esto vuelve de nuevo a su refugio –
- ¿Estas bien Asha? – pregunta Yuki notoriamente preocupada –
- Vamos, este no es un lugar seguro para seguir aquí – dice Brandon mirando a los guardias quienes con lenguas largas y babas hacían gestos obscenos hacia el grupo –
Te escribi al Wha, mas no me respondiste.
Por favor, a la proxima que sientas que no vas a poder postear, avisame y asi te PNJtizo, el jugador que lleva a Balthasar te esta esperando hace bastante tiempo.
Continuamos la escena aca: https://www.comunidadumbria.com/partida/bloody-lon...