Partida Rol por web

Thiago contempla la salida de Tyrion sin echar más leña al fuego, y limitándose a una leve pero cortés inclinación de cabeza. Después de todo es un caballero y él un sirviente, y si hay algo que el guardaespaldas tiene claro es su posición.

Una vez el gnomo fuera, se acerca a Desmera y le pregunta de nuevo: ¿estáis bien? ¿Os ha hecho daño?

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Después, viendo su gesto, le dice: no hará falta, señora.

Ahora que se ha ido, respiro un poco más tranquila, mi mano derecha sube hasta mi cuello.

E...estoy bien, Thiago... gracias.

Ahora irá a hablar con la abuela, y todo esto será por culpa mía, como siempre, por no saber tratar bien a las visitas, pero por los Siete, que a gusto me he quedado después de decirle lo que pensaba.

Debería... haberle tirado un jarrón en la cabeza, antes de que se fuera, soy una dama, no una vulgar criada con la que se puede retozar en las caballerizas.

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Thiago sonríe al ver que el espíritu empieza a volver a la joven. Decidme, señora, ¿sabéis utilizar una daga? Un estilete de esos que se esconden fácilmente en la ropa? Son muy útiles en circunstancias como ésta. Pienso que, en compañía de mi señora, por supuesto, una visita a una armería podría ser muy instructiva...

Ehhh, soy un poco... ehm... torpe. Miro al suelo, pero vuelvo a levantar la vista al cabo un instante, es solamente un guardaespaldas y no el mío, pero me ha sonreido, el rubor tiñe ligeramente mis mejillas. Aún así, te lo agradezco, quizás no es tan mala idea... si, lady Ariad está de acuerdo, claro, pero no sabría cómo usarlo... Mis manos se juntan en mi falda.

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Eso también tiene arreglo, dice Thiago con calma. Acabaos de arreglar, o llegaremos tarde a la cena, sugiere cortesmente.

¿Arreglo? ¿Se refiere que puedo aprender a usarlo? ¿A que me va a enseñar? Le miro confundida, si los hombres de armas de mi padre no lo han conseguido, ¿cómo lo va a conseguir este bravoosi? Si finalmente viajo con vosotros, ¿me enseñarás? Bajo la mirada de nuevo, yo no soy quien decide dónde ir, aunque lady Alisse me ha dicho que va a pedir a mi abuela para llevarme a Desembarco como doncella.

Casi me da igual quien sea esa mujer, ahora mismo lo que quiero es alejarme de mi abuela, de mi prima, de todo lo que hay aquí. He echado por tierra los planes que tenían para mí. Y se que no le va a gustar nada, nada de nada. Cuanto más lejos esté, mejor.

Si, claro, la cena. Miro a lady Alisse. Cuando vos digáis, lady Ariad.

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Thiago mira a Alisse en busca de su aquiescencia antes de contestar: Si lady Ariad lo permite, ¿por qué no? El viaje es largo y aburrido, y esa puede ser una buena distracción... a la par que útil.

La niña tiene agallas, seria buena si sobrevivia a lo que se la viene encima, el Gnomo es un oponente a tener en cuenta y tendre una conversacion el para que se modere o puede que para tentarle con...es un Lannister, seguro que eso  no entra en sus planes cagan oro asi que...
Pero Thiago es otra cosa, creo que esos dos daran mucho que hablar y yo lo auspiciare...Desmera necesita atencion asi que no estara de mas que la reciba aunqeu sea de un soldado

Claro vamonos, se me ha abierto el apetito. Ademas creo que puede esperar mi baño a despues.

Y si nos acompañara, decidido aunqeu tengamos que sacarla en una alfombra enrollada.
Thiago adelantate con ella, yo voy a hablar con la abuela de la joven

Thiago asiente sin palabras, y procede a avanzar por el pasillo un paso detrás de Desmera.

Hago una ligera reverencia hacia Alyse y me dirijo hacia la puerta, no hay demasiado que decir, hasta que haya hablado con mi abuela, casi me da miedo, y no se por cual de las dos.

¿Me contarás ahora todo sobre Braavos? Camino, escuchando sus pisadas a sólo un paso detrás de mí, sin que tenga que indicarselo, ya me gustaría tener un guardaespaldas así. Giro la cabeza para mirarle. Y ponte a mi lado, no me gusta hablar girando el cuello, luego me molestará, y te azotarán por ello. Mi tono no admite réplica, eso si que lo he aprendido bien.

Thiago ríe con ganas, y se pone al nivel de la joven.

Veamos, ¿por dónde empezar? Braavos nunca fue una colonia de Valyria, sino que la fundaron unos 500 años después del desembarco de Aegon unos refugiados que huían de la expansión de Valyria. Durante siglos se la denominó la ciudad Secreta, y permaneció relativamente desconocida para el resto del mundo. Se dio a conocer más o menos para cuando tuvo lugar la perdicion de Valyria, o sea, unos 400 años después de su fundación. Algunos la llaman "el hijo bastardo de Valyria".

¿Entonces no sois valyrios? Estrictamente hablando, claro. Me está contando cosas que puedo leer en los libros, pero, que te lo cuenten es más interesante. El hijo bastardo... curioso nombre, ¿por qué la llaman así? ¿Por estar escondida tanto tiempo? Mi padre no esconde a sus bastardos, y la mayoría de nobles tampoco, creo que es por si acaso se quedan sin hijos legítimos tener quien herede que por lo menos sea de su sangre.

Quizás estoy hablando demasiado, pero los nervios hacen que haga eso, maldito gnomo, ojala no tenga que volver a verlo en mi vida.

Pensad que eran otros tiempos, y otras costumbres. Probablemente los fundadores de Braavos fueran ándalos, o rhoynar, y tuvieran una concepción de la bastardía diferente a la que impera hoy en día aquí en Poniente.

Por otra parte, continúa su disertación, a la vez que ambos siguen avanzando hacia al comedor, Braavos es una ciudad Libre que comprende un centenar de pequeñas islas arracimadas alrededor de una laguna en el mar Estrecho. Se la tiene por la mayor y más poderosa de las Nueve Ciudades Libres. La dirige el Señor del Mar, a quien le sirve un campeón conocido como la Primera espada de Braavos, acaba Thiago con un deje de melancolía.

Asiento ante sus palabras, claro, diferentes sitios, diferentes costumbres. Es lógico. Escucho, cómo sigue contando, noto el deje de melancolía en su voz. Levanto la mirada. Ya casi estamos llegado al salón.

¿Lo echas de menos? ¿Por qué te fuiste si lo echas de menos? Callo, bajo la mirada. Disculpa, no debería hacer esas preguntas, a veces soy demasiado curiosa.

Me paro, delante de las puertas del salón, no es el comedor principal, no, ese se deja para los banquetes importantes, este es un saloncito no demasiado grande, donde como, normalmente sola, o con mis primos. Más cómodo, más caldeado y sobretodo, sin demasiados ojos y oídos curiosos.

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La nostalgia es propia del ser humano, señora. Anhelamos lo que no tenemos, o lo que perdimos...

... pero nada nos impide volvernos a ilusionar, y pensar en un retorno triunfal, ricos y famosos.

¿Por eso haces este trabajo? ¿Para hacerte rico? ¿Famoso? Intento entenderlo, nunca he sentido nostalgia, pero también soy muy joven. Si echas de menos tu tierra, ¿no podrías hacer el mismo trabajo allí? ¿Con algún mercader de esos ricos que hay? 

Sigo parada, delante de la puerta, sin atreverme a abrirla, quizás esté mi prima dentro, o quizás no, y ya esté puesta la mesa. La conversación es una buena excusa, además de interesante.

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Es... más complicado que todo eso. La vida es un continuo compromiso entre lo que uno quiere y lo que puede hacer. Esta etapa me ha traído a Poniente, y pretendo aprovecharla al máximo. Luego, ya se verá.

Abro la puerta del saloncito y entro, si está mi prima, que esté. Pero no, está vacía, han dejado preparada la mesa, con tres servicios, bien. La comida está en las bandejas, no deben haberla traído hace mucho, porque el caldo aún humea, y mucho.

Por lo menos has podido escoger, Thiago, es más de lo que yo puedo hacer. Hago un gesto para que se siente en una de las sillas. Mi vida se reducirá a casarme, tener hijos, ver cómo mi esposo se va con otras y tiene bastardos y con un poco de suerte encontrar un amante sin que se entere mi esposo, y encima con cuidado de que no me deje embarazada. Ni siquiera podré escoger con quien me caso, ni dónde vivir, ni nada, sólo soy una moneda más en este juego. De oro, pero moneda al fin y al cabo. No me he sentado, mi mano está apoyada en la silla, miro hacia el fuego encendido en la chimenea, no puedo creer que esté diciendo todo esto en voz alta, lo del gnomo debe haberme alterado más de lo que pensaba. Ni siquiera podré escoger con quién dejaré de ser doncella, pero ese Lannister no me va a tocar, nunca, jamás.

Bueno, ya sabéis: no hay rosas sin espinas.

Muchos darían una mano por vestir vuestros ropajes o por comer aquí, ni que fuera solo una vez, hace un gesto hacia la mesa. Habéis nacido en la nobleza, y eso conlleva ventajas e inconvenientes. Podéis tratar de sobrellevar lo segundo mientras aceptáis lo primero, o podéis romper con todo y dedicaros a la Fe. Incluso podéis escapar de Poniente y llevar una vida aventurera en el mar Estrecho.

Sois muy joven, y tenéis un futuro por delante. De cómo maniobréis por el proceloso mar de las intrigas de Poniente dependerá vuestro futuro, no solo de vuestro nacimiento.

Me siento en la silla, mejor esperar a Alyse para empezar a comer.

Si, todas las rosas tienen espinas, pero unas más que otras. Suspiro. Ciertamente, soy una privilegiada, mi única preocupación es intentar adivinar con quién querrá casarme la abuela o decidir qué vestido me pondré por la mañana. No es que me esté quejando, no, se que mis preocupaciones son casi tonterías, lo que tenga que ser, será, pero a veces... solo a veces... Me callo, a mi mente viene la imagen de mi primo, montado en el caballo, practicando con la lanza. A veces me gustaría poder elegir algo que no sea la ropa que me pongo.

Miro a Thiago.

Toda mi educación se ha dirigido a saber cómo moverme en ese mar tan tormentoso, madre ha intentado protegerme todo el tiempo posible, pero ya no puede seguir haciéndolo, mi abuela tiene planes, todos tienen planes, pero no me los cuentan, como si fuera una muchacha tonta.

Mi mirada llamea un poco. Todos creen que bajo la cabeza y callo porque no se que decir, pero no es así, y algún día se lo demostraré. Y no se por qué se lo estoy contando a este hombre, quizás porque es la primera persona que se digna a escucharme.

Pero cuentame más sobre tu tierra, mientras llega lady Ariad. Puedes servirte un poco de agua, o de vino.