Partida Rol por web

Pèire llevaba un tiempo retirado preparando sus curas y remedios cuando, ya noche cerrada, llamaron a la puerta. Antes de que le pudiera dar tiempo a decir nada, la puerta se abrió, dejando entrar al barón, Carles.

El barón y tú sois viejos conocidos, de manera que no gastáis demasiado tiempo en fórmulas de cortesía inútiles.

- Pèire, necesito que hagas algo por mí. Por... la Casa.

>> Será la pieza más importante de mi legado.

Miro asombrado al varón por su entrada repentina y tras unos segundos me recompongo.

Estaré encantado de ayudaros en lo que sea, sabe que are por usted lo que haga falta. 

Así que, ¿que necesita?.

Estabas tan concentrado en los ungüentos (¡pero han salido bien! menos mal) que has podido prestar poca atención al barón. Lo ves abatido y algo cansado. Pero por otra parte, lleva meses así.

- No es nada grave, pero es importante. Y sois la única persona que puede hacerlo.

>> Necesito que escribáis una historia; nuestra historia. Una historia del nacimiento de nuestra casa hasta nuestros días.

La manera en la que enfatiza el nuestra te hace sentir bien: parece que es inclusivo, que te considera parte de la familia. Después de todo, siempre te ha tratado como a uno más.

- Será mi legado -dice, de pronto, sorprendiéndote. ¿Legado?-, una Historia de la Casa Mormont.

>> Y no escatimes en esfuerzos ni en gastos. Tienes que contar la verdad, amigo mío. Toda la verdad.

Te coge del hombro y tienes la sensación de que quiere decirte algo más, pero que no se ha decidido a hacerlo.

Y no seria mejor, solicitar la ayuda de los monjes, sus escritos son muy buenos y sus copias de libros.

Aunque estoy encantado de ayudarle en la tarea, no se como quedara escrito por mi puño y letra.

Carles te coge de los hombros. De repente no ves en él al barón de la casa, sino a ese muchacho asustadizo y tímido al que conociste cuando era todavía un niño; el mismo muchacho que tuvo que coger una espada que era demasiado pesada para él.

- Confío en vos. Necesito confiar plenamente en alguien para esta tarea.

>> Necesito... necesito que se sepa la verdad. Necesito que se sepa lo que pasó aquí hace quince años.

Señor no se preocupe tanto, sabe que si esta en mi mano le ayudare en todo lo posible. No hace falta que se altere.

Le pongo la mano en el hombro para intentar tranquilizarle.

Carles te lo agradece y se retira. Te dice que busques los documentos necesarios en los pocos archivos que hay en la torre, pero que si necesitas cualquier cosa, se la pidas.

En ese momento, te preguntas qué hacer. ¿Vas a volver al salón, donde probablemente Maria d'Olot quiera hablar de temas de la política de la casa, o vas a ponerte inmediatamente a realizar la labor historiográfica que te han encomendado?

Prepare las vendas y ungüentos, y los llevare en una cesta a la sala principal, para esperar a los heridos si hay alguno.

Esos documentos lo hare en otro momento, es un favor privado que me ha pedido y lo llevare con la máxima discreción posible.

Investigas en los libros de anales de la Casa desde su fundación. La historia te suena haberla escuchado de alguien en el castillo, pero nunca la habías leído tú mismo. En resumen, dice algo así:

Johannes y Paulus (en el texto en latín) eran dos hermanos que vivían en el sur de Francia justo antes del estallido de la Primera Cruzada, hace más de cien años. Cuando ésta estalló, se cosieron cruces rojas en los ropajes y partieron para Tierra Santa para combatir a los infieles. Lucharon con valor, cada uno de ellos el parangón del honor y de la fortaleza. El texto deja entrever que Paulus era el mayor y tenía las mejores ideas, aunque Johannes era más fuerte y vigoroso.

Durante el segundo asedio de Antioquía, cuando los cruzados se quedaron entre los soldados de la ciudadela que se negaba a rendirse y el ejército del turco Kerbogha, los hermanos participaron en una salida para conseguir sustento. La salida fue un fracaso absoluto, y el destacamento, al mando del barón de Alós, fue rodeado en una colina cercana a la ciudad. Allí hubieran sido muertos, de no ser por el valor demostrado por los dos hermanos, que consiguieron salvar al barón herido y volver a la ciudad protegidos por las flechas de sus aliados.

El barón, que no tenía hijos, agradecido por no haber caído en manos infieles, nombró a los hermanos herederos de su baronía en el Pirineo, la vieja Alós donde se alzaba el mismo castillo en el que ahora mismo te encuentras. Por su valentía en la lucha contra los sarracenos, los llamó du Maure Mont, del Monte Moro. Instantes más tarde expiró

Cuando Johannes volvió de Tierra Santa una vez conquistada Jerusalén, fue al castillo de Alós y se instaló como barón. Además, catalanizó el nombre que el anciano barón le había dado, y pasó a llamarse Joan de Mormont.

Todo eso suena muy bien, pero la historia tiene muchos agujeros. El más sangrante de todos ellos es el final: ¿cómo es posible que un barón pudiera ennoblecer a dos hermanos? ¡Eso sólo puede hacerlo el rey! Porque se presupone que no eran nobles antes, dado que precisamente es el barón quien les da un apellido.

Y esa es otra, el apellido. Tú, que eres una persona culta, sabes que a los infieles del Levante se les conoce como sarracenos, no como moros. Aunque, por supuesto, es posible que el barón no fuera una persona tan culta.

Otro detalle interesante que no acabas de entender es qué sucede con Paulus. El texto explicita que era el mayor y por tanto heredero natural a la baronía. Sin embargo, a partir de la toma de Jerusalén no aparece ninguna referencia al hermano mayor, y sólo Johannes vuelve de Tierra Santa...