Partida Rol por web

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El torneo fue un éxito rotundo, en tanto que solidificó la posición de la Casa Mormont y permitió que muchos de sus miembros hicieran contactos fuera del valle de Alós, contactos que muy pronto se iban a revelar de utilidad. A pesar del faux pas diplomático del ataque por parte de los bandidos franceses, futuros incidentes fueron evitados: en el último momento, la combinación de las aptitudes diplomáticas de la señora del valle, Maria d'Olot, y la prometida de Ponç, Teresa, evitaron el tan esperado duelo entre Vicenç y Ponç. Por lo demás, los miembros de la casa actuaron de manera más que destacable en el torneo, aunque el premio final se lo llevó un enigmático Caballero del Águila, cuyo nombre nadie conocía.

Las estaciones se sucedieron con su habitual pereza en aquel valle tranquilo. La exhuberante primavera dio paso al tórrido verano, y éste al lluvioso otoño. La vida en el valle siguió como siempre, con la constante amenaza de los bandidos franceses. Sin embargo, éstos parecían estar descansando... por el momento.

Carles de Mormont, el barón, parecía recuperarse lentamente, a medida que la consciencia de la guerra inminente calaba en el reino. Esta vez no era una guerra intestina, sino que se hablaba de unas islas llenas de piratas sarracenos que atacaban a los mercantes catalanes. El pueblo acogió la idea con entusiasmo, como sólo la idea de llevar la muerte y la destrucción lejos de casa, aunque sólo fuera un tiempo, puede calar en las mentes simples.

Así que el valle pirenaico de Alós parecía en calma cuando llegaron las lluvias torrenciales del otoño. Hasta que, un día...