Miro hacia el punto que indica, con temor y voy haciéndome para atrás hacia la taberna... Es el único lugar que conozco aquí cerca, el único lugar en el que puedo sentirme segura hasta que llegue el amanecer... Sólo deseaba volver a casa...
Caminando poco a poco hacia atrás, sin dejar de temblar y aún con el rostro enrojecido voy yendo de nuevo hacia la taberna, tapando mi rostro con la capa.
Te alejas sin problemas, pues la mujer parece no responderte a ti. Está, de pie, todavía mirando asertivamente al lugar que ocupabas hace unos instantes. Dice cosas que no alcanzas a comprender.
Una vez dentro de la taberna, te vuelves a sentir a salvo. Ves a tu tía, preocupada, buscándote con la mirada intentando no llamar la atención.
Me acerco hasta ella, con cuidado de no llamar la atención. No intento ocultar mis lágrimas y cuando estoy frente a ella sólo soy capaz de decir una cosa...
- Lo siento...
Mi rostro está cubierto de lágrimas, con los ojos hinchados y enrojecido, mientras mi cuerpo aún está temblando.
La expresión de enfado inicial de Caterina se disipa al verte tan decididamente afectada. De pronto, está preocupada.
- ¿Qué te sucede, sobrina amada? ¿Qué has visto?
De repente, una sombra le cruza la mente. Mira por la ventana, donde la noche es cada vez menos oscura. Deberíais empezar a pensar en volver al castillo.
Con voz algo temblorosa
- Oí una mujer llorar... Pensé que eras tu... Me acerqué... Tendría mi edad... Estaba tan... Tan echada a perder... Y... Decía que le habían robado a su hijo... Y miraba a la nada... Su mirada... Y te había perdido... No estabas... Y estaba sola... Lo siento...
Sigo la mirada de mi tía hasta la ventana y entiendo la situación
- Deberíamos... Volver... ¿no?
La miro algo afectada aún.
Caterina acepta, y antes de que puedas darte cuenta estás cabalgando hacia el castillo.
Genial, escena cerrada. Debo intentar cuadrar una cosa antes de abrir la siguiente, pero creo que no va a tardar.
Sin problema ^^