¡Madre Larissa, cálmese joder! - grita Will Herrys
¡Súeltame, niña! - replica la Anciana Roehuesos - ¡Yo envié allí a esos cachorros y yo tengo que traerlos de vuelta!
Entre los Garou del túmulo de Central Park no se habla de otra cosa estos días: la madre Larissa, líder del clan, envió a una manada de cachorros a pasar su Rito de Iniciación a un túmulo Wendigo en el norte de Canadá. Poco después se supo que el Guardián de dicho túmulo había sido asesinado y que los cachorros estaban desaparecidos. En cuanto se enteró, la Anciana quiso ir a buscarlos, pero Will y Gina la alcanzaron justo cuando estaba empezando a abrir un Puente Lunar hacia el túmulo en un sitio que para los humanos no es más que un almacén de herramientas abandonado.
Madre, no se ofenda, pero los Wendigo no van a ser muy receptivos con usted precisamente - blanca, mujer, urbanita, Roehuesos y Theurge. Lo único que los Wendigo no despreciarían de ella sería su edad.
¡Me da igual! - replica la Anciana con tozudez - Les confié a esos culos emplumados a tres de nuestros cachorros ¡A tres! O me dan una buena explicación o toda la maldita estirpe de Wendigo se va a enterar de lo que han hecho ¡Y ahora largo las dos!
Gina, échame una mano...
Apenas acababa de pasar mi rito... Y ya tenía que encargarme de un millón de cosas. Sabía que iba a ser duro elegir otra tribu que no fueran los Moradores, pero tampoco había imaginado que tanto. Ni que tendría que discutir con la líder de otro clan.
- ¡Madre Larissa, por favor! - la verdad es que la vieja está fuerte y veo que en una de estas nos tira al suelo a las dos - Seguro que los Wendigo ya tienen bastantes problemas como para encima ir a liarla todavía más. Además, Will tiene razón, no le van a hacer caso. Si fuésemos yo o Will, todavía pero... - acabo de darme cuenta de lo que había dicho. Más tonta no puedo ser, a este paso me echan del clan... Pero se supone que teníamos que arreglar el problema. ¿Y qué mejor manera? - ¿Y si vamos nosotras? No tienen nada en nuestra contra y podríamos mediar con ellos. Además de encontrar a los cachorros, o saber al menos qué ha pasado. Usted sola no podría hacer todo eso.
Termino mirando a Will casi desesperada. Como me diga que no, la Madre Larissa se va a ir de todas formas y no me gustaría ver una guerra así de primeras.
¿Que "no tienen nada en vuestra contra"? - replica la Madre - ¡Ja! Son como los Fénrir pero con plumas y tomahawks.
Pero Gina tiene razón - tercia Will - Usted es la líder del túmulo de Central Park. No puede ausentarse de esta manera. Déjenoslo a nosotras.
La anciana termina por rendirse y sentarse en una silla - Acabas de pasar tu Rito de Iniciación. Ni siquiera perteneces a una manada ¿Qué crees que vas a poder hacer?...
- Los encontraré y los traeré de vuelta. - respondo de inmediato, decidida - Tal y como están las cosas, una manada llamaría más la atención que si voy yo sola, y los Wendigo podrían pensar que el ataque lo hemos provocado nosotros. Lo mejor será hacerlo rápido y con sigilo. Además, si consigo descubrir qué le ha ocurrido al Guardián, podría ganarme su ayuda. - concluyo, casi convenciéndome a mí misma con mis palabras. ¿De verdad podría hacerlo? Eran sólo tres cachorros, no debería ser muy difícil. Asiento decidida de nuevo y apoyo las manos en las caderas, pensando en la apuesta que tenía por delante. - Tal vez acabe de pasar mi Rito, pero todavía no he tenido oportunidad de demostrar mi valía. Si los traigo, lo habré conseguido. Y si no, por lo menos informaré de la gravedad de la situación para estar mejor preparadas.
Tal vez no esté bien que alguien como yo le hable así a Madre Larissa, pero no me queda otra opción. Si realmente lo consigo, las Furias me considerarán una más, e incluso podría liderar mi propia manada. Y si no... No, lo conseguiré. Tengo que hacerlo.
Yo iré con ella, madre - Interviene Will - Ya he tratado antes con los Wendigo y sé cómo hacerlo. Por cierto ¿quiénes son los cachorros?
Bianca Hagebak de los hijos de Gaia. Cassandra Temsing de los Contemplaestrellas y Zoo, de mi tribu.
¿Bianca? ¿La metis albina? Bueno, al menos no será difícil de distinguir.
No es una metis - la corrige la Madre - Es tan homínida como tú y como yo.
Pero si es albina
¿Y qué coño pasa con eso? ¿Es que todos los Garou somos genéticamente perfectos? ¡Mira a los malditos Colmillos Plateados, coño!
Vale, vale. Tranquila. Yo... - pero la Madre no la deja seguir.
Cassandra es una de las pocas Contemplaestrellas que quedan en Occidente y Zoo es un lupus, así que os podéis hacer una idea de lo importantes que son.
Gracias por la parte que nos toca.
Déjate de orgullos necios, niña. Sabes perfectamente a qué me refiero.
Pues la verdad es que no.
Entonces sé una buena maestra y dile a Gina que se busque una mentora más sabia - la enfurruñada Theurge se pone en pie y empieza a murmurar una plegaria a una piedra azulada que tiene la huella de un lobo grabada. Es la Piedra del Camino, la llave espiritual que permite abrir Puentes Lunares entre túmulos. A medida que el rito progresa se forma un remolino de luz en el aire que se ensancha hasta adoptar la forma familiar de un Puente Lunar, un túnel hecho de luz de luna que lleva al Clan del Prado atravesando la Umbra.
Bueno, vamos allá - le dice Will a Gina - Deja que hable y observa. A su manera los Wendigo son tan nazis como los Fénrir y hay que saber hasta dónde les puedes presionar.
Gina y su mentora se adentran en el Puente Lunar, pero cuando ya están a punto de llegar la luz se vuelve temblorosa y el Puente empieza a cerrarse. Sin pensárselo dos veces Will empuja a Gina hacia la salida quedan ella atrapada en el mundo espiritual.
Cuando a Gina se le pasa el mareo se encuentra tirada en el suelo de una gran tienda de campaña hecha con pieles curtidas. Una gran hoguera en el centro mantiene a raya el frío casi polar del túmulo del Prado. Junto a ella hay tres enfurecidos Wendigo en sus formas de batalla. Uno de ellos, el más anciano a juzgar por su pelaje gris y blanco, se acuclilla junto a la Furia negra, hablándole en idioma Garou.
Intrusa ¿Quién eres? ¿Desde dónde te han abierto ese Puente Lunar?
Parece que Madre Larissa no avisó a los Wendigo de su visita. Seguramente hayan sido ellos quienes hayan cerrado el Puente antes de tiempo...
Del empujón que me ha metido Will al momento en el que me despierto, no sé cuánto tiempo ha pasado. Pero es como una resaca de botellón, sólo que recordando todo.
-Vaffanculo, Will... ¿Dónde estás...? - gruño incorporándome. Aunque lo que veo hace que deje de moverme.
Conocía parte de las costumbres de lo Wendigo, pero nunca imaginé que fueran tan fieles a ellas. Ni que oliese a mercadillo. Me incorporo hasta sentarme pero ahora más lentamente, dejando que vean mis manos en todo momento. Aunque no me gustan nada las miradas que me está echando. "Para estos momentos estaría bien tener un Philodox... o serlo." Will no me había explicado nada así que sólo puedo guiarme por lo poco que sé de ellos. Poco a poco, paso a mi forma Glabro para poder responderle en Garou.
- Mi nombre es Gina y soy una cliath de las Furias Negras. Mi mentora Will y yo veníamos en paz, a pediros ayuda y consejo. Aunque Will se ha quedado atrapada en el puente lunar y agradecería mucho que la trajerais de vuelta. - "Mal, Gina, ¡mal! ¡No les puedes pedir nada aún!" Rápidamente carraspeo y sigo hablando - La cosa es... Conocemos la situación en la que se encuentra vuestro túmulo, y lamentamos la pérdida del Guardián. Pero además hay tres cachorros desaparecidos, que estaban realizando allí su rito de iniciación. Nuestra misión es encontrarlos, por lo que hemos venido a colaborar con vosotros. Si nos ayudáis a encontrarlos, o por lo menos nos dejáis buscarlos en vuestro territorio, os ayudaremos a encontrar al asesino del Guardián. Además, seguramente los cachorros podrán decirnos algo.
Lo he dicho todo a tal velocidad por los nervios que no sé siquiera si me habrán entendido. Y tampoco sé si tendría que haber empezado a negociar sin Will, pero ya está hecho.
Motivo: Cambio Glabro
Dificultad: 7
Tirada (5 dados): 10, 5, 6, 4, 5
Éxitos: 1
Vale, no sé por qué ha salido un post en blanco (creo que es porque abrí las tiradas pero no llegué a hacer ninguna) xD
Los Wendigo retroceden un par de pasos cuando el cuerpo de Gina aumenta de tamaño. Al menos tienen la deferencia de reconocerle a la Furia Negra que puede ser un peligro.
Mi nombre es Gina y soy una cliath de las Furias Negras. Mi mentora Will y yo veníamos en paz, a pediros ayuda y consejo. Aunque Will se ha quedado atrapada en el puente lunar y agradecería mucho que la trajerais de vuelta
Eso es lo que pasa cuando se abre un Puente Lunar sin avisar - sentencia el anciano - Espero que estar dando vueltas por la Umbra durante dos o tres días os haga reflexionar a las dos. Cuando volváis a Nueva York podéis darle las gracias a la Madre Larissa.
Conocemos la situación en la que se encuentra vuestro túmulo, y lamentamos la pérdida del Guardián. Pero además hay tres cachorros desaparecidos, que estaban realizando allí su rito de iniciación. Nuestra misión es encontrarlos, por lo que hemos venido a colaborar con vosotros. Si nos ayudáis a encontrarlos, o por lo menos nos dejáis buscarlos en vuestro territorio, os ayudaremos a encontrar al asesino del Guardián. Además, seguramente los cachorros podrán decirnos algo.
Los cachorros de los que hablas acaban de volver al túmulo y ahora se está juzgando sin son o no nuestros enemigos. Acompáñanos y sé nuestra testigo.
El Wendigo anciano cambia a su forma humana, un nativo americano arrugado y vestido con ropas de abrigo muy gastadas. Los otros dos prefieren sus formas Hispo. Los tres salen de la tienda esperando a que Gina los siga...