Me giro algo sorprendida hacia Bianca, tardando unos segundos en entender lo que quería decir.
- ¿Qué? ¡Oh, jo, jo...! La verdad es que no me hace especial ilusión... - retrocedo con una risa nerviosa, apoyando las manos en el suelo detrás de mí.
Lo de los olores ha sido raro, pero comprensible. Y eso que nos acabamos de conocer hoy. "Venga Gina, que tienes que tener confianza en tu manada. ¿Qué van a pensar de ti si no confías en ellos? Aunque pensé que esto empezaría como las típicas fiestas de pijamas americanas, hablando de chicos guapos... En realidad me alegro de que no sea así." Vuelvo poco a poco a mi posición anterior y suspiro, todavía con una sonrisa nerviosa y echando un vistazo a los demás para ver su opinión.
- No me entendáis mal, me parece buena idea pero... ¿No podríamos empezar hablando de algo más... menos fuerte? No sé, por ejemplo, ¿cómo fue vuestra primera transformación...? - "Muy lista, Gina, eso es fuerte que te cagas" - O pongamos cosas más fáciles, como cuál es vuestra comida favorita o color, o... ¿cuántos años tenéis? - pregunto extrañada. Sé que soy de las cliath más jóvenes, pero en el caso de Ewan o Cassandra, les echaría más de veinte.
Bianca comenzó a balancear con suavidad la pierna que descansaba sobre la rodilla mientras su rostro, fijo en la italiana, se había vuelto serio, aunque no era enfado.
- Fue el año pasado. Salí a comprar unas hamburguesas al O´Tolley´s pues mi padre me avisó de que llegaria tarde a cenar y yo no quería ponerme a cocinar. Hacia demasiado calor. Me topé con unos chicos de mi clase y Comenzaron a meterse conmigo. Hasta ahí como siempre. Ya estaba acostumbrada a huir de sus burlas. Hada Lefada. Semencita. Zorrita blanca - recordaba cada mote como si estuviera grabado a fuego en su mente. Y ni siquiera a su padre le había contado aquello con tanto detalle, pero sentía que tenía que sacarlo fuera
- Pero eran como unos siete. Y me persiguieron. Me acorralaron. Me toquetearon e intentaron... - desvió la mirada a sus manos faltas de pigmentación - Bueno, ya no recuerdo más. Solo que desperté en el hospital dias después. -
Panda de cabrones - maldice Cassandra - Tuvieron lo que se merecían.
Yo-cambié-con-envenenadores - apunta Zoo - Vivía-en-zoo-feliz-con-manada. Cachorros-humanos-se-divertían-viéndonos-enfermos-y-nos-tiraban-comida-en-mal-estado. Guardiana-humana-expulsa-del-zoo. Vuelven-por-la-noche-traen-comida-envenenada. Huelo-veneno-y-Cambio. Salto-valla-mato-a-todos-y-me-como-al-alfa. Carne-humana-buen-sabor. Ofrezco-el-resto-a-mi-manada-pero-me-tienen-miedo-me-rechazan. Salto-escapo-y-en-la-calle-vuelvo-a-ser-lobo. Viajo-solo-hasta-que-Madre-Larissa-me encuentra. Desde-entonces-Central-Park-mi-hogar-y-Madre-Larissa-enseña-muchas-cosas.
Gina había contestado a la pregunta sin querer, al parecer le tenía verdadero terror a compartir. Justo cuando la iba picar con ello veo como la chica albina empieza a contestar la pregunta menos delicada de la italiana por lo que decido callar.
Al escuchar a Bianca no puedo evitar sentir dolor en sus ojos, la chica contaba los hechos de su primer despertar de manera serena y calmada, pero era imposible no notar que algo del tema le perturbaba. Y la cosa no era para menos, yo siempre me había quejado de no tener tiempo para conocer a la gente de mi alrededor, pero ante ese relato me sentía realmente afortunado. Por lo que me acerco a ella para darle mi apoyo, no obstante me doy cuenta que al estar recordando eso precisamente el contacto con otra persona podría generar el efecto contrario. Así que paso a forma de lupus y le lamo una mano para intentar tranquilizarla mientras escucho el turno de Zoo.
En cuanto este acaba me separo de Bianca y vuelvo a mi forma homínida antes de empezar a relatar mi historia.
- En mi caso fue hace dos años y la culpa fue totalmente mía. Apenas llevaba unas semanas en Grecia con mi familia y lamentablemente no es que hable el griego precisamente. Por lo que durante esos días estaba más aburrido que una ostra. Mi madre estaba trabajando fotografiando la costa y mi abuelo salia a lo que el llamaba dar paseos privados. Total que con tanto misterio y no teniendo nada más que hacer decidí seguirlo en secreto. Ni que decir que le perdí nada más se adentro en un bosque. Tampoco es que me rindiese y mi tozudez hizo que me perdiese y cruzase con un oso pardo enorme.- no puedo evitar parar un momento al recordar el pánico que sentí en ese momento.- El animal era imponente y no se si era hambre o simplemente que había entrado en su territorio, pero no tenía ganas de hacer nuevos amigos. Pensé que no lo contaba pero ahí fue cuando cambie... lo único que recuerdo después es a mi abuelo despertándome de una buena colleja mientras me fulminaba con una mirada que aún hoy no se si es de orgullo o enfado.
"Si es que ¿para qué hablas, Gina?" me recrimino mientras veo que Bianca responde a la pregunta que no debería haber hecho. Escucho también la historia de Zoo y la de Ewan y supongo que ahora me toca responder a mí también.
- Supongo que tuvimos suerte, Ewan. Yo tampoco hice un baño de sangre, pero me transformé en casa. Mi padre era uno stronzo. No trabajaba con la excusa de que mi madre ya ganaba mucho, y a cambio se pasaba el día trayendo a otras mujeres a casa y haciéndoles regalos con el dinero de mi madre. Incluso cuando estaba yo. Siempre les decía "a ella no le importa" y luego me miraba sonriendo, como si fuese su cómplice. - suelto un bufido - El muy... Pensaba que era inferior a él por ser una chica, por parecer pequeña, por no tener tantos amigos como debería. Y un día me cansé. Acababa de despedirse de su última troia y ya estaba llamando a la del día siguiente y yo acababa de cargarme mi escritorio... - me quedo un momento pensando y finalmente me río - Bueno, no sé qué hice, pero mi madre era Moradora del Cristal y tenía toda la casa llena de cámaras por si me transformaba. Sí, es un poco raro pero... Me enseñó el vídeo en el que salía yo en forma Crinos, mi padre salió gritando y corriendo por la puerta antes de que pudiera hacerle nada y yo me dediqué a destrozar la casa. Luego llegó mi madre, peleamos, le metí un par de zarpazos y consiguió calmarme. Mis padres se divorciaron, mi padre acabó en un psiquiátrico por no dejar de hablar de monstruos y nosotras nos mudamos a Nueva York. Final más o menos feliz.
Al estar la cabeza apoyada contra Zoo sintió la vibración que transmitia através de su cuerpo mientras contaba su historia. Era una sensación guay, como un arrullo. Y justo en ese momento sintió el lametazo de Ewan en su mano y le acarició el morro con afecto antes de que se retirara.
¿Era así como se sentía su madre con su manada? ¿Por eso los abadonó? Lo cierto es que era una sensación demasiado agradable, la de compartir aquel don con gente como ella. Pero su padre nunca le había hecho sentirse un bicho un raro, ni la había abandonado a pesar del reto que suponia tener una adolescente que podía convertirse en una bestia de varios metros de altura.
- Seguro que era de orgullo - le dijo a Ewan antes de que la furia negra comenzara la suya, la cual hizo sonreir a la Bianca. Contado así sonaba divertido, sobre todo porque nadie había salido herido. Bueno, salvo el padre.
Miró a Cassandra y se percató de que ella no había dicho nada aún. Se incorporó de una sola vez y se arrodilló delante de ella, con los pies sobre sus talones, mientras cogia sus manos y la miraba paciente, esperando que dijera algo.
La chica aprieta las manos de Bianca y sonríe con timidez - Supongo que entonces yo soy una de las afortunadas. Mi padre era Garou, y por algún extraño ritual de mi tribu siempre supo que yo también lo sería. Desde pequeña me instruyó en el Gaiadharma y en el arte marcial del Kailin-Do, explicándome qué es lo que se esperaría de mí cuando tuviera mi Primer Cambio, la cultura de la Nación Garou y todo eso. Como podéis imaginar no tuve una infancia normal – se encoge de hombros – Todo era instrucción y entrenamiento. Cuando mi padre no me estaba enseñando lo hacía Mike Cho, un Morador del Cristal amigo de mi padre que regenta una herboristería en China Town. Mi Primer Cambio sucedió durante una sesión de entrenamiento con mi padre. Lo único que recuerdo es que acababa de encajar una patada en la cara y un codazo en el estómago y después todo se volvió rojo. Cuando volví a mis cabales me dolía todo el cuerpo y mi padre estaba que reventaba de orgullo. Después de eso empezó a “entrenarme de verdad”. Creo que si no hubiera tenido que irme para mi Rito de Iniciación me habría matado entrenando - sonrisa melancólica - Nuestra despedida fue… difícil. Él quería que yo me fuera a China y que me uniera a los otros Contemplaestrellas para expulsar a los chinos del Tíbet, pero yo ya estaba hasta el maldito coño de que me dijera lo que tenía que hacer – gruñido – Así que me fui al Túmulo de Central Park y le pedí a Madre Larissa que me pusiera en la primera manada que fuera a salir a hacer su iniciación. Así es cómo acabé en un sótano con Zoo metiéndome el hocico entre las piernas, me presentaron a Bianca y ahora me he unido a una de las manadas elegidas por Eshtarra...
Os dejo el tema abierto por si queréis rolear algo más. Abro nueva escena
Agradezco con un gesto la respuesta de Bianca y no puedo evitar reírme con la historia de Gina.
- ¿Costaría mucho conseguir una copia de esas cintas?- consigo decir entre las carcajadas que no puedo contener, una vez me calmo veo como Bianca convence a Cassandra para que también comparta con el resto ese momento- Nunca lo dude, pero eres realmente valiente. No es fácil dejarlo todo atrás para empezar de cero - comento con sinceridad a Cassandra una vez acaba su relato.- Y creeme cuando te digo que tengo experiencia en ello. Y encima en tu caso era el único hogar que conocías, nunca dejes que nadie te diga que huiste de tus responsabilidades ni nada por el estilo y si se da el caso que sepas que cuentas con mi ayuda para enseñarles su lugar.- termino con quizás demasiada vehemencia hasta que una idea se me pasa por la cabeza y sonrío con cierta malicia mirando a la italiana- Y hablando de valentía y escaquearse... Gina querida amiga... ya que todos contestamos tu pregunta que tal si respondes a la de Bianca.
- Creo que sería el equivalente a pedirle a una madre humana un molde de los dientes de leche de su hijo... - respondo a Ewan alzando las cejas y sonriendo - Aunque una sesión de cine de transformaciones Garou sería épico. - luego escucho el relato de Cassandra y no puedo evitar lanzarme sobre ella... más caer que lanzarme, y abrazarla con fuerza por la cintura - ¡Di que sí, tú eres una rebelde de las mías! Yo renuncié a la tribu de mi madre y me uní a las Furias Negras porque las sentía más cercanas. Era más familia que mi familia.
Miro a Ewan y mi sonrisa se va apagando ante su pregunta, aunque no suelto a Cassandra. Chasqueo la lengua con fastidio. "Ragabash tenías que ser..." pienso dando un largo suspiro y dirigiendo mi mirada a Bianca.
- Es justo, supongo... Aunque tampoco sabría qué responderte, no tengo fobias, ni pánico nocturno, ni... - "Cojones, Gina, que sabes perfectamente lo que te está preguntando." - Pero algo que me ha dado algo de miedo, desde que me transformé... Es dejar de ser fuerte. Es decir, antes no era nada. Una chica normal del colegio, con el típico acoso escolar, no tan grave como el que tú pasaste, pero sí pesado hasta el punto de que te hace creer que eres algo que no eres. Pensé que era débil, y no sólo de fuerza física. Nunca me atrevía a hablar ni a decir lo que pensaba y por eso mi padre era así conmigo. Pero cuando me transformé, fue como si algo explotara en mí y callase todas esas voces que te dicen lo que eres. Fui yo misma. Y confío en lo que hago. La mayoría de las veces. - hago un gesto quitándole importancia y entonces me doy cuenta de que había vuelto a sonreír recordándolo - Por eso, me daría miedo volver a ser como era, a creer lo que decían los demás a ciegas... Pero no soy la única que tenía que responder, ¿no? - respondo sacándole la lengua a Ewan y riéndome. Al final no ha sido tan horrible como pensaba.
Bianca reía con ganas antes las bromas entre Ewan y Gina. Cada vez estaba más segura de haber acertado siguiendo a su instinto.
Se sorprendió de que al final aceptaran contestar su pregunta y miró con orgullo a la italiana.
- Mi mayor miedo es que le pase algo a mi padre. Él es humano pero está al dia de todo esto y sigue apoyandome como lo hacia desde que nos quedamos solos. Aunque siendo sincera... - un sentimiento muy fuerte le había cruzado el pecho dandose cuenta de lo que de verdad le daba terror. Su rostro reflejó por un segundo el desconcierto al percatarse de aquello.
- Siendo sincera... me da más cague ser como mi madre. Olvidarme de mi padre por esta vida. Dejarlo solo. - sus ojos se empañaron levemente - no se merece eso, así que... - se apretó fuertemente los parpados cerrados para evitar que las lágrimas afloraran y sacó su movil de la mochila que descansaba a un lado de la tienda.
- Vamos a hacernos un selfie. Quiero compartir este momento con él - dijo con una amplia sonrisa
Hoy me ha dado por pensar que hacemos un super equipo siempre. Solemos entendernos genial en todas las partidas y me han entrado unas ganas horribles de jugar en mesa todos juntos. Master incluido, claro, jejejeje.
Foto de la mochila por si Gina no la ha visto, jejeje
Si nadie se opone a la foto se la mando a mi padre para que sepa que estoy entera y bien acompañada
Al escuchar la respuesta de Gina todas la piezas empezaban a encajar, si compartes todo eres vulnerable es algo que hasta los niños saben por instinto.
- Pues a lo mejor deberíamos dejarlo aquí como pago por tu cambio de tema anterior. - comento claramente en broma. Es entonces cuando Bianca también se sincera con nosotros y termina pidiéndonos hacer una selfie. La verdad es que habría que ser desalmado para decirle que no al ver la cara de dolor que puso al contarnos sobre su padre y poder dejarlo atrás, así que pillo de los brazos a las dos más tímidas y ,entre gruñidos y algún golpe que otro hacia mi persona, las arrastro hacía la albina.- Ya habéis oído a la alfa, toca foto familiar.
Una vez ya la esta mandando puedo ver las miradas centrándose en mí. Bueno supongo que me lo había ganado.
- Serpientes.-digo escuetamente mientras miro al resto seriamente.- Ah, y las arañas. No puedo evitarlo me ponen nervioso con sus ocho patas y ocho ojos. ¿En que momento Gaia pensó que necesitaban tantos ojos?- nada más acabo la frase no puedo evitar reírme.- Era broma, aunque las serpientes si me ponen nervioso, a ver supongo que sería algo tan sencillo como no estar a la altura de lo que se espera de mí. No se si lo conocéis a mi abuelo. Pero Cuthbert Campbell es un nombre que se tiene en cuenta en muchos túmulos y clanes.- mientras voy comentando no puedo evitar apagando un poco mi tono jovial.- Es mi abuelo por parte paterna, al cuál nunca conocí. Pero desde que desperté empiezo a sospechar lo que le pudo pasar, así que resumiendo temo fallarle a mi abuelo y la vez traerle el dolor de perder a otro familiar antes de tiempo...
No digas esas cosas, que me sacas los colores XDDD. Aunque la verdad es que sí, da gusto rolear con todos vosotros.
Pd: Gina no esta el resto de la semana pero lo del selfie acepta seguro xD.
¡Di que sí, tú eres una rebelde de las mías! Yo renuncié a la tribu de mi madre y me uní a las Furias Negras porque las sentía más cercanas. Era más familia que mi familia.
Yo... yo no he renunciado a mi tribu - balbucea Cassandra - Es sólo que... bueno, supongo que lo que le dije a mi padre sí que fue bastante borde.
La pregunta de Bianca sobre los miedos de cada uno la pone visiblemente incómoda, pero una vez su alfa y dos hermanos se han sincerado se siente lo bastante aliviada como para hablar - Tengo miedo de que las demás tribus tengan razón sobre la mía. Estamos en una guerra y además una en la que vamos perdiendo. La Nación Garou necesita más guerreros que filósofos y temo que me hayan convertido más en lo segundo que en lo primero. No es que tenga miedo a morir, sino a... fallar... - las últimas palabras las dice casi para el cuello de su camisa - ... y que muráis por mi culpa.
Merecer-mi-nombre - apunta Zoo - No-saber-ser-lobo-de-verdad-sobrevivir-fuera-de-la-ciudad-¿Qué-soy-si-no-soy-lupus?
Para el lupus no resulta tan difícil confesar sus miedos como a Cassandra, pero cuando ambos posan para el selfie de Bianca su expresión es de preocupación...
Me sorprendo bastante al ver que el resto también ha decidido sincerarse y sonrío agradecida. Comparado con los demás, mi miedo me parece una chorrada y casi me arrepiento de haberlo dicho. Entonces oigo a Bianca decir lo del selfie y sonrío para acercarme, hasta que noto a Ewan tirando de mí.
- ¡Eh, eh, ojo dónde tocas! - intento separarme de él a codazos aunque al final me dejo arrastrar y pongo una mueca de asco, antes de sonreír para la foto de verdad - Luego me la pasas, a mí también me gustaría tenerla de recuerdo. - le digo a Bianca en voz baja, antes de escuchar lo de las arañas y reírme yo también - Bueno, entonces ya sé qué meter debajo de tu cama en tu cumpleaños.
Bianca parece que lo tiene controlado, aunque los otros tres siguen con gesto de tristeza después de haber hablado, así que sin dudarlo les abrazo con fuerza como puedo.
- Sé que os vais a seguir preocupando, pero debéis saber que realmente lo que sois o seréis cada uno, sólo lo podéis decidir vosotros. Si fuese así, habría fallado a mi padre, que esperaba que siguiese siendo una niña callada, habría fallado a mi madre por no haber seguido su misma tribu y me habría fallado a mí misma por no ser lo que todos pensaban que era. No se trata de hacer siempre lo que crees que esperan los demás de ti, si no hacer lo que tú esperas de ti. Lo que esperas ser y quieres... Eh... No sé si me explico. - digo sacudiéndome el pelo. Aún no domino del todo el inglés y no sé si he dicho algo muy complicado de entender - La cosa es que por mucho que queráis hacer felices a los demás, también tenéis que ser felices vosotros mismos. - palmeo el lomo de Zoo, para llamar su atención - Zoo, estoy segura de que no eres el único Lupus que ha crecido en cautividad. Si otros no te aceptan, tienes aquí hermanos que sí lo harán, seas como seas. - luego estrujo un poco más a Cassandra, también para que se entere - Y Cassandra, una guerrera necesita valor y fuerza de voluntad para luchar y saber a quién atacar, antes que sólo fuerza. No por pensar más eres menos guerrera y estoy segura de que si nos pasase algo, sabrías perfectamente qué hacer.
Sin saber qué más decirles, miro a Ewan y a Bianca, para que sepan que todo lo dicho anteriormente va para ellos también. "Venga, Gina, te has lucido por una vez. Es hora de que digas una chorrada para quitarle hierro al asunto." Pero no puedo decir ninguna tontería ahora. En vez de eso, sonrío y les miro, cada vez más convencida de que estoy en una buena manada.
- Bueno, ¿qué? ¿Nos hacemos otra foto?
Ooooys la verdad es que sí mola mucho jugar con vosotros y si coincidimos en mesa sería la leche ^^
PD: Gina acepta el selfie, pero por triplicado xD