Partida Rol por web

Bien amigo Alfred, bien... levanta su copa ¡brindo por ti! ...amigo jajajaja sonríe tras la carcajada. mañana va a ser tu día! Así que esta noche tendremos que hablar largo y tendido y mañana deberás estar más fresco que nunca.

¿Mi día señor?

Por fin voy a tener una oportunidad para demostrar mi valía.

mira ahora a Alfred fijamente, sabiendo que sabe muy bien, que va a ser el día en que va a caer una responsabilidad mayor a la de acercarle las armas o preparar su tienda. Si Alfred. Hilger ha perdido a un sargento y quiere probarte en una de sus unidades. Será una unidad pequeña y necesitaremos que sea una unidad ágil que salte en apoyo de los otros de un grupo a otro. Ahora, responderéis bajo mi mando, ya que eso no te libra de mi, por lo que por todo los santos y por tu mismo Dios que debes hacerlo lo mejor que sepas....

Señor, haré todo cuanto esté en mis manos para no defraudarle. No le fallaré aunque mi vida dependa de ello. Con un profundo honor y un gran gozo le miro a los ojos y le digo: Señor, muchas gracias por este voto de confianza. Seré el mejor sargento que haya estado bajo sus órdenes.

suspira bien espero que lo seas, te vas a ver en más de un aprieto, te lo aseguro.... descansa un rato Alfred, mañana va a ser un gran día para el rey, pero un día muy duro para nosotros.

Si señor. Y gracias por la copa de vino, es exquisito.

Dicho esto apuro la copa de vino y salgo de la tienda. Miro al cielo y me digo a mi  mismo: Alfred, alfín tienes una buena oportunidad, será mejor que no metas la pata, aquí te juegas mucho.

Despues me voy a mi tienda pensando en como dirigiré a la tropa mañana.

La tropa había caminado desde bien temprano de aquella mañana soleada de principios de otoño. Habían bajado aquella colina a buen paso y ahora habían llegado al fin del camino. Ya se veía Missina y se veía el campamento del ejército real. Hilger no le había asignado aún a sus hombres aunque no osó recordarselo.

Dwirm cabalgaba a su lado, ambos a un lado de la primera fila, de la primera unidad, de la segunda leva de lanceros de Scofferishire. Sus hombres no estarían entre estos.

El ejército llegó finalmente hasta el campamento, aunque todo había cambiado ya, la batalla que les esperaba ya había sucedido. Gran parte del campamento estaba vacío y sólo algunos soldados de segunda caminaban o descansaban en él. El asedio al parecer, se había movido al interior del castillo dónde podía privar aún más de alimentos y agua para aquellos que se habían escondido tras las murallas interiores. Un hueco gigantesco en la pared de una de las murallas había sido la clave. Cesrca de ese agujero, pero fuera de las murallas se estaba amontonando a los cadáveres sobre carretas. Era un trabajo realmente disgustante pero del todo necesario. El ejército de Sighard pasó entre las tiendas y el mismo Sighard ordenó plantar campamento mientras él y sus más fieles hombres trotaan hacia el interior del castillo confiados del todo al no oírse ruído de batalla.

No te desalientes Alfred, esto todavía no ha acabado... ahora tendras la oportunidad de reunir a tus nuevos hombres, hablarles y conocerlos si es que no les conoces ya. Son todos miembros de la tercera, como ya te he dicho es todo cosa de Hilger de Chautrec. Los soldados son Carl Staarner, Walter Sumerfeld, Bobby Weistmuller, Eldler Blistley, Hedric Weller, Corven Fellor y Merwin Talfort. golpeó amigablemente el hombro de Alfred. No creo que tardéis a entrar en acción, siento no habertelo dicho en su momento, pero ya sabíamos que la muralla exterior iba a caer esa misma noche y que al llegar ya se habría librado la batalla, lo que no sabíamos es como habría ido la cosa, y parece que se ha decantado a nuestro favor.

Alfred encontró a Dwirm tras un buen rato de buscarle. Estaba lejos del campamento, justo reunido con Hilger y otros caballeros más. Dwirm le vio, se levantó y acercó a él.

¿Algún problema Alfred?

Señor -digo con un pequeño gesto de ponerme firme- Vengo a ver que noticias hay del frente y si teneis alguna orden para mi.

Mmmmmmm... Nada por ahora Alfred, pero estad atentos, pronto os llamaremos. Vais a entrar pero no han decidido cuando...

Deacuerdo señor. Dicho esto me retiro y vuelvo a donde están mis hombres.