-¡Buen dia! Si sabe lo que necesito averiguar tengo que hablarle.
Se volvió y tironeó algo de un fardillo que probablemente serían sus cosas. En la mano tenía un pincho de los de ayer, intacto, que te tendió automáticamente.
-Nosotros ya desayunamos, toma para que empieces bien el día. Ay...Ged, toma, lleva tu -indicó, y aquel mastodonte mansamente recogió las cosas.
-Entonces, ¿donde esta? -se le veía impaciente por iniciar viaje. Sería la ingenuidad de la edad, pero no parecía nada recelosa, sino todo lo contrario.
Bolg aceptó de buena gana el desayuno que la niña le ofrecía. Con visible apetito, devoró el pincho casi sin inmutarse.
- Bien, puez zerá mejor que noz pongamoz en marcha. Espero que lo encontremos allí donde lo dejé... No estaba muy seguro de esto último, así que insistió para que se dieran prisa.
- No eztá muy lejoz... Y dicho esto, se puso en marcha, a la búsqueda de su amigo Nauj.
A paso rápido, saliste del campamento seguido de cerca por Thara y Ged. Conforme pasaban los minutos la niña empezó a tararear una cancioncilla alegre Una vez fuera del perímetro de la zona de refugiados la cosa se mostraba bastante mas calma, y el flujo de gente era poco a esas horas. Conocías el camino hasta la casa, así que el trayecto fue bastante rápido. A eso de unos doscientos metros de La Vorágine, viste algo que no sabías sabías si calificar como afortunado o no:
Reconociste al silfo, a la mujer que siempre le acompañaba, a Nauj mismo y al objeto de tu odio, Inzar. Los cuatro juntos se marchaban del lugar, y en cuestión de nada se habían ido de tu vista. Por su dirección, intuías que estaban buscando salir de la ciudad.
Tus acompañantes no notaron nada como es natural, ahora la pregunta recaía sobre ti. ¿Que hacer?
- Por ahí va... Dijo el goblin señalando al pintoresco grupo que se alejaba. - Ez aquel de la capucha, si aceleramos el paso, podremoz darle alcance... Máz no oz fiéiz en exceso de loz demáz, puez zon mezquinoz, zeñorez del engaño, azezinos y traidorez...
Bolg apretó el paso.
No había podido llevar a cabo su plan, las cosas no habían salido como el hubiera querido, y no había tenido tiempo de ponerlo en marcha. Ahora, mientras intentaba alcanzar a su amigo, y por añadidura a su enemigo, pensaba como podría sacar provecho de aquella situación. Su mente daba vueltas a toda velocidad, y poco a poco otro plan vengativo se iba dibujando en su cabeza. Tal vez no sería tan malo acompañar a Nauj... Así podría estar cerca del mercenario... Y seguro que con el tiempo bajaría la guardia... Y el mago también... Una malévola sonrisa se dibujó en el rostro del pequeño guerrero.
Pese a que estaban bastante lejos, de a poco pudieron ir acercandose al dispar grupo, aunque este también avanzaba ya por los exteriores de los muros. Se encaminaban a una pequeña agrupación de gente alejada del perímetro de Seiní. Para cuando se acercaron lo suficiente a donde había parado la companía, pudiste apreciar junto con Thara y su acompañante una extraña invocación que realizaba a cabo Seryu. Sellos extraños se dibujaban en el aire, y él parecía pronunciar algo que no llegabas a oír. Luego se acuclilló, y recogió algo del suelo. El objeto, que parecía un fragmento muy pequeño de algo, pasó de manos de él a las de la mujer, y luego a Nauj. Mientras tanto aquel grupillo intercambiaba en esosinstanbtes, palabras con un mago desconocido para ti, un humano adulto de cabello castaño y que lucía una perilla. Vestía túnicas celestes con bordes blancos, además de una capa amarillenta sujeta al cuello.
Finalmente, cuando estabas ya a punto de llegar en concreto a su pocisión se separaron apenas de aquel hombre, para hablar entre si.
Puedes pasar a describir el final de tu acercamiento, las palabras que puedas (o no) dirigir a alguno de los presentes y todo lo que se te venga a la cabeza, como siempre.
Un pequeño sentimiento de desconfianza empezó a nacer en el corazón del guerrero al ver a aquel tipo de la perilla. - Otro mago eztúpido... Laz cosas se ponen cada vez peor... Pensó el goblin para si mismo.
Casi instintivamente, Bolg lanzó un sonoro escupitajo al suelo, con una clara mueca de disgusto en su rostro. Respiró profundamente, y se autoconvenció del papel que debía de tomar a partir de ahora. Le sería difícil convencer al mercenario y al mago blanco de que volvieran a confiar en él, pero en esos momentos no veía ningún otro camino. Si quería llevar su venganza a buen puerto, tenía que reinventar su propio papel en esta historia. Si conseguía que lo aceptaran de nuevo, tarde temprano tendría su oportunidad.
Un enfermizo brillo relampagueó en los ojos del guerrero, olfateó el aire mecánicamente, y cambiando la expresión de su semblante a la más cordial de las muecas, se acercó hacia Nauj.
- Zeguirme. Dijo a la niña y a su acompañante
Medio agazapado, se irguió dignamente al encontrarse a pocos metros de su amigo el encapuchado.
- Estaba buscándote viejo amigo... El goblin no dijo más, y espero que la reacción del pintoresco grupo, mientras con el brazo, hacía señales a Thara y a Ged a que esperaran detrás de él.
Espero que los planes y pensamientos de Bolg no los puedan leer los otros, sino todo el plan se vendrá a bajo... ^^
Ahora mas de cerca, podías apreciar que las demas personas a parte de quienes eran conocidos para ti, se juntaban en torno a una zona del aire algo mas enrarecida...mas oscura. Algunos incluso avanzaban hacia esta zona, y desaparecían frente a tus ojos. Tus acompañantes se mantuvieron en el sitio que les indicaste, y ahora solo quedaba ver las reacciones...
Tranquilo en cuanto a eso ;) la siguiente escena esta abierta.