Partida Rol por web

"Cuando la tiranía es ley, la revolución es orden"

Pedro Albizu Campos

A la noche siguiente Roderigo cumpliendo con lo prometido os despierta temprano y os lleva a los que lo queráis a la sala donde os alimentasteis, allí usando un par de esclavos como objetivo algunos empezáis a utilizar parte de vuestros dones*

Pasadas unas horas vuestro adiestrador os convoca a todos y os lleva ante Hardestadt, que os espera en una habitación llena de mapas militares marcados con rutas comerciales y fronteras vampíricas

- Sois débiles, ingenuos e inmaduros, pero hay muy poco que nosotros podamos hacer para corregir estas características tan poco recomendables. De todas formas, os ayudaré inconmensurablemente en vuestra persecución de los conspiradores. Escuchad atentamente, pues me pongo... furioso... si me veo obligado a repetirme.

Suspira y coge aire para empezar con los detalles

- Claudius y su conspiración de Isaac se reúnen en diversos lugares, apiñandose para tramar sus planes como los granujas y vagabundos que son. Creen estar seguros en sus pequeños refugiosm pues están acostumbrados a escurrirse como las ratas cuando llegamos. Y, como las ratas, raramente se temen unos a otros

Hardestadt hace una pausa para pasear su astuta y fría mirada por encima de vosotros y tomar un sorbo de sangre del criado más cercano antes de continuar

- Por tanto, os presentaréis ante los anatema en la Posada del León, donde de acuerdo con mis informantes suelen esconderse tras haber sido expulsados de algún nido más confortable.

No intentéis un asalto frontal contra los anatema, pues no tenéis esperanza de derrotarles. En su lugar buscad la paz. Presentaos ante ellos y rogad que os acepten. Decid a los viles traidores que escapasteis de mis garras derrotando a Roderigo: llevadle con vosotros como prueba y decid que está dominado, pero no dejéis que le maten por haberles traicionado. Explicad a los conspiradores que los habéis encontrado ordenando a Roderigo que os llevase a todos los lugares donde los hubiese visto.

Observad y descubrid cuanto podáis, especialmente cuándo planean atacar a Japheth, y decídmelo. Y, si podéis, destruidlos, uno a uno. Esto eliminará la carga que vuestros sires pusieron sobre vosotros en el momento de crearos.

Mi señor hardestat - comienzo cuando acaba de hablar - Yo no juego a este milenario juego de las intrigas desde hace siglos como sin duda podeis entender, pero durante mi vida... - una mueca asoma a mis labios al darme cuenta de mis palabras y prosigo - ...si, durante el tiempo que vivía, me dediqué al noble arte de la guerra, viviendo entre intrigas y mentiras casi tanto tiempo como entre armas, amigas y enemigas. Nunca, en mi corta vida, nunca, habian traido a un traidor ante mí tan facilmente como nosotros presentaremos a Roderigo ante los anatemas - no entiendo el significado que ellos le dan a este término, pero se habia referido a ellos así - y jamás, un traidor fue perdonado. Desconozco por completo cuantas de estas normas de guerra cambiaran cuando dejas atrás la vida, pero no creo que Roderigo saliera con vida si se lo servimos en bandeja de plata, y, además, no creo que duden en torturarle o Dominarle para conseguir extraer secretos que sin duda no querreis que lleguen hasta ellos, de la misma manera que nosotros mismos seremos victimas de un acoso e interrogatorio similar a menos que ellos estén seguros de que vos no dejais supervivientes - alzo las manos en señal de paz temiendo una dura represalia por mis palabras - no os confundais, mi señor, no os juzgo, posiblemente sea de los menos indicados para emitir tal juicio, yo no era conocido por mi clemencia ante mis enemigos. Sólo queria poner en la mesa mis argumentos o dudas, para saber a que hemos de atenernos. Rasguemos nuestras ropas - miro a las mujeres y a los hombres que no aparentan ser hombres de armas - practiquemos cortes en las armaduras y manchemos nuestra piel, armas y ropajes con sangre, de algun animal servirá para hacer el teatro, y cuando nos pregunten podremos decir que al poco de que vos nos capturararais para sacarnos lo que sabiamos logramos huir luchando cuando vos y los vuestros no estabais presentes, encima de la sangre de las ropas echaremos tierra, del camino, ya que nos trajisteis a una zona fuera de la ciudad y, por supuesto, si teneis alguna manera de hacerlo, dominad nuestras mentes para que esta mentira no pueda ser sacada a la luz.

Por supuesto - digo para terminar - vos sabeis sin duda si se tragarán tal triquiñuela, aunque una historia que parece directamente una mentira a menudo es tomada como la absoluta verdad por aquellos que se creen más sabios.

Respiro tras acabar y consulto con la mirada a mis compañeros

<temprano esa noche>

Nuestros amables anfitriones nos dejan en una mazmorra con unos muchachos para que conozcamos la extensión de nuestros nuevos poderes. Observo al muchacho que hay delante mio, no se ve sucio ni desnutrido, debe ser un siervo, no muy valioso pero tampoco algún desgraciado que hayan encontrado por la calle

-¿estas contento sirviendo a tus amos?¿que diria tu madre si te viera ahora?- el muchacho me mira incomodo pero no me responde, ¿que se supone que tengo que hacer? ¿diré palabras mágicas y se obraran proezas? Me quedo en silencio al muchacho que se queda quieto tambien, evidentemente mas nervioso que yo, puedo oler su sudor, puedo verlo salir de sus poros e incluso puedo saborearlo en el aire, mientras me recreo en las sensaciones vuelve a ocurrir, poco a poco empiezo a distinguir colores rodeando al muchacho, son mucho mas vivos que los que habia ayer en mis compañeros y en mi mismo

-ah, porque tu estas vivo- el muchacho me mira sin comprender y tambien lo hacen alguno de mis compañeros, creo que me tienen por loco, no les culpo

El aura de muchacho es fascinante, el naranja que vi ayer en nosotros ocupa la mayor parte de su aura, en cambio ahora es una parte muy pequeña de los colores de mis compañeros "ahh, eso es el miedo", miro con nuevos ojos el aura de mis compañeros, ¿que querra decir cada uno de los colores? va a ser muy interesante verlo

Pasa el tiempo, sus compañeros parecen hacer progresos con sus dones, yo miro con aburrimiento al muchacho, el aura naranja va disminuyendo cambiando por un color de un azul sucio, ¿aburrimiento tal vez?

-me gusta mas en naranja- el muchacho por supuesto me mira sin comprender, pero parece que estoy consiguiendo algo, el naranja crece con mi voluntad, el muchacho abre los ojos, respira mas aceleradamente... y empieza a gritar, luego cae al suelo agarrandose la cabeza

"supongo que esto sera util"

<Mas tarde, ante Hardestadt>

Escucho las instrucciones de Hardestadt sin pronunciar palabra, y luego escucho la respuesta de Vilarte. Tiene sentido claro, si piensan como seres humanos, ¿soy el único loco o el único cuerdo?

-es la justicia de dios lo que llevamos, ¿quien sabe que tiene el altísimo para Roderigo?¿y para ellos?¿y para nosotros?¿y para vosotros?- digo esto último mirando a Hardestadt -¿crees que nos amaran nuestros padres?¿Crees que nos temerán?, sin amor o miedo no sobreviviremos, da igual quien venga con nosotros, ¿cuantos padres he de matar para alcanzar la redención?¿o es la condenación?-

Bajo la cabeza y me miro los pies

-tengo hambre-

Desperté casi automáticamente a la caida del Sol, impaciente, pues estaba deseosa de aprender a manejar mis nuevos dones. La melancolía seguía ahí, pero ahora se eclipsaba por la emoción. Todos fuimos llevados a aprender... pero no sé si todos lo disfrutaron tanto como yo. Ya había visto anoche los efectos de la Dominación, que hoy refiné hasta manejarlo a voluntad. Mis órdenes se cumplían, si bien con las más alocadas o peligrosas la cosa era más difícil. También escuché los consejos de Roderigo - Jamás y nunca intentes Dominar a los que fueron tus padres en esta vida ni a otros de sangre más pura que la tuya, pues no surtirá efecto - ¿Pero como sabría yo quien era quien en esa nueva sociedad?. De todas formas, lo tendría en cuenta...

Pero lo que me terminó de maravillar, fueron mis otros poderes. Pude ver como las sombras me obedecían y se guiaban bajo mis órdenes. Llegué incluso a materializarlas en entes viscosos con forma de tentáculos. Estaba maravillada con este nuevo poder: la obtenebración, pues al parecer Roderigo se había confundido la noche anterior. Ahora tenía todas las manos que necesitaba para hacer cumplir mis deseos: las de los sirvientes hipnotizados y las de estas nuevas criaturas. Esta nueva vida no iba a ser tan mala después de todo.

Pero mi fascinación llegó a su fin cuando Hardestadt nos llamó, enviandonos a una misión que, otra vez, podría resultar fatal. Demasiadas posibilidades de muerte en tan poco tiempo, pero aun así le escuché, e intenté ver la forma menos peligrosa de realizar su misión, pero el castellano se me adelantó. Observé con fascinación su largo discurso. Sabiduría y experiencia... anticipación a la situación... si bien algo cargada de cierto ego y falsa modestia. Pero no podía quejarme. Eran exactamente mis mismos defectos.

Ciertamente, el castellano no anda falto de razón en su discurso - continúo hablando, sin alzar mucho el tono de voz - Si aceptáis la opinión de una mujer al respecto... pues, claro está, que nunca será tan válida como la de un varón, secundo la idea de simular una escapada antes que una victoria nuestra sobre vosotros, llegando incluso hasta a conseguir un rehén en nuestra hazaña. Vos sabéis tanto como nuestros captores que somos unos ignorantes en este mundo, y que la mayoría de nosotros carece de capacidad de lucha. En el lugar de los traidores, yo miraría con desconfianza a los hijos abandonados a su muerte que vuelven victoriosos, con nuevas ropas y con un rehén... No, no lo veo apropiado...

De todas formas, yo añadiría un detalle a la idea de Fernando. Devolvednos las ropas de ayer y con ellas, con la sangre nuestra y de nuestros enemigos, rasgadas por la batalla, volveremos a donde Giovanni y sus hombres. La sangre auténtica será más convincente que la de los animales, pues dudo mucho que criaturas que basan su existencia en la sangre no sepan diferenciar la una de la otra. El resto os lo dejo a vuestra elección: dominadnos para mermar nuestras mentes o haced uso de cualquier otro truco de esta nueva sangre.

Y, las palabras de Giani, no pueden sino dejarme confusa. Demasiadas preguntas en tan pocas frases. Una mente muy pasional, sin sentido, que salta de un tema a otro sin motivo alguno. Parecía que a él la nueva sangre que corre por sus venas le ha afectado de peor manera.

Hardestadt escucha atento a los neonatos, algunas de las ideas son de lo más interesantes, sin embargo el líder de los fundadores no parece sorprenderse en absoluto

- Podéis hacer lo que os plazca con vuestras ropas, aún que lo de la sangre animal es una mala idea. Incluso vosotros seríais capaces de notar la diferéncia.

Roderigo vendrá con vosotros ya que es la única coartada que explica como pudistéis descubrir nuevamente su paradero

El hombre ahora observa mejor las prendas que lleváis

- No creo que requiráis de un ingenio muy elevado para inventar de donde robasteis los vestidos que os proporcioné. Pero si queréis aquellos trapos que trajistéis anoche, no habrá ningún problema en traeroslos.

Luego mira a Gianni pero no como lo habría echo alguien cualquiera. No había burla ni lástima en su mirada mientras este recitaba sus preguntas de algún modo incoherentes

La respuesta a todo ello se hace esperar unos segundos tras los que Hardestadt empuja a uno de los criados a los brazos del malkavian. El vasallo sumiso inclina la cabeza a un lado dejando a la vista las anteriores marcas de varios colmillos en su cuello desnudo.

Luego, terminada su explicación, el ventrue os detalla con exactitud, como llegar a la posada donde cree que pueden estar ocultos los conspiradores. Finalmente lanza nuevas ordenes a Roderigo

- Devuelve a estas crías de serpiente de los anatema al seno de su familia

Sin embargo, antes de que Roderigo pueda hacerlo, Rafael aparece y susurra algo al oído de Hardestadt. A lo que este último gruñe, cabecea y se apoya en una vieja rejilla con el aburrimiento pintado en sus duras facciones.

Rafael os sonríe beatíficamente y comienza a dirigirse hacia vosotros, hablandoós de la Mascarada, una idea suya que siguen ahora casi todos los vástagos.
Os advierte con su hermosa voz que debéis mantener la mascarada a toda costa

- Los humanos temen aquello que no entienden, y ahora os temerán. Los mismos sacerdotes... los sacerdotes que se supone que son la encarnación del amor y la caridad cristianos, escupirían sobre vosotros. Os condenarían a los fuegos del infierno sólo por existir. Incluso aunque fueseislas almas más nobles desde nuestro Salvador, os destruirían como los romanos hicieron con Él, Así que tened cuidado, neonatos. Si sólo estuviese en juego vuestra supervivencia, estoy seguro de que a Hardestadt no le importaría que hicieseis alarde de vuestra naturaleza.

Rafael hace una pausa cuando Hardestadt lanza un irónico bufido, y después termina un pequeño discurso

- Sin embargo, es la supervivencia de toda la estirpe lo que depende de vosotros. Todos debemos respetar la Mascarada, o caeremos a las llamas de la Inquisición. Ningún vástago, ni siquiera los anatema, agradecerá que llevéis la inquisición hasta ellos.

Observo el cuello marcado del criado, supongo que si bebo mucho morirá, control, tal vez sea posible conseguir la redención incluso en este estado, tendré que pensarlo, las idea son confusas desde que empezó mi no-muerte, me cuesta centrarme en algo, pero ahora el hambre parece ocuparlo todo y me da una claridad de pensamiento que no tenia desde hace tiempo.

Inclino la cabeza y muerdo el cuello, el criado gime, aunque mas de placer que de dolor, saborear la sangre caliente en mi boca, manando con fuerza de la herida casi me hace perder el control, no se parece a nada que haya probado antes

El sabor de la sangre me inunda, mis otros sentidos, tan desarrollados últimamente, desaparecen, todo mi universo pasa a ser el dulce sabor y la terrible ansia

Finalmente un estallido blanco y un fuerte dolor a un lado de mi cabeza acaban con la dulce sensación, cunado mi visión se aclara veo que Hardestadt me dice algo, pero no puedo entenderlo, luego un par de criados recogen al que me ofreció su cuello y se lo llevan a rastras

"¿redención? ¿como pude estar tan loco como para pensar por un segundo que algo así es posible para mi?"

Me levanto avergonzado por mi falta de control y espero a que mis compañeros decidan un curso de acción

 Guillerme Se despertó con cierto desasosiego, inquieto y en parte preocupado por los nuevos acontecimientos en su vida....neonato...vampiro....una eternidad ante mi para disfrutar de la vida...o no-vida seria lo apropiado?. no estaba seguro. Su amor por la existencia no había desaparecido, así como el amor al teatro y el arte, que más bien parecían haberse acrecentado.

Al rato un criado le hizo particepe de nueva información, Hardestad llamaba ante su presencia.

La reunión le produjo cierta inquietud, no podría negarlo. el plan propuesto le dejaba cierto regusto amargo. funcionaria? a saber. 

- Si me permiten que les de mi modesta opinion señores y damas ( muestro gran cortesía por este ultimo grupo) puede que nuestro anfitrión haya ya sospesado todas las opciones y sin duda alguna hay en sus palabras astucia, la cuartada no se sostendría de no llevarlo con nosotros, más yo me pregunto, habra algun otro modo de llevar la cuartada con nosotros??. he podido practicar mis nuevas habilidades y se que hay posibilidades de que el conocimiento llegue a nuestras mentes con solo concentrarse en un objeto, una pieza de ropa quizás?, seria pues posible un ardid? si don giobani o uno de sus "siervos" se concentraran en una prenda de Don Roderigo podrian confirmar nuestra historia, es cuestion de hacer una gran interpretación para sus ojos, mas mis modestos conocimientos no me permiten saver quan poderosa es esta "magia". podria, quizás, iluminarnos un poco ( me figo en Hardestad) su gracia. 

Hablo dirigiendome alternativamente a Hardestadt y a Rafael Respetaremos la mascarada, es logico que nadie quiera que se sepa que existimos y lo que hacemos, yo mismo cuando estaba vivo no pregonaba lo que hacia cuando estaba fuera de mi reino, por otra parte yo prefiero llevar otras ropas mas acorde con mi rango y no harapos, podemos decir que las hemos cogido en cualquier parte, no creo que sea dificil ngañar a Giovanni, es un ser autocomplaciente que cree que el mundo gira a sus pies, estar encantado pensando que queremos volver con el ahora que somos neonatos...

- Traedles sus ropas y equipos a los que lo pidan

Ordena Adana a uno de los sirvientes y se vuelve a dirigir a vosotros con su imperante voz para ofreceros la oportunidad de alimentaros de los criados, algo que puede que encontréis embarazoso, pues la mayoría nunca antes habéis bebido de recipientes vivos*

Una vez todos estáis preparados, Hardestadt os aborda de nuevo. Los demás fundadores conversan animadamente, algo apartados de donde os encontráis, al tiempo que los criados ponen capas de viaje sobre vuestros hombros

- Tened especial cuidado con Lady Jadviga Almanov. Me cuesta admitir que esta renegada de mi clan es un hueso especialmente duro de roer, y las garantías de vuestro fracaso estarán aseguradas si la dejáis con vida. Eliminadla entre los primeros de esos conspiradores si queréis tener una mínima posibilidad

Una vez termina Hardestadt con sus instrucciones, os deja libres para salir al aire de la noche.

Los fundadores os han proporcionado caballos y un carruaje que ya os es familiar con Roderigo a sus riendas

- Encantado, muchachos... ¿nos vamos?

El viento sopla fresco tras el crepusculo y la ruta os deja a solas con el trotar de los caballos y los sonidos provinentes de la espesura

Tras un rato de viaje Gianni consigue escuchar el ruido de muchas ojas en el suelo agitarse a una distancia no muy lejana, no es facil discriminarlo entre el barullo de las ruedas del carruaje debajo suyo y pronto un pestazo de cenizas se te mete en las fosas como si estubieras enmedio de un incendio candente. Los otros no tardais en divisar algo en el camino, parece que la via esta bloqueada por un arbol caido a menos de medio kilometro de la posada.

Cuando Roderigo detiene el carruaje, siete asaltantes armados con espadas surgen repentinamente de los bosques y los caballos se agitan nerviosos

- ¡¡AL ATAQUE!!

Gritan cargando hacia el vehiculo

Ante las palabras de Hardestat, espero un poco en lo que los demás se alimentan y en privado le hablo

Lady Jadviga habeis dicho....tal es el nombre de la mujer que me convirtió en lo que ahora soy, y habeis dicho que pertenece, o pertenecia, a vuestro clan, entonces quiere decir que yo tambien pertenezco a tal clan, ¿podeis enseñarme o decirme algo sobre los dones que poseo?

Hardestadt primero te mira sorprendido observandote de reojo incredulo, pero en seguida el lado izquierdo de su boca se arquea dibujando una sonrisa por la que se vislumbra el blanco puro de sus colmillos de una casta superior

- Somos Ventrue, la familia de la noche destinada a governar al resto de los hermanos. Nuestra sangre es la mas pura y noble de todas, igual que nuestros poderes: Dominacion para someter a quienes nos sirven, Presencia para maravillar a los que nos rodean y Fortaleza para resistir las mas cruentas batallas como guerreros que somos.

Hace una pausa para que comprendas bien cada una de las palabras que acaba de pronunciar

- Si eres un buen estratega sabras bien como utilizar cada uno de los dones en su preciso momento. Llevamos el liderazgo en la sangre asi que deberas mover bien tus piezas

Dice echando un vistazo al resto de tus compañeros quienes se preparan para el viaje

- Mata a Jadviga Almanov y te prometo prosperidad en esta, tu nueva familia

Te pone una mano sobre el hombro y se dispone a despedirse

Asi lo haré, mi señor - digo agachando la cabeza en señal de respeto a un superior - Ella me trajo a esta vida por la fuerza, arrebatándome la que yo habia elegido, y vos, aunque las condiciones no fueran las óptimas, escuchasteis mis palabras y permitisteis que siguiera viviendo, por lo tanto creo que os debo mi vida. Mataré a Lady Jadviga y os traeré su cabeza como prueba, y así espero haber saldado la deuda y poder miraros, no como un igual, por supuesto, pero al menos como un noble mira a su rey, ya que decis que somos la nobleza de los vampiros.

Salgo por la puerta mientras coloco las espadas en el talabarte y me ajusto la armadura, una nueva determinación guia mis pasos y en mis ojos, ahora muertos, brilla de nuevo esa chispa que presagiaba una dura muerte para mis rivales. Todo mi cuerpo exudaba ahora ese aire de peligro y mis andares, quizá por mi nueva condición, se asemejan a los de una pantera, todos los músculos parecen estar relajados pero a la vez prestos para reaccionar ante cualquier indicio de peligro, las espadas, colgando ahora en mi cinturon parecen formar parte de mí, como unas garras, y los ojos miran a la vez a todos los lados.
Tomo aire inflando mis pulmones - un acto inutil ahora - pienso con sarcasmo. ¡Muchachos, Damas!, ¡debemos partir cuanto antes!, delante de nosotros se abre un aciago camino, y ahora mismo tenemos dos rivales a los que derrotar. Debemos acabar con aquellos que nos arrebataron lo que por derecho nos pertenecía, nuestras vidas, y el Sol, tanto o más peligroso como nuestros progenitores. Acabemos con ellos rápido ¿teneis todo lo que necesitais para el viaje, o aún precisais de unos momentos más?

 Ciñéndome la espada al cinto sigo a los demás con aire ausente, despistándome a menudo con las impresiones sensoriales que me van llegando, un olor, un sonido, cualquier cosa me parece nueva e interesante

-yo estoy tan preparado como puedo estarlo, o tal vez no. Aunque me pregunto si de verdad el sol sera nuestro enemigo-

Hardestadt mueve la cabeza en un gesto afirmativo a modo de despedida ante las palabras de Fernando, y sin que se desvanezca su castiza y altiva sonrisa se da la vuelta para unirse nuevamente a sus compañeros, los fundadores.