Partida Rol por web

Salto del caballo mientras mi cimitarra sale de su vaina, miro a uno de los asaltantes

-Voy a devorar hasta tu alma, triste infraser!

Afianzo los pies en el suelo y me preparo para el enfrentamiento

Javier Lara que tambien estaba subido al carruaje al ver que sus compañeros se preparan para la acción dice:

-Yo no me quedare atras,ahora les enseñare lo que es desafiar al hijo de uno de los Infantes de Lara,lamentaran haberse cruzado en mi camino.

Dicho esto desenfunda su espada antes de bajar el carruaje y se prepara para la lucha que pronto vendra.

Y ahi es cuando se da cuenta que ya era tarde solo podria llegar a defenderse contra aquellas misteriosas sombras.

 Al ver que mis improperios a los bandidos surgen efecto me dispongo a ir mas lejos que mis palabras y asestar un par de estocadas al mas próximo de ellos.

Sorprendido por el rápido movimento de los emboscados, apenas tengo tiempo para reaccionar cuando uno de ellos se abalanza sobre mí.

Fruto de años de luchas por sobrevivir, mi mano siniestra, se mueve para interceptar el movimiento del arma enemiga mientras mi espada busca un hueco en las defensas del rival, un hueco que por desgracia no logro hallar

Me lanzo del caballo y me preparo para la batalla, al caer calculo mal la distancia y apenas puedo eludir el ataque del asaltante que consigue acertarme.

- Voy a arrancarte el corazon y te mandare a contemplar las llamas eternas del infierno, maldito bastado!

Bajo tranquilamente del carruaje pese a lo tenso de la situacion No me gusta nada que me importunen mientras viajo digo dirigiendome a los forajidos es de muy mala educacion, y no osoporto la mala educacion y despues de decir esto me lanzo sobre uno de ellos dejando ver mis colmillos por la comisura de mis labios

al ver aparecer a los asaltantes me quedo un momento ensimismado observandolos, con mi nueva percepción los veo con gran claridad pese a ser de noche y los contemplo fascinado, al cabo de un momento reacciono, desenfundo mi espada y me lanzo al galope a por el que ataca a Vlad y Fernando, que estan solos en el lado izquierdo del carruaje

-¡¡Justicia de Dios!!- grito mientras me abalanzo al ataque

Javier Lara intenta esquivar el ataque del enemigo rapidamente para luego el contraatacar y hacerla daño,no era su intención pelear pero esta era una situación que lo ameritaba y no podría evitarlo.

Vlad sale imponente del carruaje de un salto; pero antes de que pueda reaccionar, uno de los forajidos se le echa encima.

Su espada se clava con fuerza en un costado de tu brazo rompiendo los tejidos puedes sentir como el frio metal se hunde en tu piel. La sangre te hierve por dentro pero no sientes mejora alguna, asi que de un tiron apartas bruscamente el brazo y tu sangre salpica en el aire brillando con la luz de la luna

-No me gusta nada que me importunen mientras viajo. Es de muy mala educacion, y no soporto la mala educacion

Unos colmillos aun mas relucientes aparecen amenazantes bajo las comisuras del otomano. Las pupilas del asaltante frente a ti tiemblan pequeñas y este da un paso atras asustado, flexionandose y manteniendo la posicion de ataque cuando saltas cual felino salvaje sobre el.

Este con gran habilidad logra balancear a tiempo su cuerpo dejando que aterrices detras suyo, pero cuando el bandido intenta girarse, tu eres mas rapido y le inmovilizas agarrandolo por detras.

Al lado de Vlad otro de los bandidos sigue paralizado por el miedo, con la espada moviendose nerviosamente entre sus dos manos que intentan recuperar la firmeza y encarar al noble que ha apresado a su compañero. Pero es un tercero el que finalmente se arma de valor y se lanza al ataque contra Fernando, quien trota veloz al lado izquierdo del carruaje.

Vuestras espadas chocan en un sonoro golpe metalico y el caballo de Fernando da media vuelta des de el otro lado ahora, para volver a encarar al bandido que tambien se posiciona esperando otra acometida.

Es entonces cuando se oye el renillar de un caballo esperonado por Gianni, quien se lanza a la carrera des de detras del vehiculo estacionado; el italiano ve al joben bandido que se habia quedado clavado ante Vlad por el miedo y se abalanza sobre el.

-¡¡Justicia de Dios!!

Su aura es de un color naranja reluciente y tu espada apunta directa a su cuello por el que hueles la sangre bombeando a toda velocidad.

Tus sentidos estan saturados, el ruido del caballo y el del corazon de tu ribal se confunden con el tuyo propio que se acelera a medida que la distancia entre vosotros se acorta. Crees que no vas a llegar, tu cuerpo se tiende a uno de los lados del caballo alargando tu brazo y tu espada. Es en el momento culminante cuando tu mirada se deslumbra por el color naranja intenso que emana del chico; mueves el brazo, lanzando un espadazo a ciegas con todas tus fuerzas y el trote del caballo te despide contra el suelo.*

Entre tanto, al otro lado del carruaje, el mas rapido es el actor frances; quien decidido y sin el menor temor camina a toda velocidad hacia los 4 bandidos que saltan a su encuentro.

Cuando uno de ellos levanta la espada para asestar un rebanador golpe al ingenuo frances que se atreve a encararse contra todos, este hunde su espada en el vientre del bandido con un movimiento que los demas a penas logran ver.

Los ojos del ribal, a punto de salirse de sus orbitas, buscan el origen del dolor que atraviesa su tronco y al bajar consigue ver el filo plateado del arma de Guillerme salir junto con borbotones de sangre y el ruido metalico del deslizamiento. Las manos del asaltante no tienen tiempo de llegar a tapar la herida cuando la espada del frances vuelve a volar rompiendo en medio de la cara del otro. Se escucha el crujir de la mandibula desencajarse y partirse en mil pedazos antes de que su cuerpo caiga y vuelva a golpear con la cabeza en el suelo, inerte.

Entonces la espada de uno de sus compañeros enloquecido de ira baja en un corte transversal contra el mismo Guillerme.

Tu instinto te guia: lebantas el brazo y en un intento por defenderte, paras el golpe con la palma de tu mano abierta. La espada desgarra la membrana entre dos de tus dedos y parece romper alguno de los pequeños huesos de la mano. Gotas de sangre resbalan por tu brazo pero de repente la herida cicatriza dejando una marca rojiza y el dolor del hueso roto.

Aricia que acababa de salir entonces, no tarda en reaccionar al contemplar la escena y apuntando con el indice al ultimo de los soldados que acababa de atacar al frances, lanza un poderoso grito

-¡Tú! ¡Tu enemigo es él, mátale!

Toda la rabia que parecia arder en el interior de aquel bandido se desvanece de repente y su mirada se vacia descolgando ligeramente su cabeza a un costado como un titere que acaba de ser agitado por el director de la obra. Sin decir una palabra ni bacilar, el hombre da la espalda al frances y se encara a su compañero que acababa de lanzar una estocada a Javier rozando su costado derecho y abriendo ahi una profunda herida de un par de centimetros de grosor

- Maldita sea, ¡VIGILA!

Le grita el asaltante que luchaba contra Javier a su compañero cuando de reojo le ve dar la espalda a su ribal pero sin apartar la vista del nosferatu.

Detras de ellos, User se queda con el ultimo de los atacantes tras dejar el caballo

- Voy a arrancarte el corazon y te mandare a contemplar las llamas eternas del infierno, maldito bastado!

Tu oponente lanza su ataque contra ti, a lo que tu respondes echando el cuerpo hacia atras para esquivar el golpe; pero el habil bandido sabe rectificar a tiempo y logra que el mango de su arma te golpee en la cara. Al pasar tu mano por la mejilla compruebas que no hay restos de herida alguna, asi que el golpe se queda en un toque de alerta para que no le subestimes

Sonrío, satisfecha, al ver el efecto de mis palabras: un éxito absoluto, como si de mi marioneta se tratase. Realmente esta nueva sangre iba a resultarme útil...

Miré alrededor, sopesando el combate. Tras la muerte de un bandido y mi aportación, aquello se había convertido en una batalla ganada: nosotros 5 (con nuestro "nuevo aliado") contra ellos dos. Quizás podría ser más útil al otro lado del carruaje. Avanzo apresuradamente para ver como Fernando termina de girar, dominando a su caballo y ver a Gianni en el suelo tras la caída. Realmente, aquí se necesitaba más mi ayuda, así que no lo dude ni un segundo.

Alzé mis manos, en gesto de súplica, convocando las sombras sobre el bandido libre, pues no quería entorpecer ni a Vlad ni a Fernando.

Me siento donde estoy sin acabar de levantarme, tengo que aprender a actuar con esta nueva percepción del mundo, la sobrecarga sensorial me desorienta.

Desde el suelo intento algo un poco diferente, observo el aura de uno de los asaltantes y empiezo a manipularla como hice con el criado en el castillo

Subo 1 punto a fuerza y otro a destreza y haré dos acciones tambien, como antes