—¡Suéltale, joder! —gritó Tony antes de coger otro libro y lanzárselo, aunque con mucha menos esperanza.
Lo cierto es que Tony tenía poca esperanza en general. No veía una solución fácil para aquello. Cogió otro libro más y se lo lanzó de nuevo.
No podía ser, aquella bestia debía soltarle ya, joder, debía soltarle ya. Otro libro salía volando en la dirección del monstruo de las cadenas.
En algún momento le soltaría, en algún momento haría caso a lo que le lanzaba. Tony se agachó a buscar otro libro, pero ya no quedaban. Eran tan solo hojas y carpetas de archivador desparramadas por el suelo. Levantó la mirada y le cayeron dos lágrimas.
Salió del hueco donde se encontraba y corrió todo lo que pudo a golpear a la criatura. Mientras se abalanzaba contra aquello se dio cuenta de lo que significaba ser valiente. Sin importar lo que salga.
Motivo: Combate
Tirada: 2d10
Resultado: 11(-2)=9 [8, 3]
Bueno, hago tirada de hacerle un placaje, a ver si logro que suelte... Si no, presiento que lo siguiente será echar a volar.
Agh!! Con lo bonito que era el 11, jajaja.
Chief y Tony no habían abandonado a Cliff cuando el sentido común indicaba que debían abandonarlo e incluso el sacerdote había intentado guiarle por un buen camino. Por eso las lágrimas que corrían por la mejilla de Cliff eran tan amargas. Negaba con la cabeza sin soltar el pomo de aquella puerta abierta mirando al sacerdote agarrado a esas cadenas y a un impotente Tony haciendo lo imposible para que la criatura lo soltara. Y en ese instante las miradas de Cliff y Tony se cruzaron y éste pudo adivinar lo que iba a ocurrir a continuación.
Cliff atravesó la puerta corriendo, alejándose de aquel lugar1. Tenía que buscar explicaciones y estaba claro que aquella criatura no iba a dárselas.
Una disculpa inaudible reverberó en su garganta mientras corría por el pasillo internándose aún más en ese sitio en busca de la parte que faltaba en sus recuerdos. Joder, la culpa era suya por no haberse ido cuando tuvo la oportunidad, se repetía mentalmente una y otra vez Cliff tratando de esquivar la culpa.
[1] Lo siento :(
Chief sentía como los pulmones se quedaban sin aire.
Tony sentía como la frustración y el dolor se apoderaban de él.
Cliff intentaba no sentir, no pensar, huía hacia adelante. Como siempre había hecho. ¿De verdad quieres saberlo? La voz burlona, a la que ahora Cliff ponía claramente el tono de 'Ace' resonaba en su cabeza.
La negrura consumía a Chief. El aire se escapaba. Y entonces notó un breve momento en el que podía respirar. Caía al suelo. Sentía las cadenas aflojar su presa. Por un momento se preguntó ¿es la mano de Dios que viene a salvarme?
Pero mientras se desplomaba en el suelo, intentando recuperar el aire, se dio cuenta de que Dios no estaba en aquel lugar. Era Tony quien se abalanzaba sobre la criatura como si estuviera poseído por el espíritu de San Jorge, enfrentándose al dragón. Pero sin espada ni escudo el joven no era rival para aquel monstruo. El impacto de una de las cadenas lo lanzó volando por la habitación para acabar golpeando contra la pared de forma brutal1.
Chief se levantaba tosiendo e intentado recuperar el aire. Sentía mareos y náuseas pero ¡seguía vivo! Lo mismo pasaba con Tony que, junto a la puerta, notaba como un dolor que le recorría la espina dorsal y le impedía moverse con rapidez. Estaban vivos, sí, ¿pero por cuanto tiempo? Aquella cosa lanzó ahora un grito que ensordeció a Tony mientras sus cadenas reptaban por el suelo buscando, como serpientes, el cuello de Tony para rompérselo.
Motivo: Resistir el dolor de Tony
Tirada: 2d10
Dificultad: 10+
Resultado: 15(-3)=12 (Exito) [7, 8]
Motivo: Resistir el dolor de Chief
Tirada: 2d10
Dificultad: 10+
Resultado: 14(-2)=12 (Exito) [8, 6]
[1] Para agilizar tiro yo el Soportar el Dolor de los dos. El daño para ambos es de cadenazo brutal (3 de daño). 2d10 + Fortaleza - Daño (3)
Tony: +For (0) - Daño 3.
Chief: +For(1) - Daño 3
La suerte acompaña a los locos, está claro XD
Tanto uno como el otro os ganáis una herida seria. Eso os da un -1 a todas las tiradas que hagáis.
Tony y Chief: desmarcad a Cliff de vuestra respuesta.
Cliff: ahora te pongo otro mensaje y tú responde sólo para el director.
Cliff avanzaba apoyándose en las paredes. Tras él escuchaba los gritos de Tony y luego un brutal golpe. Se detuvo un momento para cerrar los ojos y tomar aire, pero luego continuó arrastrando los pies, alejándose de aquella monstruosidad con la que había abandonado a sus amigos, para bajar rápidamente por una escalera al final del pasillo.
Había una puerta de metal al final. ¡Una salida! La abrió rápidamente, esperando que en cualquier momento apareciese el monstruo a sus espaldas. O uno de sus amigos. ¿De que tenía más miedo? Entonces abrió la puerta y la luz del día lo deslumbró. Trastabilló un par de pasos antes de caer de bruces en medio de un montón de basura, tirando varios cubos y rascándose las palmas de las manos al caer al suelo de cemento.
Hizo un esfuerzo por mantenerse despierto. Escuchaba coches y ruido de gente en la calle. Se levantó como pudo y se asomó. Cuando vio a la gente paseando, indiferente a la locura de la que acababa de escapar, dudó si de nuevo estaba reviviendo el momento en que lo encontraron amnésico. ¿No había sido así? Vio las caras de algunos transeúntes que se giraban hacia él sorprendidos, quizás incluso asustados por su aspecto. Entonces oyó una voz en algún lado.
—Oiga señor. ¿Está bien? Tranquilo...
Se giró justo a tiempo de ver al policía que lo cogía en sus brazos antes de caer desmayado.
Pasamos a la escena Déjà Vu.
https://www.comunidadumbria.com/partida/cruce-de-caminos-2/09-dej-vu
- Tony... - Chief vio que Tony había decidido continuar aquella lucha imposible antes que ponerse a salvo. - ¡Tony, escuchame! Tu tía* no puede perderte a ti también, por favor...
El sacerdote lloraba al ver que aquel muchacho no era consciente del sufrimiento que causaría su perdida y que, en su bondad, había decidido sacrificarse a su vez. Pero era un sacrificio vano ya que ninguno de los dos sobreviviría si se quedaban.
- Yo lo entrendré y... - en aquel momento tuvo al doblarse del dolor mientras tosía sangre. - Iré detrás tuyo pero necesito que seas testigo de lo que hemos vivido, necesito que salves a Cliff.
*recordemos que Chief conocía a Tony por un familiar suyo en su congregación.
Tony miró fijamente a Chief durante un instante. Fue un instante casi eterno donde entendió que su amigo no podía seguir. No podía o no quería. En cualquier caso, Chief había decidido quedarse allí. Como uno de esos mártires de su Libro Sagrado.
—Así sea —le respondió Tony con la voz quebrada—. Buena suerte.
Se incorporó dolorido por el fuerte golpe y salió por puerta.
He supuesto que era "tan sencillo" como salir por la puerta por esto:
Cita:
Estando al lado, entiendo que es solo girarme y salir... ¿No?
- ¡EH, TÚ, BASTARDO! - gritó con todas sus fuerzas, proyectando contra la criatura toda su rabia y su dolor, esperando que fuese suficiente para que centrara su atención en él y no en Tony.
Comenzó a acercarse hacia ella, golpeando con su mano libros y baldas, haciendo el mayor ruido posible...
La criatura se giró y ese fue el momento que Tony aprovechó para deslizarse, dolorido, hacia la puerta. Se levantó como pudo y corrió, corrió como alma que persigue el diablo. Y quizás la idea no fuera un simple recurso literario. Chief podría con aquella cosa. El reverendo sabía como manejar aquellas situaciones. Era un hombre de Dios y su dios lo protegería. Todas estas mentiras cruzaban la cabeza del joven mientras alcanzaba, con el rostro cubierto de lágrimas, unas escaleras que descendían.
Dios protege a los suyos suyos usando sus instrumentos en esta tierra hostil. Chief era el sacrificio necesario para que Tony y Cliff llegasen al final de todo aquello. Mientras el monstruo avanzaba hacia él golpeando las cadenas contra el suelo el predicador sentía su cuerpo inundado del valor que transmitía su fe. En su corazón no había dudas. Al final la luz y la verdad se impondrían a las tinieblas, pero el camino estaba sembrado de dolor.
Cuando la criatura llegó a su lado sintió el hedor de la muerte que transmitía. Esta vez las cadenas lo golpearon con tal fuerza que atravesaron su carne mortal, alzándolo léntamente dejando un reguero de sangre que fue absorbida por las pútridas tablas del suelo. Mientras era alzado Chief abrió los brazos, entregándose como en su momento lo había hecho el Salvador por conseguir que los suyos alcanzasen la verdad y la trasladasen al pueblo.
En los últimos segundos de vida hubo un momento de duda. Señor ¿me has abandonado?
Entonces un dolor rojizo, imposible de soportar, truncó el último respiro del sacerdote.
En algún lugar Tony abría una puerta y era golpeado por la luz del día. Salvado.