Partida Rol por web

Gracias a la ayuda de Shalt, Roht volvió a abrir los ojos desde el suelo, desde donde se incorporó a duras penas.

- Cielo santo, por poco no la cuento. Ese engendro  habría sido un gran rival, en una lucha justa, sin sus secuaces, claro está... - Dijo el enorme guerrero acorazado.

Al momento, viendo en el mal estado en que se encontraba Voran, Martillo Invencible trató de ayudar en lo que podía a su compañero para taponar sus heridas y estabilizar al viejo guerrero.

- Rápido, si lo estabilizamos, yo cargaré con el hasta la aldea. Debemos llevar a los niños sanos y salvos de vuelta con sus familias. - Pensó, acordándose de que uno de los chiquillos estaba muerto y ensartado en una fogata.