Partida Rol por web

Aunque la estocada tenía todas las de ganar, la escasa movilidad de las manos encadenadas hizo que la espada se clavase en el suelo. Miguel se dio la vuelta, anonadado.

-¡¡Es un traidor!! ¡¡TRAIDOR!!

Aquel estupor fue lo que necesitaban los legionarios, que atravesaron a Miguel con las espadas y redujeron al resto de wraiths para meterlos en las celdas. A Eduardo, como esperaba, no. Dos legionarios lo llevaron aparte para hablar con él. Clara, que trabajaba en la Forja, lo observó todo con lágrimas en los ojos. El intento renegado había fracasado.

Eduardo fue interrogado por los soldados. Con su astucia y su pico de oro consiguió convencerles de que había entregado a los renegados en favor de la Jerarquía. Dado que tenían nueva materia prima, decidieron no entregarlo a las llamas frías de la Forja. Lo asignaron a la Legión Esmeralda, aquella a la que se unían los muertos escogidos por el azar. ¿Qué hay más azaroso que pasar justo en el sitio preciso en el momento indicado?

A partir de ahora, Eduardo sería un miembro de la Ciudadela y trabajaría para su protección y salvaguarda. Y debido a que en su primer contacto con los jerarcas había demostrado ser útil, era probable que ascendiera...

El secreto del éxito esta en encontrar el momento y no tener miedo a aprovecharlo. Miguel, Clara, no tenían ni idea, se movían por unos ideales de cuento de hadas sin darse cuenta de como es la realidad, hubieran acabado igual aunque no me hubieran encontrado nunca.

La realidad es fea, vivo o muerto te enfrentas a lo mismo, unos están arriba y otros abajo, aquí en la tierra de las sombras abajo significa muy abajo, y arriba tampoco es demasiado bonito, pero uno ha de adaptarse al mercado y siempre es mejor estar arriba, voy a luchar para seguir subiendo y la Jerarquía es un lugar adecuado para ello, la Legión Esmeralda es solo el comienzo.

FIN