Nadar, relajarte, sentirte flotar y en un estado de paz y tranquilidad. La piscina es estupenda para hacer ejercicio y refrescarse. Aunque la temperatura del agua no está ni muy fría ni muy caliente. Todo dispuesto para que os sintáis cómodos y en un estado continuo de calma.
Ya con bañador, cuando llegué dejé una toalla sobre una hamaca y me eché de cabeza al agua. Zambullirse a temperatura perfecta era siempre algo bueno.
Comencé a bracear un poco, a la ver de divertido también era bueno para ejercitar el cuerpo.
Kelly apareció no mucho despues, con el bañador ya puesto y estando envuelta en un albornoz, que se retiró con cuidado sobre uno de los asientos. Y del bolsillo de este sacó una pelota inflable. Se sentó al borde de la piscina, con los pies en el agua y comenzó a inflarla tranquilamente, hasta que estuvo totalmente llena.
- ¡Mira! Podremos jugar. - Sonrió con ambos ojos cerrados y una sonrisa calida, dejando caer la pelota al agua que se mecía por los movimientos del chico. Ella tambien terminó de meter el cuerpo en el agua, estremeciendose por la aricia de esta sobre su piel.
Llegué poco después que el chico a la piscina, vi que empezó a nadar. Me senté en el borde y metí mis pies, siguiendo con la vista lo bien que lo hacía. Tras un par de largos de él a la piscina, opté por meterme entera e imitarle. Comienzo a nadar al lado de él, intentando no interrumpirle. El agua está cálida y la sensación que me trasmite estar dentro de ella es bienestar.
No tarda en venir la chica peliazul con un pelota. Paro de nadar y me río.- ¡Pásala!- alzo los brazos, para que juegue conmigo también. La idea parecía divertida.
Un hombre trajeado entra mientras estáis jugando, como si buscara algo.
-Echo, ¿estás lista para tu tratamiento?- le dice a la chica morena.
Miro a mis compañeros con pena. Sobre todo al chico, me transmite una sensación agradable y de tranquilidad. Quizás después podríamos jugar de nuevo. Salgo de la piscina.
-Estoy lista...- cojo una toalla y despido a mis compañeros con una mirada de "nos veremos luego". Sigo al hombre fuera de la piscina.
La chica del pelo curioso, tiró una pelota al agua y me reí – Que bien – En agua junto con los juegos era un modo genial de pasar el rato.
No tardé en alcanzar la pelota y pasársela a la chica que acababa de llegar y que así lo solicitó. La pelota se quedó un poco corta y salpicó un poco de agua. Pero es que algo había ocurrido, llegó uno de los hombres, de los que eran distintos y le dijo “eso”.
- Jooo. Ahora que empezábamos a pasarlo bien... - Pero mi preocupación no duró, aún estaba la otra chica.
A Alice también le apenó que la chica tan activa se fuera, pero no pasaba nada, aun habia forma de jugar. Su cuerpo finalmente se sumergió en el agua y se estremeció, asomandose para recoger la pelota que habia ido a la deriva por la superficie al ausentarse la otra. La cogió y la lanzó al aire, para despues enviarla hacia su compañero de una palmada. - ¡Pillala!- Se rió de forma infantil, sonriendo casi de oreja a oreja. Se suponia que debia estar todo tranquilo, pero ella era pura alegria en vez de paz.