El centro de la dollhouse, que da a casi todas las áreas como si de un enorme loft se tratara. Hay sofás donde podréis charlar o simplemente descansar. Consta de un estanque con peces, sobre el cual hay dispuesto un tatami. En el tatami, Archi os dará clases de yoga y tai chi.
Entré en la sala común, mirando si había alguien con quien pudiera compartir una sesión de sauna conmigo...
¿Está bien así?.
Edito: Estás marcando solo a cuidadores, si buscas a un activo, mejor marcar a todos.
Estoy haciendo tai chi con Archi. Era relajante y me gustaba mucho estar con él y con mis compañeros. Además mi cuerpo se sentía bien con los estiramientos y el ejercicio practicando. Veo a Talon acercarse y le sonrío. Le hago un gesto para que se una a nosotros.
Me acerco sonriente a Sierra y la saludo de manera amistosa:
- Hola, ¿te apetecería acompañarme a la sauna conmigo, por favor?. Es que tengo ganas de ir y no quiero ir solo...
Miro a Talon algo confundida, incluso inclino la cabeza hacia un lado.
-Una sauna estaría bien... ¿Pero no quieres unirte con nosotros? Archi es buen profesor- sonrío ampliamente.
Medité unos segundos antes de responder, sonriente:
- Vale... Podemos hacer lo de la sauna luego, si te parece bien...
-Vamos, Talon, únete- te indica Archi, el profesor.
Obediente, hago lo que me dice y me pongo en posición, al lado de Sierra, mientras espero a que el profesor nos de las primeras instrucciones a seguir:
- Estoy listo...
Sonrío y me muevo al mismo tiempo que Archi. Los movimientos me relajaban junto con la música agradable que siempre hay en todas partes. Al acabar sonrío a nuestro monitor y voy a coger una de las toallas que traje desde el baño. Me seco el sudor del cuello y sonrío a Talon.
-Estuvo bien, ¿verdad?
Observo a Sierra, admirando la manera en que se mueve su cuerpo flexible. A continuación, cuando nos estamos secando el sudor, le respondo, sonriente:
- La verdad es que si... ¿Entonces te apetece esa sauna entonces?.
Asiento a Talón ante su petición. Una sauna tras el ejercicio me vendría bien y me sentiría muy a gusto.
-Sí, claro... Vamos para allá- confirmo, tomando camino hacia la zona de masajes. Camino disfrutando de mis pies descalzos sobre el suelo de madera y de el ir y venir calmado de mis compañeros.
Sonreí mientras la seguía. La verdad es que me apetecía esa sauna, pero no quería estar solo y prefería estar en compañía. Además, siempre me había parecido muy agradable la compañía de las chicas, aunque sabía decir el porqué...
- Pues vamos allá...